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09 junio, 2025

Las series más destacadas de 2025: Mayo-Junio

La reunión por el décimo aniversario del estreno en Broadway de la obra musical Hamilton (Disney+, 2015) fue uno de los momentos más celebrados de la ceremonia de los Premios Tony este fin de semana, con algunas decisiones controvertidas como relegar dos premios tan destacados como Mejor Libreto y Mejor Música, la columna vertebral de cualquier obra musical, fuera de la emisión en directo (se entregaron junto a otros galardones en una ceremonia previa y se les hizo una mención en diferido). Lo que indica que a veces los productores de televisión no tienen demasiado interés en ser coherentes: si se introducen actuaciones musicales de seis y ocho minutos pero se relegan galardones importantes a la segunda fila, la ceremonia parece poco equilibrada. La conmovedora historia sobre robots avanzados que se enamoran Maybe happy ending (2024), rodeada de una puesta en escena muy innovadora que simula los espacios como cajas que se abren y cierran como si el espectador estuviera viendo una pantalla de móvil, consiguió los premios a Mejor Musical, Dirección (Michael Arden), Interpretación Principal (Darren Criss), Diseño Escénico, Música y Libreto. La reposición de Sunset Boulevard (1991), que adaptaba la película El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder, 1950), consiguió los premios a Mejor Reestreno, Actriz (Nicole Scherzinger) y Diseño de luces. Mientras que Buena Vista Social Club (2025), adaptación del icónico álbum de música cubana publicado en 1997 y llevado a la pantalla en el documental Buena Vista Social Club (Wim Wenders, 1999), recibió los premios a Mejor Actriz (Natalie Venetia Belcon), Diseño de sonido, Orquestaciones y Coreografía. Finalmente, Operation Mincemeat (2024), que consiguió el año pasado el premio Olivier com Mejor Musical, logró el de Mejor Actor secundario (Jak Malone) que también había conseguido en la versión de Londres. En el apartado teatral, Purpose (2023), sobre una familia liderada por el destacado activista negro Solomon Jasper, consiguió los premios Tony como Mejor Obra y Mejor Actriz secundaria (Kara Young). La adaptación de la serie Stranger things (Netflix, 2016-2025), titulada Stranger things: The first shadow (2023), estrenada originalmente en Londres, logró tres premios: Diseño de sonido, Diseño de luces y Diseño escénico. Y Sarah Snook consiguió un merecido premio como Mejor Actriz Principal por interpretar 26 personajes en solitario en la adaptación de El retrato de Dorian Gray (2024), que originalmente se estrenó en Londres, y que también logró el premio al Mejor Vestuario. 

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series que destacamos y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

El cuento de la criada (Temp. 6 y Final)
  
★★★☆
HBO Max - 8 de abril-27 de mayo
Estados Unidos, 2025 - 10x45'
Creada por Bruce Miller
Dirigida por Elisabeth Moss, David Lester, Natalie Leite, Daina Reid

-- Contiene espóileres de la última temporada --

Como cualquier serie que nos ha acompañado a lo largo de seis temporadas, y que ha tenido sus altibajos en los que ha tratado de mantener el equilibrio entre el espíritu original de la novela y la construcción de una narrativa propia, El cuento de la criada (HBO Max, 2017-2025) parecía claro que nunca tendría un desenlace que fuera satisfactorio para todos. Pero la última temporada ha sabido ser un regreso que trataba de congraciar a los seguidores fieles de la serie, reposicionando a los personajes en una situación parecida a la que se encontraban cuando comenzó la historia, incluso recuperando los uniformes rojos característicos en Exodus (T6E8), o terminando la serie con un epílogo titulado El cuento de la criada (T6E10), en el que el personaje de June (Elizabeth Moss) regresa a Waterford, donde comenzó su infierno personal. La serie se iniciaba en el episodio Defred (T1E1) con un flashback al momento en el que es separada de su hija Hannah y su marido Luke (O-T Fagbenle), para mostrarla después en una habitación en la que enumera los objetos, iluminada por un haz de luz casi místico: "Una silla. Una mesa. Una lámpara. Hay una ventana con cortinas blancas y un cristal irrompible. Pero no es la huida lo que les da miedo. Una criada no llegaría lejos. Son las otras formas de escapar las que más temen". Aunque ya introducía cambios respecto a la novela El cuento de la criada (1985, Ed. Salamandra), escrita por Margaret Atwood (1939, Canadá), la adaptación se fue distanciando progresivamente hasta que excedió los límites de la historia literaria y en cierto modo adoptó una perspectiva más política, enfrentando la libertad de Canadá con la represión de las libertades en Estados Unidos, renombrado como República de Gilead. Lo que en cierto modo ha acabado siendo un reflejo de una realidad actual, como hemos visto hace unos días en la ceremonia de los Canadian Screen Awards, en la que se reivindicaron todos los valores de diversidad e integración cultural que se están persiguiendo en las Universidades y la represión de la libertad de expresión en Estados Unidos. La propia Margaret Atwood ha manifestado que la distopía creada en su novela estaba basada en la Alemania del Este (faltaban algunos años años para la reunificación) y en los movimientos evangélicos a favor del regreso al hogar de las mujeres que resurgieron en Estados Unidos con la llegada de Ronald Reagan a la presidencia. En algunas entrevistas mencionaba que "los totalitarismos siempre restringen los derechos de las mujeres", lo que también es una forma de controlar la natalidad. El cuento de la criada es sobre todo un relato profundamente feminista, por eso lo más interesante no es tanto el retrato de los comandantes que oprimen, sino el de las mujeres que participan abiertamente de esa opresión. Y la serie ha sabido desarrollar especialmente la relación entre June Osborne y su antigua ama Serena Joy (Yvonne Strahovski), que defiende la domesticidad y la subordinación de las mujeres. 

Es una decisión acertada situar a Serena en esta última temporada en otra posición de poder en la que ella siempre es la culpable y la víctima al mismo tiempo, casándose de nuevo con el Comandante Wharton (Josh Charles) para mantener la estructura patriarcal en la que ella cree, incluso aunque haya sufrido las consecuencias de plantear cambios cuando le amputan un dedo en el episodio La palabra (T2E13), y haya experimentado el sentimiento de ser madre biológica. Y es interesante porque supone un reflejo de una realidad en la que los sectores femeninos más conservadores están volviendo a surgir entre los votantes de los líderes de las ideologías de derecha que han ganado elecciones recientes (en Estados Unidos, un 54% de mujeres votaron a Donald Trump en 2024 frente a un 44% que eligió a Kamala Harris). Esta aparente contradicción es uno de los elementos que la serie sabe explotar a través del reflejo de dos mujeres que son radicalmente opuestas. Y esta pervivencia de un sector femenino que acepta las restricciones impuestas, convencido de que son positivas, ha sido una de las principales preocupaciones de Margaret Atwood en sus novelas. En Los Testamentos (2019, Ed. Salamandra), la continuación de El cuento de la criada que transcurre 15 años después y será adaptada también en formato serie, uno de los personajes dice: "¿Odiaba la estructura que estábamos creando? En cierto modo, sí; era una traición a todo lo que nos habían enseñado en nuestras vidas anteriores y a todo lo que habíamos logrado. ¿Estaba orgullosa de lo que conseguimos, a pesar de las limitaciones? También en cierto modo, sí. Las cosas nunca son sencillas". La serie ha tenido más dificultades en las últimas temporadas para congeniar el carácter político que suelen tener las distopías con las necesidades de los espectadores que la miran desde una perspectiva más interesada en lo textual que en lo subyacente: la relación romántica con Nick (Max Minghella) que no estaba en la novela, la búsqueda de su hija Hannah o la caída de Gilead, desarrollos que en ocasiones parecen construidos para llegar a un destino narrativo concreto más que de una forma orgánica. Los paralelismos con los vaivenes políticos de la realidad son sorprendentes: escrita durante el gobierno de Obama, se estrenó cuando Donald Trump llegó a la Casa Blanca recién elegido y anticipó el ataque al Capitolio de 2021 en la segunda temporada, en un flashback del episodio June (T2E1) en el que Luke y June lo miran en televisión: "Veinte o treinta tipos con ametralladoras han entrado y han empezado a disparar en los pasillos. Está pasando", dice Luke. 

