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13 mayo, 2024

Las mejores series inéditas de 2024: Parte 2

Los premios BAFTA TV '24 se entregaron ayer en una ceremonia celebrada en el Royal Festival Hall de Londres, a orillas del Támesis, que por segundo año fue presentada por Romesh Ranganathan y Rob Beckett, quienes se llevaron uno de los dos premios a los que estaban nominados, el de Mejor Programa de Entretenimiento por Rob & Romesh Vs (Sky Max, 2019-). La semana anterior se habían entregado los BAFTA TV Craft Awards, que reconocen las categorías técnicas y artísticas. La ceremonia se celebró con ritmo, de nuevo retransmitida con retardo por BBC y BritBox International, pero fue una noche de final de ciclo, con varias series clásicas en sus últimas temporadas, y con algunos números musicales extraños, como una coreografía basada en la serie Peaky blinders (Netflix, 2013-2022) que nadie entendió. También fue una noche de sorpresas desde el primer galardón, el de Mejor Actriz de reparto para Jasmine Jobson por Top boy (Netflix, 2011-2023), que logró asimismo el premio como Mejor Drama. Algunas de las favoritas se fueron con escasos resultados: The Crown (Netflix, 2016-2023) sin premios, Succession (HBO Max, 2018-2023) con un galardón a Matthew MacFadyen (Actor de reparto) y Happy Valley (Movistar+, 2011-2023) con un premio para Sarah Lancashire (Actriz protagonista). Mejor suerte tuvo la miniserie El quinto mandamiento (Filmin, 2023), que logró dos BAFTA como Mejor Serie Limitada y Mejor Actor protagonista (Timothy Spall). Sorprendieron también los galardones para Such brave girls (Filmin, 2023-) como Mejor Serie de Comedia y Juice (BBC Three, 2023-) como Mejor Actor de Comedia (Mawaan Rizwan), ambas recientemente confirmadas por BBC para una segunda temporada. 

© Stuart Wilson/BAFTA
Timothy Spall, Mejor Actor Protagonista

Otra de las grandes sorpresas de la ceremonia fue el premio a Mejor Serie Internacional para el biopic Bernard Tapie (Netflix, 2023), que en los países anglosajones se estrenó con el título de Class Act: "Hola a todos, soy francés", comenzó diciendo el actor Laurent Lafitte, igual de sorprendido porque había vencido a competidoras como The bear (Disney+, 2022-), Bronca (Netflix, 2023-), Succession (HBO Max, 2018-2023) y The last of us (HBO Max, 2023-). Aunque fue un gran éxito en Francia, permaneciendo diez semanas en el Top 10 de Netflix, Bernard Tapie tuvo mucha menor repercusión en el resto del mundo, y ya resultó llamativa su nominación a los BAFTA. Tras dos nominaciones en años anteriores por Famalam (BBC Two, 2018-2020), Gbemisola Ikumelo finalmente consiguió su BAFTA como Mejor Actriz de Comedia por Black Ops (BBC One, 2023-), mientras que la gala del Festival de Eurovisión, no la del sábado pasado, sino la que presentó en Londres Hannah Waddingham en 2023, consiguió el premio a Mejor Evento en directo. Entre los reconocimientos a programas de telerrealidad, el BAFTA al Mejor Reality fue para la adaptación El juego del calamar: El desafío (Netflix, 2023). Como curiosidad, los BAFTA entregan un premio al Mejor Momento Memorable, el único votado por los espectadores: este año competían, entre otros, el giro de guión de la última temporada de Succession, la historia de Bill y Frank en The Last of us y la revelación de Ncuti Gatwa como nuevo Doctor Who, pero finalmente ganó la repercusión en las redes sociales de la escena final de Happy Valley.

© Stuart Wilson/BAFTA
Such brave girls, Mejor Serie de Comedia

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El Festival Series Nostrum presentó la semana pasada su programación para la cuarta temporada que se celebrará entre el 31 de mayo y el 9 de junio, con cambio de sede a partir de este año, desde la localidad de Altea, donde se ha venido celebrando en los últimos años, hasta la ciudad de Elche, lo que muestra su crecimiento y la necesidad de mejorar su repercusión, tanto entre el público asistente como entre los medios de comunicación. El festival se estructura en base a proyecciones de series clásicas y actuales, así como encuentros entre profesionales del medio audiovisual y cuatro premios honoríficos. Este año, los homenajes se repartirán entre nombres destacados y series relevantes: el Premio Trayectoria "Chicho Ibáñez-Serrador" se concederá al director Jaime Chávarri (1943, Madrid), que en televisión ha dirigido series como Los pintores del Prado (RTVE Play, 1974), Los libros (RTVE, 1974-1977), Tatuaje (RTVE, 1985) o La mujer duende, episodio de la serie antológica La mujer de tu vida (RTVE, 1994), aunque su trayectoria es más conocida en el mundo del cine con películas como A un Dios desconocido (1977), Dedicatoria (1980), seleccionada en el Festival de Cannes, Bearn o la sala de las muñecas (1983), Las cosas del querer (1989) o El año del diluvio (2004). El Premio Legado recaerá en la serie Amar es para siempre (Antena 3, 2013-2024), el Premio Conciencia se concederá a la serie de José Corbacho Un nuevo amanecer (atresplayer, 2024) y el Premio Repercusión será para la miniserie Nos vemos en otra vida (Disney+, 2024). Esta cuarta edición de Series Nostrum contará con sus habituales secciones de proyecciones, mesas redondas con creadores y guionistas, proyecciones de series documentales en la sección Docuseries Nostrum, y las nuevas secciones Hablando de Series y Del libro a la pantalla. El foco central del festival, que tendrá lugar principalmente en el edificio La Valona, en el campus de la Universidad Miguel Hernández, así como en algunos espacios del Ayuntamiento de Elche, está puesto en los guionistas, con un día completo dedicado a este gremio, que contará con la colaboración de DAMA, en cuya sede se presentaron las actividades del Festival Series Nostrum. 

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La Academia de Cine y Televisión de Canadá entrega el 31 de mayo los Canadian Screen Awards 2024, en una ceremonia presentada por la comediante Mae Martin, creadora de la recomendable serie Feel good (Netflix, 2020-2021). En cine destacan las 17 nominaciones para Blackberry (Matt Johnson, 2023), que en algunos países ha sido estrenada por AMC+ como miniserie; las doce nominaciones para Vampire humaniste cherche suicidaire consentant (Ariane Louis-Seize, 2023) y las once para Piscina infinita (Brandon Cronenberg, 2023). Las tres son las únicas nominadas en la categoría de Mejor Película. En televisión, parte como favorito el duro drama sobre las niñas indígenas robadas Little bird (Crave, 2023), que consiguió el premio a Mejor Serie y el Premio del Jurado Joven en la pasada edición de Serielizados '23, y que ha logrado 19 nominaciones (duplica en categorías como interpretación, dirección y montaje). Le acompañan como nominadas en Mejor Drama: Essex County (Filmin, 2023) con seis nominaciones; la cuarta temporada de Plan B (Séries+, 2017-), sobre una empresa que ofrece la posibilidad de corregir errores del pasado; la quinta y última temporada de la serie antológica de terror Slasher (Shudder, 2016-2023); y la cuarta y última temporada del drama médico Transplant (Movistar+, 2020-2023). En la categoría de Mejor Comedia, las nominadas son la serie juvenil Bria Mack gets life (Crave, 2023); la sitcom sobre trabajadores de una biblioteca pública Shelved (CTV, 2023-); la tercera temporada de la comedia familiar interpretada por Malcolm McDowell Son of a critch (CBC Gem, 2022-), que en España se puede ver a través de MGM+; la séptima y última temporada de Madres trabajadoras (Netflix, 2017-2023); y la duodécima y última temporada de Letterkenny (Hulu, 2016-2023), de la que ha salido un spin-off. También hay un apartado Digital Media que incluye categorías para web series, entre las que destacan How to fail as a popstar (CBC Gem, 2023), que comentamos más adelante, con 5 nominaciones, así como la versión inmersiva VR (Realidad Virtual) del largometraje documental Eternal Spring (Jason Loftus, 2022), estrenado en Filmin en su formato convencional. 

A continuación, repasamos diez series inéditas en España que han destacado en el panorama internacional en los últimos meses. Los siguientes comentarios se basan en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

The responder (Temp. 2)
 ★★
BBC One, 5 de mayo-2 de junio
Reino Unido, 2024 - 5x55'
Escrita por Tony Schumacher
Dirigida por Jeanette Nordahl, Mounia Akl, Charlotte Regan

Se la ha considerado demasiado oscura, pero esta serie creada por el ex-policía Tony Schumacher (1967, Reino Unido) demuestra con su segunda temporada ser uno de los mejores dramas policiales estrenados en los últimos años en la BBC. En este sentido, quizás sea injusto pero resulta inevitable comparar este rotundo ejercicio de tensión con la más decepcionante segunda temporada de Blue lights (Moistar+, 2023-), que ha necesitado renovar personajes y caer en los convencionalismos después de una extraordinaria primera temporada (ignorada de forma incomprensible en las nominaciones de los BAFTA). Si la anterior entrega tenía una conclusión satisfactoria para sus protagonistas, el guionista retoma a los personajes principales para desarrollarlos con mayor profundidad, empezando por Chris Carson (Martin Freeman), que continúa varios meses después envuelto en ese círculo vicioso en el que siempre necesita realizar encargos fuera de la ley que parecen perseguirle. Tal es su perfil de policía sobornable que nunca es capaz de separarse de la dependencia de oficiales corruptas como Deb Barnes (Amaka Okafor) o la nueva traficante de drogas Jodie Sweeney (Faye McGeever), que se ha hecho con el negocio después del desenlace en la temporada anterior de su marido Carl (Ian Hart), uno de los mejores amigos de Chris. Y además, sus relaciones poco recomendables se amplían con Franny (Adam Nagaitis), quien también tiene algunos encargos para el agente. Martin Freeman aporta las ojeras y la expresión cansada de un policía que está harto de ser un peón, y que intenta recuperar la relación con su esposa Kate (MyAnna Buring), quien está a punto de aceptar un trabajo en Londres y alejar a su hija de él. Pero su solicitud de ser trasladado a una patrulla de día es respondida con claridad por su jefe: "No quiero que te aferres a esa idea. No vas a conseguir este trabajo de día. Eso no va a pasar. Todo el mundo piensa que eres un gilipollas". De hecho, su compañera de patrulla, Rachel (Adelayo Adedayo) le tiene grabado en el móvil como "Chris dickhead". 

El regreso de los personajes nunca se siente forzado, incluso el de Casey (Emily Fairn), con una especial capacidad para atraer los problemas, y su novio con altibajos Marco (Josh Finan), que esta temporada tiene una subtrama conmovedora de redención. Lo que hace bien The responder (BBC, 2022-) es envolver a sus protagonistas de una cierta fatalidad, un tono de desesperación que provoca que tomen las decisiones menos apropiadas, incluso por parte del personaje de Rachel, una joven agente de policía que todavía se está recuperando psicológicamente de la relación que vimos en la primera temporada, lo que tendrá consecuencias impredecibles. Pero dentro de esta oscuridad que rodea a la serie, hay momentos de esperanza para los protagonistas, incluso cuando Chris consigue retomar el contacto con su padre abusivo Tom Carson, interpretado por el excelente actor Bernard Hill, fallecido a principios de mayo. Efectivamente, puede que todo sea demasiado deprimente, pero The responder gira en torno a eso precisamente, a las consecuencias de las decisiones que se toman y a las burbujas de desesperación que se pueden construir por parte de personajes que se aferran a lo que sea para tratar de sobrevivir. Lo que hace a esta segunda temporada tan sólida es que la mayor parte de las cosas que ocurren tienen su origen en acontecimientos que sucedieron en la primera, y que ahora muestran sus consecuencias, ampliando el desarrollo de los protagonistas. Si se puede considerar poco realista en algunas ocasiones, aunque muestre el trabajo de las patrullas nocturnas a través de intervenciones concretas que ofrecen también una visión algo desesperanzada de la sociedad, también aporta cierto sentido del humor, como cuando en el Episodio 2 Chris tiene que tomar una decisión radical en medio de una intervención porque llega tarde a una entrega que debe recoger en el puerto. 

La tensión es constante a lo largo de la temporada, siempre acechando a Chris a través de citas a las que llega tarde, encargos que no salen como esperaba, o móviles que no paran de sonar, y en este sentido cada episodio es tan agotador como satisfactorio. En el Episodio 4, lo único que quiere el protagonista es encontrar un momento para poder cerrar los ojos, y en este sentido la serie transmite con bastante claridad el efecto psicológico devastador de las patrullas nocturnas, aunque sea forzando la maquinaria para construir un drama que nunca deja de ser nervioso, a lo que contribuye muy bien por cierto la angustiosa banda sonora de Matthew Herbert. The responder se consolida en su segunda temporada gracias a una escritura sobresaliente, que aunque a veces puede estirar demasiado el efecto trágico que sufren los protagonistas, se construye precisamente sobre la base de una tragedia clásica, manteniendo siempre un nivel de autenticidad del que muchas series policíacas carecen. 

La fièvre ★★
Canal+, 18 de marzo-15 de abril
Francia, 2024 - 6x55'
Escrita por Éric Benzekri
Dirigida por Ziad Doueri

En la pasada edición de Crossover Festival, el productor Ramón Campos, responsable de Bambú Producciones y El caso Asunta (Netflix, 2024) afirmaba que en España no era posible hacer series políticas porque las televisiones y plataformas no estaban interesadas, y porque todas estaban marcadas por un claro posicionamiento ideológico. Él mismo tiene un proyecto sobre el nacimiento de Podemos basado en el libro de Sergio Pascual Un cadáver en el Congreso (2022, Ed. Altamarea Ediciones) para el que no consigue financiación. Pero es una excusa un tanto extraña porque en países como Francia o Gran Bretaña, donde también los medios de comunicación están definidos ideológicamente, se realizan incursiones muy interesantes. Baron Noir (Canal+, 2016-) es una de las mejores producciones en torno al mundo de la política que se han hecho en Europa, y su co-creador, Éric Benzekri (1973, Francia) es el responsable de esta fascinante reflexión sobre la sociedad que estamos construyendo, que toma referencias del libro El mundo de ayer (1942, Editorial Alma), un relato autobiográfico escrito en el exilio por Stefan Zweig (1881, Viena-1942, Brasil), poco antes de suicidarse, en el que describía la caída del Imperio Austro-húngaro y el nacimiento del antisemitismo. El propio título de la serie se extrae de una cita del libro que se incluye en la serie: "Poco a poco se hizo imposible intercambiar una palabra razonable. Los amigos se habían convertido en patriotas fanáticos. Solo quedaba replegarse sobre si mismo. Y permanecer callado hasta que pase la fiebre". En La fièvre (Canal+, 2024), se establece un paralelismo con la actualidad respecto a esa descripción de la desaparición de un mundo civilizado debido a la constante confrontación, impulsada por los movimientos extremistas, tanto de izquierdas como de derechas. La historia comienza cuando estalla un escándalo alrededor de un conflicto durante una ceremonia de entrega de premios. La estrella del ficticio equipo Racing Paris, Fodé Thiam (Alassane Diong), da un puñetazo a su entrenador Pascal Terret (Pascal Vannson) llamándole "sole toubab" (blanco de mierda). Las connotaciones de la expresión "toubab", que utilizaban los africanos para referirse a los europeos blancos, tiene en la actualidad un carácter peyorativo. Más que el propio acto de violencia, la utilización de esta expresión es la excusa para que la extrema derecha considere a Fodé como racista, y la extrema izquierda denuncie el racismo sistemático hacia las personas de raza negra que existe en el fútbol, creando un conflicto social a escala nacional. 

A la derecha se encuentra Marie Kinsky (Ana Girardot), una influencer con miles de seguidores que a través de sus redes sociales impulsa el conflicto, y ve en esta polémica el caldo de cultivo para provocar la confrontación que tan buenos resultados da al populismo de la extrema derecha. A la izquierda, Kenza Chelbi (Lou-Adriana Bouzouane) es una profesora universitaria que organiza manifestaciones en las que se denuncian los racismos constantes en la policía francesa, y que quiere atraer a Fodé para que se convierta en una imagen de su lucha. Ella favorece un artículo en la prensa en la que se considera que la posición de centrocampista "box-to-box" (designados para cubrir todo el terreno de juego), que se suele asignar a los jugadores negros en el fútbol, supone "una animalización de los cuerpos negros". En medio, Sam Berger (Nina Meurisse) es una analista que trabaja para una empresa de gestión de crisis para el Racing Paris, que tiene la misión de apagar los fuegos que van surgiendo a raíz del escándalo, y que se extienden a través de las redes sociales. Ella se toma como un reto personal tranquilizar los ánimos de una sociedad cada vez más dividida cuyas consecuencias llegan hasta el Primer Ministro de Francia. En el episodio Box to Box (T1E1), comenta que "hay una epidemia en nuestra sociedad. Todos tienen miedo de todos". Y se da cuenta, antes que otros, que las ramificaciones de esta crisis mediática son mucho más profundas que un simple conflicto futbolístico, parecido a "lo que ocurre en el pánico colectivo en un estadio. Un sálvese quien pueda incontrolable". Es inevitable ver La fièvre como una extensión de Baron Noir, porque hay elementos en común y una sorprendente relación directa, con una escritura perfecta que aporta tensión, y una dirección de Ziad Doueiri, también habitual en aquella, que mantienen un ritmo frenético que nunca se detiene. 

Esta historia político-apocalíptica propone reflexiones sobre la sociedad radicalizada, y aborda conceptos como "la ventana de Overton", una teoría del analista estadounidense Joseph Overton que define la viabilidad de una idea política dependiendo del grado de aceptación que ésta tenga dentro de la sociedad, de manera que lo que resultaba insólito se puede convertir en una forma de política generalizada. En la serie, Marie Kinsky utiliza esta estrategia lanzando una idea inadmisible: defender la posesión de armas para todos. Es una propuesta radical que abre un debate que a su vez amplía el marco de la ventana de aceptación a otras ideas más moderadas pero que antes eran igualmente inadmisibles. Hay temas interesantes sobre si es posible que un club de fútbol funcione como una cooperativa, o cómo se pueden controlar las burbujas de las redes sociales de un personaje influyente. En el episodio Kill Bill (T1E7) se consigue un 20% de cuentas falsas infiltradas en la burbuja de una líder feminista. El escritor Éric Benzekri siempre ha tenido como referencias series norteamericanas como El ala Oeste de la Casa Blanca (HBO Max, 1999-2006), con la técnica de "hablar caminando" propuesta por Aaron Sorkin, y Los Soprano (HBO Max, 1999-2007), en cuanto a la estructura de los episodios. La fièvre establece un duelo personal a partir del episodio Le monde d'hier (T1E3) entre Marie Kinsky y Sam Berger, que se mantiene a distancia durante el resto de la temporada. La primera representa la política espectáculo de carácter populista, que tiene ramificaciones en Donald Trump en Estados Unidos, en el Movimiento 5 Estrellas en Italia y, por supuesto, en la extrema derecha de Marie Le Pen en Francia. Cuando un grupo de manifestantes se reúne frente a su lugar de trabajo, Marie Kinsky decide caminar entre ellos porque sabe que la imagen de ella sufriendo un escrache favorece su discurso de confrontación. Aunque a veces puede ser un personaje algo maniqueo en cuanto a su representación, contribuye a establecer el soporte de una arriesgada serie que no teme explorar hasta dónde puede llegar su propuesta en torno a la manipulación de la opinión pública y los conflictos sociales permanentes en las sociedades contemporáneas. 


