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04 marzo, 2025

Vientos nórdicos 2025 - Parte 1: Las series escandinavas que vendrán

La ceremonia de los Oscar tuvo sus habituales momentos destacados y algunos ridículos, pero no vamos a hacer una crónica de los premios de la Academia de Hollywood. Aunque el triunfo de Anora (Sean Baker, 2024) se puede leer como el respaldo al cine independiente, en realidad es la culminación de un excelente trabajo de la distribuidora norteamericana Neon, que ha conseguido colocar entre las películas nominadas algunos títulos destacados del Festival de Cannes en los últimos años: ellos lograron el triunfo de Parásitos (Bong Joon Ho, 2019) y consiguieron que fueran nominadas en la máxima categoría El triángulo de la tristeza (Ruben Östlund, 2022) y Anatomía de una caída (Justine Triet, 2023). En su campaña de premios, Neon no suele utilizar enlaces digitales de visionados para los académicos, sino que envía DVD físicos en ediciones especiales (algunos de ellos se pueden encontrar posteriormente en eBay). Pero hay que mencionar los dos galardones más inesperados y que transmiten una mayor resonancia como mensaje. Rompiendo los pronósticos, a pesar de que venía precedida de grandes premios que comenzaron en el Festival de Annecy '24, la película de animación lituana Flow, un mundo que salvar (Gints Zilbalodis, 2024) consiguió el premio soñado (si el Globo de Oro que logró hace una semanas fue expuesto al público, no sabemos qué harán con el Oscar). Pero no solo es un triunfo de la pequeña industria audiovisual lituana que vive sus mejores momentos, con el estreno reciente en España del éxito internacional de la serie Soviet jeans (Filmin, 2024), sino que lanza un mensaje importante. Flow es una película realizada con el software libre gratuito y europeo llamado Blender, que contrarresta el habitual monopolio de la compañía norteamericana Autodesk, que ha conseguido ser el único software realmente estandarizado de la industria de la animación 3D. Posiblemente los académicos votaron, llevados más por la emoción que provoca la película que por las repercusiones industriales, pero la victoria de una producción tan modesta es importante. También lo es que el Oscar al Mejor Documental lo haya conseguido la coproducción entre Palestina y Noruega No other land (Yuval Abraham, Basel Adra, Hamdan Ballal, Rachel Szor, 2024), que ninguna distribuidora ha querido comprar para el mercado estadounidense, pero que se autodistribuyó llegando a acuerdos con un centenar de salas pequeñas, y ha conseguido recaudar más que otros documentales nominados. La película fue acusada de antisemita por algunos críticos alemanes cuando se presentó en el Festival de Berlín del año pasado, a pesar de que trata sobre la amistad entre un joven palestino y uno israelí, pero mostrando el día a día de una familia en los territorios palestinos sufriendo el acoso del ejército y la violencia de los colonos israelíes. El premio dio la oportunidad a los directores y protagonistas, Basel y Yuval, de lanzar un importante mensaje (que tendrá repercusión o no) contra la política internacional pro-israelí de los Estados Unidos. 

A continuación hacemos nuestro primer repaso del año a las series estrenadas en países nórdicos que consideramos más destacadas y que en algunos casos han encontrado fecha de estreno en España, aunque en otros tendrán una difícil distribución. Hablamos de los premios Robert en Dinamarca y de los Kultainen Venla en Finlandia que han reconocido hace una semanas a las mejores producciones de televisión y dedicamos más espacio a las producciones realizadas en Suecia, con estrenos importantes.  

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series que destacamos y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

SUECIA

En Suecia resuena todavía el malestar que provocó el discurso de inauguración del Festival de Cine de Gotemburgo el pasado mes de enero por parte de la actual Ministra de Cultura, Parisa Liljestrand que, cada vez que habla sobre un tema, provoca controversia. El gobierno de coalición entre el Partido Moderado de centro derecha al que ella pertenece, junto a los democristianos y los liberales, apoyados por un partido de extrema derecha, ha realizado numerosos recortes en educación desde que fue elegido en 2022, y cuestiona las políticas de subvenciones culturales. La ministra afirmó que "no es tarea de los políticos exigir cada vez más dinero en impuestos a los ciudadanos" para el cine, y que había que "garantizar que los ingresos de las películas suecas lleguen a los creadores, no a los criminales". Unas palabras que recibieron abucheos en la ceremonia de inauguración del festival, y que desenfocó la atención del contenido cinematográfico. La sorpresa respecto a esta idea sobre el dinero malgastado en las películas es mayor teniendo en cuenta que la industria cinematográfica sueca generalmente se ha quejado de que recibe mucho menos apoyo económico que otras industrias cercanas como Dinamarca o Noruega. La Ministra de Cultura ha defendido que el cine sueco debe dar más beneficios y semanas antes había criticado también a los premios Guldbagge que concede la industria del cine por la escasa relevancia de las películas nominadas. Aunque curiosamente la principal ganadora de este año, con cinco premios, entre ellos Mejor Película ha sido Crossing (Levan Akin, 2024), una de las películas que más repercusión ha tenido a nivel internacional desde su estreno en el Festival de Berlín de 2024. Hipnosis (Ernst De Geer, 2023), que recibió tres premios por su guión y sus interpretaciones, ha sido galardonada también en festivales de prestigio como Karlovy Vary. En el fondo se encuentra el eterno debate sobre si el éxito del cine debe medirse solo por la recaudación en taquilla, y en el mismo Festival de Gotemburgo se estrenó una miniserie que precisamente parodia los discursos en torno a la popularidad que debe tener la cultura. 

Infiel (Trolösa)

Miniserie | SVT | 6x50' ★★★ 

Adaptada por Sara Johnsen | Escrita por Ingmar Bergman

Dirigida por Tomas Alfredson 

Festival de Cine de Toronto '24: Sesión Especial


El director Ingmar Bergman (1918-2007, Suecia) se retiró del cine después de dirigir la película Fanny y Alexander (1982), dedicándose al teatro y a especiales para la televisión pública sueca, aunque abandonó su retiro para dirigir Saraband (2003), una continuación de Secretos de un matrimonio (1974) que en realidad fue producida para la televisión pública SVT pero se estrenó en salas de cine. Sin embargo, escribió algunos guiones que fueron dirigidos por la actriz noruega Liv Ullmann, principalmente Encuentros privados (1996) e Infiel (2000). Esta última estaba basada en la experiencia personal de Ingmar Bergman, cuando en 1949 abandonó a su esposa, la coreógrafa Ellen Lundström, y a sus cinco hijos, para pasar seis semanas en París con la periodista Gun Grut, que se convertiría más tarde en su tercera esposa. Esta escapada desembocó en el divorcio de los matrimonios de ambos, y a él se refiere el director, no solo en la película Infiel (Liv Ullmann, 2000), sino también en otros títulos dirigidos por él como El silencio (Ingmar Bergman, 1963). Ingmar Bergman jr. cuenta la relación entre la historia de la película y la historia real en el interesante documental The Undefeated Femininity (La feminidad invicta) (Marie Nyreröd, 2018), que es un buen complemento a esta nueva adaptación en formato de serie, rescatada por el canal SVT, y es especialmente emotivo el sentimiento de abandono que generalmente expresan los hijos de Ingmar Bergman. La película comienza con una cita del dramaturgo alemán Botho Strauss que resulta muy significativa: "Ningún fracaso común, ya sea enfermedad, bancarrota o desgracia profesional, repercutirá en el inconsciente de manera tan cruel y profunda como el divorcio". Cuando se estrenó, el director Tomas Alfredson (1965, Suecia), había dirigido la miniserie Soldiers by moonlight (SVT, 2000), y él mismo cuenta que propuso a Ingmar Bergman hace veinte años la posibilidad de realizar una adaptación para televisión de esa historia, pero posteriormente quedó en un proyecto sin realizar. Finalmente, la escritora Sara Johnsen (1970, Noruega), guionista de la miniserie 22 de julio (NRK, 2020), ha aportado una mirada femenina al relato de una infidelidad y las consecuencias de ésta, dando una mayor profundidad al personaje de Marianne, que en la película estaba descrita desde un punto de vista principalmente masculino, como una idealización de la feminidad. La historia comienza en el pasado, en 1977, cuando el director de cine David Howard (Gustav Lindh) acaba de pasar por un divorcio y ha dejado Londres para asentarse en Estocolmo, donde vive su mejor amigo, el músico Markus Vogler (August Wittgenstein) en un estable matrimonio con Marianne (Frida Gustavsson) y su hija adolescente Isabelle (Poppy Klintenberg Hardy), que siente una cercanía especial, casi enamoradiza, por David. Con un guión preparado para dirigir, David recibe los comentarios de Marianne sobre su visión demasiado masculina de la protagonista, sugiriéndole un libro titulado Susanna, sobre una mujer liberada sexualmente, que David acabará dirigiendo con Marianne como actriz principal. 