El productor Daniel Wilson ya había llevado a la pantalla la novela en la irregular película El cuento de la doncella (Volker Schlöndorff, 1990), que no dejó satisfechos ni a la autora ni a sus seguidores. Luego permaneció en un cajón hasta que el desarrollo del streaming trajo nuevas posibilidades y volvió a surgir como propuesta de serie para Hulu, y de hecho El cuento de la criada se convirtió en la primera serie producida para una plataforma de streaming que ganó un premio Emmy. Cuenta Bruce Miller, el creador de la serie, que la aparición de la secuela literaria Los Testamentos influyó en cambiar algunos aspectos del desenlace previsto. Quizás especialmente en esa propuesta abierta para June, que continúa su búsqueda de Hannah, un final que no ha satisfecho a muchos seguidores pero que también introduce una continuidad necesaria a un relato que no puede concluir definitivamente: la lucha es constante, los totalitarismos regresan con las mismas herramientas con las que se impusieron en varias etapas de la Historia. La novela Los Testamentos refleja que la destrucción de un estado totalitario como Gilead solo es posible desde dentro, cuando quienes están sometidos son capaces de rebelarse, y por tanto no es June, que ya es un elemento externo, quien protagonizará este proceso de derrocamiento. La explicación de por qué no se produce un cierre definitivo a la historia de June y Hannah está precisamente en esta continuación. Mientras Serena sigue siendo madre de Noah, aunque con un final que introduce cierta ambigüedad, Janine (Madeline Brewer) recupera a su hija Charlotte, como un contrapunto esperanzador. El cuento de la criada suele recibir críticas por ser una representación de cierto debilitamiento del feminismo liberal en la era post #MeToo que parece haber perdido fuerza, y por su tratamiento de los personajes racializados, casi siempre secundarios. La serie debería haber terminado antes (aunque los creadores llegaron a tener prevista una séptima temporada) y las conveniencias de guión resultan a veces demasiado evidentes, pero esta historia de rebeldía frente al totalitarismo sigue teniendo relevancia en medio del auge de las amenazas a la libertad de expresión. Una historia de esperanza radical que tiene un final más sombrío y oscuro de lo que muchos espectadores esperaban (el recibimiento negativo al Epílogo es significativo), pero que recupera el sentido a aquella inscripción en un latín, intencionalmente incorrecto, que encontró June en el interior de un armario, y que se convirtió en un lema de pancartas y camisetas: "Nolite te bastardes carborundorum (No dejes que los bastardos te haga polvo)".

Allegiance (Temp. 2)
  
★★★☆
SkyShowtime - 29 de mayo
Canadá, 2025 - 10x45'
Creada por Anar Ali
Dirigida por David Frazee, Nimisha Mukerji, Sharon Lewis, Madison Thomas, Tarique Qayumi
Canadian Screen Awards '25: Mejor Actriz drama (Supinder Waich), Mejor Actor secundario (Enrico Colantoni)

Algo perdida entre los estrenos de cada semana, esta producción canadiense que ha conseguido hace unos días dos de los premios de interpretación en los Canadian Screen Awards se propone como un procedimental más o menos convencional, y a veces algo inverosímil en cuanto a las dinámicas policiales, pero que se eleva por encima de la media debido a su interés en abordar problemáticas sociales en cada uno de los casos que investiga la patrullera novata Sabrina Sohal (Supinder Wraich) y su acompañante y mentor Vince Brambilla (Enrico Colantoni). La primera temporada planteaba una trama horizontal que implicaba la detención del político local Ajeet Sohal (Stephen Lobo), padre de Sabrina, acusado de corrupción, que se resuelve en parte pero se amplía en esta segunda temporada hacia una incursión en la corrupción policial, que podría haber estado implicada en las acusaciones contra su padre. La protagonista asciende de forma meteórica en esta segunda temporada como investigadora de Delitos Graves, y la serie flojea en la representación de un personaje que necesita estar en todas partes y ser la más inteligente de la comisaría, a pesar de su inexperiencia. Quizás si se abriera a otros personajes secundarios, dándoles mayor relevancia, ganaría en verosimilitud. Pero Allegiance (SkyShowtime, 2024-), cuyo título hace referencia a la lealtad, en toda la complejidad de un término que a veces se confunde con complicidad, incluso en actividades no legales, consigue ser más relevante que otros procedimentales porque tiene vocación de afrontar temas controvertidos en la sociedad canadiense, y por extensión en otras sociedades occidentales. Ya confirmada una tercera temporada gracias al éxito que ha consechado, la historia se desarrolla en Surrey, la ciudad más grande de Columbia Británica y una de las que tienen una mayor diversidad cultural. Su creadora es Anar Ali, una reconocida escritora que ha querido incorporar al género de los procedimentales tradicionales los desafíos de las comunidades BIPOC, que se refieren a grupos tradicionalmente marginados como los indígenas, personas negras y otras razas minoritarias. De manera que los casos que abordan los policías están generalmente relacionados con temas como la justicia restaurativa o las políticas de servicios sociales en relación con las familias aborígenes, pero también se centran en otros aspectos relevantes como la despenalización de las drogas duras, una experiencia piloto iniciada desde 2023 en Columbia Británica, y que ocupa el episodio Suministro (T1E2) cuando un abogado muere por sobredosis. 

La protagonista, de origen indio como la actriz Supinder Wraich, que a los cuatro años se trasladó a Canadá junto a su familia, sufre también algunos racismos involuntarios relacionados con el género y la raza: su compañero novato Luke (Lachlan Quarmby) considera que ella ha sido beneficiada por la discriminación positiva precisamente debido a su condición de mujer y persona racializada, mientras que para ella ha requerido un mayor esfuerzo conseguir las mejores puntuaciones por esa misma razón. Incluso el sargento Vince Brambilla, un oficial de entrenamiento veterano y sereno que sabe darle buenos consejos, hace un comentario sobre la poca importancia que le da a la raza de sus compañeros: "Yo no miro el color", una de esas respuestas políticamente correctas que para Sabrina también son una forma de discriminación: "Por supuesto que mi color me define", dice ella. En este sentido, Allegiance es clara, proponiendo desde el principio que quiere hablar de temas relevantes e incluso incómodos para según qué sectores de la sociedad canadiense. En la primera temporada, Puertos seguros (T1E6) está dedicado a una red de inmigrantes ilegales, mientras que El legado (T1E7) es un episodio de inflexión para el personaje principal, cuando se enfrenta al caso de una trabajadora social que decide robar el bebé de una joven indígena porque considera que nunca será una familia adecuada para él, abordando un caso de tráfico de bebés que en muchas ocasiones acaban en familias de Estados Unidos. A través de una investigación sobre las amenazas que recibe una cantante que denuncia los asesinatos de mujeres indígenas, el episodio de la segunda temporada Loco por ti (T2E2), también aborda cuestiones relevantes. 

A diferencia de otros procedimentales, Allegiance trata de encontrar un equilibrio entre el policíaco tradicional y la representación de los culpables de una manera que también intenta comprender sus motivaciones. Siguiendo el concepto de justicia restaurativa que asume que muchos de los que cometen delitos lo hacen por diferentes necesidades, la serie utiliza los modelos de la Comisión de Verdad y Reconciliación de Sudáfrica, el programa Cure Violence de Chicago y los programas piloto del Centro de Justicia Social de Toronto, para representar a los personajes antagonistas. Esta última experiencia piloto estableció el llamado "Principio Glaude". Se trata de un tipo de sentencia que reconoce que los pueblos indígenas se enfrentan al racismo y la discriminación sistémica dentro y fuera del sistema penal, e intenta abordar las desigualdades de los pueblos indígenas, en la medida de lo posible, modificando la forma en que los jueces dictan sentencia. Éstas tienen en cuenta una investigación que deriva en el llamado Informe Glaude en el que se establecen recomendaciones al tribunal atendiendo a los antecedentes como historial de internados, retiro de menores o abuso físico o sexual. De manera que se trata de una forma de impartir una justicia que no solo tenga como objetivo el encarcelamiento sin tener en cuenta los antecedentes de los acusados. Una de las pautas que marcó la creadora Anar Ali a sus guionistas es que no utilizaran palabras como "perpetrador" o "tipo malo", para contribuir a una representación no binaria de la justicia ("buenos contra malos"), sino con una perspectiva mucho más compleja. La segunda temporada intenta ofrecer investigaciones más ambiciosas incorporando a Sabrina en el grupo de Delitos Graves, pero siguen siendo más relevantes los casos asignados a las patrullas, como un tratamiento fallido de cáncer en No hagas daño (T2E9), haciendo que la protagonista tenga cada vez menos interés,. Aunque se incorpora un nuevo detective, Zak Kalaini (Samer Salem), que proviene de Calgary y tiene un historial de detenciones excepcional, pero con el que la química no termina de funcionar. Allegiance no puede evitar algunos lugares comunes de los procedimentales, y pierde atractivo cuando pretende ser más ambiciosa, pero incorpora una interesante mirada más centrada en las realidades sociales. 

Los ensayos  (Temp. 2)
  
★★★☆
HBO Max - 21 de abril-25 de mayo
Estados Unidos, 2025 - 6x30'
Creada por Nathan Fielder
Dirigida por Nathan Fielder

Seguramente Nathan Fielder (1983, Canadá) podría considerarse como el creador más brechtiano del panorama audiovisual actual, llevando hasta el extremo el efecto de distanciamiento o extrañamiento (V-Effekt) que desarrolló la obra dramatúrgica de Bertold Brecht. El autor alemán buscaba alterar el proceso naturalista de la representación teatral y la identificación del espectador con los personajes del drama, evitando la empatía de las emociones que impide la distancia para la reflexión. El efecto de extrañamiento pretende introducir elementos en la obra que transmitan la consciencia de que se trata de una representación, pero Bertold Brecht también se refería al cine como un lenguaje que debía revelar la artificialidad de "los nudos de las acciones individuales". En Dogville (2003) y Manderlay (2005) el director Lars Von Trier desarrollaba de manera profunda este concepto de extrañamiento a través de la escenografía, algo parecido a lo que hace Nathan Fielder en su serie Los ensayos (HBO Max, 2022-). En el episodio Hay que divertirse (T2E1), vemos a un piloto y su copiloto hacer frente a una situación de riesgo. Aunque el copiloto ha notado un fallo en la navegación no se atreve a decírselo a su superior, y ambos acaban estrellando el avión, momento en el que surge el extrañamiento: la presencia de Nathan Fielder observando la escena desde delante de la pantalla LED que ha puesto HBO a su disposición para esta segunda temporada. Con su rostro permanentemente serio y su mirada tímida, Nathan Fielder es, en sí mismo, un efecto de extrañamiento, el que toma distancia de las situaciones "naturales" que diseña analizando las emociones desde el ordenador portátil que observa constantemente. A través de su aparición como vigilante de las simulaciones que construye, Nathan Fielder introduce el tono metanarrativo de su serie para obligar a los espectadores a reflexionar sobre lo que estamos viendo, más allá de lo surrealista que puedan llegar a ser las situaciones. Pero igual que How to with John Wilson (HBO Max, 2020-2023) partía de grabaciones aleatorias pero era una autoficción diseñada narrativamente, las series de Nathan Fielder y su equipo de cuatro guionistas construyen los giros de guión y las propuestas más sorprendentes a partir de una dramaturgia que siempre da un paso adelante hacia el salto al vacío, aunque a veces se quede a medio camino entre algo más convencional como el episodio Washington (T2E5). 