After the party ★★
TVNZ, 29 de octubre-3 de diciembre
Nueva Zelanda, 2023 - 6x50'
Creada por Dianne Taylor, Robyn Malcolm
Dirigida por Peter Salmon
Séries Mania '24: Mejor Actriz - Panorama Internacional

Robyn Malcolm consiguió uno de los premios de interpretación en el pasado Festival Séries Mania, reconociendo el que quizás sea uno de los trabajos más complejos de este año. A la actriz neozelandesa la hemos visto brillar recientemente como protagonista en series como Far North (Three Now, 2023-) y en papeles secundarios en Sweet Tooth: El niño ciervo (Netflix, 2021-2024) y Encerrado con el diablo (Apple tv+, 2023). Pero Penny (Robyn Malcolm) es una especie de torbellino humano, una personalidad a veces algo desquiciada e impulsiva que la convierten en un testigo poco confiable de un supuesto abuso sexual hacia un amigo de su hija por parte de su marido Phil (Peter Mullan). Durante una fiesta de cumpleaños que se celebra en la casa familiar, Ollie (Ian Blackburn) ha bebido demasiado y Phil se ofrece a llevarle a una habitación para que descanse. Cuando Penny se asoma, vislumbra a su marido acariciando al adolescente desnudo, y el primer impulso la lleva a acusarle delante de todos de haber abusado de Ollie, algo que éste niega repetidamente. Si la primera opción del espectador puede ser prepararse para asistir a otro drama en el que el tema central es demostrar que Penny tiene razón, lo que hace After the party (TVNZ, 2023) es mucho más arriesgado y bastante más profundo, porque aborda las consecuencias desastrosas que ha provocado a su alrededor la defensa insistente de Penny de su acusación contra Phil, pero sobre todo de la perspectiva equivocada que tiene la protagonista sobre cómo ha afectado a su entorno. Ella cree, por ejemplo, que Ollie ha intentado suicidarse posteriormente debido a las consecuencias de este abuso, hasta que el joven le dice que lo que realmente le ha destrozado la vida es enfrentarse a la presión de ser una víctima que en realidad no es. Pero esta acusación no solo se sostiene en lo que vio durante la fiesta, sino en otras actitudes y detalles que recuerda. 

Cinco años después, la vida en la costa de Wellington parece tranquila, después de que Phil regresara a Glasgow y haya estado ausente, condenado a marcharse aunque nunca haya habido una denuncia formal contra de él. Pero cuando vuelve, los fantasmas del pasado surgen de nuevo, sobre todo cuando es admitido como profesor en un instituto de la localidad, algo que Penny no está dispuesta a permitir. Ella también es profesora y desde el comienzo de la serie, el tema central se plantea en una escena en la que muestra a sus alumnos un video pornográfico encontrado en el móvil de uno de ellos, describiendo la influencia que este tipo de contenidos sexistas y falsos puede tener en sus vidas: "Sé que esto es embarazoso para muchos de vosotros, pero es importante, porque el sexo es maravilloso, y no debéis dejar que esta mierda os lo arruine". El regreso de Phil y la conexión con su hija Grace (Tara Canton), que nunca ha creído a Penny, despierta las tensiones familiares de una situación que siempre está en el ámbito de la ambigüedad entre el convencimiento de ella y la negación de él. Pero la serie explora otros aspectos que sitúan a Penny en una constante ebullición emocional, y plantea dudas sobre su certidumbre. De forma inteligente, se muestra la escena que ha provocado el drama desde el punto de vista de Penny, planteando la disyuntiva sobre si realmente es justificable una acusación tan clara. Pero lo importante es la manera en que ella debe enfrentarse a las consecuencias, como la única persona que realmente está convencida de que tiene razón. Por supuesto, su descenso emocional en relación con el resto de su familia puede hacer pensar en un desenlace previsible. Pero el espléndido guión sabe cómo evitar los lugares comunes hasta llevarnos a la pregunta fundamental: "¿Y si ha sido una equivocación?". Si Phil ha sido desterrado durante cinco años siendo inocente, si la vida de Ollie se ha convertido en un infierno por nada, si Grace ha visto cómo se rompe su familia sin ninguna razón. 

Hay otras subtramas que ayudan a perfilar la personalidad de Penny, con la que nos identificamos al principio pero sobre la que vamos progresivamente perdiendo la confianza, conforme toma decisiones impulsivas sin pensar en cómo afectan a los demás, como cuando Grace le pide que no recoja a su hija de la escuela, pero ella se empeña en hacerlo. Ese carácter obstinado la lleva también a cometer un acto de vandalismo contra un barco pesquero que está esquilmando el plancton que mantiene el equilibrio de la fauna marina en la zona (en las reuniones de los vecinos. ella exige acciones más contundentes que escribir una carta de protesta al gobierno). Y entre las muchas actividades que realiza en su frenética agenda cotidiana, ejerce como modelo desnuda en una clase de pintura, una manera inteligente de mostrar la forma en la que Penny se enfrenta a la vida, sin filtros, de una forma tan expresiva y transparente que a veces encaja mal dentro de una sociedad no acostumbrada a una sinceridad tan espontánea. After the party sabe mantener el drama de una manera que la convierte casi en un ejercicio de suspense, como cuando muestra la reacción de Grace contra su madre cuando ella se niega a que su nieta se siente en las piernas de Phil, o la manera en que acosa a Ollie para que éste respalde su versión. Creada por Dianne Taylor y la actriz Robyn Malcolm, con la participación en los guiones de Sam Shore y Emily Perkins, la dirección de Peter Salmon es precisa en cómo deja que la historia fluya sin artificios. Porque los personajes son tan complejos que requieren un compromiso absoluto por parte del espectador con las zonas grises de la historia. Y eso resulta cada vez más difícil de encontrar en el panorama actual. 

Tout pour Agnès
 
★★
France 2, 8-15 de enero
Francia, 2023 - 4x55'
Escrita por Vincent Garenq
Dirigida por Vincent Garenq

Si hay algo que en Francia saben hacer bien son las series de ficción basadas en hechos reales, una especie de true crime pero mucho más elegante. Uno de los mayores éxitos de este año ha sido esta adaptación que se presenta como libremente inspirada en el libro Agnès Le Roux: enquête sur la disparition d'une jeune femme riche (1983), escrito por el periodista Roger-Louis Bianchini, cuyo subtítulo define claramente los entresijos de la historia: "La guerra de los casinos, un abogado muy silencioso, la ensalada Niçoise, los banqueros romanos, la mafia y la guerra entre bandas". Porque, efectivamente, es un relato tan intrincado que una de las grandes virtudes de la miniserie es conseguir contarlo en solo cuatro episodios. La historia comienza con Renée Leroux (Michéle Laroque en un registro sorprendente dado que es una habitual actriz de comedia), dueña del lujoso Casino Palacio del Mediterráneo en la ciudad de Niza, cuyo imperio se ve amenazado por la llegada de Jean-Dominique Fratoni (Christophe Favre), un empresario con contactos en la mafia italiana que está decidido a controlar el negocio del juego en la Costa Azul, aunque para ello tenga que utilizar métodos poco ortodoxos y claramente ilegales. Agnès Leroux (Marie Zabukovec) que quiere desentenderse de los negocios familiares, aceptando cualquier oferta para establecer una tienda de arte africano, comienza a tener una relación más que profesional con Maurice Agnelet (Yannick Choirat), un abogado que trabaja para su madre, pero con la que termina teniendo un conflicto laboral, adoptando desde entonces una actitud de enfrentamiento con la familia. El suceso principal se desarrolla en torno a la desaparición de Agnès en medio de los conflictos por la posesión del casino, pero quizás también motivada por su inestabilidada emocional. Conocido en Francia como "l'affaire Leroux", es un caso que se inició en 1977 y se ha mantenido abierto hasta 2014, año en el que tuvo un cierre judicial. Y ha inspirado no solo numerosas publicaciones y documentales, como la reciente miniserie Tant qu'ils ne retrouvent pas le corps (Arte France, 2023), sino también películas de ficción como Riviera francesa (André Téchiné, 2014), con Catherine Deneuve interpretando a Renée Leroux. 

Lo que diferencia a esta miniserie es que se centra en la madre y los esfuerzos que encabezó para encontrar el paradero de su hija, viva o muerta, incluso iniciando una investigación paralela que le condujo a conclusiones más precisas que las que había conseguido la policía. El director Vincent Garenq, responsable de otras adaptaciones de casos reales como Présumé coupable (2011), L'enquête (2014) y En el nombre de mi hija (2016), adopta algunas libertades respecto a la realidad que han despertado cierta controversia en Francia, principalmente por el hecho de convertir al personaje de Maurice Agnelet en un abogado que comienza a trabajar con la familia, cuando en la historia real era un amigo de la infancia del padre de Agnès, lo que explica su estrecha relación con la joven de 29 años. Pero, al margen de esta circunstancia, el director consigue una extraordinaria recreación de los ambientes lujosos de la Costa Azul en los años setenta, con la dificultad de que se trata de una historia que se desarrolla a lo largo de cuatro décadas, y tiene una especial capacidad de síntesis para extraer los elementos más relevantes de un caso que en Francia es muy conocido, pero que incluso para espectadores que conozcan menos detalles de la historia resulta fácil de seguir. A partir del segundo episodio, la trama se centra en la desesperación de Renée Leroux y la frialdad con la que actúa Maurice Agnelet, a quien ella considera culpable de la desaparición de su hija. Y es un duelo exquisito y emocionante, que mantiene el suspense en los intentos de la policía por tratar de demostrar la culpabilidad del abogado. 

La sobriedad que desprende Tout pour Agnès (France 2, 2023), que en Francia también estrenó Paramount+, juega favor de la necesidad de contar la historia sin ser sensacionalista, y ofrece una reflexión terrible sobre las consecuencias devastadoras que tiene en las familias, tanto la madre de Agnès como los hijos de Agnelet, un proceso judicial que se mantuvo abierto durante tanto tiempo. Mientras que en los primeros episodios la serie se centra en el enfrentamiento personal, los últimos episodios abren la perspectiva para enfocarse en Guillaume Agnelet y cómo el peso de la permanente acusación contra su padre acaba consumiendo emocionalmente a su propia convivencia familiar con su esposa y sus hijos. Y que en cierto modo también se refleja en el peso de la herencia familiar que Agnès Leroux siente en los primeros episodios, que provoca la necesidad de romper con los lazos familiares. Tout pour Agnès se ha convertido en otra propuesta de éxito basada en un crimen real para France 2, después de la excelente acogida que tuvo el año pasado El caso del Sambre (Movistar+, 2023). 

Catch me a killer
 ★★
BritBox, 5 de marzo
Reino Unido-Sudáfrica, 2024 - 11x45'
Creada por Amy Jephta
Dirigida por Tracey Larcombe, Brett Michael Innes, Rene Van Rooyen
Séries Mania '24: Panorama Internacional

Ya destacamos en nuestras crónicas del festival Séries Mania a esta producción sudafricana como una de las más interesantes que se estrenaron en la sección Panorama Internacional. Catch me a killer (Showmax, 2023) está planteada en parte como un procedimental, pero en realidad no se enfoca tanto en las investigaciones sino en la manera en que la protagonista se ve afectada progresivamente por su implicación personal en los casos. La historia se basa en el libro Catch me a killer (2023), escrito por Micki Pistorius (1961, Sudáfrica), psicóloga forense considerada la primera que utilizó el estudio psicológico para establecer un perfil de los asesinos en serie que ayudara a las investigaciones policiales. Su primer caso fue el de Norman Afzal Simons, apodado Station Strangler (el estrangulador de la estación), quien supuestamente violó y asesinó a una veintena de niños entre 1986 y 1994, aunque solo se demostró en el tribunal su vinculación con un asesinato, siendo condenado a 28 años de cárcel (en 2023 salió en libertad condicional). Este caso, que ocupa los dos primeros episodios presentados en el festival, se acerca más a un procedimental en el que Micki Pistorius (Charlotte Hope) participa en las investigaciones, con cierta incredulidad por parte del jefe de policía Cornelius Venter (Gavin Werner), estableciendo un perfil psicológico que demostró que podría tratarse de un profesor. La serie se estrenó en la plataforma Showmax en Sudáfrica a principios de febrero y a partir de marzo se puede ver en BritBox, la plataforma de BBC en algunos países anglosajones y escandinavos. Compuesta por once episodios, algunas veces dedicando dos al mismo caso, como en The Phoenix Strangler (T1E8-9), el interés principal está en cómo la serie va derivando hacia un estudio psicológico de la protagonista, cada vez más obsesionada con perfilar lo antes posible a los criminales adentrándose en su mente, hasta el punto que comienza a referirse a ellos en primera persona. Como indica la promoción, "para coger a un asesino tienes que introducirte en su cabeza", pero en el caso de Micki Pistorius esta identificación personal tiene consecuencias para su propia salud mental y la de su entorno. 

La escritora sudafricana Amy Jephta se ha encargado de escribir cuatro de los episodios, entre ellos los dos primeros, mientras que un equipo de guionistas británicos formado por Oliver Frampton, Sarah Hooper y Jessica Ruston han ido perfilando una temporada que en algunos episodios como Donnybrook (T1E5), centrado en el asesino y violador Christopher Mhlengwa Zikode que en 1995 fue sentenciado a cadena perpetua, se acerca más a series como Mindhunter (Netflix, 2017-2019), porque se sostiene en el interrogatorio al convicto. De hecho, parte de la responsabilidad de Micki Pistorius se produce después de que han sido arrestados, y es necesario conseguir una confesión para poder acusarles de la mayor parte de sus crímenes. En Stewart Wilken (T1E7), dedicado a un asesino que fue condenado a siete cadenas perpetuas en 1997 por violaciones y asesinatos (también practicó la necrofilia), la protagonista mantiene en una entrevista con un periódico local que los asesinos en serie "no son monstruos, sino seres humanos, almas torturadas, lo que los hace más peligrosos. Si piensas en ellos como monstruos resulta más difícil atraparles". La actriz británica Charlotte Hope, que interpretó a Catalina de Aragón en La princesa de España (MGM+, 2018), da vida con profundidad a una protagonista que siente cada vez más la necesidad de capturar a los asesinos antes de que sigan actuando, una obsesión que la hace más vulnerable en The saloon killer (T1E10-11), en el que investiga los asesinatos cometidos por Velaphi Ndlangamandla, condenado en 1998 a 137 años de prisión por matar con un rifle a varios grupos de personas. Se calcula que en los años noventa Sudáfrica tenía el segundo mayor índice de asesinos en serie en el mundo, lo que refuerza la idea de que el perfil psicológico se convierte en una herramienta fundamental. La serie aporta una puesta en escena sólida a través de una fotografía que muestra un color apagado, envolviendo las diferentes ciudades por las que pasa la protagonista en una textura similar, una atmósfera que tiene algo de claustrofóbica. Pero al elegir no limitarse a ser un procedimental propone una mirada más reflexiva sobre la naturaleza del mal a través de asesinos que pueden pasar totalmente desapercibidos dentro de la sociedad, y que están asimismo atrapados en sus propios traumas internos. Stewart Wilken (Albert Pretorius), llega a preguntar a la psicóloga: "¿Por qué han tardado en atraparme? Estaba cansado de matar, pero no podía parar hasta que no me cogieran". 

We were the lucky ones
 ★★
Hulu, 28 de marzo-2 de mayo
Estados Unidos, 2024 - 8x55'
Creada por Erica Lipez
Dirigida por Thomas Kail, Amit Gupta, Neasa Hardiman

En las últimas semanas se han producido dos estrenos que adaptan populares novelas relacionadas con el Holocausto, pero con resultados muy diferentes. El tatuador de Auschwitz (Movistar+, 2024) es una coproducción entre Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos basada en la novela de Heather Morris (1953, Nueva Zelanda) El tatuador de Auschwitz (2018, Ed. Espasa), que a su vez narraba las experiencias reales de la relación romántica entre los prisioneros eslovacos Lali Sokolov y Gita Furman dentro del campo de concentración, pero cuya veracidad ha sido puesta en duda (uno de sus hijos denunció graves imprecisiones en el libro, como el nombre incorrecto de su padre (escrito Lale), algo que la serie corrige). En un informe Fact-checking del Centro de Investigación Conmemorativo de Auschwitz se concluía que "este libro no puede recomendarse como un título valioso para personas que quieran explorar y comprender la historia de KL Auschwitz." (Wanda Witek-Malicka, Auschwitz Memorial Research Center, 11/2018), aunque se verificaba la existencia real de Lali y Gita. En todo caso, la serie anunciada como una gran producción con música de Hans Zimmer, acaba cayendo en todos los tópicos de la representación nazi, con un oficial desquiciado del que se desliza una homosexualidad reprimida, y una poco creíble inmunidad del protagonista, aderezada con escenas de violencia que a veces resultan sonrojantes, con alemanes riendo malvadamente mientras golpean a niños. El guión introduce a Heather Morris (Melanie Lynskey) y cómo le afectan emocionalmente sus conversaciones con Lali Sokolov (Harvey Keitel), pero indicando continuamente que se trata de un anciano que tiene pesadillas y alucinaciones, una forma poco sutil de desvincularse de las críticas a la veracidad de la historia. Con menos aparato mediático también se ha estrenado We were the lucky ones (Hulu, 2024), que se basa en la novela de Georgia Hunter (1978, Massachussets) Fuimos los afortunados (2017, Ed. Umbriel). Pero en esta ocasión es una aproximación mucho más interesante que aborda mayores complejidades en torno al relato de la represión contra los judíos, basado en la experiencia de la familia de la escritora. Creada por Erica Lipez, productora de The Morning Show (Apple tv+, 2019-) y Julia (HBO Max, 2022-2023), esta miniserie se centra en la familia judía polaca Kurc, que vive de una forma acomodada en la ciudad de Radom (Polonia), reuniéndose para la celebración de la Pascua en 1937, alrededor de los progenitores Sol (Lior Ashkenazi) y Nechuma (Robin Weigert), propietarios de una próspera tienda de telas. Los cinco hermanos tienen también una vida resuelta: el mayor, Genek (Henry Lloyd-Hughes) acaba de comenzar una relación con Herta Seifert (Moran Rosenblatt), mientras que Jakob (Amit Rahav) es fotógrafo y Mila (Hadas Yaron) se enfrenta con incertidumbre a la maternidad. Aunque la historia se centra más en los hermanos menores, el músico Addy (Logan Lerman) y la joven Halina (Joey King), que trabaja en la tienda de sus padres. Lo que propone We were the lucky ones es una saga familiar que se rompe cuando las primeras noticias sobre la represión llegan a esta pequeña ciudad, y cada vez resulta más difícil salir de Polonia para buscar refugio en otros lugares. De manera que la familia queda dividida entre diferentes países (cada episodio tiene el nombre de una ciudad), con un primer intento de Haina de huir hasta Leópolis (Ucrania), mientras Addy consigue llegar a Francia e iniciar un largo trayecto en el exilio. 

Muy pronto, la familia Kurc se convierte en una visualización de la diáspora judía, representando diferentes experiencias provocadas por la represión nazi, y We were the lucky ones se conforma como un relato clásico muy emotivo sobre la ruptura y la opresión, pero evitando algunos lugares comunes y el habitual retrato esquizoide de los alemanes. Por el contrario, los diferentes miembros de la familia viven una experiencia desigual, como la libertad siempre teñida de preocupación e incertidumbre por parte de Addy, que pasa por Casablanca hasta llegar a Río de Janeiro (curiosamente, muchos judíos fueron recibidos por países como Argentina y Brasil, los mismos que terminarían acogiendo a los nazis huidos tras la guerra). Mientras que Jakob, Generk, Mila y Halina se enfrentan de una manera más directa a la imposición del antisemitismo, a veces ayudando a los grupos de la resistencia. La serie construye bien este crecimiento progresivo de las coacciones y la represión, con momentos de tensión constante que enfrentan a los protagonistas a situaciones muy dolorosas. En el episodio Casablanca (T1E4), el camión en el que intenta huir Mila es interceptado por soldados alemanes y sus ocupantes son obligados a cavar sus propias tumbas. Conociendo su destino inevitable, la madre es capaz de cualquier cosa para que su hija Felicia se salve, en uno de los momento más sobrecogedores de la serie. Porque We were the lucky ones no es una historia fácil de ver, a pesar de que renuncia inteligentemente a la explicitud de la violencia. Más bien, transmite una idea mucho más aterradora, y es que la sombra del nazismo es una amenaza que parece perseguir a la familia, no importa donde traten de escapar. Es una idea poderosa que refleja asimismo una complicidad callada por parte de otros países que restringen los visados para quienes intentan salir de Europa. 

