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11 agosto, 2025

Locarno '25 - Parte 1: Regresos

El Festival de Locarno, que se celebra hasta el 16 de agosto, dedicó unos minutos en su ceremonia de inauguración a recordar a la figura de David Lynch (1946-2025), fallecido el pasado mes de enero. Con una presentación sorpresa sin nombrarlo directamente, la directora artística del festival, Giona A. Nazzaro, mencionó a un creador que "dejó una huella imborrable" y dio paso al estreno de su última obra, el cortometraje An Unfinished Room… (Duwayne Dunham, 2025), un proyecto inacabado que ha sido editado por uno de sus principales colaboradores con el material que existía. El director no pasó por el Festival de Locarno a lo largo de su trayectoria, pero la directora artística recordaba su presencia, en un texto publicado con motivo de fallecimiento el pasado mes de enero, en una breve aparición en la película Lucky (John Carroll Lynch, 2017), que ganó el Premio Ecuménico de aquella edición. Así ha comenzado un festival al que durante esta semana dedicaremos algunas crónicas, y que dedica desde hace años el espacio que otros festivales no suelen ofrecer a las películas más singulares y cinematográficamente desafiantes, y en el que la presencia de David Lynch ha sido muy protagonistas por el estreno de otras de sus películas inacabadas.
 

The legend of the happy worker

Duwayne Dunham

Estados Unidos 2025 | Fuera de Concurso | 


Al parecer, el guión de esta película se le presentó a David Lynch en 1986, cuando acababa de terminar Terciopelo azul (1986), editada por Duwayne Dunham, que finalmente se ha convertido en su director. Basada en una obra teatral de S. E. Feinberg, estaba planteada como una fábula del Oeste sobre un hombre que comienza a cavar un hoyo y acaba convirtiéndose en un magnate de la excavación. El proyecto finalmente pasó a manos de Duwayne Dunham (1952, Los Angeles), montador de algunas películas de David Lynch durante las décadas de los ochenta y noventa, que comenzó su formación como editor en la saga galáctica de George Lucas. Posteriormente, dirigió películas no demasiado notables como De vuelta a casa, un viaje increíble (1993) y Pequeños gigantes (1994), para dedicarse después a la televisión, dirigiendo episodios de series de Disney Channel, como Siete en el paraíso (Disney+, 1996-2007) y Las Guerras Clon (Disney+, 2008). En 2018 se anunció la puesta en marcha de la producción de esta película, anunciando a sus principales protagonistas, pero por diversas razones se ha ido retrasando hasta la actualidad, y aunque no está clara la influencia de David Lynch en el guión, éste aparece como productor ejecutivo. El proceso de producción ha sido tan largo que el compositor que había estado trabajando en la banda sonora, el notable músico Jan A.P. Kaczmarek (1953-2024, Polonia), se apartó de la composición debido a una larga enfermedad y falleció dejando su trabajo inacabado, siendo completado por Phil Marshall. Describiéndose a sí misma como "una fábula para nuestro tiempo", la historia reclama su atemporalidad, elaborando una especie de cuento surrealista sobre el capitalismo que parece parodiar también el concepto del Sueño Americano a través de un protagonista llamado Goose (Thomas Haden Church) que elige un lugar en Mountain Valley donde comienza su proceso de usurpación del territorio nativo con una pala de oro con la que comienza a excavar un hoyo. Cuando uno de los nativos le hace una simple, pero relevante pregunta: "¿Por qué?", la historia avanza unas cuantas décadas mostrando cómo el hoyo se ha convertido en una gran excavación con cientos de trabajadores que siguen cavando, y Goose en un empresario de lo que puede ser una mina o, simplemente, un hoyo cada vez más grande. Desde el comienzo, The legend of the happy worker (Duwayne Dunham, 2025) está planteada como una fábula que tiene el colorido brillante y el espíritu alegre de los musicales ambientados en el Oeste, como Siete novias para siete hermanos (Stanley Donen, 1954). También hay un cierto toque surrealista abrazando con soltura los anacronismos, cuando los trabajadores siguen cavando con palas y sus propias manos mientras a su alrededor circulan coches. Pero hay que ser muy sutil para encontrar el espíritu de David Lynch en esta película, por mucho que utilizara los códigos de géneros populares como las telenovelas en su serie Twin Peaks (Filmin, 1990-1991), para rodearlos de un mundo oscuro y absurdo. También hay una capa de oscuridad detrás de esta lucrativa empresa de excavadores, pero tiene una perspectiva de ironía despreocupada que termina lastrando sus planteamientos. 

El trabajador al que se refiere el título es Joe (Josh Whitehouse), un joven que vive feliz con su esposa Joanne (Meagan Holder) y su hijo Joe jr. (Emosi Racule) que está todo el tiempo viendo dibujos animados en la televisión y solo responde cuando le hablan en español. Joe se levanta todas las mañanas para trabajar y es uno de los mejores excavadores de la empresa, hasta que un día se le ocurre hacer a su jefe la pregunta clave: "¿Por qué?". Siendo el único que se ha planteado esta cuestión, recibe una promoción por parte de Goose, que le convierte en su mano derecha, hasta que llega el antagonista de la historia, Clete (Colm Meaney), un familiar de Joe que ha cosechado también éxito en los negocios, pero considera que el trabajo manual de excavación está desfasado y es poco rentable, introduciendo una representación oscura e irracional de la industrialización que resulta divertida. La historia ironiza sobre el idealismo, la colonización, el capitalismo y la mano de obra, al mismo tiempo que cuestiona los planteamientos industriales para sacar beneficios en detrimento del trabajo humano. Y efectivamente, estos son temas tan actuales como podrían serlo a finales del siglo XIX, pero el sentido del humor algo tonto, la personalidad ingenua de su protagonista y los estereotipos que construye alrededor de los personajes pueden ser funcionales dentro del contexto, pero también suavizan demasiado la eficacia de sus reflexiones. Rodada principalmente en Echo Canyon (Arizona), estableciendo un mundo aislado que parece estar separado de los desarrollos que se produjeron en la época, el aspecto visual de la película se beneficia de este paisaje y de una excelente banda sonora que utiliza los resortes de las películas del Oeste, a través de la interpretación de la Filarmónica de Praga. Hay por tanto elementos cuidados dentro de una fabulación que nunca termina de ser demasiado relevante por mucho que pretenda estimular los paralelismos entre el pasado y el presente. Funciona mejor en la primera parte, con Thomas Haden Church como empresario explotador, que en la segunda, con Colm Meaney como antagonista. Y el comienzo sugerente de esa primera escena en la que se cuestiona la razón de la acción, termina desarrollándose en un cúmulo de secuencias demasiado ligeras como para que tengan un efecto disuasorio sobre la facilidad con la que sus planteamientos se olvidan rápidamente.  

God will not help

Hana Jušić

Croacia, Italia, Rumanía, Grecia, Francia, Eslovenia 2025 | Competición Internacional | 


La iconografía religiosa con la que comienza la película refleja las ilustraciones de un libro de oraciones que muestran a demonios apoderándose del cuerpo de un hombre: "Jesús, María y José, no permitáis que muera en pecado", dice la oración de Teresa (Manuela Martelli), una mujer chilena vestida de luto que llega a los escarpados paisajes de una comunidad de pastores en las montañas croatas, en el siglo XIX. Cuando se encuentra con Milena (Ana Marija Veselčić), una mujer que vive sola en un cabaña, la comunicación verbal se convierte en un obstáculo, pero la directora mantiene la conversación entre ambas en sus respectivos idiomas, reflejando que hay un tipo de conexión que va más allá de las palabras. Milena es una de las hermanas de Marko (Bogdan Farcas), uno de los muchos emigrantes del Sur de Croacia que viajaron a países como Argentina y Chile a finales del siglo XIX, y de los que en su mayor parte nunca volvieron, dejando una ausencia en sus familias como si hubieran muerto. Pero Teresa ha llegado a Croacia para comunicar a la familia de Marko que él sí está muerto, víctima de un incendio, que se representa en su cuerpo desnudo y cubierto de hollín en las apariciones fantasmales que ve su viuda. A pesar de la falta de comunicación, las dos mujeres desarrollan un vínculo que les permite convivir hasta que aparece Nikola (Mauro Ercegović Gracin), el hermano menor de la familia, que trata a Milena con desprecio. No está claro por qué Teresa ha decidido viajar hasta el hogar de Marko, según ella porque como viuda se siente obligada a trabajar la tierra de su marido. Pero es recibida con cierta inquietud por parte del resto de la familia y los pastores con los que forman una pequeña comunidad rural, no solo por la barrera de la comunicación, sino porque perciben en Teresa una seguridad con la que se sienten amenazados, incluso hasta el momento de considerar que tiene algo de bruja, un recurso utilizado por los hombres de estas comunidades para justificar lo que no podían explicar o, simplemente, una justificación que usaban a su conveniencia. La directora Hana Jušić (1983, Croacia) introduce a sus dos protagonistas femeninas en este entorno patriarcal en el que son utilizadas y despreciadas, pero dentro del que mantienen una fortaleza y una rebeldía que no habían conocido. God will not help (Hana Jušić, 2025) es su segunda película después del éxito en festivales de Quit staring at my plate (2016) y de dirigir la miniserie El último artefacto socialista (Filmin, 2021). 

La simbología cristiana relacionada con el pecado y la culpa se hacen presentes a lo largo de la película alrededor del personaje de Teresa pero el título sugiere la representación de un Dios que no estará presente cuando se requiera su ayuda, incluso cuando el personaje se enfrenta al castigo autoinfligido. Es la barrera del idioma la que conecta a Teresa con Milena, la hermana que es apartada de la familia porque la consideran una inútil, pero también la que establece una relación más personal con el hermano mayor, Ilija (Filip Đurić). Precisamente porque no se entienden, ambos comparten secretos inconfesables, como la decepción de éste por la forma en que la iglesia aborda la fe: "Cuando fui a la iglesia con los curas, ellos apartaron a Dios de mi. Ya no pude escucharle", le dice en uno de esos monólogos que expresan los personajes en sus respectivos idiomas aunque no los comprendan, en una manera peculiar de utilizar el lenguaje por parte de la directora, evitando los recursos fáciles y usando esta incomunicación para acercar a los personajes en vez de separarlos. El paisaje escarpado, rocoso, frío y caracterizado por el viento que susurra constantemente, forma parte de la solidez visual de una película que, situada en el siglo XIX, parece un western rodado en el Sur de Croacia, y este espacio abrupto marca también la personalidad de los pastores, que han creado una comunidad patriarcal en la que las mujeres solo se acercan a las cabras para ordeñarlas. Đuka (Tina Orlandini), la esposa de Ilija, acoge al principio a Teresa como un miembro de la familia, reconociendo su capacidad para trabajar en comparación con Milena, pero la relación se distancia conforme su marido parece tener una cierta confianza con la mujer chilena. Contagiado por el carácter agreste del paisaje, la película God will not help también puede ser abrupta en su desarrollo, con un ritmo lento del que advirtió la propia directora en la presentación, pero que no resulta especialmente difícil a pesar de acercarse a las dos horas y media de duración. Si bien es verdad que a veces da la impresión de que hay algunos temas que se sugieren para nunca desarrollarse, como la creencia cada vez más extendida entre los pastores de que Teresa trae consigo algún tipo de maldición, hay una textura sólida en la construcción de los personajes, creando un drama rural que explora las dinámicas familiares en un entorno rodeado de naturaleza salvaje, amenazado siempre por el clima y envuelto en creencias religiosas y estructuras patriarcales. 