Preocupado por los numerosos accidentes de avión que se producen en Norteamérica, el cómico canadiense parece haber encontrado en el análisis de las conversaciones entre los tripulantes transcritas desde las cajas negras, un elemento de extrañeza, una falta de comunicación que considera una parte fundamental de los errores cometidos. Y así se lanza durante esta segunda temporada, para la que HBO le ha proporcionado un alto presupuesto, a investigar el tipo de relaciones personales que se establecen entre los pilotos y sus copilotos, lo que acaba siendo una reflexión sobre la naturaleza humana y sus debilidades. Utilizando su "Método Fielder" que empezó a desarrollar en el reality Nathan al rescate (Comedy Central, 2013-2017) y convirtió en el eje central de la primera temporada de Los ensayos, la modesta intención de Nathan Fielder es la de contribuir a evitar muchos accidentes futuros demostrando a las aerolíneas que deben llevar a cabo programas de comunicación entre los tripulantes de los aviones comerciales. Pero este objetivo tiene diferentes paradas a lo largo de los episodios que es mejor no explicar, para mantener la capacidad de sorpresa que tiene una de las mejores series del momento. Es interesante abordar sin embargo la manera en que Nathan Fielder se incorpora como personaje protagonista en algunos momentos, como ocurrió en la primera temporada. Y resultan significativas las alusiones a su propia carrera: sus comienzos como reclutador de concursantes para un programa musical de la televisión canadiense, o el momento en el que descubrió que Paramount+ había eliminado un episodio de Nathan al rescate de su plataforma, después de que en Alemania consideraran que tenía un contenido sensible de antisemitismo. Nathan Fielder es judío, y creó una marca de ropa llamada Summit Inc. como una broma para ese episodio, pero posteriormente esa marca se ha hecho real y dona sus ganancias al Centro de Educación sobre el Holocausto de Vancouver.  

En una divertida recreación de las oficinas de Paramount+, Nathan Fielder utiliza su propio método de simulación para tratar de expresar adecuadamente el mensaje que quería transmitir en unos emails ambiguos y tímidos que había enviado a los directivos de la plataforma, tratando de no ser muy agresivo porque tenía pendiente la aprobación de la segunda temporada de The curse (SkyShowtime, 2023-). Pero el gran momento de genialidad que ofrece en cada serie el cómico canadiense, está en esta temporada en el episodio Código entre pilotos (T2E3), que es uno de los más bizarros, pero al mismo tiempo uno de los que desarrolla una narrativa más precisa y una estructura perfecta. Como siempre, comienza centrándose en un tema diferente para ir derivándolo hacia otros caminos, que le llevan a la biografía del piloto Chesley B. Sullenberger III, al que dio vida Tom Hanks en la película Sully (Clint Eastwood, 2016), porque se había convertido en un héroe en 2009 al tomar la decisión de amerizar un avión comercial en el río Hudson de Nueva York, después de que una bandada de aves fueran absorbidas por los motores, que sufrieron daños. Desgraciadamente, los pájaros no sobrevivieron, pero los 155 pasajeros del avión fueron rescatados con vida. A partir de su biografía Sully: Hazaña en el Hudson (2016, Ed. Harpercollins), Nathan Fielder descubre que debe entender mejor la trayectoria vital del piloto para comprender por qué tomó esa decisión, siguiendo el subtítulo inglés del libro: Mi búsqueda de lo que realmente importa. Y es uno de los mejores episodios de este año, una comedia surrealista sobre cómo Nathan Fielder se implica totalmente con su personaje. Los ensayos tuvo en la primera temporada un desarrollo controvertido en los últimos episodios, al involucrar a un menor de edad en este juego de simulación que no parecía discernir realmente lo que era realidad de lo que era ficción. Ese es el riesgo que asume la serie y que corremos los espectadores al visionarla, al dejarnos llevar por esta realidad distorsionada que se crea, pero que al mismo tiempo es mucho más honesta en su efecto de distanciamiento que si se involucrara solo de una manera emocional en las historias. Y Nathan Fielder propone algo que es tan absurdo como fascinante: "Quizás un payaso pueda cambiar el mundo después de todo", dice al comienzo de la temporada. 

Andor  (Temp. 2 y Final)
  
★★
Disney+ - 22 de abril-13 de mayo
Estados Unidos, 2025 - 12x50'
Creada por Tony Gilroy
Dirigida por Ariel Kleiman, Janus Metz, Alonso Ruizpalacios

En una reciente intervención en un panel del Festival ATX Television a principios de este mes, Tony Gilroy (1956, Nueva York) el creador de la serie con mejores críticas del universo "Star Wars" en los últimos años, desveló que el presupuesto total que se invirtió en los 24 episodios de Andor (Disney+, 2022-2025) fue de 650 millones de dólares, pero que en la segunda temporada tuvieron más dificultades para negociar los costes, afirmando que un ejecutivo de la compañía Walt Disney llegó a decirle: "El streaming está muerto. Ya no tenemos el dinero que teníamos antes". El nuevo paquete de despidos que hace unos días llevó a cabo Disney en los departamentos de cine, televisión, marketing, publicidad, desarrollo de contenidos, casting y oficinas corporativas globales, afectando a altos ejecutivos como Eric Souliere, Vicepresidente de casting en 20th Television y Tony Tompson, Vicepresidente de desarrollo en Hulu Originals, parece confirmar esta idea. Y las declaraciones del CEO Bob Iger el año pasado, como siempre refiriéndose a decisiones tomadas por él como si las hubieran tomado otros, sobre la forma en que se gastó "demasiado dinero muy rápidamente. Eso llevó a que el streaming tuviera un déficit de 4 mil millones de dólares" (The Hollywood Reporter, 15/5/2024) ya auguraban una contención importante del gasto. No sabemos si el streaming está muerto realmente, pero parece claro que la prioridad de contenidos comienza a dejar de enfocarse en las producciones de ficción, y la propia Disney está derivando sus inversiones hacia otros sectores alejados de la plataforma Disney+, especialmente los parques temáticos y los deportes. Estos últimos se han convertido en el principal objeto de interés por parte de las grandes compañías, no solo porque incorporan una mayor fidelización de los espectadores, sino porque resulta más efectiva y rentable la introducción de publicidad, que los usuarios tienen más asimilada que en las series o las películas. Y lo que parece claro es que Andor puede ser la última serie que tenga las características de madurez y narrativa política que se haga dentro del universo "Star Wars" en mucho tiempo. Porque aunque la saga creada hace 48 años ha podido interpretarse en algunos momentos como un reflejo de realidades contemporáneas, nunca se habían utilizado términos como "revolución" o "genocidio" dentro de ese contexto. 

Esto seguramente puede haber molestado a muchos seguidores del canon narrativo de la saga, pero ha sido el principal elemento de interés para los que nos hemos acercado a la serie, que no está entre los mayores éxitos de Disney, con una mirada más distanciada. En una propuesta concebida para abarcar cinco años de la vida de su protagonista Cassian (Diego Luna), hasta los sucesos de Rogue One: Una historia de Star Wars (Gareth Edwards, 2016), el guión ha utilizado el desarrollo del personaje para presentar un reflejo de revoluciones históricas, con un especial paralelismo con la Revolución Francesa en el arco narrativo que transcurre en Ghorman. El propio Tony Gilroy indicaba que una de sus principales influencias para esta parte de la historia fue la serie Una aldea francesa (France 3, 2009-2017), sobre la lucha de la Resistencia en un pequeño pueblo francés ocupado por los nazis. La película Rogue One: Una historia de Star Wars se estrenó un mes después de que Estados Unidos diera un giro hacia la extrema derecha desquiciada de Donald Trump, el mismo contexto en el que antes mencionábamos El cuento de la criada (HBO Max, 2017-2025). Y uno de sus guionistas, Chris Weitz (1969, Nueva York) fue muy activo en las redes sociales mencionando los paralelismos con aquella actualidad, incluido un tuit que Disney le obligó a borrar pero que se difundió como la pólvora: "Tengan en cuenta que el Imperio es una organización supremacista blanca (humana)". La compañía ya había prohibido a los responsables de la serie utilizar la frase "Fuck the Empire! (¡Que se joda el Imperio!)" en el discurso holográfico de Maarva Andor (Fiona Shaw) del episodio La calle Rix (T1E12), que finalmente fue sustituida por "¡Enfrentad al Imperio!". Y en esta segunda temporada hay un paralelismo con el discurso de la senadora Mon Mothma (Caroline Blakiston) en Bienvenida a la rebelión (T2E9), donde se pronuncia esa palabra que mencionábamos antes: "La distancia entre lo que se dice y lo que sabemos que es verdad se ha convertido en un abismo. La muerte de la verdad es la victoria definitiva del mal. Lo que ocurrió ayer en Ghorman fue un genocidio gratuito. ¡Sí! Un genocidio". Un discurso que podría funcionar en la sede de las Naciones Unidas. 