Uno de los encuadres triangulares que se encuentran en la serie

Respecto a la película, hay un cambio de punto de vista importante: mientras en aquella se establece una conversación con Bergman (Erland Josephson), un escritor que se encuentra con la forma idealizada de Marianne (Lena Endre), la serie está contada desde la perspectiva de un anciano David (Jesper Christensen), que se reencuentra a partir del segundo episodio, Erbjudandet (La oferta) (T1E2), con Marianne (Lena Endre) después de un acontecimiento dramático. Los actores que dan vida a los protagonistas en su edad madura tienen algunas peculiaridades: Lena Endre vuelve a interpretar el personaje de Marianne que también incorporó en la película, aunque ahora ya septuagenaria, en los acontecimientos que suceden en el presente. Mientras que la elección de Jesper Christensen ha recibido críticas en Suecia, no solo porque no es realmente identificable como una proyección de más edad de Gustav Lindh (hay pocas similitudes entre ambos), sino también por su origen danés que deja caer en algunos diálogos un acento extraño, algo que el público internacional seguramente no apreciará. Hay en esta serie respecto a la versión cinematográfica, que tiene un desenlace mucho más duro, una mayor indulgencia con los personajes, introduciendo a Isabelle ya adulta (Malin Crépin) como una representación del perdón. Pero son especialmente fascinantes los primeros episodios en los que el deseo entre David y Marianne se manifiestan a través de miradas y gestos, tratando de evitar caer en la tentación. Se decía que Ingmar Bergman era un director que entendía a las mujeres porque ofrecía retratos de personajes femeninos complejos, pero al mismo tiempo las reducía a una visión algo idealizada desde la mirada masculina. Tomas Alfredson hace referencia a esta idea de manera explícita en el episodio Susanna (T1E3), cuando durante el rodaje de una escena erótica para la película de David, ella está representada con un velo sobre su rostro y el cuerpo desnudo, observada por un equipo de filmación exclusivamente formado por hombres. La puesta en escena en esta serie es tan exquisita como el mejor cine de Tomas Alfredson, recreando la década de los setenta no solo en el cuidado vestuario, sino también en pequeños detalles, en habitaciones cargadas de objetos y libros. A través del encuadre meticuloso, el director sitúa a los personajes entre marcos de ventanas y puertas, que les separan y les sitúan en posiciones no solo físicas sino también psicológicas. Y hay escenas brillantes como la proyección de la película en la que Markus observa la explicitud erótica de su esposa representada en la pantalla, en el episodio Scandinavian freedom (T1E4).

Tras la exitosa presentación de la película Susanna en un festival de cine, David Howard prepara los ensayos para dirigir en el City Theatre una versión de La señorita Julia (1889), de Joseph Strindberg, que puede ser una referencia a la película que dirigió Liv Ullmann después de Infiel, precisamente La señorita Julia (2014). Hay, por tanto, una conversación constante entre el cine de Ingmar Bergman y el trabajo de dirección de Liv Ullmann que alimenta formalmente a esta serie. El compositor español Alberto Iglesias compuso una estupenda banda sonora para la película El topo (Tomas Alfredson, 2011), que le valió una nominación al Oscar, y aunque en este caso la composición musical es de Hans Ek (1964, Suecia), que colaboró con el director en la película Déjame entrar (2008), hay momentos en los que suena muy Alberto Iglesias. El director sostiene muchas escenas en la música, no solo a través de una composición que suele interpretar Markus Vogler con su banda de jazz, y que es un tema que le define como personaje, sino porque en determinados momentos se sostiene en música sin diálogos para reflejar la evolución de los personajes: el montaje durante el festival de cine en Scandinavian freedom (T1E4) o las miradas en la reveladora secuencia de la fiesta de cumpleaños en Markus och Marianne (T1E5), uno de los momentos más cinematográficos de la serie. Infiel consigue algo tan difícil como trasladar la historia escrita por Ingmar Bergman hacia una mirada más contemporánea, que se abre a una representación más compleja de Marianne, interpretada con sensualidad y profundidad por Frida Gustavsson, que ya no es solamente un sujeto de deseo entre David y Markus, sino que adopta una posición mucho más real y activa. También da mayor protagonismo a Isabelle, que vive otro tipo de deseo y de decepción con David, que traspasa los límites de los celos, en ese momento en el que descubre la sensualidad transmitida por la cámara del cuerpo de su madre. En este sentido, la adaptación ampliada a cinco horas (la película dura dos horas y media) permite establecer una dinámica más contemporánea que le sienta bien. Infiel, que se estrena en España en abril, es formalmente exquisita y emocionalmente poderosa. 

Vargasommar (Los crímenes de Haparanda)

Miniserie | TV4 | 6x45' ★★★ 

Creada por Oskar Söderlund, Jesper Ganslandt

Dirigida por Jesper Ganslandt 


Los creadores de la serie Dinero fácil (Netflix, 2021-) abandonaron por el momento la plataforma multinacional para regresar con una producción estrictamente sueca que ha obtenido también una amplia repercusión internacional, emitiéndose con éxito en países como Australia. El dúo creativo formado por Oskar Söderlund (1978, Suecia ) y Jesper Ganslandt (1978, Suecia) ofrece de nuevo una de esas historias cargadas de violencia, pero que en esta ocasión transcurre en la ciudad de Haparanda, al Norte del país, y tiene una tonalidad rural que al mismo tiempo se da la mano con una clara influencia del tipo de personajes que se pueden encontrar en algunas películas de los hermanos Coen. Los crímenes de Haparanda (TV4, 2024) es un thriller violento en el que varios personajes se cruzan alrededor del bosque que rodea a esa localidad, y comienza con el hallazgo de unos lobos en cuyo estómago se encuentran restos humanos. Al no ser habitual que los lobos ataquen a los humanos, la inspectora Hannah Wester (Eva Melander) debe averiguar de dónde provienen esos restos, en una estructura narrativa que mezcla diferentes tramas dentro de otras para ir desenredándolas progresivamente. Una de las características principales de Haparanda es que se encuentra justo en la frontera con Finlandia, y de hecho es una localidad tradicionalmente hermanada con la ciudad finlandesa de Tornio. En este otro lado se ha producido un baño de sangre con el enfrentamiento entre dos bandas de narcotraficantes, del que ha sobrevivido un personaje siniestro, Kat, de escasa expresividad pero muy hábil a la hora de dejar cadáveres a su paso, siguiendo el estilo de Javier Bardem en No es país para viejos (Joel Coen, Ethan Coen, 2007). En esta ocasión Kat está interpretada por Eliot Sumner, el hijo no binario de Sting, a quien vimos en la miniserie Ripley (Netflix, 2024). Poco a poco se incorporan personajes como la pareja formada por Kenneth (Amed Bozan) y Sandra (Nora Bredefeldt), quienes encuentran casualmente una bolsa con dinero de dudosa procedencia y por supuesto toman la equivocada decisión de quedarse con ella. Mientras el personaje principal, Hannah Wester, se enfrenta en su vida privada a un marido taciturno, Thomas (Henrik Dorsin), que ha decidido vivir en una cabaña en el bosque ocultando su enfermedad, y que tendrá una relación particular con Kat. El trauma de un acontecimiento trágico del pasado provoca que Hannah se enfoque sobre todo en su trabajo y en averiguar qué está sucediendo en la habitualmente pacífica Haparanda, llevándola hasta la ciudad finlandesa de Oulu, donde colabora con el policía Sami (Eero Milonoff). 