Los caminos emocionales que deben recorrer los protagonistas a lo largo de estos ocho episodios suponen también una transformación. Halina pasa de ser una joven despreocupada que quería renunciar al matrimonio al que aspiraban muchas mujeres judías como su hermana Mila, hasta que encuentra el amor a través de la resistencia y del orgullo. Mientras que Genek cambia desde una actitud de de playboy hasta una personalidad mucho más realista intentando sobrevivir al invierno en un gulag siberiano. Los directores Thomas Kail, responsable de la adaptación del musical Hamilton (Disney+, 2020), Amit Gupta, conocido por La materia oscura (HBO Max, 2019-2022) y Neasa Hardiman, directora de The Power (Prime Video, 2023), mantienen bien el equilibrio entre tensión y emoción, logrando una narración que recuerda a las películas clásicas, con una hermosa banda sonora de Rachel Portman que aporta esa delicadeza humana que transmite la historia. El nivel de producción es notable, creíble y lo suficientemente ambicioso como para construir una aproximación épica pero al mismo tiempo muy íntima. La serie se rodó en Rumanía, mientras que los escenarios de Brasil fueron rodados en la provincia de Málaga y algunas escenas en la costa de Cádiz. We were the lucky ones termina con un poderoso episodio, Rio (T1E8), que a pesar de su duración de una hora y cuarto, es uno de los más emocionantes de la serie, el retrato de una familia que acaba como empezó, reencontrándose en la Pascua de 1945, pero en un estado completamente diferente al del comienzo, incapaz de participar en las celebraciones por la derrota de Alemania, ensombrecida la esperanza de un futuro con la pérdida de los que quedaron atrás. Cuando regresan a Radom solo para comprobar que su casa está ahora ocupada por otra familia que la ha alquilado "legalmente", es inevitable pensar en los territorios ocupados de Palestina y cómo la Historia ha convertido a los reprimidos en represores.  

The Red King
 ★★
Alibi, 24 de abril
Reino Unido, 2024 - 8x42'
Creada por Toby Whithouse
Dirigida por Daniel O'Hara, Lisa Clarke

Desde que comienza este drama policial tiene la tonalidad de la veterana serie criminal Los asesinatos de Midsomer (Prime Video, 1997-), que alcanzó el año pasado su temporada veinticuatro, pero en la presencia de una agente de policía llegada desde la capital a una pequeña población que está acostumbrada a resolver los problemas por sí misma, puede recordar también a la película Arma fatal (Edgar Wright, 2007), en la que Simon Pegg era un superpolicía de Londres enviado a un pequeño pueblo de la campiña inglesa. Pero en la última creación de Toby Whithouse (1970, Reino Unido), responsable de la inclasificable Quiero ser humano (BBC, 2008), los acontecimientos que se suceden son mucho menos previsibles de lo que parece. La detective Grace Narayan (Anjli Mohindra) es enviada a la pequeña isla galesa de St. Jory como una especie de castigo por su denuncia de corrupción policial que trajo consecuencias inesperadas. En la pequeña comunidad de St. Jory todos se conocen pero también guardan secretos que se mantienen amparados por las creencias que siguen los preceptos de la denominada The True Way, una antigua secta que utilizaba las supuestas propiedades de un antiguo pozo para establecer una justicia basada en cultos paganos. Los habitantes de la isla están acostumbrados a resolver sus problemas bajo el liderazgo de Lady Heather Nancarrow (Adjoa Andoh), y el antiguo jefe de policía Gruffudd Prosser (Mark Lewis Jones), ahora retirado, asumía su papel de simple observador. Pero Grace tiene una ética profesional que la enfrenta a las costumbres del pueblo, especialmente cuando comienza a investigar junto a su ayudante Owen Parry (James Bamford) la desaparición de un adolescente que lleva un año sin dar señales de vida y cuya investigación por parte del antiguo jefe de policía es puesta en duda por la nueva agente.   

Interpretada con seguridad por la actriz Anjli Mohindra, a la que hemos visto en The Lazarus Project (AMC, 2022-2023), Grace tiene algunos traumas personales por resolver mientras reabre el caso de la desaparición de Cai, algo que agradece su padre Ian Prideaux (Marc Warren) el médico del pueblo, cuyo alcoholismo provoca una personalidad cada vez más inestable, enfrentándose a las creencias del resto de la comunidad. Pero esta investigación se ve interrumpida por algunos acontecimientos inesperados: desde un extraño asesinato hasta una tormenta que obliga a todos los habitantes del pueblo a cobijarse en el edificio del ayuntamiento, con el sacerdote Douglas Carrisford (Sam Swainsbury) ejerciendo como aglutinador de los temores de la comunidad. Grace sufre constantemente el menosprecio de Gruffudd Prosser, especialmente cuando descubre que la desaparición puede tener alguna relación con extraños rituales que se llevan a cabo alrededor del pozo de la antigua mina. The Red King se adentra cada vez más en los terrenos del paganismo, cuando comienzan las celebraciones en torno al Rey Rojo en las que todos los habitantes del pueblo ocultan sus rostros bajo máscaras que conectan con las costumbres célticas de disfrazarse para evitar ser confundidos con los espíritus nocivos. Lo que conecta a la serie con películas de culto como El hombre de mimbre (The wicker man) (Robin Hardy, 1973), en la que un policía recién llegado a una pequeña isla escocesa se enfrentaba a los ritos paganos de la comunidad, y también con aquel experimento transmitido en directo durante veinticuatro horas que se titulaba El tercer día (HBO Max, 2020), protagonizado por Jude Law, que tenía evidentes referencias a la película de los años setenta. 

La serie también se beneficia de un reparto que incluye nombres como Mark Lewis Jones, al que hemos visto en Mi reno de peluche (Netflix, 2023) y próximamente en The way (Filmin, 2024), el debut como director del actor Michael Sheen, y a Adjoa Andoh, una reconocida actriz de teatro que se ha hecho más popular por su participación en Los Bridgerton (Netflix, 2020-). Su experiencia se pone de manifiesto en un contundente monólogo de seis minutos en el episodio final en el que ofrece una explicación convincente sobre por qué St. Jory necesita seguir las tradiciones paganas: "Hubo un tiempo en el que la justicia tradicional funcionaba. Echo de menos esa época". La serie se adentra en el terreno del misterio para ir derivando hacia cuestionamientos filosóficos sobre el sentido de justicia, pero también reflexiones sobre cómo el aislamiento provoca distorsiones de la realidad, envueltas en doctrinas paganas que de alguna manera malinterpretan el sentido de imparcialidad. En un momento de la serie, se celebra una especie de juicio por votación popular que decidirá la supervivencia o la muerte del condenado, convirtiendo la historia en un ejercicio de terror que representa cómo las creencias moldean las relaciones humanas.  

This town
 ★★
BBC One, 31 de marzo-28 de abril
Reino Unido, 2024 - 6x58'
Creada por Steven Knight
Dirigida por Paul Whittington

El muy prolífico Steven Knight (1959, Reino Unido) viene estrenando entre dos y tres series cada temporada, lo que quizás explica la irregularidad de sus propuestas. Desde series clásicas como Peaky blinders (Netflix, 2013-2022), hasta auténticos desastres como las adaptaciones de Charles Dickens Cuento de Navidad (Disney+, 2019) y Grandes esperanzas (Disney+, 2023), o La luz que no puedes ver (Netflix, 2023), pasando por notables producciones como Los hombres del S.A.S. (HBO Max, 2022-). Y todavía le queda tiempo para escribir guiones de largometrajes como María (Pablo Larraín, 2024), un biopic sobre la artista Maria Callas, que continúa su colaboración con el director chileno desde Spencer (Pablo Larraín, 2021). Pendiente el estreno de la miniserie Ferrari (Apple tv+, 2024) y la segunda temporada de Los hombres del S.A.S., actualmente se pueden ver dos series creadas por Steven Knight: el poco estimulante thriller The veil (FX, 2024) y la interesante aproximación a la escena musical de finales de los setenta This town (BBC, 2024). Describir exactamente una historia que parece estar basada en la juventud de Steven Knight, puede ser complicado porque es el retrato de una época muy compleja, abordando desde la eclosión de la segunda ola de la música ska procedente de los sonidos que surgieron desde Jamaica, que se desarrolló entre 1979 y 1983, hasta el conflicto norirlandés y la presión del IRA en determinados sectores de la población. El protagonista principal es Dante (lLvi Brown), un joven universitario de Birmingham que no puede conseguir la atención de la chica que le gusta, Fiona (Freya Parks), y que escribe canciones pero es incapaz de crear música, algo para lo que tiene un especial talento su amiga Jeannie Keefe (Eve Austin). MIentras tanto, su primo Bardon (Ben Rose) vive en Coventry involucrado en algunas actividades ilegales junto a su opresivo padre Eamonn Quinn (Peter McDonald), estrechamente ligado a un grupo local del IRA. Su abuela Marie (Geraldine James) intenta evitar que Bardon se vea involucrado en acciones violentas, acudiendo al sacerdote de la comunidad, pero la respuesta es una vista amenazante de Mrs. Porter (Séainín Brennan), la responsable del grupo terrorista. 

La serie comienza durante una noche de 1981, con disturbios entre jóvenes radicales y la policía en Birmingham que conectan con los enfrentamientos de los norirlandeses con el ejército inglés esa misma noche en Belfast. El hermano de Dante, Gregory (Jordan Bolger), tiene el carácter duro y arrogante que él nunca ha tenido, con un pasado criminal que le ha llevado a encontrar su única salida en el ejército. Pero un ataque de pacifismo, que le lleva a recitar poesía y repartir flores, le coloca al borde de la expulsión. En medio de las turbulencias sociales, el racismo, los conflictos laborales y la opresión del terrorismo, la música y la poesía se convierten en la única forma de contrarrestar estos desafíos. Mientras el padre de Dante y Gregory, Deuce Williams (Nicholas Pinnock), participa desde el episodio 5 en las protestas que protagonizaron en 1981 los trabajadores de la planta de automóviles Rover, de Birmingham, contra la pérdida de empleos que provocará su cierre, los jóvenes intentan formar una banda de ska que les permita salir de ese entorno. This town tiene la capacidad de reflejar la inestabilidad de todo un país en un espacio concreto, estableciendo 1979 como el comienzo de la grave crisis económica que afrontó Gran Bretaña durante los años ochenta. Y quizás la serie intenta aglutinar demasiados de estos conflictos, también introduciendo al gángster Robbie Carmen (David Dawson), que obliga a un hombre a introducirse en la boca los dedos cortados de un traidor, como si estuviéramos viendo Peaky blinders. Un funeral reúne a la familia dispersada, especialmente a los primos Dante y Bardon, y trae de vuelta a la madre de este último, Estella, una mujer alcoholizada que ofrece una excelente interpretación de Michelle Dockery, muy alejada de Downton Abbey (RTVE Play, 2010-2015) y Buena conducta (Movistar+, 2016-2017) en la que formaba pareja con Juan Diego Botto. 

This town es una propuesta ambiciosa que a veces puede perder el foco entre tantos hilos narrativos, pero que tiene una escritura inteligente y bien estructurada, un trabajo tan elaborado como complejo, y que se siente creíble y profundamente personal, aunque en la banda sonora encontremos menos música ska y más canciones populares de la época. El grupo The Specials, uno de los representantes del 2-tone, el ska-rock que surgió en la segunda ola de popularidad de este género, publicó como single en 1981 la canción "Ghost town", en la que cantaban: "This town is coming like a ghost town" (Esta ciudad se está convirtiendo en una ciudad fantasma), y que se convirtió en un himno de la degradación de la sociedad británica en los ochenta. Aunque musicalmente puede ser discutible, y decepcionante para quienes esperen el retrato de la escena musical de la época, especialmente en relación con Fuck the Factory, la banda que forman los protagonistas de la serie que solo se consolida al final, This town funciona como un espectáculo ambicioso que en su tonalidad puede recordar a Los hombres del S.A.S., como una pincelada de esperanza y cierta alegría juvenil en medio del conflicto constante que rodea a sus personajes. 

Dinosaur ★★
BBC Three, 16-30 de abril
Reino Unido, 2024 - 6x25'
Creada por Matilda Curtis, Ashley Storrie
Dirigida por Niamh McKeown

Entre las comedias británicas que se han estrenado estos meses ninguna como ésta ha encontrado el equilibrio adecuado entre el sentido del humor y la relevancia de sus mensajes. La irregular Big mouth (Channel 4, 2024), de Camilla Whitehill, aborda la relación entre dos amigas, interpretadas por las conocidas Nicola Coughlan y Lydia West, pero carece del desarrollo adecuado de los mecanismos humorísticos, con secuencias alargadas y poco efectivas. También representa en el personaje principal un trastorno bipolar que, si bien consigue evitar los lugares comunes al principio, en los últimos episodios acaba cayendo en los tópicos (como es bipolar, Maggie tiene visiones de personas que no existen). La serie se estrenó en Estados Unidos a través de Tubi, canal FAST (Streaming gratuito con publicidad) de Fox Corporation. La más gamberra Things you should have done (BBC, 2024) intenta trasladar las payasadas de su creadora Lucia Keskin (más conocida como Chi) desde las redes sociales, principalmente YouTube y Tik Tok, hasta un formato de serie, pero ni encuentra el tono, ni resulta muy adecuada dentro de un desarrollo narrativo que necesita más consistencia. Ella misma protagoniza esta historia sobre una joven que debe aprender a hacerlo todo después de que sus padres fallezcan en un accidente, pero en realidad no importa, porque Chi acaba viviendo con sus tíos, así que la premisa se pierde rápidamente, y la serie no consigue armar una estructura suficientemente sólida, ni los sketches son especialmente divertidos dentro de una producción bastante amateur. Dinosaur (BBC/Hulu, 2024) es una producción de Two Brothers Pictures, que fundaron Harry y Jack Williams, los productores de Fleabag (Prime Video, 2016-2019) y creadores de series como El turista (HBO Max, 2022-2024) y Boat story (SkyShowtime, 2023). Basada en una idea de Matilda Curtis, que ha escrito los guiones, y creada junto a Ashley Storrie, una de las protagonistas, la serie se centra en dos hermanas que se enfrentan a un momento decisivo en su relación cuando Evie (Kat Rooney) le dice a Nina (Ashley Storrie) que va a casarse con un joven al que ha conocido por las redes sociales, lo que se convierte en un desafío para ésta última.

Nina trabaja como paleontóloga en el Museo Kelvingrove de Glasgow, y se muestra preocupada por el anuncio inesperado del compromiso de su hermana con Ranesh (Danny Ashok), al que ha conocido hace solo seis semanas: "Has tenido llagas en la boca que te han durado más de seis semanas", le dice. Así que cuando Evie le sugiere que ha invitado a Ranesh a su habitual cena de los martes de comida a domicilio, la expresión de asco de Nina es muy notable. De hecho, el espectro autista del personaje se muestra sobre todo a través de su dependencia de las rutinas, lo que la hace especialmente eficiente en el trabajo de catalogación de excrementos fosilizados de dinosaurios. La familia de ambas está formada por sus padres rebosantes de optimismo Diane y Ade MacArthur, interpretados por Greg Hemphill y Sally Howitt, una reconocida actriz escocesa que lleva veinte años interpretando un papel principal en la telenovela River City (BBC Scotland, 2002-). Y su hermano mayor Bob (David Carlyle) quien, frente a la alegría de Evie, siempre ha priorizado encajar en una cierta normalidad, aunque tiene una especial atracción por las mujeres inestables. Su actual relación le provoca incomodidad, pero tiene más miedo a estar solo, lo que le hace uno de los personajes más interesantes de la serie. Dinosaur habla precisamente sobre cómo encajar dentro de la sociedad, pero no solo por la neurodiversidad: cuando la familia MacArthur se prepara para conocer al padre de Ranesh en el Episodio 2, quieren impresionarle tanto que no se comportan de forma natural, lo que acabará en un desastre, aunque Sachin (Rajeev Kohli) tiene asimismo sus dosis de rarezas. Nina también conoce a Lee (Lorn MacDonald), un joven que trabaja en la cafetería ambulante The van around the corner, situada cerca del museo, pero su primera cita en el Episodio 3, agobiada por la presión de probarse un vestido como dama de honor de la boda, también será problemática. La serie utiliza resortes muy clásicos en la construcción de la comedia, pero funcionan bien porque los personajes están definidos con claridad. 

Surgida como un piloto en 2021, que Matilda Curtis escribió, protagonizado por Ashley Storrie, quien después se incorporó como guionista, Dinosaur también tiene un tono especial que le proporciona el carácter escocés y el escenario de Glasgow, aunque en el Episodio 4 Evie se empeña en hacer su despedida de soltera pasando un fin de semana en la isla de Rothesay, que sigue siendo un pueblo pesquero aburrido como lo era en su infancia. Ashley Storrie es hija de una de las grandes actrices de comedia de Escocia, Janey Godley, quien acaba de estrenar el documental Janey (John Archer, 2024), en el que a través de su última gira como monologuista, hace un repaso a los altibajos de su carrera y habla con su hija sobre el diagnóstico de cáncer que recibió recientemente. Mientras que Kat Rooney también tiene padres conocidos: el productor Simon Curtis y la actriz Elizabeth McGovern. La relación entre ambas es el motor de una historia en la que el autismo está presente pero nunca como definición simplista del personaje principal, al mismo tiempo que consigue mostrar diferentes versiones de la neurodiversidad que cada vez está más presente en la televisión, con series como Atypical (Netflix, 2017-2021) o As we see it (Nuestra mirada) (Prime Video, 2022). Nina también se da cuenta a lo largo de su arco de personaje que los esfuerzos por intentar suavizar "su rareza", como lo llama ella, quizás no son necesarios, y la mirada hacia Ranesh cambia progresivamente: "Eres como eres y está bien. No pasa nada porque te guste comer kebabs. Quiero decir, es malo para tu tracto intestinal, pero está bien". Lo que hace a Dinosaur una propuesta que funciona en su mezcla de humor y sentimientos personales es la capacidad para construir unos personajes que están lo suficientemente bien definidos como para que la narración se desarrolle con facilidad. 

How to fail as a popstar
 ★★
CBC Gem, 13 de octubre
Canadá, 2023 - 8x10'
Creada por Vivek Shraya
Dirigida por Vanessa Matsui, Vivek Shraya
Canneseries '24: Competición Formatos Cortos
Canadian Screen Awards '24: 5 nominaciones

El éxito que ha acompañado a la artista transgénero Vivek Shraya (1981, Canadá) quizás puede hacer pensar que el título de su primera serie es poco apropiado. Autora del exitoso ensayo Temo a los hombres (2018, Ed. Luz Negra), escribió también la obra de teatro How to fail as a popstar (Canadian Stage, 2020), dirigida por Brendan Healy, en la que contaba su fracaso al intentar convertirse en la "Madonna morena", y que posteriormente publicaría como un libro y finalmente como esta web serie. Vivek Shraya en realidad no ha fracasado en el mundo de la música, porque de hecho obtuvo junto a otros compositores el Canadian Screen Award 2023 a la Mejor Banda Sonora por la serie Más o menos (Movistar+, 2021-2024). Pero How to fail as a popstar (CBC Gem, 2023), que también compite este año en los premios de cine y televisión canadiense dentro de las categorías de web series, es una autoficción que aborda el fracaso de querer convertirse en una estrella de la música, desde que el adolescente Vivek (Chris D'Silva) es alabado por su voz después de cantar bhajan (canciones religiosas hindúes), aunque él lo que quiere realmente es cantar sobre un escenario como una diva de la música. Sus primeros fracasos se producen en el concurso anual de cantantes que se celebra en su instituto, en el que se presenta varios años sin conseguir un triunfo. Y cuando en The judge (T1E3), el joven Vivek (Adrian Pavone) pide consejo para saber qué debe hacer para conseguir el reconocimiento, uno de los miembros del jurado le contesta: "¿Has pensado en llevar pantalones de cuero?", a la manera de Freddie Mercury. Es uno de los consejos extraños que recibirá a lo largo de su carrera como artista, como cuando en el episodio The producer (T1E3) un productor musical le sugiere que introduzca sonoridades orientales en sus canciones. Precisamente uno de los aspectos interesantes de la historia es cómo redefine la representación tradicional que se hace en películas y series canadienses de los personajes racializados con orígenes asiáticos, a los que siempre se asignan sus entornos culturales. Incluso la madre del protagonista, Chandrika (Ayesha Mansur Gonsalves), no es la esposa sumisa habitual, sino que se muestra como una mujer tenaz que acepta la búsqueda de identidad personal de su hijo, aunque también establece límites muy claros, como cuando Vivek le pide 20.000 dólares para iniciar un proyecto musical: "¿Te crees que soy Oprah Winfrey?" le contesta ella. 