La política en Andor no es una interpretación de los analistas, sino un planteamiento de sus creadores, especialmente en los episodios escritos por Tony Gilroy y su hermano Dan Gilroy (1959, Nueva York), que ha sido el autor del discurso anterior. Y ambos han conseguido construir una historia épica que describe el nacimiento de un héroe a su pesar, mostrando cómo los acontecimientos históricos acaban encontrándose con Cassian, convertido en una pieza clave de la rebelión contra la autocracia del Imperio. Y ofreciendo una experiencia complicada de un personaje que sabemos que se sacrificará por esta revolución. Se puede pensar que el primer arco narrativo de la segunda temporada no resultó del todo satisfactorio, aunque hay que recordar que el comienzo de la primera fue considerado por muchos aficionados a la saga galáctica como demasiado aburrido. Podemos concluir también que los últimos episodios están demasiado vendidos a la necesidad de conectar la serie precuela con la película, de manera que hay concesiones y personajes que funcionan como enlace, especialmente si lo comparamos con el épico final de la revuelta de Ferrix con la que concluyó la primera temporada. Y parecen algo desaprovechados algunos de los grandes protagonistas de la serie, como Bix Caleen (Adria Arjona) y Luthen Rael (Stellan Skarsgård). Pero son matices subjetivos de una historia que tiene un guión tan robusto y una puesta en escena tan perfecta que resultan apenas rasguños en la excelencia de una de las series mejor construidas de los últimos años. Incluso ese final esperanzador que trata de reconocer a los héroes y heroínas olvidados de las grandes revoluciones (algunos ya apuestan por una posible serie derivada), ofrece una conclusión adecuada en el contexto de una historia que quiere hablar sobre la relevancia de la verdad objetiva frente a los totalitarismos manipuladores.

Perni (Temp. 4-5 y Final)
  
★★★☆
Netflix - 15 de mayo
Noruega, 2024-2025 - 12x25'
Creada por Henriette Steenstrup
Dirigida por Hallvar Witzø

Cuando se estrenó la primera temporada de Perni (Filmin/Netflix, 2021-2025), muchos descubrieron a una escritora con talento y sensibilidad detrás de una de las actrices más populares de Noruega, Henriette Steenstrup, también protagonista de esta historia sobre la maternidad, la soledad y el duelo. La plataforma nórdica que la estrenó, Viaplay, decidió renovarla por dos temporadas más y realmente se sentía que el final de la tercera temporada, con el emotivo episodio Feliz cumpleaños a mí misma (T3E6), que reflejaba esa sensación de una madre que tiene tiempo para todos, pero para la que nadie tiene tiempo, era un final muy apropiado para la serie. Sin embargo Viaplay volvió a renovarla por dos temporadas más, pero desde entonces han ocurrido muchas circunstancias ajenas. Viaplay estuvo a punto de declararse en bancarrota en 2023 y vendió casi todas sus series en producción y por estrenar a otras plataformas como Prime Video y SkyShowtime, entre las que se encontraba Perni, adquirida por Netflix, que en los países nórdicos ya estrenó la cuarta temporada en 2024. En España, Filmin todavía incluye en su catálogo las tres primeras temporadas de la serie, pero las dos últimas han sido estrenadas a nivel internacional por Netflix. Al mismo tiempo, Henriette Steenstrup ha creado su propia productora y está desarrollando otras series: Nepobaby (TV2, 2025) es una dramedia protagonizada por la actriz Vivild Falk Berg, quien interpreta a su hija en Perni, que recibió en Canneseries los premios a Mejor Guión y Mejor Interpretación para todo el reparto, y se estrenará en octubre en Noruega, y actualmente está en producción Triage (TV2, 2026), otra historia escrita y protagonizada por Henriette Steenstrup que se desarrolla en el servicio de urgencias del hospital Ullevål en Oslo. La actriz ha llegado a comentar en algunas entrevistas en medios noruegos su sorpresa por el éxito internacional de la serie, como en España, cuya voz de doblaje (a cargo de la actriz Esperanza Gracia) dice que le gusta más que su propia voz. Ahora podemos ver las dos últimas temporadas de Perni, que suponen la conclusión de una historia que en la cuarta comenzaba a dar sensación de agotamiento, pero en la quinta recupera el tono de dramedia familiar que tan bien ha sabido representar. Quizás porque la temporada 4 se enfoca menos en los miembros de la familia y desarrolla otras tramas más centradas en su trabajo, abordando temas como el racismo en su compañero Madjid (Deniz Kaya) y el regreso de Bjørnar (Gunnar Eiriksson), con el que había tenido una relación sentimental en la primera temporada, ahora como su nuevo jefe en la oficina de Servicios Sociales. Incluso la figura de su padre Ole Johan (Nils Ole Oftebro) está menos integrada dentro de la dinámica familiar, lo que resulta decepcionante. Como curiosidad, el veterano actor de 80 años Nils Ole Oftebro es padre de uno de los actores más populares de Noruega, Jakob Oftebro, al que podemos ver en la serie Kids in crime (Filmin, 2022-), y su primera esposa fue la actriz Anne Hoff, que interpreta un pequeño personaje en Perni. La temporada comienza con una relación con Kenneth (Oddgeir Thune), aunque no existe una afinidad en la manera de afrontar la paternidad: "Me pregunto si tenemos los mismos valores. Para mí, los hijos están por encima de todo. No quiero que nuestra relación le complique más la vida a tu hija", dice Perni. 

Esta condición de madre divorciada que antepone sus hijas Hanna (Vivild Falk Berg) y Sigrid (Ebba Jacobsen Öberg) a todo, aunque ellas no parezcan estar demasiado agradecidas, es una de las características que hacen de la serie un reflejo emocionante de las dinámicas familiares. Y lo que la acerca en cierto sentido a Better things (Disney+, 2016-2022), con la que comparte esa estructura familiar en la que Perni se define dentro de la "generación sandwich", que por un lado debe seguir siendo un soporte para sus hijos todavía jóvenes, pero también tiene que hacerse cargo de sus padres ya mayores. Aunque en este caso Ole Johan ha salido del armario en su vejez y tiene una relación estable con Stephen (Henrik Mestad), que será especialmente importante en la quinta temporada. Sin embargo, Perni se diferencia de la serie de Pamela Adlon en que al mismo tiempo tiene un carácter muy arraigado en la familia tradicional noruega, con sus costumbres y sus reuniones en festividades como el 17 de mayo, el Día de la Independencia, con la que comienza la cuarta temporada. Pero si ésta parece caer en algunas tramas rutinarias, la quinta temporada acaba siendo una de las mejores, junto a la primera y la tercera, de toda la serie. Henriette Steenstrup recupera uno de los elementos destacados de la historia, el duelo por la reciente muerte de Anne, la hermana de Perni, a la que sigue enviando mensajes de voz a su móvil escondida en su lugar seguro, el coche aparcado en el garaje de su casa. En el episodio Vacaciones de verano (T5E2), pasan una semana de vacaciones en una cabaña en Hvasser, donde solía ir toda la familia con su hermana, pero tiene que enfrentarse a la aceptación de la nueva pareja de su cuñado Charlie (Morten Svartveit), una joven holandesa que se llama Anna (Mees Borgman). Se trata de uno de esos episodios que conjugan perfectamente la comedia con el drama que experimenta la protagonista, y que definen claramente la personalidad de la serie. Pero esta quinta temporada refuerza el drama, con un caso complicado que marca emocionalmente al personaje principal en Simplemente no lo hagas (T5E3), que aborda uno de los temas que preocupan a la sociedad noruega: el aumento de los suicidios entre jóvenes. Algunas de las problemáticas que se abordan en la serie están basadas en casos reales que ha vivido la hermana de Henriette Steenstrup, que trabaja en unos Servicios Sociales que a veces se han visto envueltos en controversias sobre la pérdida de la custodia de algunos padres, especialmente inmigrantes. 