Le pays d'Arto (In the land of Arto)

Tamara Stepanyan

Francia, Armenia 2025 | Piazza Grande - Inauguración | 


El acuerdo de paz firmado este fin de semana entre Azerbaiyán y Armenia, con Estados Unidos como negociador, supone el final de una guerra que ha durado más de treinta años, permaneciendo en segundo plano dentro del relato internacional. Pero parte de la diáspora armenia considera que es un acuerdo frágil que no garantiza una paz duradera, porque deja en suspenso uno de los asuntos más importantes: el regreso de los armenios a las tierras de las que fueron desplazados en Nagorno-Karabaj, donde entre 2020 y 2023 se produjo una limpieza étnica que obligó a 120.000 armenios a huir. Es relevante que la película de inauguración de las proyecciones en la Piazza Grande de Locarno, donde acuden cada jornada unos 8.000 espectadores al aire libre, sea precisamente Le pays d'Arto (Tamara Stepanyan, 2025), una road movie a través de los territorios de Armenia protagonizada por la viuda francesa de un ex-combatiente que se ha suicidado. Céline (Camille Clautin) ha viajado al país de origen de su marido para solicitar un certificado de nacimiento que le permita dar a sus hijos la nacionalidad armenia que les conecte con sus raíces. Pero en el registro de la ciudad de Gyumri no aparece el nombre de Arto Saryan, al menos no con el apellido con el que lo conoció, y la necesidad de encontrar la verdadera identidad de su marido la lleva a iniciar un viaje hacia los lugares donde podría encontrar el rastro de su vida en Armenia. Se trata por tanto de un viaje alrededor del fantasma de Arto (Hovnatan Avedikian), al que todavía puede ver en sus pesadillas, para descubrir que luchó en el conflicto de Nagorno-Karabaj, pero muchos le consideran un desertor que abandonó al escuadrón que estaba a su mando en medio del combate, provocando la muerte de éstos. En su camino, Céline se encuentra con Arsiné (Zar Amir), una mujer que representa la conexión entre el pasado, el presente y el futuro de Armenia, que trata de proteger a su padre Armen (Shant Hovhannisyan), quien todavía vive en la zona más conflictiva, al mismo tiempo que quiere construir un futuro para sus hijos a través de la resistencia y el activismo. La directora Tamara Stepanyan (1982, Armenia) es una representante de la diáspora, desplazada hasta Líbano junto a su familia cuando comenzó el conflicto en 1994. Allí estudió cine para continuar sus estudios en Dinamarca y finalmente afincarse en Francia en 2011. Este mismo año estrenó el documental Mes fantômes arméniens (2025) en el Festival de Berlín, un viaje nostálgico a través de Armenia y de los recuerdos de su padre, coescrito junto a Jean-Christophe Ferrari, que también es co-guionista de Le pays d'Arto. De manera que hay una profunda conexión entre realidad y ficción a lo largo del recorrido que hace Céline, tratando de recomponer la imagen de su marido e intentando asumir las consecuencias de sus actos, sean ciertos o no. 

La mirada de la directora se detiene a lo largo de esta road movie en los paisajes de la Armenia actual, con sus ruinas, sus muertos y sus fantasmas, pero también con su capacidad de renacer constantemente. Dos de los desplazamientos que realiza Céline en medios de transporte están marcados por la música como reflejo del orgullo y la esperanza: en un tren al principio de la película, donde dos niñas ensayan una coreografía, y en un minibús cuando se dirige hacia Karabakh, abriendo el tercer acto de la historia, en el que un joven lugareño, interpretado por el rapero armenio Lyoka, interpreta la canción "Hascen Im Nuynn A" (2022), que habla sobre el exilio y la imposibilidad del olvido: "Ni la lluvia, ni el viento, podrán impedir que regrese. Mi dirección sigue siendo la misma".  Es un momento emocionante que une a los pasajeros en el silencio y el orgullo mientras escuchan la canción. Como los directores que la han influido, desde Nuri Bilge Ceylan hasta Sergei Parajanov, la mirada de Tamara Stepanyan presta especial atención a los paisajes y las cicatrices que permanecen, como las del terremoto de Spitak de 1988, del que todavía quedan ruinas en la ciudad de Gyumri que muestran la devastación de un movimiento sísmico que provocó 50.000 muertos. En su último recorrido hacia Karabaj, donde se produjo la deserción de Arto, la aparición de un ex-soldado enloquecido, Rob, interpretado por el gran Denis Lavant, añade una capa de herida psicológica de la guerra, pero también una artificialidad que desentona con el resto de la película. Arto es el reflejo de las heridas que ha sufrido Armenia, las que han provocado en el territorio esa cualidad fantasmal que también adquiere el personaje después de muerto. Le pays d'Arto reflexiona sobre la memoria y el trauma, y se detiene en el rostro de Céline, muchas veces silencioso, que interpreta con especial sensibilidad la actriz Camille Clautin, entendiendo el drama interior que experimenta su personaje. Aunque extranjera, ella representa parte del dolor de la diáspora armenia, llegando a un lugar del que muchos siguen huyendo, y tomando conciencia de que el acto de deserción que protagonizó Arto ha ido adquiriendo con el paso de los años una dimensión profundamente política, lo que permite que la película no permanezca solo en el terreno del drama personal, sino que despliegue un significado mucho más relevante. 

With Hasan in Gaza

Kamal Aljafari

Palestina, Alemania, Francia, Qatar 2025 | Competición Internacional | 


Las imágenes que muestran esta película son tan reconocibles actualmente que ni siquiera parecen grabadas hace veinticuatro años, cuando el director Kamal Aljafari (1972, Palestina) recorrió parte de los territorios de Gaza, ya en 2001 medio destruidos, tratando de encontrar a Abdel Rahim, un hombre con el que había compartido una cárcel israelí años antes, en 1989. Le acompaña en este trayecto el guía local Hasan Elboubou, que en la actualidad se encuentra desaparecido. Como podríamos imaginar que pueden estar muchos de los palestinos que aparecen en la pantalla, en las tomas de una cámara temblorosa que muestra la franja de Gaza como un lugar todavía con síntomas de actividad diaria. La trayectoria temporal de esta película ocupa los momentos más devastadores de la represión del pueblo palestino: 1989, el año en que Kamal Aljafari y Abdel Rahim compartieron celda, fue el comienzo de la primera Intifada; en 2001, el año en que se grabaron estas imágenes, comenzó la segunda Intifada, y 2025, el año en que finalmente salen a la luz, Palestina es solo un sueño sepultado bajo la limpieza étnica y la hambruna provocada por la venganza israelí contra los brutales atentados de Hamas en octubre de 2023. De manera que hay una línea temporal que une la erradicación progresiva de la identidad palestina con los acontecimientos que rodean a la creación de esta obra sobre la memoria que, en cierta manera, parece un intento de contrarrestar el olvido y el borrado sistemático de la propia existencia de un pueblo. With Hasan in Gaza (Kamal Aljafari, 2025) es un documental de metraje encontrado que el propio director localizó cuando decidió digitalizar su primera película, The roof (2006), que había rodado dos años antes. Durante la búsqueda del material en julio de 2024, descubrió 3 cintas miniDV que no recordaba que existían, con el título With Hasan in Gaza, y decidió recuperarlas, componiendo un archivo de su propia memoria que él mismo define como "mi primera película que nunca llegué a realizar". El director de A Fidai Film (2024), que abordaba la recuperación de la memoria a través del saqueo de los territorios palestinos por parte del ejército israelí, toma la decisión de mostrar el metraje encontrado sin editar, siguiendo la cronología exacta de lo que encontró en las cintas. De manera que hay muchos temblores de cámara, imágenes borrosas y movimientos improvisados que siguen las directrices del guía Hasan. Pero esto proporciona una sensación de veracidad y de cercanía, de exposición literal de un material que el espectador descubre de la misma forma que el director redescubrió hace un año. 

Las imágenes de With Hasan in Gaza muestran la franja de Gaza antes de ser controlada por Hamas, primero ganando unas elecciones en 2006 y posteriormente por la violencia en 2007, pero precisamente por eso resulta significativa la apariencia de actualidad que transmiten, aunque seguramente muchos de los que aparecen en pantalla estén muertos o desaparecidos, y los niños que tratan de encontrar su propio espacio delante de la cámara, ya son adultos si han conseguido sobrevivir. Las mujeres invitan a la cámara al interior de sus casas para mostrar los restos de los proyectiles que han caído, mientras la presencia de los tanques israelíes resuena en el horizonte. "Aquí estarás seguro", dice un hombre cuando durante la noche se asoma a una ventana que muestra a lo lejos los destellos de los ataques. Él es capaz de reconocer cuáles son proyectiles israelíes y cuáles son palestinos por el sonido. Kamal Aljafari se pregunta qué es la memoria sin las imágenes, y en cierto modo ésta es su forma de mantener el recuerdo de muchas vidas truncadas y muchos lugares desaparecidos. Hay un atisbo de vida cotidiana en algunos puestos ambulantes de comida, reflejando un territorio que resiste y se recupera cada mañana de los ataques nocturnos. El cine funciona como una herramienta para mirarse a sí mismo, con la presencia del propio director cuando Hasan le graba mientras habla con algunos habitantes de Gaza. Cuando el coche conducido por Hasan viaja entre Norte y Sur por la franja de Gaza, las imágenes de un pasado que posiblemente ya es irrecuperable son importantes porque dejan constancia de que la violencia sistemática contra el pueblo palestino no proviene del terrorismo de Hamas de 2023, sino de muchos años antes. Reflejar los parecidos y las diferencias entre el pasado y el presente es una forma de luchar contra las narrativas fabricadas que tratan de borrar la memoria.  

Bleifrei 95

Emma Hütt, Tina Muffler

Austria, Alemania 2025 | Pardi di Domani | 


El título de este cortometraje hace referencia a la gasolina sin plomo que se adquiere en una gasolinera como en la que trabaja la joven Toni (Lu Piplica), una de las tres protagonistas de esta historia sobre la amistad cuando la frontera entre la juventud y la edad adulta se acerca inevitablemente. En esta gasolinera, las directoras y guionistas Emma Hütt y Tina Muffler utilizan los espacios en los que se representa tradicionalmente la masculinidad, conquistando los lugares donde también las miradas lésbicas practican cruising, en los baños públicos Toni tiene encuentros sexuales con clientas y una madre se coloca bien el vestido después de un momento de sexo furtivo mientras su marido y su hijo la esperan fuera. Esta ocupación del espacio masculino establece el tono de una historia que reivindica la libertad, aunque sea imperfecta. En Bleifrei 95 (Emma Hütt, Tina Muffler, 2025) otra de las protagonistas es Anio (Mina Halide Guschke), que va a celebrar su despedida de soltera esa misma noche, representando ese paso sin vuelta atrás a la madurez, pero conserva algo de aquella breve relación que mantuvo con Toni. Anio no sabe que su amiga Lolly (Amel Baccouche), que se ha mudado hace tiempo, aprovecha el regreso a su ciudad natal para tener encuentros sexuales con su madre Karo (Sylvia Schwarz). Después de una discusión, Lolly se encuentra con tres chicos jóvenes que la invitan a subir a su coche y tienen una actitud homofóbica cuando ella les habla de su mal de amores con Karo, especialmente porque uno de ellos se siente atraído por Lolly. La cámara inestable refleja esa suspensión temporal de una noche cargada de alcohol y drogas, mientras las tres amigas tratan de encontrar su propio espacio queer en medio de una realidad que las rechaza. La despedida de soltera de Anio se celebra en La Gata, en Frankfurt, que está considerado como el club de lesbianas más antiguo del mundo en funcionamiento, desde que se inauguró en 1971. La decoración de los años setenta y la gramola que sustituye a los habituales sistemas de sonido actuales le dan al bar un aspecto singular y atemporal, aunque la avanzada edad de sus propietarias amenaza con su clausura. En esta road movie alegremente queer y algo caótica, que ha sido seleccionada para la sección Pardi di Domani, una selección de destacados cortometrajes internacionales, las tres protagonistas reivindican sus identidades haciendo frente a los secretos y los recuerdos de un pasado lejano mientras abordan las incertidumbres de un futuro demasiado cercano. 

