Deliver us from evil es una historia de terror, que da mucho más pavor al saber que los protagonistas son reales y que el dolor inflingido es real.
La apariencia del padre O’Grady es amable. Su ligero acento irlandés y su especial sosiego mientras habla lo perfilan como alguien cercano, apacible, capaz de despertar confianza en cualquier persona, pero principalmente en quienes han sido educados con los preceptos del respeto a una institución eclesiástica que debe ser su guía espiritual. Esto lo reflejan algunas de las víctimas del padre O’Grady; sintieron confianza, le abrieron las puertas de sus casas, le acogieron como uno más de la familia.
Quizás es difícil ver esta buena predisposición en nuestro país, y quizás pequeñas poblaciones fervientemente católicas de los Estados Unidos sean un buen caldo de cultivo para estos lobos con piel de cordero.
Pero los primeros minutos del documental Deliver us from evil (Líbranos del mal), aún conociendo los actos delictivos de su protagonista, le hacen parecer como una persona arrepentida de sus “equivoc

Deliver us

Porque estamos ante una auténtica película de terror, mucho más terrorífica al saber que sus protagonistas son reales y que el dolor inflingido es real. Y emocionante precisamente cuando una de las familias que había depositado su confianza en el párroco, confiesan su pavor cuando descubrieron que su hija había sufrido abusos desde los 5 hasta los 12 años. Pero no menos escalofriante es el nefasto papel que la iglesia católica norteamericana (y por extensión el propio Vaticano, cuando el ahora Papa Ratzinger ostentaba una posición directamente relacionada con la ética cristiana) jugó en el desarrollo de las constantes denuncias que los padres presentaban contra el cura.
Deliver us from evil te deja sentimientos de rabia frente a la impunidad de los acosadores (a su vez, víctimas de abusos sexuales en su niñez) y el menosprecio de la institución eclesiástica hacia las víctimas, pagando el silencio con planes de pensiones. Uno de los entrevistados compara la actuación de la iglesia norteamericana con las formas de actuar de la Cosa Nostra. El documental no deja dudas al respecto.
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