Henriette Steenstrup moldea a su personaje entre matices emocionales que lo retratan en toda su complejidad, ya sea en tono de comedia enfrentada a una picadura de avispa que puede ser peligrosa, como en esa forma de aferrarse al recuerdo de su hermana y de renunciar a una relación amorosa que tiene al alcance de su mano. Hay que recordar que a la actriz la hemos visto en su faceta interpretativa en películas como Cuidado con los niños (Dag Johan Haugerud, 2019) y Love (2024), la segunda parte de la trilogía del mismo director, y en series como Ragnarok (Netflix, 2020-2023). Cada uno de los episodios de esta quinta temporada es un recorrido por emociones diversas y contradictorias, entre la comedia y el drama, aunque pueda llegar a ser demasiado melodramática. Pero Perni refleja la vida y celebra la cotidianidad con sus éxitos y sus fracasos, sus alegrías y sus tristezas. E igual que Better things dedicaba el penúltimo episodio de su quinta y última temporada a un viaje a Inglaterra para visitar el lugar de nacimiento de Phyllis (Celie Imrie), la madre de Sam (aunque se dice que proviene de Liverpool, transcurre en Londres), el episodio final Never ever walk alone (T5E6) toma el título del himno del equipo preferido de Perni para un viaje familiar (esta vez sí es en Liverpool), para construir un emocionante homenaje a la vida y a seguir el camino a pesar de las ausencias.

El'sardines
 
★★★☆
Arte - 2 de junio
Argelia-Francia, 2025 - 6x16'
Creada por Kaouther Adimi, Zoulikha Tahar
Dirigida por Zolulikha Tahar
Séries Mania '25: Mención Especial del Jurado (Formatos Cortos)

La primera producción argelina que participó en Séries Mania, coproducida con Francia, es una historia de resiliencia protagonizada por una joven, Zouzou (Meriem Amiar), que tiene la firme decisión de salir de su país para buscar otros horizontes. Ella tiene 30 años, es bióloga marina y su objetivo es encontrar la razón por la que las sardinas han abandonado misteriosamente las costas de Orán. Aunque en la historia se utiliza como una metáfora de libertad, lo cierto es que Argelia se ha visto obligada en los últimos años a importar sardinas de Túnez para poder satisfacer la demanda dentro de sus fronteras. Esta circunstancia afecta al negocio de su padre Hakim (Rabie Ouadjaout): "Una tienda sin sardinas es como una floristería sin rosas", le dice. Pero este hermoso relato rodado con absoluta delicadeza habla sobre otros temas, como la emancipación y la autodeterminación de una joven que siente cada vez más la opresión de un entorno que la reduce a una sola perspectiva, la de una mujer soltera. Especialmente cuando está a punto de celebrarse la boda de su hermana menor Inès (Marwa Bakir) dentro de seis días, Zouzou se ve rodeada de rumores sobre la ausencia de un pretendiente para ella, mientras su madre Naïma (Dalila Nouar), que ahora es la única que mantiene a su familia con su trabajo como abogada, parece más pendiente de los rumores de los vecinos por no haber conseguido casar a su hija mayor. Aunque Zouzou está decidida a marcharse junto a su amiga Warda (Lina Boumedine), también trata de buscar la forma de comunicárselo a su familia. Pero en Esperando el visado (T1E1) comprobamos que ella misma tiene cierta tendencia a dejar las conversaciones importantes para más adelante, como cuando su amiga Warda le dice que le han denegado el visado, pero Zouzou no se atreve a decirle que a ella sí se lo han aprobado. En La peluquería de Nadia (T1E2), el local que regenta Nadia (Meriem Medjkane) se convierte en un espacio seguro donde las mujeres pueden hablar de sus aspiraciones sin ser juzgadas, un lugar donde se reúnen para confesar sus secretos, como cuando Zouzou habla sobre su necesidad de salir de Argelia en La confesión (T1E4): "Para mi es una salida, sería bueno para mi carrera, pero sobre todo para mi estado mental. Irme lejos, poder respirar un poco". 

Es importante que estas series de formato corto producidas por Arte France se estrenen de forma simultánea en los países en los que está presente la plataforma, como comentamos hace un mes con En el fondo del hoyo (Arte, 2025). También presentada en el festiva Séries Mania '25, donde consiguió una Mención Especial del Jurado, El'sardines (Arte, 2025) no está contada como un drama, sino que está salpicada de sutiles matices de humor y de algunos toques de poesía, con la representación de los sueños de Zouzou en dibujos de tono pastel, que provienen de la propia condición de poeta de su directora Zoulikha Tahar (1992, Argelia), elegida para el programa Berlinale Talents del Festival de Berlín en 2023. La figura materna es uno de los temas que interesan a la directora, lo que está bien reflejado en esta webserie que dedica mucho tiempo a establecer esa particular relación que mantiene Zouzou con Naïma, una madre estricta que al mismo tiempo carga con todo el peso de la tradición familiar. El'sardines habla también de las rebeliones íntimas que se producen en la protagonista frente a la tradicional posición de la mujer en una sociedad que tiene elementos contradictorios en la propia educación de las hijas. Zouzou menciona cómo su madre no le permitía hablar con chicos, incluso ni siquiera tener amigas, pero cuando alcanzó los 25 años empezaron las preguntas sobre por qué no tenía novio. Y esa constante confrontación entre la libertad personal y las exigencias de la sociedad se representan con sensibilidad en esta pequeña historia que en total dura poco más de una hora. Incluso hay alguna referencia en El cataclismo (T1E3) a que la boda de Inès con un joven de Argel en realidad es la única forma posible de salir de Orán, en su caso a través del matrimonio. Zouzou es una joven impulsada por su necesidad de liberación, pero al mismo tiempo retenida por sus inseguridades: mantener su viaje en secreto, aislarse de Warda cuando ésta no obtiene el visado, pensar en quedarse porque sus planes no pueden llevarse a cabo como esperaba... Pero es hermosa y sutil la construcción de ese lugar seguro de la peluquería donde Zouzou puede, al menos, expresar sus contradicciones y sus dudas sin recibir el peso de la obligación que se le supone como mujer. El'sardines es una historia de emancipación femenina contada con humor y aliento poético, a través de animaciones que reflejan la liberación de Zouzou a través del mar, y que sabe desarrollar un relato sutil que explora la situación de la mujer en la sociedad argelina. 

Boarders
 
★★★☆
Pr1meran - 6 de junio
Reino Unido, 2024 - 6x50'
Creada por Daniel Lawrence Taylor
Dirigida por Ethosheia Hylton, Sarmad Masud
Séries Mania '24: Competición Internacional
Royal Television Society Awards '25: Premio Talento Joven (Josh Tedeku)

Adquirida por el canal autonómico EITB para su plataforma de streaming, lo que supone su estreno en España, esta serie juvenil británica compitió en el festival Séries Mania '24 y fue la primera adquisición internacional por parte de Tubi, la plataforma AVOD (Video Bajo Demanda con Anuncios) propiedad de Fox Corporation, lo que planteaba una estrategia nueva en este popular servicio en Estados Unidos. Tubi recientemente ha vuelto a ser lanzado en Gran Bretaña, de donde se retiró porque no estaba dispuesto a cumplir las leyes de protección de datos europeas. Al estar fuera de la UE, Reino Unido ha recuperado la presencia de una plataforma que por ahora no se extenderá al resto de Europa. La nueva serie de Daniel Lawrence Taylor (1983, Reino), creador y protagonista de Timewasters (ITV, 2017-2019), que fue nominada como Mejor Comedia a los BAFTA TV, traslada en este caso a cinco jóvenes negros del Sur de Londres a la prestigiosa St. Gilbert's School, que para ellos es tan inalcanzable como la Escuela Hogwarts de Harry Potter, en un intento de limpiar cierta imagen tóxica perjudicada por un video que se ha hecho viral en el que varios alumnos insultan y humillan a un mendigo. El director Bernard (Derek Riddell), que es un ferviente guardián de las tradiciones, acepta participar en una iniciativa de integración que incorpora a estos jóvenes a un ambiente predominantemente blanco y pijo, donde destacan desde el momento en que visten los uniformes. Un movimiento de tokenismo que pretende una pequeña concesión superficial dentro de un entorno académico que no sabe cómo resolver sus problemas de imagen de cara a una sociedad más inclusiva y tolerante, frente a la tradicional cultura del privilegio apoyada en el tamaño de la chequera. De manera que Boarders (Pr1meran, 2024-) incorpora a la habitual historia de estudiantes que desencajan en un entorno privilegiado, cuestionamientos raciales que amplían su perspectiva, aunque de una manera más irónica que profunda. Lamentablemente, EITB solo ha estrenado la serie doblada al euskera, impidiendo a los espectadores disfrutar de la versión original, otra falta de respeto que llevan a cabo las plataformas de streaming. 