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Películas mencionadas (disponibles en la fecha de publicación):

Lucky se puede ver en Filmin y Movistar Plus+.
Terciopelo azul se puede ver en Filmin. 
De vuelta a casa, un viaje increíble se puede ver en Disney+.
Siete novias para siete hermanos se puede ver en Tivify.

08 agosto, 2025

Las series más destacadas de 2025: Julio-Agosto

Antes de adentrarnos en nuestro repaso de las series más destacadas de las últimas semanas y el próximo mes, nos enfocamos en la primera tanda de nominaciones que se han dado a conocer para los World Soundtrack Awards, que se celebrarán como es habitual durante el Festival de Gante en el mes de octubre, y que este año entrega sus premios a toda una carrera a los compositores Philip Glass y Michael Nyman, posiblemente los máximos representantes del minimalismo musical aplicado a los medios audiovisuales. Estas primeras nominaciones recogen a los finalistas en la categorías de Compositor de Cine del Año, Compositor de Televisión del Año y Mejor Canción. En la primera, la lista de nominados está formada por Volker Bertelmann por Cónclave (Edward Berger, 2024) y Amateur (James Hawes, 2025); Daniel Blumberg por The Brutalist (Brady Corbet, 2024); Kris Bowers por Robot salvaje (Chris Sanders, 2024); Clément Ducol & Camille por Emilia Pérez (Jacques Audiard, 2024); John Powell por Cómo entrenar a tu dragón (Dean DeBlois, 2025); y Alberto Iglesias por La habitación de al lado (Pedro Almodóvar, 2024), en su cuarta nominación a los WSA, de las que ganó en dos ocasiones, en 2005 y 2012. En la categoría de Compositor de Televisión del Año, repite Volker Bertelmann por sus trabajos en Chacal (SkyShowtime, 2024-) y la miniserie El Conde de Montecristo (RTVE Play, 2024), de la que hablamos en esta crónica; David Fleming y Gustavo Santaolalla por la segunda temporada de The last of us (HBO Max, 2023-); Ariel Marx por Dying for sex (Disney+, 2025); Bear McCreary por la segunda temporada de El Señor de los anillos: Los anillos de poder (Prime Video, 2023-); Martin Phipps por Palomas negras (Netflix, 2024); y Theodore Shapiro por la segunda temporada de Separación (Apple tv+, 2022-). En el apartado de Canción del año son finalistas "Beautiful That Way" de The Last Showgirl (Gia Coppola, 2024), interpretada por Miley Cyrus, Andrew Wyatt y Matt Dunkley; "El Mal" de Emilia Pérez (Jacques Audiard, 2024), interpretada por Zoe Saldaña y Karla Sofía Gascón; "I Lied to You" de Los pecadores (Ryan Coogler, 2025), interpretada por Miles Caton; "Never Too Late" de Elton John: Never too late (R.J. Cutler, David Furnish, 2024), interpretada por Elton John y Brandi Carlile; y "Winter Coat" de Blitz (Steve McQueen, 2024), interpretada por Nicholas Britell y Saoirse Ronan. Los World Soundtrack Awards se entregarán el 15 de octubre en Gante.

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series que destacamos y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Viudas negras: Putas y chorras
  
★★★☆
HBO Max - 27 de junio-15 de agosto
Argentina, 2025 - 8x30'
Creada por Malena Pichot
Dirigida por Nano Garay Santaló, Constanza Novick

A pesar de las dificultades, este año la producción de series en Argentina está ofreciendo títulos destacados, y estos meses el estreno de la temporada 2 de División Palermo (Netflix, 2023-) o de la parodia Menem (Prime Video, 2025) demuestran un buen momento en la creación de comedias. Entre las mejores guionistas de este género se encuentra Malena Pichot, responsable de los guiones de películas como Finde (Nano Garay Santaló, 2021) o Culpa cero (Valeria Bertuccelli, Mora Elizalde, 2024). Uno de sus proyectos recientes, que ha escrito junto a su habitual equipo formado por Julián Lucero, que también interpreta a un personaje en la serie, y Ariana Saiegh, creadora de la también divertida Familia de diván (Flow, 2023), aparenta ser una comedia superficial sobre dos viudas negras, pero acaba revelándose como un retrato bastante acertado de un tipo de personajes que son característicos de la sociedad argentina. Esta misma semana se desarticuló en el barrio de Palermo, en Buenos Aires, una banda de viudas negras que venían actuando desde hace tiempo, y que podrían estar implicadas en el asesino de un empresario de la zona. Una de sus últimas víctimas fue un hombre seducido por una joven de 17 años que le prometió acudir a su casa la próxima vez con dos amigas, aunque finalmente fue apaleado y robado por un grupo de matones. Por tanto, hay una cierta actualidad en la forma en que la serie plantea en segundo plano la pregunta sobre cuál es la razón por la que los hombres siguen cayendo en este tipo de estafas, que en parte fue el punto de partida adoptado por Malena Pichot para desarrollar la historia. Pero las protagonistas de Viudas negras: Putas y chorras (HBO Max, 2025) no son los hombres víctimas sino las mujeres perpetradoras. Al comienzo del episodio La reunión (T1E1) vemos a Maru (Pilar Gamboa, que también participa en División Palermo) y Mica (Malena Pichot) llevando a cabo su último golpe porque la primera ya no quiere seguir con las estafas. Usando los tropos de las historias policíacas, es un atraco final que sale mal, pero ambas terminan separándose para reencontrarse diez años después, cuando su antigua compañera Paola (María Fernanda Callejón), que acaba de salir de la cárcel, las amenaza con contarlo todo en un documental que están grabando, si no realizan el último encargo para ella. Que las dos protagonistas estén cerca de los cuarenta pero ya se sientan inadecuadas para seducir de la forma en que lo hacían antes es una forma inteligente de plantear unos personajes femeninos que siguen sintiéndose jóvenes pero se enfrentan al estereotipo. Y eso provoca una lectura sobre la edad que es mucho más compleja que si se tratara de dos mujeres de sesenta años. En todo caso, deben organizar una nueva banda de viudas negras en la que incorporan a chicas más jóvenes para llevar a cabo su plan. Las dos ex-amigas llevan vidas diferentes: Mica ha conseguido abrir su centro de peluquería y manicura en el barrio de Flores, manteniendo la conexión con sus raíces, mientras que Maru se ha casado con Pablo (Alan Sabbagh), un marido que al parecer se dedica al negocio de las telas y que tiene una gran mansión en el barrio cerrado de Nordelta, en el que ella ha sabido integrarse tan bien que ha sido nombrada presidenta de una ONG que entrega ropa a los desfavorecidos, aunque se trata de una solidaridad de postureo. La principal diferencia entre ambas, sin embargo, es que Mica no reniega de su pasad0 y sus hijos adolescentes saben que ha sido viuda negra, mientras que Maru ha roto con todo lo que tenga que ver con su barrio y su familia. Pero el pasado regresa inevitablemente, como también le ocurre a una de las vecina de Nortelda, Maggie (Mónica Antonópulos), una antigua modelo de la que Maru conoce algunos secretos.

Viudas negras: Putas y chorras utiliza hábilmente los códigos de las buddy movies y las comedias policíacas, no para construir una estructura narrativa similar, sino para reforzar la verdadera intención de la historia: ofrecer un reflejo de las diferencias sociales en una Argentina donde las clases están cada vez más separadas unas de otras y lanzar retratos irónicos sobre la sociedad. En el episodio El club de los idiotas (T1E6), Chichita (Mónica Raiola), una de las tres clientas permanentes de la peluquería Mica's que funcionan como contrapunto cómico y tendrán relevancia en el desenlace de la temporada, explica a las otras que vende orina propia, aunque en realidad, la intercambia por productos gratuitos porque es ilegal venderla. Mica le dice: "A mi me parece indigno tener la casa llena de bidones con pis", a lo que Chichita responde: "Lo que es indigna es la jubilación que yo cobro". Hay una estructura de comedia que está perfectamente diseñada, estableciendo un paralelismo entre los dos mundos: las tres clientas de la peluquería en el entorno de Mica son el contrapunto de las tres vecinas chismosas en el entorno de Maru, de manera que se establece una perspectiva sarcástica que actúa por igual en la forma en que retrata el barrio cerrado del country (la urbanización) y el barrio humilde de Flores. El reencuentro de Maru con su madre Adriana (Georgina Barbarossa) y su hermano ex-drogadicto Cristian (Julián Lucero) muestran aspectos de su vida pasada que son divertidos pero al mismo tiempo dramáticos, como el hecho de haber sido expulsada de su casa (cuando tenía ya treinta años) porque su madre pensaba que se dedicaba a la prostitución, recibiendo un trato que nunca sufrió su hermano. Incluso en un "debate de poronga que nos están obligando a presenciar" en la peluquería de Mica, las clientas discuten sobre si es mejor ser viuda negra o ser puta. La serie a veces tiene el aspecto visual algo plano de las producciones de la plataforma Flow, que la ha coproducido con TNT Latam, pero adquiere un aspecto más cuidado bajo la producción de Pampa Films, la empresa que fundó el conocido productor Pablo Bossi en 2008 y que desde 2018 dirigen sus hijos Pol y Agustín, que han producido series como El encargado (Disney+, 2022-), La voz ausente (Disney+, 2024) o El mejor infarto de mi vida (Disney+, 2025). Con una perspectiva principalmente femenina, Viudas negras: Putas y chorras propone personajes que han decidido utilizar sus cuerpos para su propio beneficio, una especie de rebeldía contra los machismos a los que todavía se puede estafar, para establecer una especie de revancha frente al deseo superficial fácilmente manipulable. En este sentido, funciona mejor la rabia contenida que se esconde tras los personajes de esta serie que la rabia desatada que se plantea en la producción española Furia (HBO Max, 2025). La serie se estrenó en Argentina a través de Flow con todos los episodios, un formato de emisión mucho más adecuado para una comedia de episodios cortos que la tendencia de HBO Max de emitir todas las producciones en episodios semanales, lo que en algunos casos puede jugar en contra de la propia serie. 

Menem
  
★★★☆
Prime Video - 9 de julio
Argentina, 2025 - 6x50'
Creada por Mariano Varela
Dirigida por Ariel Winograd, Fernando Alcalde

Como un retrato de los populismos que llegan hasta el poder prometiendo transformación pero cayendo en las mismas trampas del poder, la última propuesta firmada por Ariel Winograd (1977, Argentina), responsable entre otras de la película El robo del siglo (2020) y la serie Coppola, el representante (Prime Video, 2024-2026), sigue parecidos caminos estilísticos para mostrar una mirada caricaturesca sobre acontecimientos reales, creando un universo propio en el que los personajes tienen libertad para la exageración. Pero no solo se trata de ficcionar y reconstruir, sino de extraer de esa misma realidad sus características más absurdas. Se puede discutir la perspectiva que se ofrece de determinados acontecimientos que ocurrieron a lo largo de la primera etapa presidencial (1989-1995) de Carlos Menem, como las verdaderas razones que le llevaron a firmar indultos para las cúpulas militares que habían tenido responsabilidades criminales durante la dictadura, tras un intento de golpe de Estado en Pasaron cosas (T1E2), pero la esencia de los acontecimientos es verídica. La serie comienza con impulso gracias a una soberbia transformación del actor Leonardo Sbaraglia, que se transmite en los primeros episodios, durante la campaña presidencial, mientras visita puerta a puerta a sus posibles votantes, desplegando un carisma que le permite esquivar el anonimato para convertirse en un contendiente relevante. Menem (Prime Video, 2025) habla principalmente de la imagen como un elemento de transformación, pero también de manipulación, y establece ésta como una de las principales herramientas de un presidente cuya proyección, con sus luces y sus sombras, llega hasta nuestros días. El actual presidente argentino, Javier Milei, tan populista como Carlos Menem, ha recuperado aquellas imposibles patillas de bandolero y calificó a éste como "el mejor presidente que ha tenido Argentina" cuando inauguró la colocación de un busto de Menem en la Casa Rosada el año pasado. Esta relevancia de la imagen se representa a través de uno de los personajes ficticios más importantes, un fotógrafo llamado Olegario Salas (Juan Minujín), que conoce a Carlos Saúl Menem desde que era gobernador de La Rioja, y le acompaña en su periplo presidencial, ayudando a crear esa representación del líder, pero en cierto modo cayendo en la decepción por ser parte de ella: hay muchos momentos en la serie en la que se organizan retratos o fotografías de grupo, que progresivamente resultan más oscuros, más falsos y manipuladores. Y aunque las perspectivas morales de Olegario Salas en su entorno familiar puedan resultar algo superficiales, la estructura narrativa en torno al control mediático de un personaje carismático acaba siendo muy relevante. 