A través de la composición de personajes que se entrecruzan y un ritmo pausado, Los crímenes de Haparanda va construyendo una atmósfera cada vez más opresiva, en la que el pasado acaba repercutiendo en los acontecimientos del presente, mientras Kat ofrece los momentos más violentos de la historia, aunque también se cuestiona cuál es su verdadera identidad. La serie está basada en la novela Verano de lobos (2020, Ed. Planeta), la primera escrita en solitario por el autor Hans Rosenfeldt (1964, Suecia) y que también inicia la llamada Serie Haparanda, que protagoniza la inspectora Hannah Wester. El escritor sueco es conocido por ser uno de los guionistas más reconocidos de su país, creador de la clásica serie El puente (Bron) (SVT, 2011-2018) y más recientemente de la miniserie The burning girls (Paramount+, 2023) y la adaptación de Ronja, la hija del bandolero (Netflix, 2024), aunque él no ha participado en esta serie de la que hablamos. Los bosques de Norlandia sirven como trasfondo para una historia que se acelera en los últimos episodios y deja demasiada información para un desenlace que no termina de ser convincente. Pero mantiene un tono que puede recordar a otra serie reciente situada en un entorno tranquilo en el que se suceden crímenes que tienen alguna relación con el pasado, como Ocurrió a orillas del río (Filmin, 2023). Aunque no se parece en la estructura, que plantea varias tramas que no sabemos si suceden al mismo tiempo o están separadas por días o semanas (afortunadamente el segundo episodio las sitúa convenientemente para no mantener demasiado tiempo la incertidumbre del espectador), hay una influencia reconocida del cine de los hermanos Coen y esa mezcla de humor negro y violencia explícita que el director Jesper Ganslandt reconoce que ha querido reproducir. Mucho más efectiva e interesante en los primeros episodios, cuando la narrativa todavía no está definida, que en unos episodios finales que son algo acelerados, Los crímenes de Haparanda ofrece un thriller  entretenido que dedica tiempo a definir personajes carismáticos.

Från insidan

Miniserie | SVT | 8x25' ★★★ 

Creada por Sanne Övermark

Dirigida por Filip Iversen 


La representación de las prisiones en el cine y la televisión suele estar marcada por una iconografía muy característica, casi se podría decir que común, con pasillos estrechos, puertas con barrotes, patios masificados... De alguna manera, se ha estandarizado un tipo de cárcel de estilo norteamericano en la iconografía que se presenta de las prisiones incluso desde otros países como España. Från insidan (Desde dentro) (SVT, 2024) tiene la virtud de presentar una visión más realista del interior de una prisión sueca, en este caso el tipo de instituciones como la Prisión de Fosie en Malmö, que está catalogada como de Clase 2 para presos que no han cometido delitos graves. Sus instalaciones carecen de muros y vallas, los presos disponen de acceso a televisores en sus habitaciones, hay salas de juego y tienen un aspecto incluso mejor del que pueden tener muchos hostales. Pero sigue siendo una prisión con altos niveles de seguridad y un horario claramente establecido entre las 7 de la mañana y las 7 de la tarde. Al no tratarse de una prisión de Clase A para delitos graves, esta serie se encuentra en el lado opuesto a la violencia que se retrata en la producción danesa Prisoner (Filmin, 2023), y se centra más en los aspectos psicológicos de los personajes, ofreciendo un retrato de tres jóvenes a través de sus historias personales desde dentro de la prisión. La historia está protagonizada por Yousef (Nesim Mir), que acaba de entrar en la cárcel, abatido por no poder haber podido evitar que le dispararan a su hermano. La necesidad de organizar un acto de venganza y el deseo de tranquilizar a su madre le pone en contacto con Chief (Miodrag Stonajović), un preso veterano que ya está resignado a que buena parte del resto de su vida va a seguir encerrado, y que le proporciona un móvil para que pueda contactar con el exterior. Pero las noticias que recibe de su familia acaban siendo más preocupantes que tranquilizadoras. En la prisión también se encuentran los otros dos protagonistas de la serie: Elias (Tyrone Michele), un joven que se introdujo en una espiral de violencia de la que no sabe cómo salir, y Alex (Rasmus Savic), que se convierte en una especie de antagonista de Yousef porque tiene alguna información sobre él que podría compartir. La relación entre estos tres personajes conforma el núcleo de la serie, mientras nos introducimos más en sus historias personales a través de las conversaciones que mantienen en las terapias de grupo o en las sesiones individuales con el psicólogo (David Nzinga). 

Creada por Sanne Övermark (1984, Suecia), que ha trabajado principalmente como productora en series como Gaslight (SVT, 2024), el guión ha surgido a partir de entrevistas con delincuentes convictos, psicólogos penitenciarios y funcionarios de prisiones, planteando una pregunta sobre hasta qué punto los culpables pueden ser también víctimas del sistema y de la propia realidad que les rodea. Especialmente en el caso de Yousef y Elias, ambos tienen en común estar envueltos en una espiral de la que no saben cómo salir, educados dentro de los círculos de las pandillas juveniles e impulsados por códigos de honor a los que están obligados, porque al salir de prisión su entorno será el mismo que les llevó a la cárcel. A pesar de estar creada y protagonizada por un equipo joven con escasa experiencia, Från insidan consigue mantener el interés a lo largo de ocho episodios de unos 20 minutos, siempre desarrollándose en el interior de la cárcel, con referencias a los acontecimientos que suceden en el exterior, pero sin utilizar recursos tradicionales de flashback. Todo lo que conocemos de fuera de la cárcel es aquello que cuentan los personajes. Alex es un personaje ambiguo que trata de evitar que su novia le abandone, pero al mismo tiempo mantiene encuentros secuales clandestinos con la funcionaria de prisiones Lisa (Inez Micaella Andersson). La serie no pretende justificar a los personajes, pero refleja un enfoque penitenciario que está basado en los tratamientos terapéuticos, llevando a los presos al reconocimiento de sus traumas para enfocarlos hacia el camino de la reinserción, lo que está claramente en oposición con el sistema eminentemente norteamericano de castigo y aislamiento. Pero este drama carcelario también tiene momentos de violencia y de frustraciones, y aunque se basa principalmente en la construcción de diálogos que hacen avanzar las tramas, también reflexiona sobre cuáles son los peligros de volver a salir al exterior y cómo la sociedad puede contribuir a su reincorporación. Es un planteamiento que no tiene la altura intelectual de otra reflexión sobre la reinserción que hace la excelente miniserie Último acto (Movistar Plus+, 2024), que se estrena este mes en España, pero que ofrece una mirada más actual y humana en torno a las complejas realidades de unos jóvenes cuyas vidas están tan atrapadas fuera como dentro de la prisión.