Lo más interesante de la serie es la forma en que plantea la adaptación de cada uno de los protagonistas dentro de la escuela: Jaheim (Josh Tedeku) es un deportista con talento que solo participa en el proyecto porque quiere que su familia se sienta orgullosa de él; Omar (Myles Kamwendo) es un dibujante de cómics homosexuales que asume las bromas sobre su sexualidad y está obsesionado con encontrar ese tipo de sociedad secreta que parecen esconder estas escuelas de prestigio; Toby (Sekou Diaby) es un joven políglota que comienza a encajar asumiendo el estereotipo que se le asigna a los negros como suministradores de drogas, iniciando un negocio de venta de marihuana; Femi (Aruna Jalloh) quiere integrarse participando en las bromas de sus compañeros y mimetizándose con sus costumbres; y Leah (Jodie Campbell) es la más activista, con una especial cruzada contra un cuadro racista del fundador esclavista de la escuela, aunque tiene la ventaja y el inconveniente de que su activismo no encaja con el hecho de que su padre sea Gus (el creador Daniel Lawrence Taylor), responsable del programa de becas. Especialmente en los primeros episodios, Boarders funciona particularmente bien en este equilibrio entre una comedia juvenil de estudiantes rebeldes y salidos, y los desafíos raciales y de clase social a los que se enfrentan los cinco alumnos. Siendo un tradicional coming-of-age, sabe desplegar experiencias divertidas, utilizando algunos clichés del género estilo El club de los cinco (John Hughes, 1985), como cuando un grupo de alumnos consumen hongos alucinógenos durante un fin de semana de permiso en el episodio Exeat (T1E4), lo que tendrá consecuencias graves. La serie plantea la hipocresía de las políticas de integración social en una escuela privada como St. Gilbert, cuando son utilizadas como herramientas de marketing más que con una convicción real. En el episodio Black excellence (T1E2) se introduce el Grupo de Equidad, Igualdad e Inclusividad, que básicamente consiste en las coordinadoras Preeya (Nimisha Odedra) y Chelsea (Sarah Dayin) tomando fotografías de los protagonistas para transmitir a través de las redes sociales la "excelencia negra". La celebración del Día de la Diversidad es, en realidad, una farsa que solo pretende ofrecer una imagen externa integradora, mientras el director Bernard se niega a afrontar la cultura de la cancelación contra el cuadro racista, que están impulsando Leah y otros estudiantes. 

Boarders pretende sin embargo ser una comedia juvenil más que una reflexión profunda, aunque permanece de una manera constante la idea de que son los estudiantes negros los que se ven obligados a adaptarse, a veces sacrificando sus propias identidades, algo que abordaba también la comedia Soñando en negro (Filmin, 2023). "No importa cuántas camisas polo te compres, nunca vas a ser uno de ellos, Femi", dice Omar a su amigo. También introduce aspectos menos habituales, como la cosificación de la masculinidad negra, cuando la primera frase que les dice Beatrix (Tallulah Greive), la chica más popular de la escuela, es: "Nunca he visto un pene negro". Da la impresión de que, en el terreno de los discursos raciales, Boarders no tiene muchas novedades que aportar, construyendo situaciones reconocibles que quizás no proponen planteamientos profundos. Prefiere quedarse en un tono más superficial y utilizar la ironía, como cuando se organiza una de esas actividades absurdas basadas en las tradiciones inglesas en Woop, woop, that's the sound of police (T1E5), una especie de pinball de supervivencia que Jaheim y Leah están empeñados en ganar para que por primera vez aparezca una cara negra en el libro de vencedores de esta especie de "juego del hambre". De hecho, ésta es una referencia directa al principio de la segunda temporada, cuando los cinco estudiantes se enfrentan a un desafío mayor. Aunque solo se ha estrenado la primera temporada, EITB llegó a un acuerdo de adquisición de las dos temporadas, y la segunda esuelve algunos de los desequilibrios que tiene la primera, sin abandonar el tono de comedia juvenil y la reflexión sobre cómo encaja los valores raciales dentro de una institución con tradiciones arraigadas aún en el esclavismo. 

Erica
 
★★☆☆
Warner TV - 9 de junio-23 de junio
Francia, Bélgica, 2025 - 6x45'
Creada por Julien Magnat, Sylvain Caron
Dirigida por Frédéric Berthe

La escritora Camilla Läckberg (1974, Suecia) ha sido reconocida como una de las más populares autoras internacionales de novela negra, con libros dedicados a personajes protagonistas durante varias series literarias como el mentalista Henrik Fexeus, con la exitosa trilogía que comenzó con El mentalista (2022, Ed. Planeta) o Faye, una mujer que toma el control de su propia vida, a la que dedicó las novelas Una jaula de oro (2019), Alas de plata (2020) y Sueños de bronce (2024, Ed. Planeta), que se ha publicado este año en España. Pero el personaje más recurrente, sobre todo en la primera etapa de su carrera literaria, es el de su alter ego Erica Falck, una escritora de novelas policíacas que regresa a la localidad de Fjällbacka, situada cerca de la frontera entre Suecia y Noruega, de donde también es originaria Camilla Läckberg y donde se desarrollan la mayor parte de sus historias. Desde La princesa de hielo (2003, Ed. Maeva) hasta El nido del cuco (2024, Ed. Maeva), doce libros forman parte de esta serie literaria conocida como "Los crímenes de Fjallbacka", la mayor parte editados en España. En Francia la escritora sueca ha vendido más de 30 millones de ejemplares, incluidos 5 millones de las novelas dedicadas a Erica Falck, por lo que se entiende el interés en adaptarlas a la pantalla. Pero es la primera vez que la autora sueca ha dado permiso para que se lleve a cabo una adaptación de sus libros fuera de Suecia, y lo ha hecho en el que se ha convertido en el segundo país donde ha conseguido más ventas. En Erica (Warner TV, 2025), el personaje principal se transforma en Erica Faure (Julie De Bona) y la historia se traslada a la ficticia localidad francesa de Port-Clément, aunque la serie se rodó en Hossegor, en la costa de Las Landas. La serie está compuesta por seis episodios que adaptan las tres primeras novelas protagonizadas por este personaje, dedicando dos capítulos a cada investigación, que es el formato que ofrecerá Warner TV, con doble episodio semanal. El primer caso adapta La princesa de hielo (2003, Ed. Maeva), cuando Erica Faure regresa a su ciudad natal para solventar temas relacionados con la herencia familiar, y rápidamente es reconocida como la popular autora de novela negra, aunque lleva dos años en un bloqueo creativo sin poder escribir nada. A su llegada se encuentra con su amiga Alex (Caroline Chirache), pero ésta aparentemente se suicida unos días después. Erica no puede evitar involucrarse en la investigación que lleva a cabo el inspector Patrick Saab (Grégory Fitoussi), que en las novelas se llama Patrik Hedström, aprovechando sus conocimientos como autora de tramas policíacas. 

La colaboración entre ambos deriva hacia una relación romántica que en los libros se mantiene a lo largo de todas las publicaciones, incluso con el nacimiento de una hija. La serie establece también la relación estable de la pareja que colabora en la resolución de los casos, pero resulta bastante menos creíble porque no termina de desarrollarse adecuadamente, sobre todo cuando el rescate de un incendio al final de la primera parte conduce inmediatamente a una pasión amorosa que parece demasiado forzada. A pesar de que la actriz Julie De Bona, a la que hemos visto recientemente en la película El Conde de Montecristo (Alexandre de La Patellière, Matthieu Delaporte, 2024), está habituada a interpretar personajes similares a Erica, a veces envuelta en problemas debido a su carácter impetuoso, el retrato de la protagonista es uno de los elementos más endebles de la serie, ya que no consigue hacer verosímiles sus incursiones en la investigación policial ni sus apariciones repentinas en las escenas del crimen. Lo que no solo resulta decepcionante, sino particularmente sorprendente, porque las novelas de Camilla Läckberg se caracterizan precisamente por un adecuado desarrollo psicológico de los personajes, además de una interacción permanente con las características de un pueblo pequeño que se hace permeable a las influencias de la idiosincrasia noruega, al situarse cerca de la frontera. En la serie, dirigida por Frédérick Berthe, director de otros éxitos como Las senderistas (Tivyfy, 2023), la ficticia localidad de Port-Clément no juega un papel especial, ni siquiera por su carácter de comunidad pequeña portuaria, mientras que la relación entre Erica y Patrick Saab no tiene tiempo de consolidarse a nivel narrativo, con elipsis entre episodios que parecen inadecuadas. El segundo caso, que ocupa los dos siguientes episodios, adapta el libro Los gritos del pasado (2004, Ed. Maeva), aunque toma su título, Le prédicateur (T1E3-4), de la publicación original en Suecia, y se abre con el descubrimiento del cuerpo mutilado de una joven en un bosque, lo que establece una conexión con un caso de hace quince años. Mientras que la última investigación, basada en Las hijas del frío (2005, Ed Maeva), se desarrolla alrededor de la muerte de una joven por ahogamiento, pero las investigaciones se suceden de forma paralela a la relación que mantienen Erica y Patrick: ella aparece embarazada en los episodios centrales y ambos son padres en la tercera historia. En este sentido, da la impresión de que la progresión de los personajes es más creíble en los libros que en el formato de serie, de manera que Erica pierde mucho encanto por el camino y acaba siendo un policíaco que no consigue resolver sus problemas de verosimilitud. 