Desde su localidad natal, Edmonton, Vivek sin embargo tiene la oportunidad de iniciar una incipiente carrera que le llevará hasta Toronto, en The call (T1E4), y posteriormente hasta París en The record deal (T1E7), aunque siempre adentrándose en los entresijos menos fastuosos del mundo de la música. Cuando le proponen una actuación en un club parisino, finalmente es una participación en una fiesta corporativa que se celebra en la habitación de un hotel. Las grandes alegrías que se producen cuando recibe la llamada de un productor o de una manager, casi siempre acaban en decepciones que demuestran cómo el talento está rodeado de falsedades e imposiciones que al final acaban desvirtuando la propia identidad del artista. Y para Vivek el trayecto hacia el reconocimiento de su música es también un camino hacia la búsqueda de una identidad personal, una transición que también es de género, asumiendo su fracaso en lo artístico, pero alcanzando el triunfo en lo personal cuando se transforma en la mujer que siempre ha querido ser, aunque no se trate de la estrella del pop con la que soñaba. En el último episodio, The failure (T1E8) la protagonista, ahora interpretada por ella misma, asume su posible fracaso en el mundo de la música pero también se completa como persona, a sus cuarenta años y una exitosa carrera como escritora y muchas otras facetas artísticas, aunque permanece esa decepción de no haber logrado el objetivo que un día fue el sueño de su vida. Aunque principalmente ha sido dirigida por Vanessa Matsui, también directora de episodios de Letterkenny (Hulu, 2016-2023), Vivek Shraya también ha dirigido algún capítulo y ha compuesto todas las canciones de la serie.


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Películas mencionadas: 

A un Dios desconocido, Dedicatoria, Bearn o la sala de las muñecas y Las cosas del querer se pueden ver en FlixOlé.
El año del diluvio se puede ver en Acontra+. 
Piscina infinita se puede ver en Movistar+. 
El hombre de mimbre se puede ver en Filmin y Movistar+.
Spencer se puede ver en Prime Video. 


06 mayo, 2024

Las series más destacadas de 2024: Abril-Mayo

La Academia de Cine y Televisión de Irlanda (IFTA) entregó el pasado 20 de abril en Dublín sus premios anuales dedicados tanto a películas como series. En el apartado cinematográfico la ganadora fue That they may face the rising sun (Pat Collins, 2023), adaptación de la novela de John McGahern, que curiosamente no se había estrenado todavía, llegando a los cines irlandeses el 26 de abril, después de haber pasado por festivales como el BFI London Festival o el Festival de Gotemburgo. En el apartado televisivo, lo que los IFTA Awards denominan Drama, la gran vencedora fue la serie Kin (AMC+, 2021-2023), una historia de guerra entre bandas mafiosas en Dublín que permanece inédita en España, y cuyo reparto tiene a algunos de los mejores actores y actrices irlandeses, ganando como Mejor Serie, Dirección, Actriz (Clare Dunne) y Actriz Secundaria (Mary Doyle Kennedy). El premio a Mejor Actor fue para Éanna Hardwicke por su siniestro personaje en El quinto mandamiento (Filmin, 2023), mientras que Richard Dormer ganó como Mejor Actor Secundario por Blue lights (Movistar+, 2023-). La actriz Siobhán Cullen recibió el premio Rising Star como estrella emergente por sus interpretaciones en Obituary (AMC+, 2023), The dry (ITV, 2022-), que acaba de estrenar su segunda temporada, y la comedia de misterio Bodkin (Netflix, 2024), que se estrena esta semana. Finalmente, el actor Stephen Rea recibió de manos de Neil Jordan el Premio Especial por su carrera. 

Antes de la ceremonia oficial de los BAFTA TV Awards, que se entregarán el domingo 12 de mayo (donde se dan a conocer los premios a programas y series, así como los de interpretación), el 22 de abril se presentaron los BAFTA TV Craft Awards, dedicados al resto de categorías artesanales y técnicas. Peter Hoar consiguió el premio al Mejor Director por Long, long time (T1E3) de The last of us (HBO Max, 2023); Mejor Guión de Comedia (Jack Rooke) para Big boys (Filmin, 2022-); Mejor Guión Dramático (Charlie Brooker y Bisha K Ali) por el episodio Demon 79 (6E5) de Black mirror (Netflix, 2011-); Mejor Música (Atli Örvarsson) y Mejor Diseño de Producción (Gavin Bocquet y Amanda Bernstein) para Silo (Apple tv+, 2023-); Mejor Sonido y Mejor Montaje (Sam Williamson) para Slow horses (Apple tv+, 2022-); Mejor Casting (Aisha Baywaters) para la miniserie Three little birds (BritBox, 2023); Mejor Diseño de Vestuario (Sharon Long) para The Great (MGM+, 2020-2023); Mejor Maquillaje y Peluquería (Lisa Parkinson) para The long shadow (SkyShowtime, 2023); Mejores Efectos Visuales para The witcher (Netflix, 2019-) y el Premio Talento Emergente fue para Kat Sadler, creadora y protagonista de Such Brave Girls (Filmin, 2023-).

Los siguientes comentarios se basan en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Bluey (Temp. 3)
 
★★
Disney+, 12 de enero-21 de abril
Australia, 2021-2024 - 49x8' / 1x28'
Creada por Joe Brumm
Dirigida por Joe Brumm, Richard Jeffery
AACTA Awards '24: Mejor Programa Infantil

Un reportaje publicado hace dos años estaba encabezado por un titular tan sensacionalista como How the Brits stole the rights of Bluey (Cómo los británicos robaron los derechos de Bluey) (Financial Review, 13/11/2022), en el que el diario económico australiano explicaba que la cadena pública ABC cometió el mayor error de su historia al permitir que la BBC obtuviera parte de los derechos de la serie que se ha convertido en la animación más exitosa de la televisión australiana en el mundo. Bluey (Disney+, 2011-) fue desarrollado como proyecto por Screen Queensland, unos estudios cinematográficos que pertenecen al gobierno australiano, y la cadena pública ABC en 2017, con una primera temporada de 52 episodios de 11 minutos. Pero la productora Ludo Studios decidió licitar los derechos de distribución, que se repartieron entre ABC para Australia y BBC para el resto del mundo, considerando que ésta última tenía una mayor fortaleza a nivel internacional. En 2020, la empresa de juguetes Moose Toys de Melbourne firmó un acuerdo con BBC Studios que le permitía ser el fabricante de juguetes exclusivo de la franquicia de televisión, lo que contribuyó a que se convirtiera en una de las empresas más rentables de Australia. En realidad, se trata de un acuerdo de futuro en el que BBC pudo ver el potencial internacional de la serie mejor que ABC, que mantiene el orgullo de ser sus creadores, pero no se beneficia económicamente del éxito que ha obtenido a nivel mundial. Un movimiento inteligente de BBC fue vender a su vez los derechos de emisión a nivel internacional a Walt Disney en 2019, lo que convirtió a la serie en un fenómeno aún mayor, siendo el año pasado el programa más visto de Disney+ en Estados Unidos, con casi 44 mil millones de minutos visionados según la empresa de medición de audiencias Nielsen. En su informe anual de 2023, BBC destacó este programa infantil como una pieza esencial del aumento de un 28% en los ingresos y un 10% en las ventas de productos de consumo. Tras 154 episodios, los especiales que se han estrenado este mes de abril suponen una despedida, parece que momentánea, a las aventuras de esta familia de perros humanizados creados por Joe Brumm, que ha manifestado la necesidad de hacer una breve pausa, posiblemente también para analizar los siguientes pasos que puede tener la serie, de la que se ha barajado la posibilidad de dar el salto al cine con un largometraje o incluso que las hermanas Bluey y Bingo se hagan mayores y experimenten ellas mismas la maternidad. Hay rumores del deseo de Walt Disney por comprar la marca para poder expandir el universo de Bluey a los parques temáticos, pero su valor comercial ha aumentado hasta 2.000 millones de dólares, según una publicación reciente (Deadline, 10/4/2024).   

La serie ha tenido la fortuna de encontrar el lugar idóneo entre la audiencia de niños entre 4 y 7 años que es su target principal, pero atrayendo también la atención de espectadores adultos, muchos de ellos padres que de alguna manera se ven reflejados en esta relación familiar. El creador de la serie Joe Brumm (1978, Australia), que sigue animándola de manera artesanal, es defensor del juego libre, proporcionando a los niños el espacio que necesiten para que desarrollen sus juegos como quieran, y la participación activa de los padres de Bluey y Bingo en las aventuras que inventan las niñas es una apuesta clara por una paternidad comprometida que se implique en las actividades lúdicas, formando parte de ellas. Cada episodio de Bluey es una especie de lección de convivencia que los padres dedican a sus hijas, de manera que jugar se convierte en una forma de educar, no en un simple entretenimiento. Pero progresivamente la serie ha ido transformándose desde una propuesta infantil que podían ver los adultos, a un acercamiento a temas adultos que pueden disfrutar los niños, algo así como el enfoque que Pixar desarrolló en sus películas de animación. El título de la serie no es solo el nombre de la protagonista, sino una abreviatura entre "blue" y "grey", que se refiere al color entre azul y gris de los pastores ganaderos australianos (Blue Heeler), la raza a la que pertenecen los personajes. Pero el hecho de que el episodio El cartel (T3E49) supere con creces los 7-9 minutos tradicionales hasta llegar a la media hora es un planteamiento que parece tener una mirada más puesta en los espectadores adultos que en los niños (y quizás también un ensayo de cara a un posible largometraje). La estructura de este episodio permite crear dos tramas paralelas que sin embargo confluyen de manera inteligente en la idea principal, que habla sobre las decisiones difíciles que se toman para conseguir un mayor bienestar familiar, aunque esto suponga dejar atrás algunas cosas importantes. Es una hermosa historia, más emotiva que divertida, con cierto tono de despedida, aunque el estreno posterior de otro episodio especial haya tranquilizado a sus seguidores. Si Bluey tiene algunos de los mejores episodios infantiles de los últimos años, éste resulta sobresaliente, con algunas secuencias especialmente emocionantes como el montaje final con una versión acústica de la canción "Lazarus drug", que la cantante Meg Washington incluyó en su álbum Batflowers (2020, Island Records). 

Bluey también ha puesto de manifiesto los problemas que surgen con las líneas editoriales de las grandes corporaciones. Hace unos días, la productora Ludo Studios publicaba en el canal oficial de Bluey en YouTube el episodio completo Dad baby (T2E13), que Disney+ decidió no incluir en la segunda temporada. Aunque no se han dado explicaciones oficialmente, parece claro por qué el episodio no ha sido aprobado por Walt Disney, a lo que en su momento Joe Brumm respondió que era uno de los que más le gustaban. En esta historia, Bingo descubre el viejo portabebés de sus padres, y Bandit decide fingir que está embarazado de él, escondido dentro del portabebés. Se trata de un episodio muy divertido que refleja cómo es el proceso del embarazo, pero posiblemente la imagen de un personaje masculino pariendo no le ha parecido muy adecuada a la compañía norteamericana, tan habituada a la censura. Afortunadamente, Dad baby se ha recuperado completo, y en solo un día consiguió más de dos millones de visualizaciones en YouTube. Anteriormente, Walt Disney también censuró el episodio Asamblea familiar (T3E27), en el que Bluey acusa a su padre de tirarse un pedo en su cara y hay un debate sobre la consistencia de las cacas. Según la compañía, no cumplía con sus estándares internos, pero la presión popular acabó provocando que se incluyera dentro de la tercera temporada. El último episodio estrenado de esta tercera temporada que se ha desarrollado desde 2021 hasta 2024, ha sido ¡Sorpresa! (T3E50), que regresa a la duración normal, con una historia característicamente anárquica, pero que esconde un final que ha despertado numerosas especulaciones. Joe Brumm ha sido especialmente protector con su creación y Bluey mantiene una resistencia a convertirse en una franquicia acomodaticia de Walt Disney, aportando un enfoque menos adocenado sobre la paternidad. Este final de temporada ha sido un regalo detrás de otro, con los episodios especiales El cesto fantasma (T3E48) y El cartel (T3E49), éste de duración no convencional, un nuevo episodio inesperado, ¡Sorpresa! (T3E50), y la posibilidad de ver un capítulo censurado por Walt Disney, Dad baby (T3E13), lo que demuestra la vitalidad y la capacidad de asombro que puede provocar esta serie. 

Shōgun
 
★★
Disney+, 27 de febrero-23 de abril
Estados Unidos, 2024 - 10x60'
Creada por Rachel Kondo, Justin Marks
Dirigida por Jonathan van Tulleken, Charlotte Brändström, Frederick E.O. Toye, Hiromi Kamata, Takeshi Fukunaga, Emmanuel Osei-Kuffour

El escritor James Clavell (Australia, 1921-Suiza, 1994) combatió contra los japoneses en Singapur y después de ser herido acabó en un campo de prisioneros, cuya experiencia fue la base de su primera novela Rey de las ratas (1962). Sin embargo, su fascinación por la cultura oriental se mantuvo presente en sus siguientes obras, especialmente la Saga Asiática que siguió con Tai-Pan (1966) y de la que Shōgun (1975) es el tercer libro. La carrera cinematográfica como guionista de James Clavell ha dado títulos como La mosca (Kurt Neumann, 1958) o La gran evasión (John Sturges, 1963), dirigiendo también películas como Rebelión en las aulas (1967) y El último valle (1971). Curiosamente, Shōgun está considerada al mismo tiempo como una obra orientalista, pero también como una de las introducciones a la cultura japonesa más recomendadas. Tratándose de una historia de ficción basada en hechos históricos, se trata de una exposición de tropos sobre Japón, descritos desde un punto de vista occidental en la que se llega a mencionar cómo las mujeres japonesas se asombran del tamaño del pene de John Blackthorne (en comparación con el de los orientales). El personaje estaba inspirado en el navegante inglés William Adams (Reino Unido, 1564-Japón, 1620), una figura histórica más que controvertida. En el podcast oficial de la serie, FX's Shōgun Official Podcast (FX, 2024), el historiador belga Frederick Cryns, asesor de la serie, afirmaba que: "Adams expandió la idea de que los españoles querían conquistar Japón, enviando primero misioneros para convertir a los japoneses al catolicismo, y posteriormente utilizando a estos conversos para invadir Japón. Ese fue el catalizador para que Tokugawa Ieyasu decidiera desterrar toda muestra de cristianismo en Japón y solo mantuviera el comercio con los portugueses". Frederick Cryns nació en Bélgica pero se ha convertido en uno de los principales conocedores del Período Sengoku, cuyo final él sitúa en 1615, ejerciendo como profesor de Historia de Japón en la Universidad de Kioto. 

Tratando de eliminar los rasgos más tópicos de la novela, Shōgun (Disney+, 2024) se ha construido sobre el intento de ampliar la historia, transformando una visión occidentalizada del Japón medieval en una máxima rigurosidad histórica en la representación de las costumbres y el diseño de los escenarios y el vestuario, dándole a la historia la dimensión épica que necesitaba. Se podría discutir si esto no es también una forma de orientalismo, teniendo en cuenta que los creadores son norteamericanos (Rachel Kondo tiene ascendencia japonesa) y toda la serie se rodó en Vancouver (Canadá), debido a las restricciones en Japón por la pandemia del coronavirus. Pero esta pretensión de ser rigurosos y respetuosos con la representación de la cultura japonesa, ofrece una perspectiva más completa a la historia contada por James Clavell, dando mayor contexto a personajes como Kashighi Yabushige (el siempre imprescindible Tadanobu Asano) o Usami Fuji (Moeka Hoshi), una madre marcada por la tragedia a través de la que se describe la sociedad tradicional en el Japón feudal, con aspectos como la ceremonia del té, las costumbres de la aristocracia o el papel que ejercían las cortesanas. Hay en la serie una especie de fetichismo hacia la muerte, en el sentido de honor y sacrificio, que llevaba a los samuráis a una cierta obsesión por practicar el seppuku, también conocido como hara kiri, el suicidio por honor con la asistencia del kaishakunin, quien decapitaba al suicida después de que se hubiera eviscerado. 

Pero el eje central de la historia es el triángulo principal, cuando el navegante inglés John Blackthorne (Cosmo Jarvis) llega a Japón en 1600, en medio de la disputa entre los señores Yoshii Taranaga (Hiroyuki Sanada) e Ishido Kazunari (Takehiro Hira). Quizás hasta el episodio final no conocemos realmente las intenciones de Toranaga al ejercer como protector de Blackthorne, pero la relación entre ambos, entre el respeto y la manipulación mutuas, adopta la forma de una columna vertebral poderosa para la historia. Y al mismo tiempo construye ese arco del personaje occidental,  que sirve para introducir temas como el impacto del cristianismo en el Japón feudal, que a su vez mantiene una confrontación entre los protestantes ingleses y los comerciantes católicos portugueses. Utilizando como referencia el personaje principal de la película La misión (Roland Joffé, 1986), una influencia reconocida por los creadores para mostrar este choque cultural, la serie se expande hacia temáticas mucho más profundas. Pero al mismo tiempo se construye una protagonista femenina más compleja en Toda Mariko (Anna Sawai), traductora de John Blackthorne, marcada por un pasado que la llevó al matrimonio con su marido Buntaro (Shinnosuke Abe), al que el guión también trata de dar una mayor profundidad en una relación de amor que deriva en abuso. Como traductora, ella representa ese puente entre las dos culturas, subrayada por su relación con el cristianismo. Aunque hay determinadas descripciones y contrastes entre la mirada occidental y la representación oriental que pueden caer en algunos tópicos sobre el sentido del sacrificio que resultan a veces demasiado convencionales. Establecer las películas de samuráis como una referencia para construir una imagen del Japón histórico puede ser un error si se pretende hacer una representación fidedigna, porque las primeras películas de Akira Kurosawa y Masaki Kobayashi estaban muy influidas por los western clásicos de directores como John Ford. Pero Shōgun consigue tener ese sentido épico sin llegar a incluir grandes enfrentamientos bélicos, concluyendo con una versión más reflexiva frente al final de la miniserie Shogún (1980), producida por James Clavell, que mostraba a Yoshi Toranaga (Toshirô Mifune) al frente de su ejército hacia la batalla. A pesar de la repercusión que ha logrado y las muy probables nominaciones a los Emmy, los creadores insisten en que se trata de una serie que para continuar necesitaría desligarse de los libros de James Clavell, descartando en principio la adaptación de otras novelas de la Saga Asiática porque se desarrollan en otros países y otras épocas. 

Un amore
 
★★
SkyShowtime, 15 de marzo-19 de abril
Italia, 2023 - 6x50'
Creada por Stefano Accorsi, Enrico Audenino
Dirigida por Francesco Lagi

Debutando como guionista, el actor Stefano Accorsi, que también protagoniza esta serie, cuenta la historia de una relación que se ha mantenido a lo largo de más de veinte años, pero con una mirada más melancólica y madura que otras que se han estrenado recientemente, más cerca de Alice & Jack (Channel 4, 2024) que de Siempre el mismo día (Netflix, 2024). Así, no es tanto una celebración del amor romántico perdurable como la representación de decisiones tomadas en el pasado que repercuten en el presente, y posiblemente en el futuro de la relación. En 1997, una casualidad provoca que se conozcan Ale (Luca Santoro) y Anna (Beatrice Fiorentini), que viajan en el interrail hacia Barcelona, viviendo una aventura a lo largo de diferentes pueblos de Cataluña, aunque ambos se encuentran en distintas circunstancias que impiden que lleguen a tener una relación sentimental. Entonces hicieron un pacto para seguir en contacto, que se ha mantenido a través de cartas, hasta que una nueva casualidad les reúne en su ciudad de origen, Bolonia. El reencuentro entre los adultos Alessandro (Stefano Accorsi) y Anna (Micaela Ramazzotti) despierta los recuerdos de aquel viaje en el que se conocieron y provoca una reflexión sobre las decisiones, quizás equivocadas, que tomaron en su juventud. Es un tema parecido al que muestra (con mayor acierto) la excelente película Vidas pasadas (Celine Song, 2023), sobre cómo la mirada hacia el pasado en una relación incompleta entre dos personas puede provocar cierto arrepentimiento, planteando qué podría haber sucedido si el camino hubiera sido diferente, aunque la serie también tiene ecos del tríptico que comenzó con Antes de amanecer (Richard Linklater, 1995). Anna adulta está casada y tiene un hijo de veinte años, Tommi, al que llevaba en su vientre cuando conoció a Alessandro, lo que establece unas circunstancias que nuevamente obstaculizan esta relación aunque no es spoiler decir que, como se puede apreciar en la imagen de promoción de la serie, el acercamiento entre ambos personajes será más íntimo en su madurez. 