Esta idea del poder de la imagen está planteada con especial acierto en el episodio Convertible (T1E4), que aborda la política económica del primer gobierno de Carlos Menem, en el que el funcionario Domingo Cavallo (Martín Campilongo) es ascendido a Ministro de Economía cuando propone la solución a la hiperinflación que había dejado el gobierno de Raúl Alfonsín. La convertibilidad de la moneda argentina estableciendo un valor de un peso igual que un dólar, un juego de prestidigitación económico que en la superficie permitió reducir drásticamente la inflación pero que escondía las flaquezas de su estructura. Cuando Carlos Menem se da cuenta de que el éxito inicial de Domingo Cavallo comienza a eclipsar su imagen en los medios, decide sobreexponerlo para quemarlo mediáticamente, una estrategia especialmente cruel. Menem puede ser algo superficial en los planteamientos que presenta, dejando fuera las auténticas repercusiones de algunas de las decisiones del gobierno, pero se enfoca principalmente en los personajes, creando alrededor de la caricatura un entorno de manipulación, que en cierto modo es el que define a la propia ligereza con la que están tratados algunos temas. Como las disputas públicas entre Carlos Menem y su esposa Zulemita (Cumelén Sanz), que también tienen ramificaciones políticas y económicas. Dentro de Argentina, la serie ha despertado un debate sobre la forma de representar al personaje y el contexto histórico, con amenazas de posibles demandas. Pero la propuesta del creador Mariano Varela (1967, Argentina) sabe manejar las herramientas narrativas de la ficción para representar ideas más que personajes concretos: los asesores Gerónimo Ayala (Marco Antonio Caponi) y Silverman (Guillermo Arengo) son ficticios, pero representan las dinámicas de poder; la vedette Sandra Silvestre (Virginia Gallardo) existió, aunque no hay pruebas de su relación íntima con Menem, pero muestra la fama de seductor del personaje; y la bruja (Miriam Adriana Odorico) del episodio Los caminos (T1E5) no es real, pero refleja la importancia de lo esotérico en la vida del personaje. La propia narrativa refleja la frivolidad superficial de la época, aunque se vuelve seria en el último episodio, El hombre dorado (T1E6), cuando retrata algunos acontecimientos trágicos como el atentado contra la Embajada de Israel en 1994, que también estaba contextualizado en la serie Iosi, el espía arrepentido (Prime Video, 2022-2023), o la muerte en accidente de uno de los hijos de Carlos Menem. El populismo neoliberal de la época convirtió la política en una especie de espectáculo, con un protagonista que tenía carisma y personalidad, de manera que la serie Menem también utiliza esta imagen superficial para retratarla. Hasta que Olegario Salas, el fotógrafo que ha participado en la invención del líder, decide apartar el foco para mostrar sus defectos. 

El juego de la pirámide
  
★★★☆
Movistar Plus+ - 29 de julio
Corea del Sur, 2024 - 10x60'
Creada por Dalgonyak, J.Q. Lee | Escrita por Choi Sui
Dirigida por Bak So Yeon
Séries Mania '24: Proyección Especial
Serielizados Fest '24: Premiere

A nivel internacional, la explosión de audiencia de las producciones de Corea del Sur que provocó el fenómeno de El juego del calamar (Netflix, 2021-2025) se ha desinflado en los últimos años. Aunque ha habido numerosos estrenos y las plataformas norteamericanas han realizado inversiones millonarias en el país asiático, los resultados no han sido tan satisfactorios como se esperaba. Las comparaciones son inevitables, y cualquier historia coreana que implique un juego de supervivencia como representación de la sociedad, es expuesta al escrutinio de la exitosa serie de Netflix. Pero El juego de la pirámide (Movistar Plus+, 2024), que la plataforma ha presentado con su nueva estrategia de anunciar los estrenos con poco tiempo de antelación, no se puede considerar una serie exactamente deudora de aquella, sino que cuenta con algunas peculiaridades: se desarrolla en una escuela de chicas, sin protagonistas masculinos, y configura la competición a partir de la tradicional división triangular de la sociedad: clase alta, clase media y clase baja, estableciendo más un juego de poder que de supervivencia. La llegada de Seong Su-ji (Kim Ji-yeon, más conocida como Bona) le introduce directamente en este perverso torneo que se descarga a través de una aplicación, y que deja en manos de las alumnas una especie de votación de popularidad que estipula en qué posición de la clase/sociedad tendrán que permanecer las estudiantes votadas. Las que más votos consiguen son clase A, mientras que aquellas que no obtienen ningún voto, no solamente pasan a formar parte de la inferior clase F, sino que deben someterse sin quejas a una especie de acoso escolar institucionalizado. Los primeros episodios de la serie pueden llegar a ser muy violentos y explícitos en la representación del bullying, un problema que permanece en Corea del Sur como una lacra difícil de resolver. Porque el acoso escolar es uno de sus deberes pendientes, con un incremento preocupante, donde el acoso verbal representó el 42% de toda la violencia escolar en 2023, aumentando de un 10,7% a un 13,3% los casos de violencia física. El gobierno coreano decidió adoptar medidas más directas en contra del bullying, especialmente cuando se produjeron acusaciones contra el hijo de un funcionario del Ministerio de Educación. Algunos actores y actrices famosos también se han visto envueltos en controversia cuando han recibido denuncias que les acusan de haber sido abusadores en su época de estudiantes.

El juego de la pirámide está basada en el conocido webtoon Pyramid game (Naver, 2020-2022) del artista Dalgonyak, trasladando el universo de esa escuela que funciona como representación de la sociedad coreana. Las alumnas menos privilegiadas como Myung Ja-eun (Ryu Da-Bin) sufren el acoso por parte del resto de alumnas, condenada a permanecer en la clase inferior de un juego perverso que dirige aparentemente Im Ye-rim (Kang Na-eon), pero que en realidad está controlado y diseñado por Baek Ha-rin (Jang Da-ah), una joven maquiavélica e intocable, porque su familia es la propietaria de la escuela. Ella es una especie de abeja reina que se convierte tras los primeros episodios en la antagonista principal de la serie, y está interpretada con suficiente hermetismo por la actriz debutante Jang Da-ah. Uno de los aspectos más controvertidos de la representación del acoso escolar en las series y películas coreanas es la forma en que se plantea la venganza como la solución principal, es decir, contrarrestar la violencia con más violencia. Lo hemos visto en series como La Gloria (Netflix, 2022-2023) o The king of pigs (TVING, 2022), y más recientemente en películas como Brave citizen (Park Jin-Pyo, 2023). Lo interesante de esta serie adaptada por J.Q. Lee (1970, Corea del Sur), responsable de Estamos muertos (Netflix, 2022), es que introduce algunos elementos más profundos sobre cuál es el origen del acoso escolar, y cómo la propia sociedad se sostiene en la opresión: los padres maltratan a los profesores y a sus propios hijos, los profesores maltratan a los alumnos y los jefes maltratan a sus empleados. De manera que solo subvirtiendo los cimientos de la sociedad, y no a través de comités de acoso escolar, es como se puede encontrar cierta solución al problema. Así, tras unos primeros episodios que pueden llegar a ser algo confusos, centrados en las estrategias de Seong Su-ji para evitar ser condenada a la clase inferior, su objetivo principal pasa a ser el de dinamitar el orden establecido. 

Presente en la programación de Séries Mania '24 y Serielizados '24, El juego de la pirámide resulta especialmente interesante cuando propone que el sentido de comunidad y la colaboración mutua es la que puede romper el sistema. En el Episodio 7 se plantea un juego de supervivencia que se convierte en un acto de rebeldía, con las alumnas de clases inferiores haciendo frente a las imposiciones de las clases superiores. Otra de las ideas interesantes es plantear que los acosadores también han sido (o son) víctimas de acoso, y que quizás algunas víctimas podrían ser acosadoras en entornos diferentes, de forma que la línea entre culpabilidad e inocencia se difumina. En general, El juego de la pirámide construye personajes ambiguos que la hacen más impactante, en una trama en la que las protagonistas también buscan un beneficio personal. Aunque Seong Su-ji se dé cuenta de que la individualidad no tiene posibilidades de cambiar el sistema. Con un desenlace igualmente ambiguo que deja una puerta abierta a una nueva temporada, la serie mantiene una tensión constante a pesar de ciertos momentos confusos, y mejora cuando se enfoca en el enfrentamiento entre la protagonista y su antagonista, con episodios especialmente tensos y trepidantes. Muy alejada de ser simplemente una historia que surge del éxito de otras series, hay algunas reflexiones más profundas sobre el bullying y las clases sociales, usando las dinámicas de poder dentro de un instituto como representación de la sociedad coreana. 

Where were you?
  
★★☆☆
Pr1meran - 1 de agosto
Dinamarca, 2022 - 7x20'
Creada por Julie Budtz Sørensen
Dirigida por Nils Holst-Jensen
This Series Årthus '22: Mejor Serie Criminal
Solo en versión doblada al euskera

Recuperando sus producciones compradas a la productora nórdica Viaplay, la plataforma autonómica del País Vasco Pr1meran estrena este thriller juvenil danés que tuvo cierta repercusión hace dos años. La protagonista de Where were you? (Pr1meran, 2022) es Louise (Filippa Navarana Coster-Waldau), una joven aficionada a la lectura de las novelas policíacas de la escritora Carson McCullers (1917, Georgia-1967, Nueva York), autora de El corazón es un cazador solitario (1940, Ed. Seix Barral) y Reflejos en un ojo dorado (1941, Ed. Austral), lo que ofrece una pista muy sólida de cuál es el tipo de historia que ha construido la guionista Julie Budtz Sørensen, que trabajó en la mesa de guionistas de la serie The rain (Netflix, 2018-2020). La trama comienza cuando Louise y su amiga Monika (Maja Ida Thiele) pasan una noche en el instituto junto a sus novios Mikkel (Jack Pedersen) y Peter (Hans Christian Lønstrup). Pudiera ser la primera vez que mantengan una relación sexual con ellos, para lo que Monika parece estar más dispuesta que Louise, sobre todo porque ella no está segura de sus sentimientos hacia Mikkel debido a su atracción por Thais (Vilmer Trier Brøgger). A la mañana siguiente, después de que las dos amigas se separaran durante una discusión la noche anterior, Monika ha despertado cerca del instituto aparentemente violada. Debido al alcohol, hay muchas cosas que no están claras sobre lo que ocurrió realmente, y los tres chicos parecen estar encubriéndose los unos a los otros, por lo que Louise comienza a investigar para tratar de esclarecer la verdad. A lo largo de siete episodios de poco más de veinte minutos, Where were you? utiliza el recurso del posible culpable durante la investigación, convirtiendo en sospechosos a cada uno de los tres jóvenes, cuyas actitudes hacia Monika en diferentes momentos parecen condenatorias. Hay un narrativa de suspense en la primera parte de la serie que juega con los elementos clásicos de las historias "whodunit", pero conforme se desarrolla la trama y se acerca más a la relación entre Monika y Louise, es cuando realmente adquiere mayor interés, sobre todo por la trascendencia del tema que trata. Filippa Navarana Coster-Waldau protagonizó el año pasado junto a su hermana Safina, ambas hijas del actor Nikolaj Coster-Waldau, la serie Salsa (DR, 2022-), que abordaba la sexualidad adolescente a través de una aplicación de citas, y acaba de estrenar una nueva adaptación de la novela de Peter Høeg La señorita Smila y su especial percepción de la nieve (1992, Ed. Maxi-tusquets), ahora una miniserie en formato thriller nórdico, Smilla's sense of snow (SBS, 2025). La incursión que hace Where were you? en el tratamiento sexual de una juventud que a veces se encuentra perdida frente a la gran cantidad de información que recibe, quizás no plantea nada especial novedoso, pero al menos no tiene miedo de apuntar hacia otras cuestiones controvertidas, como las consecuencias que pueden provocar las acusaciones sin pruebas que se pueden producir tras un acto de violencia sexual. Bajo una adecuada dirección de Nils Holst-Jensen, a pesar de tratarse de su primer proyecto importante después de haber dirigido varios cortometrajes, la serie consigue justificar la ausencia de la policía para centrarse en los personajes juveniles y convertir a Louise en una especie de investigadora amateur que encuentra constantemente secretos y mentiras a lo largo de sus pesquisas. Y acierta en el posicionamiento que adopta hacia la víctima, especialmente en una situación en la que ni siquiera ella tiene muy claro lo que ha sucedido. Entre las numerosas producciones de adolescentes con un trasfondo de thriller, Where were you? encuentra la manera de resultar mucho más compleja y profunda de lo que suele ser habitual.