På armlängds avstånd (At arms length)

Miniserie | SVT | 3x15' ★★★ 

Creada por Theodor Österberg, Jimmy Olsson

Dirigida por Jimmy Olsson 


Como una respuesta muy actualizada a los discursos de la Ministra de Cultura Parisa Liljestrand, esta miniserie paródica que en conjunto dura menos de una hora, se estrenó en el Festival de Gotemburgo y posteriormente se ha incluido dentro de la programación de la televisión pública SVT. El título, På armlängds avstånd (SVT, 2025), que se puede traducir como "a la distancia de un brazo", hace referencia a la tendencia de ciertos representantes payasos de la extrema derecha como Elon Musk o Steve Bannon, a hacer el gesto del saludo nazi, que repite una y otra vez en la serie el nuevo director del Instituto de Cine de Suecia, Lars Magnusson (Magnus Krepper), con un pasado neonazi. Aunque generalmente las películas con temática LGTB o de diversidad de género se quedan sin subvenciones, el máximo responsable de concederlas afirma que "Soy un burócrata. Mis ideas políticas se quedan allí, en la puerta" (señalándola con el gesto nazi). La historia se desarrolla en una Suecia distópica en la que el gobierno ha eliminado el Ministerio de Cultura y lo ha fusionado con el Ministerio de Economía, defendiendo que la cultura debe ser rentable. Como los teatros no lo son, se han cerrado y los actores trabajan ahora como camareros de cafeterías, como la dama del teatro sueco Marie Göranzon, que se interpreta a sí misma. También está prohibida la música clásica, ya que no da beneficios económicos, y el violinista Tobias Ringborg, que también se interpreta a sí mismo, recibe una multa de la policía por tocar música clásica en la calle. El gobierno solo permite que se escuchen canciones folclóricas y, por supuesto, los temas más populares del grupo ABBA. La serie tiene como protagonista a Jimmy Olson, uno de los creadores y director, que interpreta a un periodista cultural que ha sido despedido del periódico en el que trabajaba, y trata de elaborar un reportaje sobre cuál es el futuro de Suecia sin cultura, con el principal objetivo de entrevistar a la Ministra de Economía, Jeanette Bergwall (Lena Endre). Ella, que hace suyos algunos de los discursos de la Ministra de Cultura real, tiene un encuentro con el periodista en la que muestra, a través de un diálogo cercano, algunas de las frases habituales de las ideas populistas sobre la cultura: "Cuando vas al teatro, sientes una identificación con el resto de espectadores, pero el público es una comunidad falsa. Ellos no son tus amigos". 

Mientras las bibliotecas municipales permanecen también cerradas con el cartel que anuncia la próxima apertura de una conocida cadena de cafeterías sueca (más trabajo para los actores en paro), la actriz Anna Odell le recrimina a Jimmy Olsson que como periodista no ha hecho nada para frenar los cambios que se estaban produciendo, y él decide acudir a una reunión de representantes del mundo cultural que quieren rebelarse contra las medidas adoptadas por el gobierno. Pero en el episodio Kris i klägget (Crisis en ciernes) (T1E3) se produce una asamblea que acaba en modo desastroso, evidenciando la división de puntos de vista y objetivos que hay dentro del propio sector cultural. På armlängds avstånd se hace así inteligente en el planteamiento de una problemática que es difícil de resolver cuando no hay una respuesta clara hacia determinadas políticas liberales, y cuando se manifiestan las propias divisiones internas frente a los planteamientos externos. Cada episodio está presentado por el conocido violinista Alexander Rybak, que ganó el Festival de Eurovisión en 2009, y la serie está llena de personalidades conocidas en el mundo del cine, el teatro y la música en Suecia que se interpretan a sí mismas o a otros personajes, como el actor Philip Zandén, la artista drag Imaa Queen, el mago y comediante Isidor Olsbjörk, la escritora Arazo Arif o el poeta Elis Monteverde Burrau. El actor Olle Sarri, al que podemos ver en la serie Vargasommar (Cry wolf) (TV4, 2024), interpreta al director de cine Sven Svensson, que se debate entre su habitual independencia y cierta sumisión a la política cultural del gobierno, dirigiendo una película comercial. Evidentemente, la serie de formato corto funciona mejor dentro del contexto interno de Suecia, porque hay referencias y personajes que pueden resultar desconocidos para el espectador foráneo, pero es interesante el planteamiento de una sátira sobre las políticas culturales de los gobiernos conservadores, que plantean realidades y controversias de índole populista que pueden ser reconocibles en otros países. Y sobre todo resulta destacado que una televisión pública produzca este tipo de proyectos audiovisuales, en comparación con otras televisiones más alineadas con el gobierno de turno como TVE. 

Blindspår (Blindspot)

Miniserie | Prime Video | 4x45' ★ 

Creada por Sara Heldt

Dirigida por Erik Skjoldbærg 


La escritora Anne Holt (1958, Noruega) es una de las más reconocidas de la literatura escandinava, descrita por Jo Nesbø como "la madrina de la ficción negra noruega". Su experiencia como Ministra de Justicia durante la legislatura de Partido Laborista a finales de los años noventa, le ha servido para crear historias de misterio que han tenido éxito en todo el mundo, y cuyo personaje más conocido es la inspectora Hanne Wilhelmsen, que ha protagonizado diez novelas, de las que la mayor parte se han publicado en España. Hace unos años se adaptaron, en formato de serie de dos temporadas titulada Modus (TV4, 2015-2017), algunas historias protagonizadas por Inger Johanne Vik, otro de los personajes recurrentes en sus libros. La serie fue estrenada en su momento por Calle 13 en España, aunque actualmente no está disponible. Y ahora se ha estrenado en Prime Video solo para los países nórdicos por el momento, la primera de las adaptaciones del personaje de Hanne Wilhelmsen, aunque en este caso llevando a la pantalla el octavo libro protagonizado por ella, 1222 (2007, Ed. Random House), que se refiere a los metros sobre el nivel del mar en los que se encuentra un grupo de pasajeros de un tren que ha quedado atrapado debido a una avalancha de nieve. En el caso de la miniserie de cuatro episodios Blindspår (Prime Video, 2025), los pasajeros de un tren que viaja desde Estocolmo a Narvik consiguen llegar a un hotel de montaña, donde se comete un asesinato, comenzando una investigación por parte de Hanne Wilhelmsen (Ida Engvoll), que ha sido suspendida por el Departamento de Investigación Criminal después de una misión fallida que la ha dejado paralizada en una silla de ruedas (en el libro ya está jubilada). En un espacio en el que se encuentran atrapados, un nuevo asesinato provoca la alarma, sobre todo porque se extienden los rumores de que el tren podría transportar material sensible y peligroso. La serie se plantea como una historia de misterio muy al estilo de Agatha Christie, recordando a novelas como Diez negritos (1939, Ed. Espasa) o Hacia cero (1944, Ed. Booket), que acaba de ser adaptada por la BBC en la miniserie Towards Zero (BBC, 2025). Pero lo que comienza como un relato de misterio va derivando progresivamente hacia un thriller político. 