Un amore maneja bien la doble narrativa que mezcla el pasado con el presente, con Ale y Anna jóvenes recorriendo pequeñas localidades de Cataluña, utilizando los espacios geográficos como contraste entre los espacios temporales. La juventud se muestra en una España soleada y colorista, mientras la madurez tiene como trasfondo una Bolonia grisácea y con esa belleza decadente de los edificios antiguos que tan bien supo extraer la fotografía en blanco y negro de Ripley (Netflix, 2024), en una Italia de paredes agrietadas y caminos adoquinados. En España, la serie se rodó en las localidades de Vilabella, Palafrugell, Palamós y Sitges, con los servicios de producción de Boogaloo Films, la productora detrás de documentales como Magaluf Ghost town (Miguel Ángel Blanca, Raúl Cuevas, 2021) y Toyaltti adrift (Laura Sisteró, 2022), y series como Autodefensa (Filmin, 2022). La historia necesita un salto de fe respecto a este pacto epistolar que se ha perpetuado a lo largo de más de veinte años porque, a pesar de haber regresado en ocasiones para visitar a su familia, Alessandro ha mantenido la promesa de no llamar a Anna. Pero este recurso de la correspondencia narrada en voz en off sirve, dentro de la narrativa, para contar la trayectoria que ambos han llevado a lo largo de todos esos años y establecer un relato que recupera una cierta cadencia literaria. Hay un sentido de vitalidad en las escenas que se desarrollan en España, como la última ocasión de ser jóvenes despreocupados antes de ser adultos, y un tono de añoranza en la parte actual que acaba siendo conmovedor, y que se define perfectamente cuando en el Episodio 2 un cliente de la tienda de discos en la que trabaja Guido (Alessandro Tedeschi), el marido de Anna, describe la música de Burt Bacharach para Casino Royale (Val Guest, Ken Hughes, John Huston, 1967) como "esa nostalgia que se convierte en melancolía". 

Bajo la dirección de Francesco Lagi (1977, Italia), que ha dirigido películas como Il pataffio (2022), seleccionada en el Festival de Locarno, la serie mantiene el equilibrio entre pasado y presente apoyándose en un guión, en el que también participan Teresa Gelli y Giordana Mari, que sabe dosificar la información, especialmente durante el viaje que lleva a Ale joven hasta su acariciado destino en Finisterre, siguiendo la estela de aquella creencia antigua de que era el lugar donde estaba el límite del mundo, aunque el viaje termina en las dunas del Faro del Fangar, en Deltebre (Tarragona). Pero la historia situada en los noventa es un trayecto que supone una maduración, un coming-of-age de los dos jóvenes, que se conecta con la búsqueda de un padre al que Ale no conoció, mientras la madurez establece una conexión con la maternidad, la de Anna y la relación de Alessandro con su madre, Teresa (Ottavia Piccolo), que ha decidido suspender un tratamiento de quimioterapia, lo que aumenta la complejidad de las circunstancias personales de los dos protagonistas. Un amore nunca cruza la línea del melodrama, lo cual es de agradecer, sino que tiene una mirada más sutil hacia la idea de un romanticismo clásico, un deseo del otro desde la distancia en primer lugar y desde la imposibilidad de retenerlo después. Porque si las decisiones tomadas en la juventud han afectado a las vidas futuras de sus protagonistas, las que se toman en la madurez acaban afectando a todo un entorno que se ha ido construyendo con el paso del tiempo. Y este contraste es el que mejor funciona en una historia que defiende la persistencia del amor a pesar de las dificultades. 

Mi reno de peluche
 
★★
Netflix, 11 de abril
Reino Unido, 2024 - 7x30'
Creada por Richard Gadd
Dirigida por Weronica Tofilska, Josephine Bornebusch

Este comentario contiene spoilers de la temporada completa de la serie

En 2016, el comediante Richard Gadd (1989, Escocia) ganó el premio a la Mejor Comedia en el Festival Fringe de Edimburgo, un reconocido encuentro teatral alternativo en el que se han estrenado otros autores como Phoebe Waller-Bridge, cuyo éxito la llevó a escribir la comedia Fleabag (Prime Video, 2016-2019) o Jack Rooke (1993, Inglaterra), con la obra que posteriormente inspiró la serie Big boys (Filmin, 2022-). La representación con la que ganó fue Monkey see Monkey do (2016), en la que su autor y protagonista contaba su experiencia como un aspirante a cómico que sufrió el abuso sexual de un escritor y productor de televisión. Tres años después, volvió a presentar en Edimburgo su montaje Baby reindeer (2019), que en este caso hablaba en primera persona del acoso que sufrió por parte de una mujer que había sido denunciada en anteriores ocasiones. La unión de estas dos escalofriantes experiencias personales de la vida real ha dado como resultado la serie Mi reno de peluche (Netflix, 2024), que se ha convertido en uno de los éxitos inesperados de este año, anticipado eso sí por quienes habían podido ver las obras representadas por Richard Gadd en Edimburgo y posteriormente en el West End de Londres. Lo que en principio parece una comedia negra con un título absurdo, adquiere progresivamente una tonalidad más oscura, y utiliza el planteamiento inicial para reflexionar sobre la personalidad dependiente del protagonista. De manera que se difumina la frontera entre víctima y culpable, ofreciendo una representación muy sórdida del propio carácter de Donny (Richard Gadd) frente a su acosadora Martha (Jessica Gunning), que en la adaptación de televisión es mucho más joven que en la vida real, veinte años mayor que él. Uno de los principales aciertos de esta versión es la necesidad de dar un aspecto físico al personaje de Martha (en el monólogo estaba representada por un taburete de bar y solo se escuchaban sus mensajes), y en este sentido la incorporación de Jessica Gunning, a la que hemos visto en películas como Pride (Orgullo) (Matthew Warchus, 2014) y series como The outlaws (HBO Max, 2021-), proporciona esa ambivalente personalidad que transmite peligro pero también vulnerabilidad, incluso con algunos momentos conmovedores como en el Episodio 3

Después de tres años en los que recibió 41.701 emails, 350 horas de mensajes de voz, 744 tweets, 46 mensajes de Facebook desde tres perfiles falsos y 106 páginas de texto, Richard Gadd aprendió a dejar de sentir pena por su acosadora. El autor del guión y protagonista, sin embargo, ofrece una versión de sí mismo que convierte el comienzo del acoso sufrido por Martha en un recurso de autoafirmación, casi una necesidad que le crea dependencia, lo que sitúa en paralelo a las ocasiones en que volvía a casa de su violador después de haber sufrido el abuso sexual. En el último episodio comprobamos hasta qué punto puede llegar a estar tan obsesionado por su acosadora como ella lo ha estado por él. Pero al mismo tiempo ofrece dosis de humor, especialmente en los primeros momentos, y convierte a Martha en un personaje patético que se hace pasar por una abogada y escribe al final de los mensajes que envía por el móvil "Sent from an iPhone" (Enviado desde un iPhone), solo que ella no tiene un iPhone, y comete constantes errores de ortografía. Al tratarse de una serie de siete episodios, Richard Gadd necesita ofrecer un contexto más amplio que en los montajes teatrales, y lo hace con acierto, evitando ser repetitivo e introduciendo un episodio de flashback que básicamente es la historia de Monkey see Monkey do, en el que aparece el inquietante Darrien (Tom Goodman-Hill), proporcionando una mayor complejidad a su propio personaje. Ayuda en este sentido una textura de cine de terror, una fotografía semioscura y primeros planos que transmiten una sensación de pesadilla en los primeros encuentros, cuando todavía el acoso no se ha hecho físico. Destacan los cuatro primeros episodios, realizados por la directora polaca afincada en Londres Weronica Tofilska, co-guionista de otra de las propuestas sorprendentes de este año, la película Sangre en los labios (Rose Glass, 2024). 

La serie puede provocar cierta sensación de malestar porque es una comedia incómoda, una forma de bucear en la personalidad del protagonista que podríamos comparar con la miniserie Podría destruirte (HBO Max, 2020). Conforme avanza encontramos una mayor estabilidad en el tono, especialmente a partir del (muy oscuro) Episodio 4, y en los tres últimos toma la dirección Josephine Bornebusch, realizadora sueca también afincada en Londres que ha dirigido series como Harmonica (Pr1meran, 2022) y Hermanas hasta la muerte (Apple tv+, 2022-). Esto hace que Mi reno de peluche se sienta menos inquietante aunque el acoso continúe, cuando Martha pone su objetivo en personas allegadas a Donny. Pero también plantea ideas interesantes sobre cómo él mismo acaba sintiéndose en algunos momentos más cómodo con Martha porque su ex-novia Keeley (Shalom Brune-Franklin) y su actual pareja Teri (Nava Mau) están demasiado ocupadas en sus propias vidas y realmente no han sabido detectar, como sí lo ha hecho su acosadora, la necesidad de atención y los traumas que se esconden detrás de las incertidumbres de Donny. Richard Gadd utiliza el personaje de Teri para proporcionar unas dosis de sensatez, para enfrentar la realidad de una codependencia a la que puede haber contribuido él mismo. Más que una comedia negra, Mi reno de peluche es un dramedia (alguien la ha definido como una traumedia) que tiene un final inteligente en el que sitúa a Martha en su condición de acosadora serial pero al mismo tiempo la define como una persona con profundas carencias afectivas y psicológicas. Si puede parecer que la conclusión es acomodaticia, Richard Gadd nos descubre que la desaparición del peligro no es suficiente para que Donny pueda tener una vida normal. En la actualidad, el actor y guionista está trabajando en el guión de Lions (título provisional), un encargo de la BBC que se produjo antes del éxito que ha obtenido con su primera serie como creador. Se trata de un drama de seis episodios sobre dos hermanos durante varias décadas, pero que no está basado en su vida real porque, como afirmaba en una entrevista reciente: "No tengo una historia de dolor ilimitada para contar". 

Matthew Shardlake
 
★★★☆
Disney+, 1 de mayo
Reino Unido, 2024 - 4x47'
Creada por Stephen Butchard
Dirigida por Justin Chadwick  

C.J. Sansom (1952, Escocia-2024, Inglaterra) falleció el pasado 27 de abril mientras se encontraba en el proceso de escritura de la próxima novela protagonizada por el abogado Matthew Shardlake, personaje principal de una serie de libros que convirtió al autor escocés en uno de los más aclamados escritores de novelas policíacas, con la particularidad de que éstas transcurren durante el reinado de Enrique VIII en la corte de los Tudor. Aunque algunas de sus obras más conocidas se alejan de esta saga, especialmente Invierno en Madrid (2006, Ed. B de Bolsillo), una historia de espías que se desarrolla en la España franquista, la popularidad le llegó gracias a las aventuras policíacas de Shardlake, formadas por siete libros, de los que en España solo están disponibles actualmente el quinto y el sexto: La piedra del corazón (2010, Ed. B de Books) y Herejía (2014, Ed. Ediciones B). De manera que el estreno de esta adaptación se ha convertido en un homenaje póstumo a su autor, aunque es un proyecto largamente acariciado por la BBC, que hace unos años estuvo a punto de llevarlo a la pantalla, pero finalmente decidió sustituirlo por la miniserie Wolf Hall (BBC, 2015), adaptación de la novela de Hilary Mantel En la corte del lobo (2011, Ed. Ediciones Destino). Esta historia está basada en la primera novela, que en España se tituló Gallo negro (2003), y transcurre durante la reforma anglicana que encabezó Enrique VIII, proclamándose a sí mismo cabeza de la iglesia en Inglaterra, y confiscando los bienes de las instituciones eclesiásticas católicas, en un proceso que se denominó Dissolution (Disolución), que es el título original de la novela. El brazo ejecutor de esta reforma fue Thomas Cromwell, autorizado para visitar los monasterios del país para informar de la supervisión del rey, pero con la verdadera intención de efectuar un inventario de las propiedades para su posterior expropiación. En este interesante contexto, Thomas Cromwell (una breve aparición de Sean Bean) utiliza como excusa el asesinato de un monje en el monasterio de la ciudad ficticia de Scarnsea, para enviar al abogado Matthew Shardlake (Arthur Hughes) a investigar esta brutal muerte por decapitación. Siendo obligado a colaborar con Jack Barak (Anthony Boyle), que tiene orden directa de Cromwell de que la investigación sea lo más breve posible y se utilice como justificación para confiscar los bienes y las riquezas que guarda el monasterio. 

De manera que estamos ante una historia que puede recordar a El nombre de la rosa (Jean-Jacques Annaud, 1986), notable adaptación de la novela de Umberto Eco, pero que contiene más consideraciones políticas que filosóficas. Con una ambientación oscura y sucia, Matthew Shardlake (Disney+, 2024) propone un intrigante misterio que funciona gracias al formato corto de cuatro episodios sin que necesite elaborar tramas paralelas que confundan y desvíen la atención, aunque introduce un personaje femenino, Alice Fewterer (Ruby Ashbourne Serkis, hija del actor Andy Serkis). Es interesante cómo los dos personajes principales utilizan una cierta actitud de prepotencia para contrarrestar sus inseguridades: Matthew Shardlake es menospreciado por su aspecto físico debido a la escoliosis, y por tanto necesita imponer el carácter oficial de su investigación. Que el personaje esté interpretado por el actor Arthur Hughes, con displasia radial, es un acierto no solo por la coherencia, sino por su capacidad para darle profundidad a un personaje que a veces tiene monólogos en soledad que quizás resultan narrativamente algo discordantes. Arthur Hughes fue ampliamente reconocido en 2022 por su interpretación de Ricardo III en la Royal Shakespeare Company. Mientras que Jack Barak, interpretado por Anthony Boyle, que ha demostrado ser el más ecléctico de los protagonistas de Los amos del aire (Apple tv+, 2024), con su espléndida interpretación en la miniserie Manhunt (Apple tv+, 2024), tiene una actitud arrogante que utiliza para tratar de ocultar sus orígenes humildes, salvado de la pobreza, y que convierte el éxito de la misión que le ha encargado Thomas Cromwell en una necesidad vital para no volver a la miseria. 

La investigación se desarrolla en el interior de una abadía en la que los monjes parecen guardar secretos inconfesables, que están relacionados con una antigua sirvienta, pero también con el acoso al que ha sido sometido el joven novicio Simon Whelplay (Joe Barber), quien parece tener cierta información sobre las actividades ocultas en el monasterio, encabezado por el abad Fabian (Babou Ceesay), que se resiste a entregar sus bienes. Como se podría imaginar se suceden diferentes asesinatos a lo largo de la historia, y solo algunos monjes como el hermano Guy (Irfan Shamji), un boticario que volverá a aparecer en las siguientes novelas,  y el hermano Gabriel (Miles Barrow) parecen dispuestos a compartir sus conocimientos con Shardlake. Dirigida por Justin Chadwick, nominado al Emmy por la adaptación de la novela de Charles Dickens Casa desolada (BBC/PBS, 2005), y escrita por Stephen Butchard, del que hemos visto recientemente la espléndida miniserie Las buenas madres (Disney+, 2023), esta adaptación introduce un cambio notable respecto a las novelas. El personaje de Jack Barak no aparece en las obras originales hasta el segundo libro, Fuego oscuro (2004), pero su introducción, que ha resultado polémica en los círculos de aficionados a las novelas, de alguna manera consigue ampliar el contexto político y añade presión a la investigación del protagonista. Matthew Shardlake se ve envuelto en las intrigas de la corte de Londres en el Episodio 4, donde Thomas Cromwell, en referencia a  la inocencia de Ana Bolena, condenada a la ejecución por infidelidad al rey Enrique VIII, afirma que: "La verdad deber ser lo que queramos que sea". La serie es entretenida y al mismo tiempo introduce elementos históricos que la hacen mucho más atractiva, y su origen literario le permite ese formato de miniseries británicas autoconclusivas que siempre resultan interesantes. 

Agatha Christie: Matar es fácil
 
★★☆☆
Movistar+, 8-22 de mayo
Reino Unido, 2023 - 3x48'
Creada por Siân Ejiwunmi-Le Berre
Dirigida por Meenu Gaur

Este mes hablamos de muchas adaptaciones de obras literarias al formato de series, y sin duda una de las autoras más recurrentes es Agatha Christie (1890-1976, Reino Unido), de la que ya es tradicional que la BBC estrene cada Navidad una miniserie basada en alguna de sus historias, igual que la RAI estrena cada diciembre una adaptación de una obra de Eduardo de Filippo, como Napoli Millonaria! (Luca Miniero, 2023), una tradición que debería adoptar TVE con algún autor clásico, de los que estamos sobrados en España. En diciembre del año pasado, la entrega anual de misterio adaptaba la novela Matar es fácil (1939, Ed. Espasa), pero estuvo rodeada de controversia por la decisión de cambiar al protagonista de la novela original, el policía retirado Luke Fitzwilliam, por un joven que viaja a Londres procedente de Nigeria, gracias a las posibilidades económicas que proporciona el petróleo en su lugar de origen. Otro de los cambios destacados consiste en adelantar la época en la que transcurre la acción, desde los años treinta de la versión original hasta 1954 en la adaptación para televisión. En una entrevista concedida a la revista Radio Times por el bisnieto de Agatha Christie, James Pritchard, éste afirmaba que ella podría haber estado satisfecha con la introducción de este tipo de cambios porque, de hecho, las adaptaciones que conoció en vida "no le gustaron porque no creía que fueran lo suficientemente radicales para el cambio de medio. Ella afirmaba que cuando modificas el medio de transmisión, necesitas cambiar la historia".  La adaptación ha sido realizada por la guionista Siân Ejiwunmi-Le Berre, que trabajó en la mesa de guionistas de la serie Nautilus (AMC+, 2023) una versión de la novela de Julio Verne 20.000 leguas de viaje submarino (1870, Ed. Edhasa), que Disney+ canceló después de estar terminada y de la que AMC acabó adquiriendo los derechos. La historia comienza con el encuentro entre Luke Fitzwilliam (David Jonsson) y la anciana señora Pinkerton (Penelope Wilton), que en la serie refuerza la representación de lo que podría ser un reflejo de Miss Marple. De hecho, en Miss Marple (Pluto TV, 2004-2013), el episodio Murder is easy (T4E2) la introduce como investigadora junto a Fitzwilliam. Miss Pinkerton también se dirige a Londres para denunciar que varias muertes accidentales que se han producido en Wychwood, podrían ser en realidad obra de un asesino. Luke Fitzwilliam decide cambiar su rumbo y dirigirse hacia el pueblo para averiguar la verdad, pero la transformación del protagonista y la época permiten introducir algunos elementos como la sombra del colonialismo y el racismo junto al tema principal de la diferencia de clases y los privilegios de la posición social. 