El Conde de Montecristo
  
★★★☆
La 2 / RTVE Play - 5-19 de agosto
Francia-Italia, 2024 - 8x55'
Creada por Gregg Latter, Sandro Petraglia
Dirigida por Bille August
Canneseries '25: Fuera de competición

Con una media del 6% de share (480.000 espectadores) la emisión el pasado martes de la última adaptación de la novela de Alejandro Dumas y Auguste Maquet, consiguió que La 2 tuviera el mejor estreno de una serie en prime time desde hace 19 años, confirmando el interés de los espectadores por esta historia clásica que sin embargo se ve perjudicada por la forma de presentar tres episodios de una hora de duración cada uno, de manera que se extiende desde las 22:00 hasta las 00:45 sin publicidad. Cuando el director Bille August (1948, Dinamarca) y los actores Sam Claflin y Jeremy Irons presentaron este proyecto en el marco del festival Séries Mania '24, aún no se había producido el estreno de la adaptación francesa El Conde de Montecristo (Matthieu Delaporte, Alexandre de La Patellière, 2024), convertida en un éxito de público y crítica el año pasado. Y esta repercusión tan cercana ha podido perjudicar las expectativas de la serie por comparación, pero en realidad se trata de dos adaptaciones muy diferentes. La película resume con eficacia la historia para establecer un paralelismo entre la experiencia de Edmond Dantès y su transformación en un vengador, usando el concepto de héroe moderno, pero manteniendo la esencia del relato de Alejandro Dumas. En el caso de la miniserie El Conde Montecristo (La 2/RTVE Play, 2024), sus ocho episodios le permiten elaborar una adaptación que se acerca más a la novela original, desarrollando personajes secundarios y manteniendo el espíritu de héroe imperfecto perseguido por sus propios fantasmas, que en cierta medida está más cerca de la notable coproducción franco-alemana Le Comte de Monte-Cristo (France 3, 1979). Al contar con la participación del director Bille August, éste ha incluido algunos intérpretes daneses para personajes importantes como Mikkel Boe Følsgaard, protagonista de la película Ehrengard: El arte de la seducción (Bille August, 2023) y su hija Amaryllis April Maltha August, a la que hemos visto en Familias como la nuestra (Movistar Plus+, 2024). Siguiendo la historia contada en El Conde de Montecristo (1846, Ed. Anaya), de Alejandro Dumas y Auguste Maquet, el joven Edmond Dantès (Sam Claflin) parece tener una vida encaminada, a punto de convertirse en capitán de un barco y comprometido con Mercédès (Ana Girardot), pero se ve envuelto en una conspiración llevada a cabo por dos amigos cercanos que sienten celos de su éxito profesional y amoroso: el tesorero Danglars (Blake Ritson) y Fernando Mondego (Harry Taurasi). Con la colaboración del fiscal Gerard Villefort (Mikkel Boe Følsgaard) preparan una acusación por traición contra Dantès que le llevará a la prisión del castillo de If, donde permanecerá encerrado trece años hasta que consigue escapar. Allí conoce al abate Faria (Jeremy Irons), que le adiestra en el arte de ser un caballero y le revela el escondite de un gran tesoro antes de su muerte. A partir de su huida de la prisión y utilizando la fortuna del tesoro, prepara la venganza contra los culpables de las falsas acusaciones que le llevaron a la cárcel. 

Rodada principalmente en Malta y París, el tiempo del que dispone la serie le permite acercarse más fielmente a la novela, incorporando un trasfondo político relacionado con la intención de algunos sectores en Francia de sacar a Napoleón Bonaparte de su confinamiento en la isla de Elba. También puede dedicar el suficiente tiempo a la relación entre Edmond Dantès y el abate Faria durante su permanencia en la cárcel, que en la mayoría de las adaptaciones suele quedar relegada a un tiempo breve dentro de la trama principal, y solo la encontramos más desarrollada en adaptaciones como la rusa The prisoner of Castle If (Georgi Yungvald-Khilkevich, 1988), una de las más acertadas que se han llevado a cabo. También se desarrolla la relación entre Edmond y el contrabandista Jacopo (Michele Riondino), a quien recluta como su mano derecha para llevar a cabo su plan de venganza. Aunque hay una puesta en escena lujosa que incluye el rodaje en algunos palacios como el Palais-Royal de París o ciudades italianas como Turín y Milán, el trabajo de dirección de Bille August a veces se siente demasiado limitado a planos medios y recursos de presentación de espacios excesivamente repetitivos, lo que perjudica al aspecto visual de la serie. Hay un cierto clasicismo en la planificación que transmite una sensación de narrativa demasiado tradicional. Pero la descripción de personajes es interesante, incluso en la figura de Edmond Dantès, bien encarnado por Sam Claflin, protagonista de Todos quieren a Daisy Jones (Prime Video, 2023), que se rinde progresivamente a las consecuencias de su plan de venganza cuando éste comienza a provocar daños colaterales, hasta el punto que el destino de personajes como Héloïse (Poppy Corby-Tuech), la esposa de Gerald Villefort, o del propio barón Danglars (Blake Ritson) acaban siendo demasiado crueles, aunque en el caso de éste último se introducen algunos cambios importantes. El Conde de Montecristo tiene su principal virtud en saber ceñirse al relato escrito por Alejandro Dumas manteniendo una fidelidad que conduce a un aspecto clásico, pero sabiendo mantener el tono de aventura y suspense, y consiguiendo incluso que los diálogos no se sientan forzados. En los aspectos técnicos, la fotografía del danés Sebastian Blenkov, que ha trabajado en películas como La amabilidad de los extraños (Lone Scherfig, 2019), saca partido de los escenarios naturales, mientras que la música de Volker Bertelmann, ganador del Oscar por Sin novedad en el frente (Edward Berger, 2022) y nominado por Cónclave (Edward Berger, 2024), aporta un adecuado tono solemne. 

Asesina a sueldo
  
★★★☆
Telecinco - 5-19 de agosto
Reino Unido, 2025 - 6x45'
Creada por Harry Williams, Jack Williams
Dirigida por Lisa Mulcahy, Daniel Nettheim

En la actualidad, resulta poco habitual que una cadena generalista estrene en prime time una serie de ficción recién estrenada en Gran Bretaña, pero las bajas audiencias de televisión del verano permiten algunos experimentos, y Telecinco ha preferido apostar por una propuesta de acción con episodios semanales para la noche de los martes, donde recientemente canceló un programa. La audiencia de Asesina a sueldo (Telecinco, 2025-) en su primera emisión esta semana no ha dado malos resultados, consiguiendo un 8.6% de share (579.000 espectadores) que está por debajo de sus competidoras, una serie turca en Antena 3 y un programa sobre perros en La 1, pero mejora los datos que Telecinco solía tener esa noche. Habrá que ver cómo aguanta a lo largo de sus próximas semanas y si la cadena tendrá la paciencia suficiente para mantenerla de forma regular. Una de las razones por las que Mediaset ha apostado por esta serie está en la presencia del actor Freddie Highmore, al que utiliza como reclamo en sus promociones, y que consiguió muy buenos datos de audiencia con su serie The good doctor (Prime Video, 2017-2024), que también se estrenó en Telecinco en 2018 durante el verano, y supuso los mejores datos de una serie de ficción para la cadena, al menos en su primera temporada. Para los seguidores de las series, hay otros reclamos interesantes como el protagonismo de Keeley Hawes o el hecho de ser la última producción de los hermanos Harry Williams y Jack Williams, responsables de comedias negras como El turista (HBO Max, 2022-2024) y Boat story (SkyShowtime, 2023), y de la versión original en la que está basada la serie española Ángela (atresplayer, 2024), que de nuevo apuestan por la acción mezclada con el humor a través de una historia que tiene ciertos aires a las historias de espías, sobre todo en la música de Dominik Scherrer, pero que se sitúa en la línea de Chacal (SkyShowtime, 2024-) a través de la persecución que sufren la asesina a sueldo Julie (Keeley Hawes), que vive retirada en una isla griega, y su hijo Edward (Freddie Highmore), con el que no había tenido contacto en años, pero reaparece en su vida en el peor momento posible. La serie comienza en 1994 en Bulgaria con una secuencia de acción al estilo de Gangs of London (SkyShowtime, 2020-) pero con peor coreografía, en la que una joven Julie saca un test de embarazo después de acabar con su misión para descubrir que está embarazada, una trampa narrativa que nos traslada 31 años después a una paradisíaca isla griega, donde ella parece disfrutar de su retiro sin mezclarse con los habitantes locales. Pero una nueva misión llama a su puerta a través de Daniel (Richard Dormer), aunque en realidad se trata de una estrategia para sacarla de su escondite y colocarla en el punto de mira de una conspiración que al final no importa demasiado, con la mala suerte de que ese mismo día le visita su hijo Edward para presentarle a su prometida Kayla (Shalom Brune-Franklin), hija del magnate Aaron Cross (Alan Dale). 

Como es habitual en los guiones de los hermanos Williams, hay una subtrama que parece desconectada de la principal, pero que acabará encontrándose con ella, en este caso protagonizada por un informático holandés llamado Jasper De Vogt (David Dencik) que podría tener información inculpatoria contra Alan Cross y sus negocios turbios, pero que se encuentra preso en una cárcel de Libia, de la que acaba huyendo para ser perseguido también. Si en otras series han contado con el actor islandés Ólafur Darri Ólafsson como una pieza clave, ahora apuestan por otro excelente actor nórdico, el sueco David Dencik, al que hemos visto recientemente en Último acto (Movistar Plus+, 2024) y Familias como la nuestra (Movistar Plus+, 2024), y pronto volveremos a ver en El dinero de otros (Filmin, 2025). También hay cierto paralelismo entre la antagonista Marie (Gina Gershon), que está rodeada de cierto misterio aunque parece tener un asunto personal con Julie, y el personaje del mafioso al que interpretaba Tcheky Karyo en Boat story. De manera que Asesina a sueldo utiliza elementos reconocibles en este tipo de thrillers con toques de humor negro que básicamente elaboran un guión relativamente descabellado para construir una propuesta entretenida que en este caso tiene como principal característica la de incorporar a una asesina de edad madura que no es habitual en estas series de acción. En todo caso, la apuesta de los hermanos Williams, una producción estrenada en varios países a través de Prime Video y en Latinoamérica a través de Universal+, funciona bien cuando desarrolla la relación entre Edward y su madre Julie, llena de preguntas y secretos, especialmente sobre quién es ella, por qué le ha mantenido alejado y cuál es la identidad de su padre. Los dos actores funcionan bien en las personalidades diferentes de sus personajes, y las escenas en las que intercambian sus incertidumbres están bien escritas. Pero Asesina a sueldo quiere tener este aire a lo James Bond, así que recorre varios países, desde las islas griegas de los primeros episodios hasta Albania, Libia, Reino Unido e incluso España, aunque las secuencias españolas no se han rodado en nuestro país. Y aparecen brevemente algunos actores invitados como el mencionado Richard Dormer y Jack Davenport, interpretando a otros asesinos a sueldo, lo que también le proporciona cierto brillo. El desarrollo de Asesina a sueldo es bastante absurdo, pero tampoco importa si la historia es lo suficientemente entretenida.