Tierra de mafiosos
 
★★☆☆
SkyShowtime - 9 de junio-4 de agosto
Reino Unido, 2025 - 10x45'
Creada por Ronan Bennett
Dirigida por Guy Ritchie, Anthony Byrne, Daniel Syrkin, Lawrence Gough

La nueva serie de Guy Ritchie (1968, Reino Unido) es en realidad un encargo para el que solo ha dirigido los dos primeros episodios, proponiendo un tono que la historia abandona conforme se desarrolla, como si él hubiera realizado una propuesta diferente a la que finalmente es. Al principio, hay poco humor, y los personajes parecen rodeados de una atmósfera de oscuridad que transmite una constante sensación de amenaza. Pero la historia deriva hacia decisiones de guión convenientes para resultar impactantes y hacia una cierta caricaturización de algunos de sus protagonistas. Quizás porque esta vez no la ha escrito en solitario, el guionista Ronan Bennett (1956, Irlanda), creador de la excelente Top boy (Netflix, 2011-2023) y de la notable Chacal (SkyShowtime, 2024-), no consigue configurar ese tipo de personajes complejos que suelen caracterizar a sus guiones, aunque destacan por encima de otros algunos protagonistas de Tierra de mafiosos (MobLand) (SkyShowtime, 2025). La historia está centrada en Harry Da Souza (Tom Hardy), un "fixer" que resuelve los problemas que surgen dentro de una familia mafiosa irlandesa, una especie de Ray Donovan del crimen organizado del que constantemente se está poniendo a prueba su lealtad, especialmente a partir de la aparición de Kat McAllister (Janet McTeer) desde el episodio La encrucijada (T1E7). Pero al principio se muestra como un tipo duro y leal que mantiene a la familia Harrigan lejos de los problemas que surgen a su alrededor, o de los que provocan ellos mismos. Los líderes son Conrad Harrigan (Pierce Brosnan) y su segunda esposa Maeve (Helen Mirren), dos personajes shakesperianos: él es una especie de Rey Lear que mantiene su reino unido mientras duda sobre la capacidad de su hijo Kevin (Paddy Considine) para ser un sucesor a la altura de las difíciles decisiones que debe tomar, interpretado por un Pierce Brosnan del que, a pesar de su origen irlandés, se ha comentado mucho en Irlanda el extraño acento que adopta. Pero Conrad tiene una evolución curiosa y decepcionante, desde un personaje oscuro y maquinador hasta una especie de caricatura desquiciada. Mientras que Maeve es Lady Macbeth, la esposa que susurra al oído del rey y que intriga a sus espaldas para seguir su propia agenda, a la que da vida Helen Mirren demostrando la experiencia de una gran dama de la interpretación, que parece disfrutar con este personaje maquiavélico cada vez más conspirador. La oveja negra de la familia es Eddie (Anson Boon), hijo de Kevin, que parece tener los genes violentos de su abuelo, lo que provoca un acontecimiento dramático relacionado con el hijo de Richie Stevenson (Geoff Bell), el líder de una familia mafiosa adversaria. A partir de ese momento, la respuesta de los Harrigan será decisiva para que el conflicto no se convierta en guerra nuclear, y evidentemente siempre hay alguien a quien le interesa la guerra. 

Tierra de mafiosos tiene todos los elementos que caracterizan a este tipo de enfrentamientos mafiosos, desde buenas escenas de acción hasta violencia extrema en algunos momentos, y una complicada trama de personajes que actúan a espaldas de otros. Pero la acumulación de conflictos y de tramas no tiene la coherencia necesaria como para que realmente desarrolle a los personajes, en algunos casos indescifrables, como el propio Harry Da Souza, cuya lealtad absoluta dentro del manicomio de los Harrigan se siente endeble en sus motivaciones. Posiblemente el episodio que mejor define las virtudes y, sobre todo, los defectos de la serie es el final de temporada, La bestia en mí (T1E10). La escena entre Harry y su esposa Jan (Joanne Froggatt), que es el personaje cliché de alguien que no pertenece a la familia pero se ve constantemente involucrada dentro de su círculo de violencia, del que hemos visto otro ejemplo reciente en la más sólida This city is ours (BBC, 2025), demuestra que los personajes no están al servicio de la historia sino que solamente son instrumentos para mantener la tensión. Curiosamente, hay algunos que consiguen más matices a pesar de sus apariciones breves, como el inspector Colin Tattersall (Toby Jones), tan improbable dentro de la policía como fascinante en sus lealtades cambiantes. Y el que consigue tener un desarrollo más interesante entre los miembros de la familia Harrigan es Kevin, que al principio aparece muy en segundo plano, pero no se contrata a un actor como Paddy Considine si no se le da la oportunidad de transmitir ese trasfondo dramático que permite la evolución del personaje. Mientras Harry Da Souza es para el guión lo mismo que es para la familia, un fixer, ese tipo de caracteres que sirven para todo, desde una subtrama de rescate en La encrucijada (T1E7) que parece un episodio de Chacal, hasta un hábil negociador que podría acabar con el conflicto con Richie Stevenson en Trampa para ratas (T1E4) si la propia familia Harrigan se lo permitiera. 

Hay buenos momentos de tensión que no necesitan ser explícitamente violentos, como en el destacado episodio Funeral para un amigo (T1E5), que demuestra la capacidad de Ronan Bennett para construir escenarios de suspense perfectamente trazados. Hay que recordar que el co-guionista de la serie es Jez Butterworth (1969, Inglaterra), uno de los responsables de La agencia (SkyShowtime, 2024-), lo que se refleja en diálogos densos y personajes hablando constantemente. Y en la segunda mitad de la serie aparece brevemente el actor español Jordi Mollá interpretando al mismo tipo de personajes en el que ha estado encasillado en el cine internacional, el mafioso mexicano Jaime López. Hay que reconocer que el final de temporada resuelve los conflictos principales, pero también deja abiertas muchas posibilidades para una segunda entrega que no se ha anunciado pero parece claro que tendrá, dado el éxito que ha conseguido Tierra de mafiosos en su estreno en Paramount+ y el que seguramente tendrá en los territorios donde la estrena SkyShowtime. Pero a pesar de ser entretenida, hubiera sido menos decepcionante una serie con mayor coherencia y con un desarrollo de personajes más sólido, evitando la tendencia final a convertirse en una especie de caricatura que evoluciona hacia una historia cada vez más caótica y dispersa. 

Inspectora Ellis
 
★★★☆
Filmin - 10 de junio
Reino Unido, 2024 - 3x90'
Creada por Paul Logue, Siân Ejiwunmi-Le Berre
Dirigida por Nick Hurran, Andy Tohill, Ryan Tohill

Estrenada en Estados Unidos a través de Acorn tv, esta producción británica contiene los elementos tradicionales de los procedimentales policíacos, pero también aporta un tono más clásico que evita que las historias personales de los protagonistas eclipsen la investigación policial, como ocurre en la reciente The crow girl (Paramount+, 2025), que quiere ser tan amplia en sus hilos narrativos que acaba perdiéndose en tramas poco interesantes. Inspectora Ellis (Filmin, 2024), por el contrario, dedica la mayor parte de los 90 minutos que dura cada episodio a desarrollar el caso que se investiga, aunque haya apuntes sobre un pasado algo misterioso de la protagonista y sobre su relación con su hija. En España, la serie se estrena con este formato original de 3x90', aunque también se distribuye el formato 6x45'. La inspectora Ellis (Sharon D. Clarke) es enviada a distintas ciudades para hacerse cargo de investigaciones difíciles, lo que de entrada supone una situación incómoda en las comisarías: "La policía puede ser problemática cuando alguien entra en su territorio por la fuerza", le dice el agente Chet Harper (Andrew Gower) en Hanmore (T1E1), después de que ella haya tenido un encuentro tenso con el jefe de la comisaría, James Belmont (Chris Reilly). Cada episodio se desarrolla en una ciudad distinta de los alrededores de Peak District, una zona de tierras altas en el centro de Inglaterra que se extiende a lo largo de 1.500 kilómetros cuadrados, y cuyo Parque Nacional suele ser lugar habitual de turismo para los habitantes de localidades industriales cercanas como Manchester y Sheffield. Pero, a pesar de estar localizada en esta zona de Inglaterra, la serie se rodó en Irlanda del Norte. La primera vez que la inspectora Ellis acude a la comisaría, comparte la sala de espera con una mujer blanca, y el agente Harper confunde a esta última con la oficial, una muestra del microrracismo que la propia serie quiere reflejar. Aunque parezca sorprendente, la televisión británica no había tenido hasta ahora a ninguna investigadora de raza negra como protagonista, lo que sirve a los creadores Paul Logue, que fue el guionista principal de la temporada 8 de Shetland (Filmin, 2013-), introduciendo a los nuevos personajes, y Siân Ejiwunmi-Le Berre, responsable de la reciente adaptación de la novela de Agatha Christie Matar es fácil (Movistar Plus+, 2023), para introducir elementos relacionados con la misoginia y el racismo dentro de la fuerza policial británica. Lo que no está en absoluto alejado de la realidad: en un informe independiente publicado en 2023, encargado por la Met (Policía Metropolitana de Londres), su autora Louis Casey concluyó que este cuerpo era "institucionalmente racista, misógino y homofóbico". 