La adaptación mantiene la esencia de la historia original, pero hay secuencias nuevas en las que Fitzwilliam es cuestionado por algunos amigos de origen nigeriano, como Ngozi Ude (Gloria Obianyo), por el hecho de haber viajado a Londres para trabajar como agregado diplomático a las órdenes de un jefe colonial: "He aquí el africano imperialista, auto-colonizado, colaborando con sus opresores. No me sorprende que hables como un inglés". Esta primera parte de la serie introduce los principales cambios para incorporar a un protagonista racial que la autora de la adaptación defendía en un amplio artículo en el que contaba cómo se había planteado la serie, no como una cuestión de inclusión racial, sino como una forma de explicar al personaje: "Como nigeriano rico y educado, sus limitaciones como detective son obstáculos externos impuestos por su condición de inmigrante" (The Guardian, 26/12/2023). Aunque el transcurso de la historia se reconduce hacia la trama original, desviándose de los interesantes cambios propuestos al principio, la historia funciona de una manera clásica, con Luke Fitzwilliam interpretado por David Jonsson, al que hemos visto en la serie Industry (HBO Max, 2020-) y en la estupenda película Amor en Rye Lane (Raine Allen-Miller 2023). Éste cuenta con la ayuda de Bridget Conway (Morfydd Clark, de Los anillos de poder (Prime Video, 2023-)), una joven que está prometida con Gordon Whitfield (Tom Riley), propietario de una compañía de cemento que pretende construir una nueva ciudad, frente a la oposición del reverendo Humbleby (Mark Bonnar, de Guilt (BritBox, 2019-2023)): "Está sentado aquí, en su mansión, trazando sus elaborados planes en lugar de construir casas decentes y asequibles para la gente". Las primeras sospechas de Fitzwilliam recaen en el Dr. Thomas (Mathew Baynton, de Fantasmas (Movistar+, 2019-2023)), quien le muestra orgulloso los libros sobre eugenesia que tiene en su consulta, como Inferioridad y crimen o Higiene racial. Una campaña para crear una raza superior, y mantiene la teoría de que "asesinar es fácil. Si eres cuidadoso, inteligente y no metes la pata". En la mansión de Lord Whitfield se encuentra una habitación llena de reliquias africanas, reflejando la expoliación provocada por la colonización.  

Son estos detalles añadidos los que funcionan mejor en Matar es fácil (Movistar+, 2023), porque aporta una dimensión diferente que a los seguidores de la fidelidad a las novelas originales podrá incomodar, pero que introduce una perspectiva nueva a una historia que ha tenido varias adaptaciones. Hay que reconocer que la dirección de Meenu Gaur, que ha dirigido algunos episodios de Un mundo en llamas (Movistar+, 2019-2023), tampoco propone originales soluciones visuales, sino que se mueve con cierto acomodo en la representación clásica de una investigación que va encontrando a su paso sucesivas muertes, cada vez menos creíbles como casualidades, y tampoco acierta del todo en la representación de una época en la que algunos elementos del vestuario parecen aleatoriamente más modernos de lo que deberían. La miniserie consiguió una buena audiencia en su primer episodio, aunque perdió más de 800.000 espectadores para el segundo, manteniéndose por encima de sus competidores. Aunque la BBC la estrenó dividida en dos partes de una hora de duración cada una, en España se estrena la versión internacional que consta de tres episodios de 50 minutos, lo que supone unos 15 minutos más que la versión estrenada en Inglaterra. No cambian aspectos importantes de la trama, pero sí amplían algunas escenas entre Luke Fitzwilliam y Bridget Conway, y la relación que tiene el protagonista con el pueblo vecino de Ashe Bottom, formado por trabajadores como el chófer Rivers (Jon Pointing, de Big boys (Filmin, 2022-)). Sin ser la adaptación más brillante de las que BBC ha estrenado desde el acuerdo que firmó en 2014 con Agatha Christie Productions Limited, Matar es fácil introduce una mirada diferente que refresca la historia original.  

Materia oscura
 
★★
Apple tv+, 8 de mayo-26 de junio
Estados Unidos, 2024 - 9x58'
Creada por Blake Crouch
Dirigida por Jakob Verbruggen, Roxann Dawson, Logan George, Celine Held, Alik Sakharov 

La plataforma de Apple parece empeñada en convertirse en el referente de la ciencia-ficción científica para adultos, un género que ni siquiera Netflix o HBO Max han conseguido desarrollar, la primera con algunos intentos fallidos como El problema de los tres cuerpos (Netflix, 2024) y la segunda más centrada en las fantasías del pasado como La casa del dragón (HBO Max, 2022-). En los últimos meses, ha abordado ya en varias ocasiones las teorías de la superposición que plantea la física cuántica, y en cierta manera podemos decir que Materia oscura (Apple tv+, 2024) hace un planteamiento que desarrolla las ideas finales de Constelación (Apple tv+, 2024). Ya no se cuestiona si es posible cruzar entre diferentes versiones de la realidad, sino que lo da por hecho, construyendo un entretenido thriller de ciencia-ficción que a pesar de extenderse demasiado, consigue mantener el nivel adecuado entre la reflexión existencial y la especulación científica. Cuando conocemos a Jason (Joel Edgerton), es un profesor de física que explica a sus alumnos la teoría del Gato de Schrödinger: "La interpretación de la mecánica cuántica de la Escuela de Copenhague establece que, antes de que miremos dentro de la caja, el átomo existe en un estado de superposición, lo que es una forma elegante de decir que el gato está muerto y vivo al mismo tiempo". En esta realidad en la que vive Jason, decidió renunciar a una brillante carrera como científico en favor de su vida familiar junto a su esposa Daniela Vargas (Jennifer Connelly) y su hijo Charlie (Oakes Fegley). Su amigo Ryan Holder (Jimmi Simpson) le dice que "habría podido cambiar el mundo si hubiera elegido ser científico en vez de enseñar física a futuros médicos y abogados de patentes". Los planteamientos científicos de la historia se sostienen en el biocentrismo, que defiende que la conciencia manifiesta la realidad, proponiendo una explicación a la posibilidad de la existencia de un multiverso, como describe el científico Paul Halpern en su libro The allure of the multiverse: Extra dimensions, other worlds and parallel universes (2024). 

Jason es secuestrado y acaba despertando junto a Amanda Lucas (Alice Braga), una mujer a la que no conoce, empezando a percibir que está en un lugar donde su realidad se ha alterado. La serie explica pronto que su secuestrador ha sido Jason2, una versión suya de otra realidad paralela que tomó la decisión de sacrificar a su familia para continuar con su carrera científica, desarrollando un mecanismo en forma de caja en cuyo interior se puede acceder a una dimensión de la conciencia que permite la posibilidad de traspasar diferentes realidades superpuestas. Pero el anhelo de recuperar su vida familiar, que plantea una especie de arrepentimiento de las decisiones que tomó, ha llevado a Jason2 a sustituir su realidad por la de Jason1. Amanda es la única que cree a este último, por lo que ambos inician un viaje, con el problema añadido de que Jason1 no sabe exactamente cómo llegar a su lugar de origen. Dentro de la caja, cualquier puerta puede conducir al apocalipsis, la utopía o un Chicago con aspecto futurista; cada realidad está moldeada por la intención, el estado de ánimo y el subconsciente del viajero. Mientras tanto, el doppelgänger de Jason intenta adaptarse a su nuevo mundo, disimulando su desconocimiento de algunas de las experiencias vividas por Jason1 con su familia. Esta forma de suplantación de sí mismo, tratando de encontrar información sobre su propia existencia, construye un logrado thriller que reflexiona sobre los caminos tomados en la vida. Joel Edgerton tiene un trabajo difícil, no solo por interpretar varias versiones del mismo personaje, sino porque consigue transmitir de qué manera los recorridos por las realidades superpuestas provocan una transformación en el protagonista que en cierto modo le hacen entender a Jason2.

Blake Crouch (1978, Carolina del Norte), fue el autor de la trilogía de novelas que en España se ha editado bajo el título Wayward Pines. El paraíso (2012-2014, Ed. Ediciones Destino), adaptada como la serie Wayward Pines (Fox, 2015), protagonizada por Matt Dillon. Cuando escribió Materia oscura (2016, Ed. Nocturna Ediciones) se encontraba en proceso de divorcio, de manera que esta fantasía de ciencia-ficción se construye a partir de una reflexión personal sobre los errores cometidos y la imposibilidad de cambiar una realidad creada a partir de las decisiones que se han tomado. El mismo autor se ha encargado esta vez de adaptar su novela en formato de serie (Sony Pictures compró los derechos el mismo año de la publicación del libro), en la que Jason2 de alguna manera fuerza este cambio a través de sus conocimientos científicos. Pero solo es posible hacerlo trasformándose en un intruso dentro de la vida familiar de Jason1, y arrebatándole su propia realidad. Es por tanto una propuesta interesante que también se desarrolla en otros personajes como Amanda, quien acompaña a Jason1 en esta búsqueda casi imposible dentro de las millones de posibilidades que se manifiestan ante ellos. En In the fires of dead stars (T1E7), ella decide llevarle a su propia realidad imaginada, "centrada en conceptos que pensé que crearían un mundo que valiera la pena experimentar", de manera que el Chicago que se presenta ante ellos es una especie de idea utópica sobre "personas que están de acuerdo en lo básico, tecnología que no destruye el medio ambiente o la humanidad". Conoceremos a diferentes versiones de Jason, pero también distintas versiones de Valeria, desde la aspirante a artista algo insegura que ha estado con él, hasta la mujer independiente que ha desarrollado una carrera. "He conocido una versión de ti en la que no estabas casada conmigo. Eras artista. Acababas de inaugurar tu nueva exposición", lo que plantea que para Daniela el matrimonio ha podido ser una barrera frente a su desarrollo personal. Aunque la serie sufre el problema de contar su historia en más tiempo del que hubiera necesitado, mantiene siempre el interés y se dirige hacia un desenlace que ofrece un llamativo giro en el episodio Jupiter (T1E8), de manera que el tono de thriller destaca sobre la propuesta científica. La serie tiene un desenlace quizás no demasiado bien ejecutado, pero al mismo tiempo cierra la historia principal, dejando también una puerta abierta (nunca mejor dicho) a una segunda temporada. 

Killing it (Temp. 1-2)
 
★★
Movistar+, 11 de mayo-8 de junio / 15 de junio-6 de julio
Estados Unidos, 2022-2023 - 10x30' / 8x30'
Creada por Luke Del Tredici, Dan Goor
Dirigida por Maurice Marable, Angela Barnes, Jaffar Mahmood, Michael Trim, Michael Weaver, Shahrzad Davani, Dan Goor, Luke Del Tredici

La primera temporada de esta comedia sobre lo depredador que puede ser el capitalismo pasó tan desapercibida en Estados Unidos (también es cierto que se estrenó en la plataforma Peacock, que no ve casi nadie) que tomó por sorpresa la renovación para una segunda temporada, estrenada el año pasado. Pero esta nueva oportunidad le ha sentado especialmente bien a una propuesta creada por Dan Goor y Luke Del Tredici, creadores de Brooklyn Nine-Nine (Netflix, 2013-2021). El primero ganó dos premios Emmy como guionista de los programas The Daily Show (2001) y Late Night with Conan O'Brien (2007), participando después en Parks and recreation (Prime Video, 2009-2015), mientras que el segundo ha sido nominado dos veces al Emmy por Rockefeller Plaza (NBC, 2006-2013). Las dos temporadas de Killing it (Movistar+, 2022-) llegan a ahora a España de manera consecutiva, con dos episodios semanales desde el mes de mayo y el estreno de la segunda a partir de junio. El punto de partida de la serie define en cierta medida su planteamiento como reflejo exagerado de una realidad que sin embargo puede ser identificable. Desde 1979, se observó un aumento de la población de serpientes pitones en Florida, una especie invasora que se ha convertido en un problema en el Parque Natural de Everglades, ahuyentando a las especies autóctonas de la zona y en algunas ocasiones matando a animales domésticos como un husky siberiano. El Estado promueve un concurso anual, ofreciendo más de 30.000 dólares a los participantes que puedan atrapar el mayor número de serpientes, una competición que ha sido denunciada por numerosas asociaciones de protección de animales. Pero este concurso se convierte en la trama principal de Killing it, cuando Craig (Craig Robinson), que está convencido de que el sueño americano existe, decide participar para conseguir los 20.000 dólares de recompensa que necesita para iniciar su propio cultivo de bayas, que considera un buen negocio por las propiedades que se le adjudican, como mejorar los problemas de próstata. En uno de sus trayectos hacia reuniones con posibles inversores conoce a Jillian (Claudia Dogherty), una conductora de Uber multiempleada que quiere formar equipo con Craig.  

Los dos se convierten en un improbable tándem que tiene que enfrentarse a cazadores supuestamente expertos como Brock (Scott McArthur) y su hijo Corby (Wyatt Walter), mientras Craig continúa introduciéndose en los círculos de emprendedores que aspiran a convertirse en los próximos profesionales de éxito. Pero en una sociedad norteamericana con tendencias conservadoras y actitudes supremacistas (la primera temporada está ambientada en 2016, durante la campaña electoral de Donald Trump), las serpientes pitón no son los depredadores más peligrosos precisamente. En el episodio Dominine (T1E3), Craig gasta más de 1.000 dólares en conseguir una acreditación para una Conferencia dedicada a nuevos emprendedores que sin embargo se revela como una estafa, mientras intenta conseguir que su hermano Isaiah (Rell Battle), con cierta tendencia a involucrarse en actividades ilegales, acabe estafando a los estafadores. En este encuentro que tiene una ideología básicamente ultraconservadora con referencias despectivas a Hillary Clinton, uno de los conferenciantes es el exitoso empresario Rodney Lamonca (Tim Heidecker), que será uno de los personajes recurrentes en las dos temporadas. En Task-rabbit (T1E5), Jillian es contratada por Sloane Faulkner (D'Arcy Carden) como asistenta, pero en realidad lo que pretende es que se haga pasar por ella durante un día como dueña de una mansión que está siendo investigada por fraude fiscal. A pesar de cierto optimismo que desprenden tanto Craig como Jillian, cada paso que dan hacia la vida empresarial se convierte en realidad en pasos atrás en su propia vida: Craig comienza la serie con un trabajo como guardia de seguridad y un pequeño apartamento, y a mitad de temporada está desempleado y vive en un gimnasio, mientras intenta conciliar su tiempo con la hija que tuvo con su ex-pareja Camille (Stephanie Nogueras).  

Dentro de su sentido del humor estrafalario y absurdo, Killing it tiene una primera temporada algo desequilibrada, con episodios muy locos como el que protagoniza Brock en The Kingmaker (T1E8), en el que aparentemente consigue alcanzar su sueño de convertirse en un influencer. Pero la serie no solo refleja de manera constante que este es un mundo de depredadores, sino que muestra cómo el éxito se sostiene en realidades falsas. El próspero negocio de construcción de Rodney Lamonca es una empresa que se dedica al lavado de dinero ilegal, el más exitoso cazador de serpientes en el episodio Carlos (T1E4) esconde un secreto que incumple el reglamento del concurso, la riqueza del matrimonio formado por Tate (Tommy Dewey) y Blythe (Ayden Mayeri) en Ayúdame a pagar mis facturas (T2E4) también se sostiene en negocios fraudulentos. La segunda temporada de la serie deja atrás el concurso de caza de serpientes para centrarse en el comentario social sobre esta falsedad del éxito y la incapacidad de Craig y Jillian de avanzar en su trayecto hacia la vida empresarial, porque casi nada sale como esperaban. Más equilibrada y con dos episodios menos, esta nueva temporada que se estrena el 15 de junio en España se centra más en el retrato de las dificultades que afrontan los protagonistas, con un divertido primer episodio, Lo que siembras (T2E1), escrito por Fran Gillespie, guionista de Saturday Night Live (Movistar+, 1975-), que aporta uno de esos personajes secundarios que brillan en esta serie, Johnny (Beck Bennett), un inspector del Departamento de Agricultura de Florida que pone en cuarentena la cosecha de bayas por la posible presencia del caracol gigante africano, otra especie invasora. La inesperada segunda temporada de Killing it permite a sus creadores ser más incisivos y seguir descomponiendo el sueño americano, pero sin llegar a perder el continuo optimismo de unos protagonistas que, a pesar de los depredadores y las dificultades que les rodean, se empeñan en seguir adelante. 

Without sin: Libre de culpa
 
★★☆☆
AXN Now, 11 de mayo
Reino Unido, 2022 - 4x46'
Creada por Frances Poletti
Dirigida por Al Mackay 
BAFTA TV '23: Nominada Mejor Actriz

Poco después de terminar la serie Line of duty (Netflix, 2012-2021) y antes de embarcarse en la adrenalínica Trigger point (Movistar+, 2022-), la actriz Vicky McClure se reencontró con el actor Johnny Harris, con el que había coincidido en la trilogía This is England (Channel 4, 2010-2015). En este debut de la guionista Frances Poletti para ITV, ella interpreta a una madre que afronta el drama de la muerte hace tres años de su hija adolescente Maisy (Justine Emma Moore), enfocándose en su nuevo trabajo como taxista. Stella (Vicky McClure) intenta resolver de alguna manera las cicatrices psicológicas que soporta formando parte de un programa de reconciliación que organiza encuentros entre los familiares de las víctimas y los culpables que cumplen condena. Pero cuando se reúne con Charles Stone (Johnny Harris), condenado por la muerte de Maisy, el resultado no solo no es tranquilizador sino que abre numerosas preguntas sobre lo que ocurrió realmente la noche que su hija fue asesinada. A lo largo de los cuatro episodios que componen la miniserie Without sin. Libre de culpa (AXN Now, 2022), que ahora llega a España, la protagonista comienza a investigar la implicación que pudo tener una familia de mafiosos y la relación que existe con otra joven desaparecida, Cloe (Elise Ackerman), que parece tener información sobre los acontecimientos reales. El desarrollo de este drama criminal no es demasiado arriesgado, y en cierta manera se pueden adivinar los pasos que seguirá la protagonista y las consecuencias que tendrá su empeño en averiguar la verdad en la relación con su ex-marido Paul (Perry Fitzpatrick) y con Roman McKeller (Con O'Neill), el líder de la familia mafiosa. Pero la serie plantea desde su mismo título la delgada línea que separa la culpabilidad de la inocencia conforme Stella profundiza en su investigación, planteando dudas sobre si la víctima estaba libre de culpa o si el supuesto culpable puede llegar a ser realmente inocente. Estableciendo dos líneas paralelas que transcurren dentro y fuera de prisión, la subtrama carcelaria resulta a veces demasiado convencional, con Charles actuando como protector de Jamal (Callum Fuller), un joven que acaba de entrar en prisión y que parece carne de abusos en un entorno violento y opresivo. 

Lo más interesante de esta producción británica cortada bajo el patrón de las series de ITV, es la manera en que plantea la transversalidad del tráfico de drogas en el entorno de la clase media y la forma en que se contagia a través de diversos vínculos que acaban estableciendo un círculo de poder y dependencia. El personaje de Stella también arrastra un sentimiento de culpa porque la noche en que murió su hija ella se encontraba en una fiesta con unos amigos y no prestó demasiada atención a Maisy, de manera que la sombra de la responsabilidad también la ha acabado afectando. Vicky McClure es una actriz especialmente dotada para estos papeles dramáticos, aunque la consecución de este tipo de personajes que están afectados por el trauma, algo parecido al papel que interpreta en Trigger point, puede revelar algunos tics que se repiten, al igual que esa cara de amargura constante que ha convertido en un sello personal. En este sentido, es más acertado el trabajo de Johnny Harris, al que también podemos ver en Un caballero en Moscú (SkyShowtime, 2024), que representa los matices de los problemas psicológicos que ha venido enfrentando en los últimos tres años, aunque no se explica demasiado bien en la serie por qué ha esperado tanto tiempo para reclamar su inocencia, porque la desaparición de Cloe resulta un catalizador poco creíble para un hombre que ha aceptado estar en la cárcel hasta entonces. El mayor peligro de este tipo de dramas que juegan en sud esarrollo con las medias verdades es que el desenlace no termine siendo demasiado convincente, pero en el caso de Without sin. Libre de culpa la resolución contiene algunos elementos de sorpresa que funcionan adecuadamente bien, subrayando la idea de que la culpabilidad y la inocencia son dos conceptos que a veces no están definidos con claridad. 