La joven George Sand
  
★★☆☆
Filmin - 5 de agosto
Francia-Bélgica, 2025 - 4x52'
Creada por Georges-Marc Benamou, Henri Helman
Dirigida por Rodolphe Tissot
Atlántida Film Fest '25: Sección Series

El escritor y productor Georges-Marc Benamou (1957, Argelia) viene realizando en los últimos años interpretaciones de personajes y textos clásicos desde una perspectiva actual, a veces con éxito como en Les aventures du jeune Voltaire (France tv, 2021), y otras con menos fortuna como en la equivocada adaptación de La peste (Sundance TV, 2024), siempre en el formato de miniseries de cuatro episodios. Una de las figuras a reivindicar en un contexto de recuperación de algunos discursos antifeministas es la escritora George Sand (1804-1876, Francia), que está considerada como una de las pioneras de la lucha por los derechos de las mujeres a través de su conflicto judicial con su marido maltratador y su libertad sexual en la Francia del siglo XIX. Desde hace tiempo hay una corriente que pide que George Sand sea incluida dentro del Panteón de París, donde se encuentran los féretros de 81 personalidades ilustres de las artes y las letras, 75 hombres y 7 mujeres. La primera personalidad femenina que se incluyó fue Marie Curie en 2004, y la petición es que George Sand sea también incorporada en 2026, en el 150 aniversario de su muerte, como una figura simbólica de la República francesa a través del depósito de un cenotafio, un féretro que no contiene el cuerpo sino solamente tierra. En la miniserie estrenada esta semana La joven George Sand (Filmin, 2025), que comienza en 1830, se narra la historia de Aurore Lucile Dupin (Nine d'Urso) antes de adoptar el seudónimo con el que firmaba sus libros. Los primeros episodios muestran su matrimonio con el barón Casimir Dudevant (Vincent Londez), que le proporciona una posición privilegiada pero en el que se resiste a ser reducida al papel de esposa sumisa, a pesar del carácter violento de su esposo, quien en una de las primeras escenas, alcoholizado, la viola. Aurore sin embargo se muestra desafiante y llega a mantener una relación secreta con Jules Sandeau (Aymeric Fougeron), con el que huye a París perseguida por un espía del barón. Hay algunos aspectos que pueden resultar sorprendentes para los que no conozcan la trayectoria de la escritora: ayudada por Honoré de Balzac (Anton Csaszar) y un grupo de intelectuales, publica una de sus obras más conocidas, Indiana o las pasiones de Madame Delmare (1832), en la que retrata precisamente a una aristócrata con un marido violento. Dentro de una sociedad principalmente controlada por hombres, Aurore adopta el seudónimo de George Sand para poder publicar y obtiene un permiso oficial para "travestirse", es decir, vestir con pantalones y chaqueta sin ser detenida. Y su impulso vital la lleva a tener una vida sexual considerada poco apropiada para la época, con amantes como el escritor Alfred de Musset (Oscar Lesage), la actriz Marie Dorval (Barbara Pravi) y su propio abogado, Michel de Bourge (Yoann Blanc), lo que despierta la animadversión de una parte de la sociedad francesa.

Para un personaje tan complejo como la escritora francesa, La joven George Sand resulta demasiado academicista, y se ha discutido en Francia la elección de la actriz Nine d'Urso interpretando a la protagonista, porque con su físico esbelto y alto no parece representar exactamente a la imagen real de George Sand, descrita como de baja estatura y poco esbelta. Pero precisamente esta elección refleja lo que pretende hacer la serie, más interesada en la figura simbólica del personaje como una pionera del feminismo, que en su faceta como autora, a la que apenas se hace referencia. De hecho, su aspecto físico recuerda más al personaje de Gentleman Jack (HBO Max, 2019-2022) que a la propia George Sand. Aceptando que la miniserie no pretende ser una traslación exacta de los hechos históricos, podemos encontrar una forma novelada de interpretar la vida temprana de la escritora, algo que ella misma hizo en sus libros, revelando siempre su carácter desafiante frente a los convencionalismos de la época. Hay algunas descripciones demasiado caricaturizadas como la del barón de Dudevant que podrían haberse suavizado con mayor habilidad, lo que no hubiera eliminado el retrato transgresor de la protagonista. Pero resulta interesante la descripción del concepto de la sexualidad femenina desde un punto de vista masculino que no parece entenderlo, y la representación de los encuentros sexuales de George Sand define en cierta manera esta mirada diferente hacia el sexo como el reflejo de una ansiada libertad personal. Lo que también está subrayado en la propia dirección de Rodolphe Tissot (1974, Francia), director de la miniserie Les espions de la terreur (M6, 2024), a través de unas imágenes en las que predomina la transmisión de las sensaciones, tanto en las acciones de violencia como en las sexuales, más que en la propia descripción de las palabras. La última parte de la miniserie está enfocada en el juicio en el que George Sand pide que el tribunal le conceda la separación de su marido por "graves insultos, abusos y malos tratos", lo que en una época en la que no existía el divorcio era otra forma de desafiar las normas. La joven George Sand ofrece una interpretación de la escritora como una rebelde feminista, aunque el personaje hubiera necesitado precisamente una visión menos clásica y más transgresora que lo que propone finalmente la serie. 

Rebels
  
★★★☆
Filmin - 12 de agosto
Dinamarca, 2024 - 5x30'
Creada por Jesper Fink, Mads Matthiesen
Dirigida por Mads Matthiesen
Aarthus Awards '24: 2 Nominaciones: Dirección, Guión
Robert Awards '25: 3 Nominaciones: Serie de formato corto, Actor, Actriz

Entre los lugares más visitados de Copenhague, desde Frederiksberg hasta Østerbro, el barrio de Nørrebro es uno de los más multiculturales y activos en la lucha contra la especulación inmobiliaria y contra leyes polémicas del gobierno socialdemócrata de Mette Frederiksen como el llamado "Ghettoplanen" que se aprobó en 2018, por el que se desalojaron zonas consideradas puntos negros propensos a convertirse en guetos para entregarlas a inversores privados. Como un símbolo de la permanente lucha contra la especulación, hay un terreno vacío en la calle Jagtvej, 69, en el barrio de Nørrebro, que no se encuentra entre las recomendaciones turísticas tradicionales pero es visitado por muchos viajeros. Allí estaba situada la llamada Casa de la Juventud, un edificio que el ayuntamiento había cedido en 1982 a organizaciones juveniles que la habían convertido en un lugar de acogida y de celebración de conciertos. Pero en 2000, la propiedad fue comprada por la Iglesia Evangélica Faderhuset que decidió llevar a cabo el desalojo de los jóvenes, iniciándose una batalla política y urbana que duró siete años, hasta que el edificio fue demolido y hasta ahora permanece vacío, lo que es un reflejo de la insensatez de un enfrentamiento que fue impulsado por razones políticas y especulativas. La miniserie Rebels (Filmin, 2024) es el relato de los acontecimientos ocurridos dentro de este grupo de jóvenes en los seis últimos meses antes de que la policía antidisturbios llevara a cabo una operación violenta y brutal de desalojo del edificio en 2007. Creada por Jesper Fink (1985, Dinamarca), guionista de la película Stranger (Mads Hedegaard, 2025), que clausuró el pasado Festival de Gotemburgo, y Mads Matthiesen (1976, Dinamarca), director del largometraje Teddy bear (2012) que fue seleccionado en el Festival de Gijón, la serie está contada principalmente desde el punto de vista de esta comunidad de jóvenes, pero muestra también los conflictos y las tensiones que se vivieron dentro de ella. Aunque está inspirada en hechos reales y utiliza numeroso material de archivo, tomando como base entrevistas realizadas a algunos de los que participaron en esta lucha, los personajes y el desarrollo de la historia son ficticios.

Comenzando en diciembre de 2006, cuando aún había negociaciones pacíficas con el ayuntamiento de Copenhague como intermediario, la protagonista es Iben (Thit Aaberg), una joven idealista de 22 años que forma parte del grupo de negociación que quiere encontrar una salida pacífica, situándose a veces en una zona incómoda entre las propuestas que recibe (entre ellas trasladarse a otro edificio) y los deseos del grupo de jóvenes por preservar un espacio que les fue entregado veinte años atrás. Entre ellos se encuentra su novio Alex (Elias Budde Christensen) y los líderes más radicales, Stoffer (Vilmer Trier Brøgger) y Signe (Sandra Guldberg Kampp), contrarios a ceder con la entrega del edificio a cambio de otro lugar impersonal donde tener que reconstruir todo lo que han conseguido. Aunque solo sea una comunidad que suele comer fideos instantáneos que encuentran en los contenedores de basura, convivan con una plaga de chinches y ofrezcan un servicio de comida comunitaria poco saludable. La entrada en el grupo de una adolescente, Camilla (Anne Daneskov Petersen), que ha huido de la casa de sus padres, refleja cómo la solidaridad de la comunidad de jóvenes y la apertura a la participación de todos, es más un idealismo que una realidad, y muestra el peligro de que su funcionamiento interno se acabe desviando hacia una estructura parecida a la de una secta. Rebels ofrece por tanto una mirada crítica que trata de equilibrar la justicia social con la verdadera naturaleza de los conflictos internos, pero manteniendo a los principales responsables políticos de esa confrontación en el plano de la realidad. La alcaldesa de Copenhague, Ritt Bjerregaard, y la fundadora de la iglesia Faderhuset, Ruth Svenson, solo aparecen a través de sus declaraciones a la televisión de la época, de manera que se establece una conexión del lado político y especulador con los acontecimientos verídicos. También se introduce en el episodio Trincheras (T1E4) una incursión en el punto de vista de los antidisturbios en la reunión de preparación del asalto, que no admite el cuestionamiento a pesar de ser una operación claramente desproporcionada: "Son solo niños", dice un policía. "¿Para qué llevar armas automáticas si ellos no están armados?". Aunque la estructura de cinco episodios de 30 minutos se siente demasiado limitada para profundizar en los personajes, Rebels hace un buen trabajo en la descripción de los acontecimientos y mantiene un grado de tensión cada vez mayor. Nominada a tres premios Robert del cine y la televisión daneses, entre ellos los intérpretes principales, esta miniserie consigue reflejar las razones de un idealismo que se enfrenta a un sistema imperfecto. En una escena, Iben y Alex acuden a un banco para iniciar el proceso tradicional de hipotecar toda su vida para comprar un apartamento que no será suyo hasta treinta años más tarde. Mientras en las calles de Nørrebro se mantienen pintadas que indican la permanencia de la confrontación con la especulación y las agendas políticas alineadas con el sector privado: "Intet glemt, intet tilgivet (Nada olvidado, nada perdonado)". 