La protagonista está rodeada de un grupo de pasajeros que parecen ocultar secretos personales, como es habitual: la misteriosa gerente del hotel Merit (Malgorzata Pieczynska), el ex-militar de ideología nazi Michael (Daniel Larsson) y la pareja de jubilados formada por Viktor (Kjell Bergqvist) y su esposa Yvonne (Sissela Kyle), que tiene habilidades como médium y capta señales de una joven que fue torturada por los nazis en el hotel durante la 2ª Guerra Mundial. También hay un grupo de jóvenes racistas y el médico noruego Magnus (Pål Sverre Hagen), que viaja con su hija Nora (Ellie Rhiannon Müller Osborne) y el equipo femenino de balonmano al que pertenece. Magnus asumirá pronto el papel de colaborador de Hanne Wilhelmsen en sus investigaciones, aunque ella no se lo haya pedido. Los primeros episodios manejan cierto misterio que a veces puede parecer que deriva hacia una historia de fantasmas, para resituarse finalmente como una trama de corte político en torno a los grupos radicales cercanos al neonazismo. En este recorrido, Blindspår consigue mantener el interés y resulta entretenida, aunque pueda tener dificultades para equilibrar adecuadamente los diferentes géneros que aborda, en una adaptación escrita por Sara Heldt (1960, Suecia), habitual guionista de la veterana serie policíaca The Sandhamn murders (TV4, 2010-) y dirigida por Erik Skjoldbærg (1964, Noruega), conocido por haber dirigido episodios del espléndido thriller político Occupied (Prime Video, 2015-2020). La serie ha recibido críticas negativas, pero se ha convertido en una de las más vistas en Prime Video desde su estreno a finales del mes de enero. Y aunque no sea una historia de misterio perfectamente construida, tiene cierta valentía a la hora de plantear una investigación seria (a veces parece introducir algún diálogo irónico que no provoca ninguna sonrisa) por parte de una inspectora en silla de ruedas, y con elementos tan dispares como las conexiones con los grupos neonazis y el terrorismo internacional. El último episodio, sin embargo, trata de ofrecer una explicación rápida de los misterios que se han ido abriendo a lo largo de la temporada, pero acaba siendo tan decepcionante que termina dejando muchas preguntas sin respuestas.

NORUEGA

Este año, la producción audiovisual noruega parece regresar a una posición de prestigio en el panorama internacional, después de los éxitos y premios que ha venido cosechando en las últimas temporadas: series como Power play (NRK, 2023) o Amor sin wifi (Dates in real life) (NRK, 2024), han recorrido festivales logrando numerosos premios, y en estos primeros meses ya comienzan a destacar producciones como Requiem for Selina (NRK, 2025), basada en la historia de una popular influencer, que se estrena en Noruega el 15 de marzo y ha sido seleccionada para el festival Séries Mania, o A sámi wedding (NRK, 2025), incluida dentro del programa Berlinale Series Market Selects. Además, en los recién celebrados London TV Screenings, el formato de telerrealidad The box (TV2, 2025), creado por la productora noruega Seafood TV, ha conseguido ser vendido a varios países incluso antes de su estreno, que se produjo el pasado mes de enero. En un intento por encontrar ese nuevo formato que consiga el éxito internacional de concursos como el holandés The traitors (RTL, 2021-), que ha tenido populares versiones en países como Gran Bretaña, Estados Unidos y España, parece que The box está consiguiendo colocarse en una posición destacada, con versiones locales ya en desarrollo en canales como RTL en Países Bajos, TV2 en Dinamarca y Nelonen Media en Finlandia, pero con conversaciones con una veintena de países. The Box consiste en un concurso de aventuras que coloca a cada uno de los competidores dentro de una gran caja cerrada, que se abrirá en un lugar desconocido para ellos, para plantearles un reto: la particularidad principal consiste en que la caja puede abrirse lo mismo en lo alto de una montaña que en medio de un desierto. 

Flus

Temporada 2 | NRK | 8x30' ★★★ 

Creada por Mikael Samuelsen, Patrick Ije Langseth, Yosef Wolde-Mariam

Dirigida por Mikael Samuelsen 


En uno de nuestros últimos repasos de series nórdicas hablamos de la segunda temporada de Kids in crime (Filmin, 2022-), una historia ambientada a principios de los años 2000 durante el auge de la venta de drogas en Noruega, situándose en la pequeña ciudad de Sarpsborg, en la provincia de Østfold. Otra de las producciones que ha abordado este tema, aunque con una mirada diferente, es Flus (NRK, 2022-), que este año también ha estrenado su segunda temporada, y asimismo está centrada en el submundo de la droga durante el año 1999, pero esta vez en los círculos suburbanos de las afueras de Oslo, y alrededor de las bandas callejeras controladas por las mafias. Entre los creadores de la serie se encuentran Mikael Samuelsen, humorista y responsable de la comedia Kasko (TV2, 2022), y el músico Yosef Wolde-Mariam (1978, Noruega), componente del dúo de rap Madcon, cuyo último sencillo, Drowning (2023, Warner Music) se rodó en las calles de Sevilla. El enfoque de Flus está más centrado en las bandas callejeras, retratándolas en la primera temporada a través de la mirada de Bæbs (Filip Bargee Ramberg), un adolescente que se ha criado con amigos que han ido involucrándose cada vez más en el entorno del narcotráfico, como Kelechi (Tobias Haile Furunes), que de alguna manera ejerce como protector del protagonista. Aunque Bæbs trata de mantenerse al margen de todo ese mundo, a pesar de que convive con él diariamente, es imposible en parte debido a su amistad y fidelidad hacia Even, también conocido como Party (Herman Flesvig), un tipo al que le resulta difícil no estar metido en problemas continuamente y que, de hecho, recibe palizas a lo largo de toda la historia. La primera temporada construye personajes que a veces puede parecer que caen en la caricatura, con evidentes influencias del estilo del director Guy Ritchie en sus películas de acción. Pero sabe crear una red de conexiones en la que siempre está Bæbs involucrado de alguna manera, especialmente cuando trata de conseguir el dinero que necesita para evitar que le desalojen a él y a su madre enferma del apartamento en el que viven por no pagar el alquiler. Su respuesta es siempre que conseguirá solucionar los problemas, aunque para ello acaba metiéndose en problemas más grandes. La primera temporada evidenciaba cierta falta de presupuesto a la hora de recrear los años 2000 (en realidad los personajes podrían estar situados diez años después), usando callejones y escenarios interiores para evitar una ambientación más precisa. Pero la historia resultaba entretenida y Flus se convirtió en uno de los éxitos de la televisión pública noruega.  

Para la segunda temporada, los creadores han decidido tomar el camino del riesgo y cambiar de una manera clara el enfoque y el tono de la serie. Desaparecen dos de los personajes principales de la primera, Bæbs y Party, aunque hay algún cameo a lo largo de los episodios, y esta vez tiene como protagonista principal a Kelechi, un personaje secundario en la primera entrega, que en esta ocasión está obsesionado con la idea de vengarse de quien realmente controla el negocio de la venta de drogas en Oslo. Si la primera temporada abordaba la dificultad del protagonista para mantenerse al margen de las bandas, esta segunda trata sobre los problemas de reinserción en la sociedad. Es interesante que los guionistas de una serie de éxito prefieran tomar una alternativa diferente, pero el problema de la segunda temporada es que acaba pareciéndose demasiado a muchas otras historias de enfrentamientos entre banda callejeras que hemos visto antes, y se convierte en una versión excesivamente deudora de películas como Lock & stock (Guy Ritchie, 1998), a las que hace referencia de una manera mucho más descarada, perdiendo parte de ese encanto que tenía la primera temporada. También hay recursos habituales en el subgénero de gangsters callejeros al estilo de Gangs of London (SkyShowtime, 2020-), como en Plan B (T2E5), que comienza con un plano secuencia de 15 minutos, un tipo de episodio de un solo plano tan habitual en las series que recibe el nombre de "the oner". Se mantienen algunos de esos personajes característicos que vimos anteriormente, como el histriónico mafioso chino Koko (Philip Nguyen), pero no aportan demasiado algunos de los personajes nuevos interpretados por actores más profesionales, como el policía corrupto Pål Engebretsen (Fridtjov Såheim) o el mafioso Wilhelmsen (Jon Øigarden), que en este caso sí parecen demasiado caricaturizados. Más interesante es la incorporación del desquiciado Tommy Ryen (Odin Waage), un ex-soldado que participó en la guerra de Afganistán y que sufre PTSD, lo que le provoca cierta facilidad para apretar el gatillo. En general, la segunda temporada de Flus es más oscura que la anterior, ha ganado en cierta profesionalidad al incorporar a actores ya asentados como Jon Øigarden, uno de los protagonistas de Exit (Filmin, 2019-2023) y Odin Waage, muy popular en Noruega por su exitosa serie Rådebank (NRK, 2020-2022), pero también se ha vuelto más convencional y menos divertida. Como parte integral de la serie, la banda sonora está compuesta por una selección de canciones y temas originales compuestos por Yosef Wolde-Mariam, con invitados especiales como Jonas Benyoub y Jon Ranes, que también interpretan a personajes centrales en la historia, Aiba o el regreso del cantante Musti, recopilados en el álbum FLUS (2025, Def Jam Recordings).