Perni (Temp. 3)
 
★★
Filmin, 14 de mayo
Noruega, 2022 - 6x30'
Creada por Henriette Steenstrup
Dirigida por Petter Næess

A pesar de haber sido renovada el año pasado para una cuarta y una quinta temporadas, la serie creada y protagonizada por Henriette Steenstrup (1974, Noruega) se ha visto afectada por la crisis económica de la plataforma nórdica Viaplay, que ha provocado que la empresa audiovisual sueca haya licenciado casi toda su producción propia a otras compañías, estrenándose algunas de sus últimas producciones como Viktoria (SkyShowtime, 2023) o Ronja, la hija del bandolero (Netflix, 2024) en otras plataformas. De hecho, las tres primeras temporadas de Perni (Filmin, 2021-) ya se pueden ver en Noruega tanto en la plataforma de streaming de la televisión pública NRK como en Netflix, donde finalmente se estrenarán la cuarta y la quinta, aunque en España Filmin mantiene la licencia de la serie. Desde su estreno en 2021, Perni ha supuesto una cita anual para los espectadores noruegos con las vicisitudes de esta madre separada con dos hijas adolescentes, convirtiéndola en uno de los grandes éxitos de los últimos años. Pero la repercusión de la serie también ha trascendido al mercado internacional, hasta el punto que el periódico Nattavisen se hacía eco en 2022, con motivo del estreno de la tercera temporada, del éxito de la serie en España y Latinoamérica: "De hecho, siento que me veo un poco más sexy en español", comentaba la actriz, aunque también bromeaba quejándose de que cuando estuvo de vacaciones en Mallorca nadie la reconoció por la calle. En Noruega, Henriette Steenstrup es una actriz muy popular, no solo por sus trabajos en películas y series, sino por su participación en programas de televisión y recientemente por su interpretación de Miss Hannigan en la versión noruega del musical Annie (2023) en teatro. Retrasada la producción debido a los problemas de Viaplay, a España ha llegado esta tercera temporada dos años después de que la segunda se estrenara en 2022. El personaje se ha convertido en una presencia cercana, y resultan encantadoras sus tribulaciones como madre separada que tiene que enfrentarse a dos hijas adolescentes exigentes, un ex-marido holgazán y un padre que salió del armario en la tercera edad. 

La nueva entrega está dirigida en todos los episodios por Petter Næss (1960, Noruega), que fue el director conceptual de la ambiciosa serie El tiempo de la felicidad (Filmin, 2018-2022), ofrece lugares comunes dentro de esta dramedia, pero incorpora algunos cambios que afectan a la familia. Perni (Henriette Steenstrup) está vendiendo su casa a las afueras de Oslo y se ha ido a vivir a un apartamento en la ciudad, lo que modifica las dinámicas familiares. Con un espíritu especialmente navideño, esta temporada enfrenta a la protagonista a las primeras celebraciones sin su hermana Anna, recién fallecida cuando comenzó la serie en su primera temporada. Sin embargo, las expectativas de pasar unas navidades en familia no parecen muy claras: su hija Hanna (Vivild Falk Berg) ha decidido finalmente hacer el viaje a Argentina, mientras que su otra hija Sigrid (Ebba Bellarubin Jacobsen Öberg) quiere pasar la Nochebuena con su padre Finn (Jan Gunnar Røise), el ex-marido de Perni que además reclama una parte del dinero de la venta de la casa, argumentando que ha contribuido a su reforma. Finalmente, su padre Ole Johan (Nils Ole Oftebro) quiere evitar una celebración marcada por la ausencia, y también ha decidido pasar las fiestas con la familia de su pareja Stephen (Henrik Mestad). Escrita en solitario por la actriz Henriette Steenstrup, la historia se encuentra cómoda con un personaje que nunca consigue tener esa estabilidad emocional que desearía, y que está marcada por una fragilidad dentro de un ambiente familiar ruidoso, pero que sabe sobrellevar con estoicismo. La ausencia de algunos miembros de su familia en esta tercera temporada permite a la guionista enfocar el personaje más en relación con el ambiente laboral, lo que deriva hacia tratamientos de algunos temas complejos que están incorporados sin embargo con habilidad. 

Perni ejerce como trabajadora social y se enfrenta en sus jornadas diarias a la necesidad de protección de menores de edad en situaciones de riesgo de exclusión social, y dentro de este ambiente de fiestas marcadas por los recuerdos y la ausencia, aborda cuestiones como la violencia doméstica, las infidelidades o la soledad, pero siempre con esa mirada comprensiva que evita caer en el drama demasiado marcado. Y en cierta manera, la serie también encuentra un equilibrio en las historias personales de los adultos, casi siempre buscando la comprensión de una persona de confianza, como Tuva (Agnes Kittelsen), que parece estar a punto de cruzar la línea de la infidelidad, Kenneth (Oddgeir Thune), cuya Nochebuena en solitario con su pareja no sale como esperaba, o el director del coro Rasmus (Carl Martin Eggesbø), que se enfrenta a una situación difícil con su hermana, pero también dentro de una relación tóxica. Esta tercera temporada se siente más madura en la exposición de las problemáticas que rodean a la protagonista, sin abandonar el tono mesurado de su mirada hacia el entorno familiar. En una especie de pre-Nochebuena, Perni comparte con su hija Sigrid una cena viendo la tradicional película Love actually (Richard Curtis, 2003), acompañadas de una cesta navideña muy española, con aceite de oliva, jamón serrano y queso manchego, en uno de esos momentos tan familiarmente encantadores que tiene la serie. Pero en "The kids are not alright" (T3E5) afronta la fortaleza de Perni como madre, dispuesta a defender con contundencia a su hija respecto a ciertas actitudes de bullying, en un episodio que refleja la preocupación por la salud mental de los adolescentes, pero también muestra la capacidad que tienen para resolver sus propios problemas de manera más sencilla que los adultos. La historia transcurre entre los días previos a la Navidad y el cumpleaños de Perni, el 21 de enero, siendo posiblemente la mejor temporada de las que se han estrenado hasta la fecha. Porque Perni mantiene el tono con una mirada más madura hacia las relaciones personales y amplía el espectro temático hacia historias más comprometidas sin perder la esencia de una serie que habla sobre la familia.  

Blue Lights (Temp. 2)
 
★★☆☆
Movistar+, 15 de mayo-19 de junio
Reino Unido, 2024 - 6x60'
Creada por Declan Lawn, Adam Patterson
Dirigida por Adam Patterson, Declan Lawn, Jack Casey
Premios IFTA '24: Mejor Actor Secundario (Richard Dormer)

Después del éxito de la primera temporada y una renovación sorprendente para una tercera y cuarta temporadas, la segunda se presenta como un primer paso para saber cuál es el camino que sus creadores deciden seguir. A pesar de las buenas críticas y la amplia audiencia, la serie no ha sido nominada en ninguna categoría de los BAFTA TV Awards, lo que resulta incomprensible, porque fue uno de los mejores dramas policíacos del año pasado. Consiguiendo una mezcla eficaz entre los elementos tradicionales del género y un contexto situado en algunos barrios de Belfast en los que se mantiene un rechazo a la policía y su representación de la memoria de The Troubles, Blue lights (Movistar+, 2023-) mantenía una tensión constante en cada una de las intervenciones de estos "response officers". El reciente documental ganador del Dox:Award en CPH:DOX, The flats (Alessandra Celesia, 2024) refleja de manera excelente cómo permanecen las cicatrices psicológicas de aquel conflicto en algunos habitantes de New Lodge, una comunidad católica en la periferia de Belfast. Esta nueva entrega sigue a los trágicos acontecimientos de la pasada temporada, con la permanencia del trauma pero con unos protagonistas que ya han superado el período de prueba, de manera que están plenamente asentados en sus obligaciones diarias. Con el hijo de Grace Ellis (Siân Brooke) ausente, ella comparte apartamento con Annie Colon (Katherine  Devlin) y patrullas con Stevie Neil (Martin McCann), aunque su especial acercamiento a veces provoca situaciones complicadas, mientras que Tommy Foster (Nathan Braniff) recupera el contacto con Aisling (Dearbháile McKinney), que ha sido enviada a Derry. Digamos que la historia comienza en este punto a derivarse hacia el típico drama policial en el que todos están relacionados con todos, formándose tres parejas sentimentales entre compañeros de trabajo a lo largo de esta segunda temporada, lo que hace que la serie camine a veces por la peligrosa línea de la cursilería, algo que la producción sueca La delgada línea azul (Filmin, 2021-), que tiene un planteamiento parecido a esta serie, consigue evitar de manera más inteligente. 

Sin embargo, el contexto vuelve a darle fuerza a la historia, con una tasa de delitos que está en aumento y un enfrentamiento entre grupos lealistas, aquellos que mantienen su oposición a la unificación de Irlanda, y que controlan el negocio de la venta de drogas. El propietario del bar The Loyal Pub, Lee Thompson (Seamus O'Hara) está a punto de comenzar una guerra territorial, lo que supone el peligro de enfrentamientos cada vez más violentos. Es un personaje interesante porque mantiene una ambigüedad que le hace especialmente peligroso pero al mismo tiempo está impulsado por un cierto sentido de justicia, siendo en este sentido un antagonista menos convencional que el de James McIntyre en la anterior temporada. En oposición, la llegada del agente de Inteligencia Murray Canning (Desmond Eastwood), que ya apareció en la primera temporada, sacudirá la comisaría con su técnica basada en que el fin justifica los medios, acompañado además por un agente de confianza, Shane Bradley (Frank Blake), que le sirve de espía sobre las interioridades de la comisaría. Canning cumple aquí la función del personaje tópico de la temporada, ridículamente convencional tras unos acontecimientos que suceden en Where I want to be (T2E5). Pero el contexto de una ciudad en la que todavía persiste cierta tranquilidad tensa, sustituyendo los conflictos políticos por enfrentamientos entre delincuentes pero en los que hay un trasfondo psicológico que se sostiene en el pasado, proporciona esa atmósfera inquietante, aunque menos rotunda en esta segunda temporada. La subtrama protagonizada por Jen Robinson (Hannah McClean), ahora una abogada que investiga un atentado ocurrido en el pasado para encontrar conexiones incómodas, se siente algo aislada durante casi toda la temporada, pero es la más interesante respecto a cómo el mantenimiento de la reconciliación mantiene enterradas determinadas investigaciones: "Créeme cuando te digo que hay cosas que es mejor no conocer", dice un personaje.

Blue lights pierde fuerza en esta temporada, siendo menos consistente en el desarrollo creciente de ese ambiente claustrofóbico que se describió con especial acierto en la primera. Aunque funciona bien a pie de calle, en algunas de las intervenciones policiales que abordan temas como la salud mental o la soledad de la tercera edad, a veces deriva hacia terrenos más convencionales, con personajes antagónicos poco desarrollados que tratan de impulsar una historia algo desequilibrada. Incluso el cliffhanger del penúltimo episodio se siente demasiado casual, por mucho que trate de reflexionar sobre la necesidad de romper con la herencia de la violencia que provoca la persistencia de un conflicto permanente. Los ex-periodistas norirlandeses Declan Lawn y Adam Patterson, que se encargan por primera vez de dirigir la primera mitad de la temporada, quizás necesitan profundizar más en algunos aspectos para evitar el peligro del policíaco demasiado formal, aunque Blue lights sigue siendo una serie bien escrita que a veces se eleva por encima de otros dramas policíacos británicos.   

Mademoiselle Holmes
 
★★☆☆
Cosmo, 16 de mayo-20 de junio
Francia, 2024 - 6x50'
Creada por Victoria Spennato, Laëtitia Kügler
Dirigida por Frédéric Berthe, François Ryckelynck

Muy cerca de su estreno en Francia llega a nuestro país uno de los últimos éxitos de la comedia policial francesa. La serie se estrenó el pasado 11 de abril, consiguiendo más de 5 millones de espectadores con una cuota de pantalla del 26,2% y se ha mantenido con fortaleza a lo largo del mes, logrando con sus dos últimos episodios, emitidos el 25 de abril, una nueva ventaja sobre sus competidores en la franja nocturna de los jueves, y encabezando las audiencias como el programa más visto en Francia en el primer time del mes de abril. Mademoiselle Holmes (Cosmo, 2024-) se ha consolidado así como un proyecto de éxito para la productora de origen español Paloma Martín y Prada, que ha sido asesora de programación de TF1 desde 2018, etapa en la que se responsabilizó de la miniserie Grand Hôtel (TF1, 2020), remake francés de la serie española Gran Hotel (atresplayer, 2011-2013), y desde 2021 ha fundado su productora Marysol dentro de Newen Studios, una de las sociedades audiovisuales más importantes de Francia. Se trata de la primera serie de esta nueva compañía, que imagina una trama dentro del universo de Sherlock Holmes en el que Charlie Holmes (Lola Dewaere) es la bisnieta francesa del famoso detective inglés, aunque hay algunas lagunas sobre su procedencia que no consigue que le revele su abuelo Georges Holmes (Daniel Prévost). Ella pasa desapercibida en la comisaría en la que trabaja porque toma una medicación para los nervios que impide que desarrolle la perspicacia que ha heredado de su bisabuelo. Pero un accidente la obliga a dejar el tratamiento y comienza a revelar sus auténticas capacidades deductivas, involucrándose en el equipo de investigación, acompañada por el aprendiz forense Samy Vatel (Tom Villa) que funciona como su particular Dr. Watson. Aunque la propuesta puede parecer algo descabellada, resultan divertidas estas referencias a los tropos habituales de las historias de Sherlock Holmes, como el violín que sirve de inspiración a Charlie en los momentos más complicados de cada investigación. 

La serie es un procedimental clásico en tono de comedia, que se apoya sobre todo en la personalidad desinhibida de Charlie, no del todo convincente en la interpretación de Lola Dewaere, a la que hemos visto como co-protagonista de Bright minds (Cosmo, 2019-). Mucho más centrado y en algunos momentos más divertido como contraste al carácter extrovertido de la protagonista es el trabajo de Tom Villa, muy popular en Francia por el procedimental de abogados Munch (TF1, 2016-), y funciona bien como antagonista amable el inspector Chris Hervieu (Thomas Jouannet), que no parece demasiado convencido de las técnicas de investigación de Mademoiselle Holmes. La trama horizontal de este procedimental está muy presente a lo largo de la primera temporada de seis episodios, y el episodio Baker Street (T1E4), el más interesante, transcurre en Londres, donde Charlie y Samy acuden tras el fallecimiento de Alexander Moriarty, hijo del James Moriarty con el que Sherlock Holmes se enfrentó. En esta historia imaginada, la rivalidad entre la familia Holmes y la familia Moriarty continúa, especialmente a través de April Moriarty (Roxane Mesquida), hija de Alexander. Para los creadores de esta serie, el punto de partida es el relato El problema final, incluido en Las memorias de Sherlock Holmes (1893, Ed. Penguin Clásicos), que termina con un enfrentamiento entre Moriarty y Holmes en el que ambos desaparecen en unas cataratas (la serie Sherlock (Prime Video, 2010-2017) adaptó este momento en dos episodios). La coproductora Cyrielle Mottin ha afirmado que la idea inicial era pensar que en su ausencia, Sherlock Holmes pudo haberse escondido en Francia, donde tuvo una relación, aunque esta explicación tiene un giro interesante. 

A nivel procedimental, Mademoiselle Holmes funciona adecuadamente bien, asumiendo su condición de comedia "easy watch", sin demasiadas complicaciones, ausencia de violencia y más interés en la resolución de los enigmas que ponen a prueba la perspicacia de la investigadora, que en el desarrollo de historias poco complejas, aunque hay que decir que algunas resoluciones, especialmente en los primeros episodios, son demasiado similares. En Francia se la ha comparado (algunos la han calificado como una copia) con HPI (ACI: Alta Capacidad Intelectual) (atresplayer, 2021-), uno de los grandes éxitos del policíaco francés, como pudimos comprobar en las sesiones multitudinarias del pasado Festival Séries Mania. Aunque es cierto que ambas series que se emiten en TF1 coinciden en tener a una investigadora notablemente cualificada (en HPI es una asesora de la policía con un alto coeficiente intelectual), en este caso resulta inteligente cómo desarrolla la trama horizontal, la que se refiere a la relación Holmes/Moriarty, que incluso cuando es principal, siempre encuentra un espacio para introducir una investigación autoconclusiva que funciona como subtrama. En Baker Street (T1E4), durante la visita al popular Museo de Sherlock Holmes en el 221b de Baker Street, Charlie y Samy encuentran a una joven escondida que afirma haber recibido amenazas de muerte, mientras que en el episodio final Le dernier problème T1E6), que hace referencia evidentemente al relato antes mencionado, Charlie debe dedicarse a otro caso porque la investigación principal la afecta muy directamente. El éxito de la serie y su conclusión abierta ya eran indicios, posteriormente confirmados, de que Mademoiselle Holmes ha sido renovada para una segunda temporada. 

Mr. Bates contra Correos
★★★★★
Movistar+, 21 de mayo-11 de junio
Reino Unido, 2024 - 4x47'
Creada por Gwyneth Hughes
Dirigida por James Strong

Todo lo que rodea a esta producción basada en hechos reales se ha convertido en un acontecimiento en Gran Bretaña, siendo el mayor éxito de ITV Studios en la última década, por encima de Downton Abbey (RTVE Play, 2010-2015) con un promedio de 13,1 millones de espectadores. La repercusión de Mr. Bates contra Correos (Movistar+, 2024) incluso puede afectar al escrutinio público en torno a una investigación que sigue ofreciendo titulares, elúltimo en torno a un documento que Correos intentó "suprimir" en 2016. La miniserie creada por Gwyneth Hughes, conocida por otras producciones como Five days (HBO Max, 2007), Honor (BritBox, 2020) o Tom Jones (ITV, 2023), ha despertado de nuevo el interés por un caso que afectó a unos 900 subdirectores y directores de establecimientos postales que fueron sancionados por la empresa pública de Correos debido a déficits contables entre 2000 y 2015. La legislación inglesa permite a esta institución pública llevar a juicio directamente a los administradores en caso de actividades fraudulentas, y más de 736 fueron procesados por contabilidad falsa y robo, llegando algunos a ser condenados a prisión. Pero tras una demanda colectiva de más de 500 de los afectados, que acabó en 2019 con un acuerdo económico, se descubrió que el Servicio de Correos tenía conocimiento de que los errores contables se debieron a un fallo en el funcionamiento de un nuevo sistema informático llamado Horizon que fabricaba la compañía Fujitsu, y que se encargaba de cuadrar las cuentas al final de cada jornada. La Comisión de Revisión de Casos Penales (CCRC) dijo que el escándalo era "el error judicial más generalizado que la CCRC haya visto jamás, y representa la mayor serie de condenas injustas en la historia legal británica". Sin embargo, todavía continúa una investigación pública que se inició en 2021 y la Policía Metropolitana investiga por su parte si el Servicio de Correos podría haber incurrido en un delito de fraude. El estreno de la miniserie en Gran Bretaña estuvo acompañado por la emisión de Mr. Bates vs The Post Office: The real story (Clare Richards, 2023), un documental narrado por Toby Jones que incluye entrevistas con los principales afectados, entre ellos Alan Bates: "Sé quienes deben rendir cuentas. Esa gente que ha tenido un estilo de vida acomodado, ganando grandes cantidades de dinero, mientras han hecho sufrir a cientos, si no miles de personas, conociendo la realidad de lo que estaba sucediendo y negando esa realidad de manera pública". Actualmente, se prepara un musical titulado Make good: The Post Office scandal (2024), escrito por Jeanie O'Hare, que trabajó en la Royal Shakespeare Company (RSC), donde realizó la dramaturgia de Matilda. The Musical (2010-). 