Todo esto te daré
  
★★★☆
Filmin - 19 de agosto
Francia, 2024 - 6x50'
Adaptada por Françoise Charplat, Pascal Fontanille
Dirigida por Nicholas Guicheteau

Nos acercamos en esta ocasión a la adaptación francesa de una novela de la escritora española Dolores Redondo (1969, San Sebastián), que en los últimos meses ha firmado varios acuerdos para próximas adaptaciones. Su exitosa Trilogía de Baztán (2012-2014, Ed. Destino) ya fue trasladada al cine en tres películas dirigidas por Fernando González Molina, pero recientemente la productora británica Pure Fiction anunció que también la adaptará, esta vez en formato de serie, incluyendo la precuela La cara Norte del corazón (2019, Ed. Destino). También su penúltima novela, Esperando al diluvio (2022, Ed. Destino) será llevada al cine por la productora Zebra Producciones, mientras que Todo esto te daré (2016, Ed. Destino), la novela con la que consiguió el Premio Planeta, ha sido adaptada en esta miniserie en Francia. Todo esto te daré (Filmin, 2024) ha mantenido buenos niveles de audiencia alcanzando casi cuatro millones de espectadores, que no superaron los 5 millones que obtuvo Rivière perdue (TF1, 2024), el remake francés de La caza: Monteperdido (RTVE, 2019-2023), pero se mantuvo en un nivel destacado. La historia mezcla los elementos comunes de las sagas familiares que tratan de mantener su legado, con una investigación que revelará secretos y mentiras. Y el trabajo de adaptación es destacable, manteniendo algunos elementos de la novela, como el nombre del protagonista, pero introduciendo un cambio de escenario a la Provenza francesa, que aporta una tonalidad diferente pero igualmente majestuosa que la Ribiera Sacra de Galicia donde se desarrolla la novela. Manuel Ortigosa (David Kammenos) es un escritor de éxito que recibe la noticia de la muerte de su marido, Aymeric (Alexis Loret) en un accidente de coche. Cuando viaja a la Provenza, donde la familia terrateniente de su pareja dispone de propiedades y viñedos, descubre sin embargo que Aymeric ha ocultado a su familia que era homosexual y estaba casado. Siendo el único dueño de las propiedades de la familia, su decisión de dejar en el testamento toda la herencia en manos de Manuel provoca un terremoto en las relaciones familiares, que no está dispuesta a permitir que su patrimonio recaiga en un desconocido. La Marquesa (Nicole Calfan) es una mujer fría que ni siquiera tiene aprecio por sus hijos, debido a una razón que se descubre más adelante, en una familia que ha sufrido anteriormente la tragedia del suicidio de Enguerrand, hermano de Aymeric y de la que también forma parte Joffrey (Aurélien Wilk), el único que ha permanecido en la mansión familiar, quien piensa que debe ser el legítimo heredero. Hay algunos personajes estereotipados de este tipo de sagas familiares, incluido un atractivo sacerdote llamado Lucas (Lionel Erdogan) que por supuesto tiene una relación romántica secreta, pero que juega un papel más secundario en la serie que en la novela. La adaptación resume en seis episodios una historia que resulta más interesante cuando el policía retirado Richard Saugier (Bruno Solo) tiene dudas sobre el accidente de Aymeric e intenta averiguar con la ayuda de Manuel cómo murió realmente su marido. El popular actor de comedia Bruno Solo, creador de clásicos de la televisión como Caméra Café (Calt, 2001-2007) que fue adaptado con gran éxito en España, interpreta con solvencia a un personaje complejo, que tiene algunos ramalazos homofóbicos y un pasado del que no puede sentirse orgulloso. A lo largo de la investigación, sin embargo, Manuel y Richard acaban formando un tándem comprometido que descubre el origen de la pesada carga que soporta la familia Castelmore.

La adaptación ha sido realizada por Françoise Charpiat, que ha trabajado en telenovelas como Plus belle la vie (France 3, 2002-2002) y Pascal Fontanille, uno de los responsables de Les bracelets rouges (TF1, 2018-2023), la versión francesa de Pulseras rojas (Filmin, 2011-2013) que estrenó el año pasado su quinta temporada. Y consiguen elaborar una trama fluida que navega entre el típico drama de sobremesa y una mirada más contemporánea en torno a la manera en que una familia tradicional debe adaptarse a una sociedad que se sostiene menos en los privilegios de clase. Es interesante la relación de la sirvienta Hermine (Annie Gregório) con la Marquesa, sobre todo cuando sabe que no está directamente a su servicio. Mientras que la veterana actriz de 76 años Nicole Calfan, dama del teatro a la que hemos visto recientemente en Alphonse (Prime Video, 2023-), compone un personaje con tal desapego a la realidad y tan cruel en sus apreciaciones en torno a sus hijos, que acaba siendo la imagen de la decadencia de los Castelmore. Al principio no reconoce la verdad de que su hijo Aymeric se haya casado con un hombre: "Ningún miembro de la familia Castelmore se rebajaría a una relación tan repugnante", e incluso siente desprecio por su nieto Arsène (Alexander Mari-Mcsween), por haber nacido de la relación de Enguerrand con una mujer negra. Cuando su otra cuñada, Catherine (Louise Monot) le anuncia que está embarazada, comenta: "No sabes la alegría que me da tener un nieto que se parezca a nosotros", dentro de una historia de formato clásico en la que sobresalen unos personajes que comparten cierta fragilidad por el peso de su pasado. Todo esto te daré es una adaptación solvente de una novela con textura de culebrón que consigue traspasar el formato de saga familiar tradicional y que cuenta con una extraordinaria banda sonora de Erwann Kermorvant, uno de los mejores compositores de cine franceses, que transmite la desolación de unos personajes heridos emocionalmente. 

Réquiem for Selina
  
★★★☆
SundanceTV - 26 de agosto
Noruega, 2025 - 6x48'
Creada por Emmeline Berglund, Benjamin Berglund
Dirigida por Rike Gregersen, Ole Sebastian Kåss
Séries Mania '25: Premio estudiantes - Panorama Internacional
Premios Gullruten '25: Mejor Serie Dramática, Dirección, Actriz principal, Maquillaje

La historia de Requiem for Selina (Sundance TV, 2025) se centra en el auge de los blogs rosas, que surgieron a principios de los años 2000, se desarrollaron gracias a la adquisición de algunos medios de comunicación que aumentaron su difusión, y posteriormente fueron sustituidos por las redes sociales y los pódcast. Las rosabloggers fueron las primeras influencers, y entre ellas en Noruega destacó la popularidad de Sophie Elise, carne de la prensa rosa, en la que está más que inspirada esta serie, tanto que ella misma firma como consultora de guión. Sophie Elise fue descrita en algunos medios como "la influencia más peligrosa para la juventud noruega", porque la publicidad de sus continuas operaciones estéticas promocionaba la superficialidad y el culto al cuerpo en el peor sentido de la palabra (recientemente se ha sometido a una nueva operación para reducir el tamaño de los pechos que se había aumentado en otras operaciones años atrás). De hecho, una de las anécdotas reales que cuenta la serie es que, el mismo día que cumplió 18 años, viajó a Turquía para realizarse su primera operación estética, que no salió tan bien como esperaba. Para los espectadores noruegos, por tanto, muchos de los relatos que se cuentan en la serie son reconocibles, y por tanto tienen una perspectiva diferente a la de los espectadores que no conocen la realidad que ha mantenido a Sophie Elise como una figura popular desde 2014 hasta la actualidad. Pero eso no es un obstáculo para reconocer en Requiem for Selina una serie de narrativa original, estéticamente apasionante, que sabe manejar un sentido del humor negro para, al mismo tiempo que satiriza el mundo de los influencers, extraer los aspectos trágicos de sus historias. La serie comienza cuando Celina Isabell (Elli Müller Osborne) es todavía una desconocida joven de 17 años que vive en un pequeño pueblo del Norte de Noruega (se cuenta que el acento norteño de la actriz es perfecto), y empieza a sufrir el acoso de sus compañeros cuando en su incipiente blog se inventa un personaje que dice haber tenido una relación sexual con el chico más popular del instituto que, por supuesto, tiene novia. Pero este acoso también la impulsa a refugiarse en un personaje semi-ficticio que se convertirá en la Selina del título. Convencida de que su destino es ser famosa, se somete a una operación de aumento de pechos en Turquía en cuanto puede decidirlo por ella misma, y consigue una primera portada en revistas masculinas como FHM. 

La serie creada por Emmeline Berglund y escrita junto a su hermano Benjamin Berglund, ha tenido una trayectoria complicada. Primero fue un proyecto para TV2, uno de los canales escandinavos más destacados, que sin embargo rechazó el tono de humor negro que querían darle. Estuvo también a punto de convertirse en un proyecto de HBO Nordic, que se interesó en desarrollarlo, pero justo en el momento en que la reciente Warner Bros. Discovery decidió cerrar casi todas las oficinas de producción europeas de HBO, así que finalmente acabó en la televisión pública noruega. Evitando una narrativa cronológica, la estructura de Requiem for Selina pasa de dedicar episodios a momentos destacados de la trayectoria de la protagonista, a retroceder o adelantarse en el tiempo, como en El soly la luna (T1E3) que comienza con el final de la historia, cuando Selina representa su propio suicidio, que ya está anunciado en el título. Hay un tono irónico en el relato que hace ella misma como narradora, tan caótica a la hora de contar su propia historia como es su propia vida, cada vez más envuelta en operaciones, adicciones a las drogas y competitividad con otras blogueras del mundo rosa. Algunas de ellas representan a influencers reales de la vida social noruega, especialmente en el episodio La ciudad perdida de la Atlántida (T1E4), en el que compite con la popular Natalie (Mina Dale) y sobre todo con la estirada Linda (Ingrid Myhre Løvik). Pero es en su relación con el escritor Nikolaj (Pål Sverre Hagen), que representa una relación real que tuvo Sophie Elise con un conocido comediante noruego, en la que se muestran las verdaderas vulnerabilidades de la protagonista, a la que Elli Müller Osborne aporta una mezcla de inocencia tonta y soledad trágica. Los directores escogidos refuerzan la estructura de la serie, más comedia negra al principio, con Rikke Gregersen, que dirigió la miniserie Ida takes charges (Viaplay, 2022), también protagonizada por Elli Müller Osborne, y tomando el relevo por parte de Ole Sebastian Kåss, director de la serie juvenil Bestia (Filmin, 2023), para una segunda parte más dramática

La propia Selina califica su historia como una tragedia, y hay incursiones en la salud mental, especialmente a través de un amigo de la infancia, Johan (Oliver Sletvold Andersen), que precisamente tiene ese final trágico que ella representa para sí misma. Pero también es capaz de utilizar este drama personal para ganarse el favor del público cuando participa en el concurso Star Dance, una especie de Mira quién baila (TVE, 2005-2014), una franquicia televisiva muy popular en la época. La serie tiene la capacidad de transmitir la superficialidad de ese mundo rosa al mismo tiempo que se siente conmovedora en la descripción de un personaje que asume el destino de su soledad, especialmente cuando se enfrenta a un embarazo que no quiere llevar adelante porque piensa que su hija sufrirá el mismo acoso que ella ha sufrido cuando se enfrente a las consecuencias de tenerla como madre. Es interesante cómo se refleja la manera en que el mundo editorial de escritores pretenciosos mira con desdén a un personaje que es atraído para que cuente su historia en un libro, como una intrusa intelectualmente inferior, para darse cuenta sin embargo que ese es el tipo de historias que los lectores quieren leer, convirtiendo su libro Norges farligste forbilde (El modelo más peligroso de Noruega) en un número uno de ventas. De manera que Selina consigue traspasar las barreras que la separan del reconocimiento como parte de la cultura popular en una sociedad que se rinde a su realidad falsa. Cuando Nikolaj la invita a bañarse desnudos en un lago, ella se niega porque una cosa es mostrar su cuerpo en Instagram falseando con maquillaje las cicatrices de las operaciones estéticas, y otra muy distinta es mostrarlo al natural. Selina es un personaje trágico que está constantemente luchando contra el olvido que no se puede permitir, y la serie se esfuerza en demostrar que, lejos de la idiotez superficial que se atribuye a las blogueras rosas, se esconden jóvenes que han sabido manejar auténticos negocios de éxito, empresarias de sus propias intimidades. El plano final que rompe la cuarta pared sugiere que la historia está contada por una narradora no fiable, y por tanto, que quizás nos ha manipulado con un relato tan falso como el cuerpo que ha ido transformando a lo largo del tiempo. 