FINLANDIA

El pasado 17 de enero se entregaron en Helsinki los premios Kultainen Venla, que reconocen lo mejor de la industria de televisión en Finlandia. Unos galardones que concede la Academia de Televisión Finlandesa, fundada en 2010 por Yleisradio, MTV, Sanoma Media Finland y la Asociación de Productores Audiovisuales de Finlandia, con el objetivo de promover el reconocimiento a los programas y series de televisión que se producen cada año. Desde su fundación, también se han incorporado como miembros de la Academia grandes productoras multinacionales como Warner Bros. Discovery, The Walt Disney Company Nordic y Elisa Entertainment, una de las empresas audiovisuales más destacadas del país, además de contar con 600 profesionales de la televisión. El premio a la Mejor Serie Dramática y a la Mejor Dirección ha sido para la producción bélica Conflicto (AMC+, 2024), que se estrena este mes de marzo en España, mientras que el premio a la Mejor Serie de Comedia ha recaído en la cuarta y última temporada de Modernit miehet (Hombres modernos) (Yle, 2019-2024), centrada en cuatro amigos que se enfrentan a una sociedad cada vez menos machista, un planteamiento curiosamente parecido al de la serie española Machos alfa (Netflix, 2022-), que es posterior. El Mejor Guión se ha otorgado a Jemina Jokisalo por la comedia Money shot (Elisa Viihde, 2024-), sobre una actriz porno que inicia una productora de películas eróticas. La reconocida actriz Riitta Havukainen, a la que podemos ver actualmente en el thriller Rompehielos (AMC+, 2025), que todavía está inédito en Finlandia, ha conseguido su segundo premio como Mejor Intérprete Principal (no hay distinción de géneros en las categorías de interpretación) por la exitosa serie policíaca Kosta: The paradise (Yle, 2020-2024), una coproducción con The Mediapro Studio, coprotagonizada por Fran Perea y rodada en Canarias en su tercera y última temporada. La actriz ha sido nominada a los Kultainen Venla por las tres temporadas de esta serie y ha ganado el premio por la primera y la tercera. En la categoría de Interpretación de reparto, la ganadora ha sido otra actriz, Kati Outinen, por la serie de misterio Utö (Aislados) (Ruutu, 2024). El resto de los premios Kultainen Venla recaen en programas de entretenimiento, deportivos y documentales que generalmente tienen solo una trascendencia nacional. Curiosamente, este mes de marzo se estrenan en España dos destacadas series finlandesas a través de AMC+: la mencionada Conflicto y el thriller Sekunnit (Seconds) (AMC+, 2024-), que recibió tres nominaciones a los Kultainen venla: Guión, Interpretación Principal e Interpretación de reparto, y que tiene en producción una segunda temporada. 

Helsinki Syndrome

Temporada 2 | Yle | 6x45' ★★★ 

Creada por Miikko Oikkonen

Dirigida por Juuso Syrjä, Marko Mäkilaakso


Una de las series que mejor se ha vendido a nivel internacional es Helsinki Syndrome (Yle, 2022-2024), que estrenó a finales del año pasado su segunda y última temporada. Uno de los reclamos principales es su protagonista, el actor Peter Franzén, conocido internacionalmente por su participación en la serie Vikingos (Netflix, 2013-2020), y que desde hace varios años vive en una granja que compró al sur de Francia, aunque últimamente trabaja más en su Finlandia natal, protagonizando series como Conflicto (AMC+, 2024). La particularidad de esta historia creada por Miikko Oikkonen (1975, Finlandia), responsable también del conocido nordic noir Bordertown (Tivify, 2016), es que se construye con los elementos del thriller, pero para retratar una realidad social que todavía afecta a la economía de Finlandia. La primera temporada se desarrollaba casi todo el tiempo en el interior de un periódico de Helsinki, en el que el empresario Elias Karo (Peter Franzén) tomaba como rehenes a cuatro periodistas, para denunciar que un banco, en connivencia con el gobierno finlandés, aprovechó la crisis económica de 1992 para arrebatarle a él y a otros muchos ciudadanos sus principales ahorros. La trama hace referencia al descalabro bancario que se produjo entre 1991 y 1993, en el que la especulación de las cajas de ahorro y algunos bancos provocó un colapso que afectó a miles de personas. El rescate del gobierno finlandés hacia las instituciones bancarias se estima en unos 8.000 millones de euros, solo para que finalmente los dos bancos más grandes se fusionaran en uno solo en 1995, que posteriormente se convertiría en Nordea, una entidad bancaria que opera en Europa del Norte y que monopoliza casi todo el negocio bancario en Finlandia. Actualmente, la economía del país está en crecimiento, según el último informe del Ministerio de Finanzas. Pero a través de Elias Karo, la serie denuncia la complicidad de unas autoridades para rescatar a los bancos que provocaron la crisis, pero sin ofrecer el mismo trato a los ciudadanos que perdieron sus ahorros, algo que también conocemos en España. A lo largo de la primera temporada, sin embargo, se revela que el plan del protagonista no consiste solo en desenmascarar a los responsables de la crisis, sino que utiliza el secuestro para distraer la atención de los medios y la policía, del robo al Departamento del Tesoro de varios millones de euros, que comienza a repartir entre los afectados por la crisis económica, ingresando partes de este dinero en sus cuentas bancarias. 

La primera temporada terminaba con un cliffhanger durante la huida de Elias Karo, y esta segunda temporada comienza más o menos en el punto en que se quedó la primera, aunque parece que han pasado algunos meses. Si la anterior se podría equiparar con un thriller de secuestro, en esta ocasión se convierte en un drama de persecución en el que el protagonista trata de dejar atrás al investigador criminal Tapani Kolehmainen (Antti Luusuaniemi) y el oficial de policía Jarmo Kiiske (Taneli Mäkelä), mientras una de las periodistas secuestradas en la temporada anterior, Hanna Raivio (Oona Airola), consigue entrar en contacto con Elias Karo. El protagonista se convierte en una especie de Robin Hood que roba al Departamento del Tesoro para repartir el dinero entre los afectados de la crisis, pero una de las premisas de esta segunda temporada es que la aparente generosidad de sus acciones puede acabar provocando un mal mayor. En el caso de los que han recibido su ayuda económica, sus cuentas bancarias acaban siendo congeladas por el gobierno, lo que les impide tener acceso incluso a su propio dinero. Elias Karo se enfrenta no solo a la persecución policial, sino también a la responsabilidad de sus acciones que, a pesar de las buenas intenciones, resultan más perjudiciales en algunos casos. En colaboración con dos jóvenes activistas, Castor (Tuomas Nilsson) y Pollux (Marketta Tikkanen), mantiene a la policía un paso por detrás de él, en una temporada más ambiciosa en su planteamiento formal, con secuencias de persecución como en el episodio Vikko 2 (Semana 2) (T2E2), aunque con algunas subtramas menos interesantes. Al abrirse al exterior y cambiar el enfoque resulta más dinámica que la primera, y aborda también otras problemáticas como la de una generación joven que se ve atrapada en un sistema bancario más fortalecido pero menos receptivo, gracias precisamente a la crisis. Curiosamente, esta segunda temporada, prevista desde el principio, estuvo a punto de no realizarse porque la productora de la serie, Fisher King, fue declarada en bancarrota en diciembre de 2023, en contra del criterio de sus responsables. 