La repercusión que ha tenido la serie en los medios de comunicación recuerda a ese espíritu del cine británico de denuncia que se inició con el Free Cinema en los años sesenta y que ha estado representado por directores destacados como Ken Loach y Mike Leigh, y posteriormente Stephen Daldry. Es una historia de víctimas engañadas por una institución pública, trabajadores que confiaron en el Servicio Público Postal para iniciar negocios propios, estafetas de correos en pequeñas localidades cuya administración se publicitaba como una oportunidad para tener unos ingresos estables y una pensión adecuada, pero que acabó sumiendo a cientos de ellos en deudas que no podían pagar. Muchos de los juicios terminaron con un acuerdo privado que sin embargo les obligaba a hacer frente a las pérdidas económicas, provocadas por el mal funcionamiento del sistema informático Horizon de la empresa Fujitsu. El mayor escándalo no es la inadecuada gestión, sino la persistencia de los directivos de Correos en no admitir el error y tratar de ocultarlo sistemáticamente. Lo que hace bien Mr. Bates contra Correos es mostrar la historia desde el punto de vista humano de quienes sufrieron las consecuencias de esta persecución. El protagonista está interpretado por Toby Jones, que no ha pretendido hacer una imitación de la persona real, sino incorporar y construir su propio Alan Bates, quien ya había perdido su propio negocio postal después de ser sometido a una inspección interna, cuando decidió involucrarse en la búsqueda de la justicia. La publicación de un artículo en una revista hace surgir a decenas de afectados por el mismo problema, entre los que el personaje más conmovedor es el de Jo Hamilton (espléndida Monica Dolan), una mujer de la localidad de South Warnborough, Hampshire, que se siente abrumada emocionalmente por la acusación de fraude, obligada a declararse culpable en un juicio y asumir el pago de 36.000 libras. La secuencia en la que ella se siente impotente ante la modificación de las cifras cuando trata de cuadrar las cuentas a través del ordenador se muestra con un zoom in hacia el sistema Horizon como si se tratara de una película de ciencia-ficción en la que las máquinas se rebelan contra los humanos. 

De hecho, el director James Strong es un habitual de series criminales como Vigil (BBC, 2021-), Crime (BritBox, 2021-) o Sospechoso (Movistar+, 2022), y aporta un ritmo de thriller judicial a este relato sobre la injusticia. Los dos primeros episodios se centran sobre todo en la pesadilla que sufren algunos de los administradores, como el anciano Noel Thomas (Ifan Huw Dafydd), condenado a nueve meses de prisión, o Lee Castleton (Will Mellor), administrador de la estafeta de Bridlington, East Yorkshire, de cuyas cuentas han desaparecido 26.000 libras. Conforme la serie se va adentrando en los procesos judiciales, algunos actores reconocidos ponen rostro a quienes comenzaron a investigar e hicieron público el escándalo: el parlamentario James Arbuthnot (Alex Jennings) y el investigador Bob Rutherford (Ian Hart), quienes se encuentran constantemente con un muro de desinformación proporcionado por la directora del Servicio Público de Correos, Paula Vennells (Lia Williams), una sacerdote anglicana que negó siempre la existencia de un fallo informático y que a raíz del estreno de la serie, presionada por el gobierno, anunció que devolvería la concesión del nombramiento de Comendador del Imperio Británico (CBE) que recibió en 2019. Ciertamente, la serie utiliza el efecto emocional de unas vidas destrozadas por el impacto de las falsas acusaciones, que acabó en el suicidio de uno de ellos, y el retrato de los funcionarios del Servicio Postal, especialmente la ayudante Angela Van Den Bogerd (Katherine Kelly) puede resultar demasiado exagerado, casi como una villana de película de acción. Pero cuando vemos programas de investigación sobre el caso como Panorama (BBC, 2020), presentado por el periodista Nick Willis, quien lo ha investigado durante años, el retrato que se hace en la serie sobre la absoluta falta de empatía y reconocimiento de responsabilidad por parte de los responsables del Servicio Postal no parece tan exagerado. La propia guionista, Gwyneth Hughes comenta en el dossier de prensa de la serie: "Alan Bates no pidió pasar 25 años de su vida en una guerra contra imbéciles, abogados caros y el gobierno británico. Cuando se le pregunta si la Oficina de Correos es perversa o incompetente, Alan responde: 'Al final, equivale a lo mismo'". Mr. Bates contra Correos presenta una historia aterradora y convincente sobre la forma en que una institución pública intimidó y persiguió a personas inocentes durante años, sin admitir su conocimiento del fallo técnico que provocó los errores de contabilidad y convirtiendo en enemigos a los mismos ciudadanos a los que había atraído con promesas.

Prisoner
 
★★
Filmin, 21 de mayo
Dinamarca, 2023 - 6x58'
Creada por Kim Fupz Aakeson, Frederik Louis Hviid, Michael Noer
Dirigida por Frederik Louis Hviid, Michael Noer
Prix Italia '23: Mejor TV Drama
Robert Prisen '24: Mejor Serie, Actor principal (David Dencik), Actriz principal (Sofie Gråbøl), Actor secundario (Gustav Dyekjær Giese), Actriz Secundaria (Laura Christensen)

Presentada en Canneseries '23 y convertida en la gran vencedora de los premios de la televisión en Dinamarca, esta historia está basada en la novela Fangeleg (2021) de Kim Fupz Aakeson (1958, Dinamarca), quien la escribió después de que en un principio la cadena pública danesa no se mostrara interesada en un proyecto de serie por considerarla demasiado oscura. Tras la publicación del libro y un cambio en la dirección del canal de televisión, finalmente la producción se puso en marcha en 2022. La trama principal de Prisoner (Filmin, 2023) tiene como protagonista a Sammi (Youssef Wayne Hvidtfeldt), quien acaba de incorporarse como funcionario de una prisión que se encuentra sometida a la presión provocada por la posibilidad de ser cerrada debido a una reestructuración del sistema penitenciario. Cuando el veterano Henrik (David Dencik) escucha que la razón de Sammi para elegir esta profesión es ayudar a los prisioneros, intenta devolverle a la realidad: "Los presos no necesitan ser ayudados. Tus únicos amigos aquí son tus compañeros". Es una de las contundentes realidades que se muestran en los primeros episodios, como cuando un condenado por estafa acaba de ser encarcelado y la funcionaria Miriam (Sofie Gråbøl) le aconseja que se gane la confianza de alguno de los presos que controlan su sección, para sentirse protegido. "Pensaba que eran ustedes los que estaban aquí para protegernos", dice el prisionero. Pero lo que muestra Prisoner es que el entorno de la cárcel es un microcosmos en el que la violencia y las amenazas son una constante a la que tanto presos como funcionarios terminan acostumbrándose, lo que provocó críticas por parte de las instituciones penitenciarias danesas sobre la representación que se hace del entorno carcelario, especialmente tratándose de una televisión pública como DR. Kim Fupz Aakeson, que ya escribió hace unos años otro drama carcelario en forma de largometraje titulado En tus manos (Annette K. Olesen, 2004), se ha rodeado de dos directores destacados como Frederik Louis Hviid, que codirigió el thriller policial Shorta. El peso de la ley (Frederik Louis Hviid, Anders Ølholm, 2020), y Michael Noer, responsable de la nueva versión de Papillon (2017).

Aunque en un principio puede recordar a otras series sobre prisiones, especialmente la clásica Oz (HBO Max, 1997-2003), esta historia abunda en un sistema penitenciario en el que en cierta manera tanto prisioneros como funcionarios están aislados y obligados a sobrevivir. Conforme se desarrolla la historia, y sobre todo a raíz de un acontecimiento dramático en el episodio Får jeg et host? (T1E4), la idealización del trabajo en la prisión que tiene el joven Sammi va difuminándose frente a una realidad mucho más dura. Prisoner es un drama contundente, en el que cada episodio está marcado por algún momento de extrema violencia, lo que, como comentábamos, ha provocado las protestas de los funcionarios de prisiones, que consideran que su trabajo se "ha tergiversado y caricaturizado". Pero la serie está planteada como un thriller, y resulta poco acertado calificarla como una visión realista, porque incluso adopta un enfoque más cercano a los dramas carcelarios norteamericanos. De hecho, acaba resultando demasiado exagerada la descripción de las vidas personales de los cuatro protagonistas, todas ellas marcadas por un cierto sentido de fatalidad: Miriam tiene un hijo adicto a las drogas, la directora de la prisión Gert (Charlotte Fich) convive con un marido con episodios de demencia y arrebatos violentos, Henrik vive en una caravana porque su casa está infectada de moho... Aunque por otro lado esta representación del entorno fuera de prisión refuerza la idea de que los funcionarios se encuentran tan atrapados dentro como fuera de la cárcel. Porque más allá de su condición de serie de género, se desliza una reflexión sobre si realmente funciona el sistema penitenciario tal como está diseñado. La serie ha sido rodada en la prisión de Vridsløselille, a las afueras de Copenhague, tras haber sido clausurada, y cuenta con destacadas interpretaciones de Sofie Gråbøl, a la que recordamos de Forbrydelsen (The killing) (DR, 2007-2012) y vimos el año pasado en el exitoso drama médico The shift (Dag & Natt) (TV2, 2022-), así como por David Dencik, actor sueco que ha participado en películas como El topo (Tomas Alfredson, 2011) y en la primera temporada de Cara a cara (Filmin, 2019-2023). En los Robert Prisen 2024, los premios de cine y televisión daneses, que se entregaron el pasado mes de marzo, Prisoner acaparó todos los premios de televisión, consiguiendo cinco de sus seis nominaciones, pero porque competían dos actores secundarios en la misma categoría. 

El caso del Sambre
 ★★
Movistar+, 27 de mayo-1 de julio
Francia, 2023 - 6x60'
Creada por Alice Géraud-Arfi, Marc Herpoux, Jean-Xavier de Lestrade
Dirigida por Jean-Xavier de Lestrade

Acogida en Francia como una de las mejores series de 2023, la última producción dirigida por Jean-Xavier de Lestrade (1963, Francia), responsable de la serie que sentó las bases de los actuales documentales true crime, The staircase (Netflix, 2004-2018) y ganador del Oscar al Mejor Documental por Un culpable ideal (2001), vuelve a centrarse en una historia real para elaborar una disección sobre un sistema policial y judicial fallido que, en este caso, fue incapaz de detener a un violador sistemático durante más de 30 años. Esta miniserie se basa en el libro Sambre: Radioscopie d'un fait divers (2023), la investigación periodística de Alice Géraud en torno al caso denominado "el violador del Sambre", haciendo referencia a los márgenes del río situado en la frontera entre Francia y Bélgica, donde habitualmente actuaba un hombre que atacaba a mujeres en horas tempranas de la mañana, agarrándolas con una cuerda alrededor del cuello y violándolas en la mayor parte de los casos. En los últimos meses hemos visto cómo la perspectiva de las series de ficción true crime se acercan más a las víctimas, alejándose del habitual retrato romantizado de la violencia que convierte a los culpables en protagonistas. The long shadow (SkyShowtime, 2023) o El quinto mandamiento (Filmin, 2023) representan ejemplos de espléndidas series que trazan una mirada mucho más respetuosa. De hecho, El caso del Sambre (Movistar+, 2023) deja claro al final de cada episodio que está planteada como un homenaje a las mujeres que sufrieron durante 30 años los ataques de Dino Scala, rebautizado en la serie como Enzo Salina (Jonathan Turnbull). Más interesada en proponer una mirada hacia un sistema que durante años no supo tomar en serio a las víctimas que denunciaban los ataques sistemáticos, aunque el modus operandi del violador nunca cambió a lo largo de tres décadas, la serie recorre la investigación desde los años ochenta hasta 2018, centrándose en mujeres que se relacionaron de una u otra forma con el caso. 

El primer episodio, Christine (La víctima) (T1E1) está protagonizado por una de las primeras mujeres atacadas por el violador. En 1988, Christine Labot (Alix Poisson) se despierta junto al río Sambre tras haber estado inconsciente después de haber sido atacada. Solo recuerda la voz de su atacante cuando le dijo "No voy a violarte", una frase que repetía a sus víctimas, y una breve ráfaga de las botas negras que llevaba. Pero no tiene certeza de haber sido violada, creyendo (o más bien queriendo creer) que tuvo suerte, aunque a lo largo de los años la duda alimenta el trauma que durará tres décadas. El segundo episodio Irène (La juez) (T1E2) es uno de los más intensos, centrándose en Irène Dereux (Pauline Parigot), una juez que por primera vez relaciona dos violaciones como un posible caso de un violador en serie, ante la incredulidad del Brigadier Bernard Breton (Pasquale D'Inca). Cuando el policía novato Jean-Pierre Blanchot (Julien Frison), que sirve como nexo de unión entre los seis episodios, está tomando declaración a una joven que ha sido obligada a practicar una felación al violador, otro policía hace un gesto obsceno a espaldas de la víctima, reflejando el ambiente machista de la comisaría que propició la falta de rigor en la investigación. Episodios posteriores tienen como protagonistas a la alcaldesa Arlette Caruso (Noémie Lvovsky) y a la científica Cécile Dumont (Clémence Poésy), quien lleva a cabo un innovador sistema matemático denominado Perfil Geográfico Criminal, que permite trazar la posible localización del violador tomando como referencia los lugares donde ha cometido los ataques, y que el FBI comenzó a utilizar en los años 90. 

Todas tienen en común la perspectiva femenina que trata de encontrar una pauta criminal en el violador mientras la policía y el propio fiscal no son capaces de rendirse a la evidencia. Pero los dos últimos episodios están centrados en hombres: Winckler (El comandante) (T1E5) se desarrolla en 2012 cuando el experto en "casos fríos" que no han sido resueltos comienza desde cero una nueva investigación, pero con un punto de vista radicalmente distinto, en el que las víctimas y sus recuerdos se convierten en el elemento principal. Es la primera vez que estas mujeres son realmente escuchadas por la policía, lo que aporta un paso adelante destacado, que Étienne Winckler (Oliver Gourmet) trata de explicar a Jean-Pierre Blanchot: "El modus operandi lo conocemos desde el principio. Es la manera de actuar del violador, que puede cambiar según las circunstancias. Pero la firma criminal es otra cosa. Se trata de su ritual, sus obsesiones, sus fantasías. Eso nunca cambia". La identidad del culpable es conocida desde muy pronto, de manera que la serie no pretende utilizar el recurso del suspense. En su intervención en Séries Mania '24, Jean-Xavier de Lestrade afirmaba que "A los veinte minutos ya sabemos quién es el culpable, y queríamos mostrarlo dentro de su banalidad. A menudo los depredadores son un buen padre de familia, un buen amigo, pero pretendíamos que el espectador fuera el vínculo que identificara al monstruo con el hombre banal". En el último episodio, Enzo (El violador) (T1E6) se muestra su vida familiar convencional, su relación con los vecinos de la zona, pero también algunos apuntes sobre su carácter irascible y su misoginia. El caso del Sambre es una intensa crónica en seis actos sobre un error policial que permitió la consolidación de un monstruo, pero también es un magnífico estudio psicológico sobre el trauma impregnado en la memoria de las víctimas. 

Bardot
 
★★☆☆
SundanceTV, 30 de mayo
Francia, 2023 - 6x52'
Creada por Danièle Thompson, Christopher Thompson
Dirigida por Christopher Thompson, Daniéle Thompson
Séries Mania '23: Competición Francesa

La adaptación de los primeros años en el cine de Brigitte Bardot (1934, Francia), uno de los iconos del cine francés de las décadas de los sesenta y setenta, es una producción ambiciosa que está impulsada principalmente por France 2 y que cuenta con la participación de Netflix. Un proyecto que ha llevado a sus creadores a lo largo de diez años de desarrollo y producción para un resultado irregular que en Francia ha recibido críticas ambivalentes por parte de la prensa y muy negativas por parte de muchos espectadores. Los primeros episodios presentan los inicios de la actriz en el mundo del cine, entre 1949 y 1959, especialmente durante el rodaje de la película Y Dios creó a la mujer (Roger Vadim, 1956). Posteriormente, la actriz protagonizaría títulos destacables como La verdad (Henri-Georges Clouzot, 1960), que ella misma considera la única película relevante de su carrera, o El desprecio (Jean-Luc Godard, 1963), hasta que en los últimos años ha sido objeto de algunas controversias cuando se ha referido de forma despectiva al movimiento #MeToo o cuando se ha mostrado cercana a la ideología de Marie Le Pen. La serie ha sido escrita por el actor Christopher Thompson (1966, Nueva York), también director de películas como En su punto (2021), y su madre Danièle Thompson (1942, Mónaco), reconocida guionista que ha estado nominada al César por películas como La reina Margot (Patrick Chéreau, 1994) o La bûche, Cena de Navidad (Danièle Thompson, 1999) y al Oscar por el guión de Primo, prima (Jean Charles Tacchella, 1975). Hay una escritura sólida que trata de abordar los momentos más relevantes de la etapa inicial de Bardot como actriz, pero que se siente demasiado fría en su desarrollo, a pesar de enfocarse en sus relaciones amorosas. 

En cierto momento, Bardot (SundanceTV, 2023) deja claro desde muy pronto que quiere traspasar la idea del mito para acercarse a la mujer, pero es cierto que el episodio Une enfant sage (T1E1) resulta demasiado acelerado, como si se quisiera llegar lo antes posible al momento de mayor resonancia de Brigitte Bardot (Julia de Núñez) como sex symbol, a partir del segundo episodio titulado significativamente B.B. (T1E2). Éste se centra en el rodaje en Saint Tropez de la película Y Dios creó a la mujer, mostrando la relación abierta que mantuvo con su marido Roger Vadim, interpretado por Victor Belmondo, hijo del actor Jean-Paul Belmondo, y el comienzo de su relación sentimental con Jean Louis Trintignant, al que da vida Noham Edje, quien también es co-protagonista de la reciente serie Ourika (Prime Video, 2024). Uno de los aspectos en los que abunda esta historia, es la manera en que una joven se enfrenta a la repercusión que tiene como estrella de cine, lo que por otro lado aporta una visión algo más introspectiva del personaje, que no siempre juega a favor del retrato de un icono del cine. Alrededor de la figura de Brigitte Bardot se desarrollaron las primeras incursiones de la prensa rosa, incluso estableciendo secciones en los periódicos generalistas que proporcionaban un aumento en las ventas de ejemplares. Sus diferentes relaciones acabaron siendo el germen de la obsesión por perseguir a los personajes famosos y convertirlos en objeto de especulaciones, pero en la serie se describe a la protagonista como una mujer sumida en la soledad que intenta encontrar el amor, una visión que acaba resultando demasiado tópica. 

La Madrague (T1E3) era una mansión situada en Saint-Tropez a la que Brigitte Bardot dedicó una canción en 1968, que se convirtió en un refugio pero se convirtió en una especie de prisión de la que no podía salir a causa de los fotógrafos de prensa. "Estoy bien aquí. Puedo estar en paz. Me siento libre", confiesa Brigitte Bardot en una de las escenas del episodio. Pero la serie refuerza este carácter semi-trágico con algunas elecciones que la hacen demasiado exagerada, como cuando no puede salir de una tienda de ropa porque está rodeada de personas que quieren hacerle fotos, y tiene que ser escoltada por la policía mientras suena el melancólico "Adagio para cuerdas" (1936) de Samuel Barber. Por otro lado, hay que decir que la serie cuenta con una espléndida banda sonora del compositor Arthur Simonini, que ya destacamos en nuestro blog. Son algunas decisiones formales como ésta las que acaban lastrando el tono de la historia, reforzado en episodios totalmente dramáticos como Bébé (T1E5), en el que un embarazo se convierte en una pesadilla. Aunque hay cierto parecido físico apoyado por el maquillaje y peluquería, el esfuerzo de la actriz Julia de Núñez, hija de un periodista argentino, en su encarnación de Brigitte Bardot carece de ese poder de seducción que siempre ha transmitido como sex symbol. Posiblemente debido en parte a un trabajo de dirección que resulta demasiado académico y traslada poca pasión. Bardot consigue un mejor retrato de la época y los cambios que se produjeron en los medios de comunicación respecto a las estrellas de cine que en la propia representación de su protagonista.

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Películas mencionadas: 

El último valle y Rebelión en las aulas se pueden ver en Filmin y Prime Video.
Vidas pasadas se puede ver en Filmin y Movistar+.
Antes de amanecer y Papillon se pueden ver en HBO Max.
Magaluf Ghost Town, Casino Royale, Shorta. El peso de la ley, La verdad, El desprecio y La reina Margot se pueden ver en Filmin.
Pride (Orgullo) se puede ver en Filmin, Movistar+ y Pluto TV. 
El nombre de la rosa se puede ver en Acontra+, Filmin, Movistar+, Netflix y Prime Video. 
Amor en Rye Lane se puede ver en Disney+.
Love actually se puede ver en Movistar+ y Netflix. 
El topo se puede ver en Filmin, Movistar+ y Tivify.
Y Dios creó a la mujer se puede ver en Filmin, Plex y Pluto TV.