Yo, Jack Wright
  
★★★☆
Movistar Plus+ - 26 de agosto
Reino Unido-Bélgica, 2025 - 6x43'
Creada por Chris Lang
Dirigida por Tom Vaughan

También aborda las ambigüedades morales y los traspasos hereditarios la última creación de Chris Lang (1961, Inglaterra), el responsable de la mejor serie policíaca británica de los últimos años, Unforgotten (ITV, 2015-), incluso por encima de la celebrada Line of duty (Netflix, 2011-), que regresará en 2026 con una séptima temporada. Unforgotten logró superar un cambio importante en sus protagonistas mucho mejor que Shetland (Filmin, 2013-), y Chris Lang ha escrito otros dramas como El ladrón, su esposa y la canoa (Filmin, 2022) y ha realizado alguna incursión en el drama nórdico con la miniserie finlandesa Mi hijo Joel (Elisa Viihde, 2022). Yo, Jack Wright (Movistar Plus+, 2025-) ya anuncia desde el final de la temporada una continuación, y desde el principio parece claro que se trata de un divertimento en el que Chris Lang ha introducido los elementos característicos de las clásicas series de investigación policial, una especie de mezcla entre Succession (HBO, 2018-2023) y una novela de Agatha Christie que comienza con el aparente suicidio del magnate del ladrillo Jack Wright (Trevor Eve). Pero su testamento, del que toma título la serie, prácticamente deja sin herencia a sus dos hijos, John (Daniel Rigby) y Graham (John Simmon), y a su tercera esposa Sally (Nikki Amuka-Bird), mientras que su nieta Emily (Ruby Ashbourne Serkis), que vivía en Los Angeles apartada de la familia, hereda las acciones de su empresa JK Wright Limited y el puesto de directora ejecutiva, y su primera esposa Rose (Gemma Jones) recibe 500.000 libras. Casi nadie está contento con las decisiones tomadas en la herencia, y casi todos recurrirán a diferentes estrategias para cambiarla, desde la impugnación hasta tratar de declarar incapacitado al testador, y así obligar a que se anule la validez del actual testamento y se reconozca el anterior, mucho más favorable. 

La estructura narrativa de Yo, Jack Wright introduce declaraciones en el presente de casi todos los herederos, dándole un aire de true crime, de manera que sabemos más o menos qué consecuencias tendrá esta guerra familiar en cada uno de ellos, pero no sabemos cóm0 han llegado hasta esa situación. Para la mayoría, el testamento podría haber sido la solución a sus problemas: Gray está continuamente acosado por las deudas de su restaurante, John esperaba ser promocionado como director ejecutivo después de ser el único que ha dedicado su carrera a la empresa de su padre, y Sally pensaba que, como última esposa de Jack Wright, merecía algo más que una casa que está obligada a vender cuando pasen cinco años. Al mismo tiempo hay una investigación policial, porque desde el episodio Every single penny (T1E1) el suicidio tiene indicios de ser un asesinato, cuya investigación lideran la inspectora Katie Jones (Liz Kingsman) y el inspector jefe Hector Morgan (Harry Lloyd), quien en sus interrogatorios suele terminar con la frase "Just one more thing (Una última cosa)" tan característica del teniente Colombo (Peter Falk) en la clásica serie policíaca. Hay una cierta ironía en el guión que alimenta una historia en la que se refleja el poder de un testamento para premiar o castigar a los miembros de una familia, como una forma de revelar las auténticas relaciones personales: "Al final, habría que decir que el testamento se hizo eco de su vida. Cruel. Narcisista. Mezquino. Pero también extrañamente opaco", dice Sally Wright en el episodio Testament (T1E6). Los personajes utilizan todos los recursos posibles para conseguir una parte de ese legado económico que consideran que merecen, mientras acusan a Emily de recibir una herencia inmerecida. Aunque conforme se desarrolla la historia, ella tampoco parece ser tan inocente como se supone, y Ruby Ashbourne Serkis, hija de los actores Lorraine Ashbourne y Andy Serkis, que ya interpretó un destacado personaje en la miniserie Matthew Shardlake (Disney+, 2024), demuestra una gran versatilidad. A veces da la sensación de que ocurren demasiadas cosas al mismo tiempo, pero la capacidad de Chris Lang para elaborar tramas que están perfectamente relacionadas permite que Yo, Jack Wright mantenga siempre la tensión y resulte por momentos muy divertida en su adopción del tono de comedia negra. Es una mirada mordaz hacia ese mundo de las herencias familiares cuando las relaciones se basan más en los bienes materiales que en las cercanías personales, y acaba siendo un relato muy entretenido que sabe elaborar giros inesperados, enmarcados en las entrevistas flashforward con las que comienza y termina cada episodio que también acaban introduciendo capas adicionales de misterio.  

Virdee
  
★★☆☆
Filmin - 2 de septiembre
Reino Unido 2025 - 6x60'
Creada por AA Dhand
Dirigida por Mark Tonderai, Milad Alami, Mo Ali

Si hay una industria que tiene especial dedicación a las tramas policíacas es Gran Bretaña, de donde han surgido algunas de las series de detectives más destacadas del panorama televisivo. Pero esto también conlleva una búsqueda constante de evitar la repetición, que en algunos casos como el que nos ocupa se enfoca en el retrato de una comunidad a través de una trama de investigación más o menos convencional. La particularidad de Virdee (Filmin, 2025), estrenada el pasado mes de febrero en BBC, es que se desarrolla en la ciudad de Bradford, una de esas poblaciones que alcanzó prosperidad durante la revolución industrial y que posteriormente ha ido transformándose en una zona de rica multiculturalidad proporcionada por la inmigración, primero de los irlandeses y después de ciudadanos procedentes del sur de Asia a mediados del siglo pasado, especialmente de países como Bangladesh, India o Pakistán. Como curiosidad, la ciudad cuenta con un teatro fundado en 1914 y llamado The Alhambra que, efectivamente, toma su nombre del palacio de la Alhambra de Granada. La serie comienza con una tensa persecución en la que el detective Harry Virdee (Staz Nair) corre detrás de Novak Rexa (Lewis Goodoy) cerca de las vías de tren. La cámara se desplaza junto a ellos, se eleva hasta tomar planos cenitales y vuelve a participar en la persecución en una mezcla de steadycam y dron que resulta bastante espectacular, ofreciendo la perspectiva de una serie que tendrá destacados momentos de acción, aunque durante el desarrollo puede llegar a ser decepcionante en este aspecto. Harry Virdee es un detective protagonista de una pentalogía escrita por AA Dhand, que se ha encargado también de adaptar a la pantalla el tercer libro, City of sinners (2018). Después de su jornada de trabajo, el protagonista regresa a su hogar donde le espera su esposa Saima (Aysha Kala) para acudir a una boda, en la que Harry se encontrará por primera vez en muchos años con sus padres. Mientras su madre Jyoti (Sudha Bhuchar) es más comprensiva, Ranjit (Kulvinder Ghir), el patriarca de la familia Sij, no aprueba el matrimonio de su hijo con una mujer musulmana, lo que establece la historia de fondo del detective, envuelta a lo largo de la temporada en un intento de ser aceptado y perdonado. El final de primer episodio es una humillación que refleja con bastante impacto la necesidad de aceptación y el trauma del rechazo paterno, que será el elemento emocional que acompaña al personaje. Sin embargo, frente a esta ruptura, la relación que mantiene con Saima es particularmente conmovedora, formando una pareja que de alguna forma ha construido su propio espacio alejado de las influencias ajenas. Pero si Harry Virdee es capaz de humillarse hasta extremos insoportables para recuperar la relación con su familia, en el plano profesional es un detective seguro de sí mismo. La persecución del comienzo establece una de las investigaciones principales, en torno a la desaparición del adolescente Ateeq Farooqi (Yousef Naseer), pero el principal caso surge cuando la joven Priti Parmar (Sarah Person) es asesinada de una forma que sugiere un ritual. Harry Virdee conoce a las comunidades asiáticas y sabe qué familias están dispuestas a hablar y cuáles están separadas por castas.

Este aspecto de comunidad multicultural, pero en realidad pequeña, es uno de los más destacados de la serie: cuando Ranjit, el padre de Harry, sufre un infarto, la enfermera que le atiende es Saima, la esposa de su hijo, aunque él ni siquiera la reconoce porque nunca le ha dado la oportunidad de formar parte de su familia. Y la periodista tocapelotas de este tipo de tramas policíacas es Tara (Nina Singh), que también es la sobrina de Harry, representando a una generación que ya no está tan preocupada por los traumas del pasado, de manera que hay una vinculación entre comunidad y familia que no es posible separar de las investigaciones criminales que lleva a cabo el detective. A pesar de eso, Virdee a veces está elaborada con diálogos algo pesados, algunos demasiado explicativos, como cuando los personajes hablan entre sí sobre aspectos que deberían conocer, pero en realidad se trata de información que se le está dando al espectador, lo que provoca cierta artificialidad en algunos momentos. Conforme pasan los días en los que el adolescente no aparece y se desarrolla la investigación del asesinato, Harry Virdee y su compañero Khalil Amin (Danyal Ismail) se adentran en terrenos más oscuros relacionados con el tráfico de drogas, que enfrenta a dos bandas rivales que controlan la venta en la ciudad de Bradford. Pero también surgen conflictos éticos en el propio Harry cuando se plantea si los métodos ortodoxos de la policía sirven realmente para adentrarse en los recovecos de una comunidad que utiliza el silencio para sobrevivir, situándose más cerca de la posición de su cuñado Riaz (Vikash Bhai), quien lidera una de las bandas que controlan el tráfico de drogas en Bradford, y que prefiere manejar los asuntos extraoficialmente. Este conflicto moral no es nuevo en este tipo de policíacos, pero se maneja bien en el caso de Virdee, sobre todo cuando se revela la identidad del principal antagonista, Jai Pawa (Ramon Tikaram), aportando una historia de fondo en el Episodio 5 (T1E5) que se sitúa en Punjab en 2017. El autor de los libros y de la adaptación como serie, el escritor británico-asiático AA Dhand, ha afirmado que el personaje de Harry Virdee está inspirado en Harry El Sucio, pero la serie pretende ir más allá de un drama policíaco, para ofrecer un retrato de las comunidades étnicas minoritarias y sus relaciones. Virdee no es siempre una serie acertada, tratando de introducir tantos aspectos que algunos quedan desdibujados, pero mantiene el interés y sabe manejar los cliffhangers con efectividad, revelándose como un drama sobre los conflictos morales y un estudio sobre la convivencia y la intolerancia.


The Brutalist se podrá ver en SkyShowtime desde el 30 de agosto.
Culpa cero se podrá ver en Movistar Plus+ desde el 2 de septiembre.
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Películas mencionadas (disponibles en la fecha de publicación):

Cónclave, La habitación de al lado y El Conde de Montecristo se pueden ver en Movistar Plus+.
Amateur y Elton John: Never too late se pueden ver en Disney+.
Robot salvaje se puede ver en Movistar Plus+ y SkyShowtime.
Emilia Pérez se puede ver en Filmin y Movistar Plus+.
Los pecadores se puede ver en HBO Max y Movistar Plus+.
Blitz se puede ver en Apple tv+.
El robo del siglo y La amabilidad de los extraños se pueden ver en Filmin.
Ehrengard: El arte de la seducción se puede ver en Netflix.