Fisher King había producido la que está considerada como la serie más cara de la historia de Finlandia, Estonia (C More, 2024), y tras la declaración de quiebra están pendientes de pago algunos proveedores que trabajaron en aquella y en Helsinki Syndrome. La controversia radica en que Fisher King era una de las cuatro productoras nórdicas que había adquirido Beta Nordic Studios, una filial de la empresa alemana Beta Film. Y fue esta empresa la que solicitó la quiebra de Fisher King, mientras sus fundadores, Matti Halonen y Miikko Oikkonen, se mostraron sorprendidos, y recibieron la noticia por correo electrónico. El asunto está ahora en manos de los tribunales, pero Matti Halonen declaró en su momento que el anuncio de quiebra fue una decisión unilateral de Beta Film "porque había perdido interés en el mercado nórdico" (Yle, 5/12/2023). De hecho, al margen de Helsinki Syndrome, Beta Film solo ha presentado dos series nórdicas en su catálogo para la reciente edición de London TV Screenings, que además son coproducciones con Alemania: la miniserie noruega A better man (NRK, 2025) y la danesa Other people's money (DR, 2025), que consiguieron incluir en una sesión especial de la sección Panorama del Festival de Berlín. 

DINAMARCA

Poco a poco, la industria audiovisual danesa se recupera de un cierto paréntesis provocado por las negociaciones con los autores y la nueva ley cinematográfica, además del impuesto a las plataformas de streaming, que en cierto modo paralizó la industria casi coincidiendo con la huelga de guionistas y actores en Hollywood en 2023. Sin poder estrenar en 2024 una de sus grandes producciones habituales, el canal público DR confía en recuperar el ritmo de producción y estrenos a partir de este año. Quizás en parte por esa circunstancia, la gran ganadora de los Robert Awards, que reconocen tanto al cine como a la televisión danesas, fue una serie documental, con tono de reportaje de investigación, Den sorte svane (El cisne negro) (Tv2, 2024), que logró el premio a la Mejor Serie del año. Los galardones de interpretación recayeron en la miniserie Familia (Bullshit) (Pr1meran, 2024): Mejor Actor (Marco Ilsø), Mejor Actriz (Alba August), Mejor Actor de reparto (Clint Ruben) y Mejor Actriz de reparto (Victoria Carmen Sonne, que es también la protagonista de la película nominada al Oscar La chica de la aguja (Magnus von Horn, 2024)). Para concluir con las escasas categorías de televisión, el premio a la Mejor Serie de Formato Corto fue para la segunda temporada de La orquesta (Filmin, 2022-), que ya lo había obtenido también por su primera temporada. 

Den sorte svane (The black swan)

Docuserie | TV2 | 5x45' ★★★ 

Coordinado por Peter E. Vesterlund, Steen Schat-Holm, Thomas Østerlin, Mads Brügger 

Dirigida por Freja Vejstrup

Robert Awards '25: Mejor Serie


La ganadora del premio Robert a la Mejor Serie es un trabajo de investigación realizado por el canal de televisión Tv2 en Dinamarca, en colaboración con la televisión pública noruega NRK. El estreno de esta docuserie ha llegado a tener una gran repercusión en su país, porque acusa a grandes empresas y nombres importantes como implicados en estafas económicas y lavado de dinero procedente del submundo de la delincuencia. El objetivo de la investigación es establecer la relación entre algunos círculos criminales como las bandas de motoristas Ángeles del infierno, Bandidos, Loyal to Familia o Death Patrol, con las altas esferas de la economía. Aunque el método utilizado ha sido puesto en entredicho por algunos medios de comunicación, tanto que incluso en el informe anual del organismo de control interno de TV2 se menciona como dudoso, a raiz de un artículo crítico que se publicó en el periódico Berlingske: "Hay una diferencia fundamental entre descubrir los acontecimientos cuando ocurren y luego trabajar para conseguir que la gente 'concentre sus esfuerzos'", escribe en su informe el defensor del espectador (Berlingske, 31/1/2025). Pero Den sorte svane (TV2, 2024) ha conseguido tener una función de denuncia mucho más allá de las características de su realización. La investigación comienza cuando Amira Smajic, una abogada danesa de origen serbio que ha trabajado durante muchos años asesorando a las bandas criminales en relación con sus actividades económicas, decide abandonar esta vida y denunciar las continuas estafas que se producen por parte de empresas que colaboran con estas bandas. Un equipo de periodistas le propone regresar a su actividad profesional, volviendo a poner en marcha una oficina, pero monitorizando a través de cámaras ocultas todas sus reuniones, para establecer las conexiones entre la economía sumergida y la macroeconomía danesa. A partir de ahí, la miniserie de cinco episodios presenta a un grupo de personajes que se mueven en el círculo de Amira Smajic: un peligroso delincuente que tiene relación con las bandas de motoristas y sus actividades criminales, un empresario que gestiona varias empresas a través de facturas falsas que se intercambia para no pagar impuestos o un conocido abogado de una de las firmas más importantes de Dinamarca que está especializado en tomar el control de declaraciones de quiebra por parte de empresas, pero asegurándose de que éstas no solo no reciben sanciones importantes, sino que sacan beneficios. El acuerdo entre TV2 y Amira Smajic, que recibe un sueldo mientras se lleva a cabo esta investigación, es que nunca participará directamente en ningún delito durante su colaboración. Y la polémica surge principalmente sobre cómo se le hacen indicaciones para que inicie determinadas conversaciones e implique a determinados personajes, de manera que se ha discutido si el periodismo consiste solo en mostrar lo que ocurre, o está permitido forzar determinadas situaciones para conseguir un objetivo.

La situación se complica, como se muestra en la propia serie, cuando Amira Smajic traiciona al equipo de investigación con el que está colaborando. Y de hecho, ella llevó al canal TV2 a los tribunales para tratar de detener el estreno de esta miniserie, aunque dos organismos judiciales desestimaron sus denuncias. Al margen de lo discutibles que puedan ser los métodos utilizados (las cámaras ocultas como herramientas para investigaciones periodísticas siempre están en un límite dudoso), lo cierto es que Den sorte svane es una docuserie cargada de suspense que podría ser perfectamente un thriller de ficción, pero que está protagonizada por delincuentes reales, algunos más peligrosos y otros denominados "ladrones con traje". Pero sobre todo muestra de forma clara las implicaciones de grandes empresas con el mundo de la delincuencia. Fasar Abrar, que está relacionado con la banda de motoristas Bandidos, es contratado por una gran empresa de construcción para que gestione las tierras contaminadas de un terreno en el que tienen previsto construir: su labor, a la manera del control de residuos que han llevado a cabo tradicionalmente las mafias italianas, consiste en sustituir las tierras consideradas como contaminadas por tierras "nuevas" para evitar la paralización de los proyectos de construcción. Pero en el episodio Vidnet, der ikke vil dø (El testigo que no quería morir) (T1E3), Fasar está en contacto con Amira mientras se encuentra en Paquistán "solucionando" el caso de un testigo hospitalizado que podría testificar en su contra. El título de la serie hace referencia a una teoría denominada "cisne negro" que fue desarrollada por el científico Nassim Taleb en 2007, y que se utiliza como metáfora de un evento que ocurre de manera inesperada provocando un gran impacto socioeconómico, pero que se racionaliza posteriormente para que resulte explicable e incluso parezca predecible. Son considerados sucesos de cisne negro, por ejemplo, la gripe española, los atentados del 11 de septiembre de 2001 o la crisis financiera de 2008. La serie plantea una red de relaciones clientelares entre el submundo criminal de pandillas callejeras y abogados y empresarios de renombre en la sociedad danesa, mostrando cómo la propia organización del sistema económico permite que se desarrollen fraudes fiscales y estafas que están relacionados con el blanqueo de dinero. El impacto de la serie ha repercutido no solo en Dinamarca, sino que se ha extendido a países como Suecia y Noruega, pero también ha abierto un debate sobre la ética periodística y los peligros de confiar en colaboradores con un pasado criminal que pueden no ser tan fiables como parecen. 

Ungeren (Rebels)

Miniserie | DR | 5x30' ★★★ 

Creada por Jesper Fink, Mads Matthiesen | Dirigida por Mads Matthiesen

Robert Awards '25: 3 Nominaciones: Serie Formato Corto, Actor, Actriz


Entre los lugares más visitados de Copenhague, desde Frederiksberg hasta Østerbro, el barrio de Nørrebro es uno de los más multiculturales y activos en la lucha contra la especulación inmobiliaria y contra leyes polémicas del gobierno socialdemócrata de Mette Frederiksen como el llamado "Ghettoplanen" que se aprobó en 2018, por el que se desalojaron zonas consideradas puntos negros propensos a convertirse en guetos para entregarlas a inversores privados. Mette Frederiksen ha tenido algunos problemas con su hipocresía entre lo privado y lo público cuando en 2010, mientras defendía la educación pública los medios de comunicación destacaron que su hija estaba escolarizada en una escuela privada. Considerada esta ley como una agenda oculta de privatización de viviendas sociales, actualmente se encuentra pendiente de un dictamen sobre su carácter discriminatorio por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Como un símbolo de esta permanente lucha contra la especulación, hay un terreno vacío en la calle Jagtvej, 69, en el barrio de Nørrebro, que no se encuentra entre las recomendaciones turísticas tradicionales pero es visitado por muchos viajeros. Allí se encontraba la llamada Casa de la Juventud, un edificio que el ayuntamiento había cedido en 1982 a organizaciones juveniles que la habían convertido en un lugar de acogida y de celebración de conciertos. Pero en 2000, la propiedad fue comprada por la Iglesia Evangélica Faderhuset que decidió llevar a cabo el desalojo de los jóvenes, iniciándose una batalla política y urbana que duró siete años, hasta que el edificio fue demolido y hasta ahora permanece vacío, lo que es un reflejo de la insensatez de un enfrentamiento que fue impulsado por razones políticas. La miniserie Ungeren (Rebels) (DR, 2024) es el relato de los acontecimientos ocurridos dentro de este grupo de jóvenes en los seis últimos meses antes de que la policía antidisturbios llevara a cabo una operación violenta y brutal de desalojo del edificio en 2007. Creada por Jesper Fink (1985, Dinamarca), guionista de la película Stranger (Mads Hedegaard, 2025) y Mads Matthiesen (1976, Dinamarca), director del largometraje Teddy bear (2012) que fue seleccionado en el Festival de Gijón, la serie está contada principalmente desde el punto de vista de esta comunidad de jóvenes, pero muestra también los conflictos y las tensiones que se vivieron dentro de ella. Aunque está inspirada en hechos reales y utiliza numeroso material de archivo, tomando como base entrevistas realizadas a algunos de los que participaron en esta lucha, los personajes y el desarrollo de la historia son ficticios.

Comenzando en diciembre de 2006, cuando aún había negociaciones pacíficas con el ayuntamiento de Copenhague como intermediario, la protagonista es Iben (Thit Aaberg), una joven idealista de 22 años que forma parte del grupo de negociación que quiere encontrar una salida pacífica, situándose a veces en una zona incómoda entre las propuestas que recibe (entre ellas trasladarse a otro edificio) y los deseos del grupo de jóvenes por preservar un espacio que les fue entregado veinte años atrás. Entre ellos se encuentra su novio Alex (Elias Budde Christensen) y los líderes más radicales, Stoffer (Vilmer Trier Brøgger) y Signe (Sandra Guldberg Kampp), contrarios a ceder con la entrega del edificio a cambio de otro lugar impersonal donde tener que reconstruir todo lo que han conseguido. Aunque solo sea una comunidad que suele comer fideos instantáneos que encuentran en los contenedores de basura, convivan con una plaga de chinches y ofrezcan un servicio de comida comunitaria poco saludable. La entrada en el grupo de una adolescente, Camilla (Anne Daneskov Petersen), que ha huido de la casa de sus padres, refleja cómo la solidaridad de la comunidad de jóvenes y la apertura a la participación de todos, es más un idealismo que una realidad, y muestra el peligro de que su funcionamiento interno se acabe desviando hacia una estructura parecida a la de una secta. Ungeren ofrece por tanto una mirada crítica que trata de equilibrar la justicia social con la verdadera naturaleza de los conflictos internos, pero manteniendo a los principales responsables políticos de esa confrontación en el plano de la realidad. La alcaldesa de Copenhague, Ritt Bjerregaard, y la fundadora de la iglesia Faderhuset, Ruth Svenson, solo aparecen a través de sus declaraciones a la televisión de la época, de manera que se establece una conexión del lado político y especulador con los acontecimientos verídicos. También se introduce en el episodio Skyttegravskuller (Trincheras) (T1E4) una incursión en el punto de vista de los antidisturbios en la reunión de preparación del asalto, que no admite el cuestionamiento a pesar de ser una operación claramente desproporcionada: "Son solo niños", dice un policía. "¿Para qué llevar armas automáticas si ellos no están armados?". Aunque la estructura de cinco episodios de 30 minutos se siente demasiado limitada para profundizar en los personajes, Ungeren hace un buen trabajo en la descripción de los acontecimientos y mantiene un grado de tensión cada vez mayor. Nominada a tres premios Robert del cine y la televisión daneses, entre ellos los intérpretes principales, esta miniserie consigue reflejar las razones de un idealismo que se enfrenta a un sistema imperfecto. En una escena, Iben y Alex acuden a un banco para iniciar el proceso tradicional de hipotecar toda su vida para comprar un apartamento que no será suyo hasta treinta años más tarde. Mientras en las calles de Nørrebro se mantienen pintadas que indican la permanencia de la confrontación con la especulación y las agendas políticas alineadas con el sector privado: "Intet glemt, intet tilgivet (Nada olvidado, nada perdonado)". 


Hipnosis se estrena en Filmin el 4 de abril. 
Infiel se estrena en Filmin el 8 de abril.
Ungeren (Rebels) se estrena en Filmin el 14 de abril. 
Los crímenes de Haparanda se estrena en Filmin el 20 de mayo.
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Películas mencionadas:

Parásitos se puede ver en Filmin, Max, Movistar Plus+ y Prime Video.
El triángulo de la tristeza, Crossing y La señorita Julia se pueden ver en Filmin. 
Anatomía de una caída y No other land se pueden ver en Filmin y Movistar Plus+.
Fanny y Alexander se puede ver en Acontra+, Filmin y Movistar Plus+. 
Secretos de un matrimonio se puede ver en Acontra+. 
El silencio se puede ver en Acontra+ y Filmin. 
El topo se puede ver en FlixOlé y Prime Video. 
Déjame entrar se puede ver en Acontra+, Filmin, Movistar Plus+ y Prime Video. 
No es país para viejos se puede ver en Movistar Plus+, Prime Video y SkyShowtime.