Sin embargo, lo que diferencia a Inspectora Ellis de otras series recientes es que no trata de construir una historia de fondo en torno a los protagonistas que sobrepase a la investigación, sino que se centra principalmente en desarrollar los casos de los que se ocupan, y si la serie pretende elaborar algún discurso social lo hace a través de estas investigaciones. Lo que en un panorama en el que muchas veces parece tener más importancia el drama personal de los policías, acaba resultando refrescante. Ahora que series clásicas como Endevour (Filmin, 2012-2023), Grantchester (Filmin, 2014-2024) o Vera (atresplayer, 2018-2025) han terminado o han anunciado su final, Inspectora Ellis puede ocupar un espacio interesante aportando un enfoque diferente. La protagonista tiene la suficiente personalidad como para enfrentarse a esa policía reticente ante la llegada de una inspectora externa para quitarles el control de sus investigaciones, lo que su jefa, la subdirectora Leighton (Allison Harding) denomina "misión de emergencia". En el segundo episodio, Callorwell (T1E2), cuando el agente Harper ya se ha convertido en su asistente, la inspectora Ellis debe investigar la muerte de una agente de policía que había acusado a su jefe de acoso sexual, introduciendo el tema de la misoginia en una comisaría local en la que solo trabajaban dos mujeres. Las redes sociales y el llamado periodismo amateur se convierte en uno de los problemas que deben afrontar en Brindleton (T1E3). A pesar de la duración extensa de cada uno de los tres episodios, la serie mantiene bien el ritmo, con un director diferente en cada historia: Nick Hurran ha dirigido recientemente el interesante drama financiero Devils (SkyShowtime, 2020-2022), mientras que los hermanos Ryan Tohill y Andy Tohill han dirigido otros policíacos como Dalgliesh (AMC+, 2021-). Otra de las ventajas de la serie es la personalidad que proporciona a la protagonista la actriz Sharon D. Clarke, a la que también veremos este mes en su potente interpretación en el espléndido drama Mr. Loverman (AXN, 2024), como la esposa de un hombre que ocultó durante décadas su homosexualidad. Ganadora de tres premios Olivier del teatro londinense, la actriz ha tardado tiempo en asomarse a la televisión, pero lo hace con fuerza, a través de un personaje que lanza miradas que matan y aporta algunos detalles sobre su origen, como su afición a tomar ron jamaicano en momentos especiales. Inspectora Ellis es un buen procedimental, aunque no es exactamente un cosy crime (serie criminal amable) al estilo de los que suele producir la cadena Channel 5, sino que aborda cuestiones sociales relevantes y se beneficia de un personaje fuerte y de episodios que tienen suficiente tiempo para desarrollarse sin ser absorbidos por subtramas innecesarias.


Miss Austen
  
★★☆☆
Movistar Plus+ - 11 de junio
Reino Unido, 2025 - 4x52'
Escrita por Andrea Gibb
Dirigida por Aisling Walsh

Para los seguidores de la obra de Jane Austen, parte de su biografía ha quedado envuelta en la especulación debido a la decisión de su hermana Cassandra de quemar la correspondencia de juventud que mantuvo con la familia Fowle, con la que tuvieron una relación estrecha, incluso en algún momento con una posibilidad frustrada de compromiso. La escritora Gill Hornby, hermana del guionista Nick Hornby, responsable de An education (Lone Scherfig, 2010) y Brooklyn (John Crowley, 2016), decidió utilizar los datos biográficos que se conocen sobre Jane Austen para elaborar una ficción en la que completa los vacíos que provocó la destrucción de las cartas, pero reivindicando la influencia de Cassandra en la literatura de su hermana. La novela Miss Austen (2020, Ed. Libros de Seda) explora la relación de la familia Fowle con la autora y sus años de juventud que compartieron en la localidad de Kintbury, que es precisamente el lugar en el que vive Gill Hornby desde hace más de treinta años junto a su esposo, el también escritor Robert Harris. De hecho, ambos residen en la casa que se construyó en el mismo terreno donde se encontraba la vicaría, que fue demolida en 1859. Este año se cumple el 250 aniversario del nacimiento de Jane Austen, por lo que veremos algunas producciones que abordan sus novelas y su vida, entre las que está Miss Austen (Movistar Plus+, 2025), cuyo estreno se ha retrasado desde su anuncio en marzo, adaptando la ficción literaria en torno al personaje de Cassandra Austen (Keeley Hawes), cuando en 1830, años después de la muerte de su hermana Jane, regresa a Kintbury tras recibir una carta de Isabelle Fowle (Rose Leslie) en la que le anuncia que su padre está gravemente enfermo. Cassandra acude rápidamente a un lugar en el que pasó parte de su juventud junto a Jane, pero también sabiendo que en algún lugar de la vicaría debe encontrarse la correspondencia que mantuvo su hermana con la familia, tratando de encontrarla antes de que se apodere de ella su cuñada Mary Austen (Jessica Hynes). Pensando que es necesario preservar la reputación de Jane, su intención es mantenerla lejos de las manos equivocadas, pero su lectura le hace recordar los momentos que compartió con su hermana. Parte de la acción se desarrolla a través de la relación entre la joven Cassy (Synnøve Karlsen) y Jane (Patsy Ferran), para mostrar cómo ambas se apoyaron mutuamente y las razones por las que ninguna de las dos acogió el matrimonio dentro de sus vidas, a pesar de ciertos acercamientos románticos y un compromiso que terminó de manera trágica. La historia trata de describir la posición de la mujer en el siglo XIX, particularmente reservada a cometidos asignados de antemano como esposas y madres, pero también explora la relación fraternal entre las hermanas Austen: "No hay mayor consuelo en este mundo que una hermana", dice Cassandra.  

La miniserie Miss Austen se equilibra entre el presente de 1830 y el pasado a través de una narración que mezcla con habilidad los tiempos, estableciendo tramas paralelas: Isabelle Fowle, la esposa del vicario enfermo que fue confidente de Jane Austen, está a punto de perder su casa como consecuencia de la probable muerte de éste, mientras en el pasado las hermanas se enfrentan con un sentimiento de sororidad a la posición que se ha establecido para ellas, descubriendo las relaciones que pudieron consolidarse pero finalmente dejaron a ambas solteras, con Cassandra dedicándose el resto de su vida a obras de caridad. No hay exactamente un problema de ritmo en esta historia, pero falta algo de emoción en el desarrollo de los personajes, que se ve entorpecido por cierto empeño del guión en recrear alrededor de Jane Austen y su hermana Cassy un entorno similar al de las novelas escritas por la primera, estableciendo paralelismos reconocibles con algunos personajes de la ficción literaria. La dinámica familiar formada en torno a los padres, Mrs. Austen (Phyllis Logan) y Mr. Austen (Kevin McNally) parece reflejarse en el personaje de Elizabeth Bennet de Orgullo y prejuicio (1813, Ed. Libros de Seda), igual que la relación en el pasado entre Cassy y su prometido Thomas Fowle (Calam Lynch), mientras que el acercamiento entre Isabella y el Dr. Lidderdale (Alfred Enoch) parece hacer referencia a las segundas oportunidades que se describen en Persuasión (1818, Ed. Austral). Aunque la serie no cae en el error de convertir a Jane Austen en una heroína romántica como las protagonistas de sus novelas, como hizo la decepcionante película La joven Jane Austen (Julian Jarrold, 2007), en la que también se describía la relación con su hermana Cassandra, esta adaptación parece demasiado preocupada en elaborar una metanarrativa que pretende trasladar el espíritu de su obra literaria a su propia vida, lo que provoca que Jane Austen acabe siendo un personaje más superficial de lo que debería. 

No obstante, la protagonista principal es Cassandra, con una interpretación especialmente destacada de Keeley Hawes, que también ejerce como productora ejecutiva, llegando a un momento de crisis al leer las cartas de su hermana en el que se pregunta si ha merecido la pena la vida que ha llevado y las decisiones que ha tomado, como rechazar el compromiso con Henry Hobday (Max Irons). Hasta llegar a la conclusión de que las confesiones y las referencias de Jane hacia ella en las cartas guardadas por el vicario dibujan una realidad que no debe ser difundida, como pretende hacer Mary Austen: "Todo lo que necesitas saber sobre Jane Austen se puede encontrar en las páginas de sus novelas", dice Cassandra, a la que generalmente se la ha tratado como la culpable de los vacíos en torno a la vida de Jane Austen, pero a quien Gill Hornby quiso defender en su novela, mostrando la relación cercana que mantuvo con su hermana y su condición de albacea de su obra. Contando con la autora de la novela como consultora, la adaptación ha sido realizada por Andrea Gibb, nominada al BAFTA por el drama Elizabeth is missing (2019), que fue también dirigido por Aisling Walsh, la directora de esta miniserie. El principal problema de Miss Austen es que los personajes nunca terminan de parecer del todo reales, sino más bien una recreación de las obras de Jane Austen, perdiendo así la oportunidad de ofrecer un retrato profundo más allá de las referencias que se extraen de la ficción literaria. 

Patience
  
★★☆☆
Cosmo - 16 de junio-21 de julio
Reino Unido-Alemania-Bélgica, 2025 - 6x45'
Adaptada por Matt Baker, Stephen Brady
Dirigida por Maarten Moerkerke

Cuando se estrenó esta serie en Gran Bretaña algunos espectadores protestaron en redes sociales porque se parecía sospechosamente a la popular serie francesa Astrid et Raphaëlle (France 2, 2019-), que en Gran Bretaña estrenó Channel 4 con el título de Astrid, y en España conocemos como Bright minds (Cosmo, 2019-). Lo que no sabían estos espectadores es que Patience (Cosmo, 2025) es, de hecho, el remake británico de la serie francesa, y por tanto las similitudes estaban justificadas. La trama se traslada en esta ocasión a una de esas ciudades históricas de Inglaterra, en este caso York, que proporciona ese espacio en el que conviven la modernidad con los grandes edificios tradicionales, lo que acaba siendo una de las aportaciones más interesantes de esta versión. Como la original, se centra en la particular colaboración entre la inspectora Bea Metcalf (Laura Fraser) y la joven archivista Patience Evans (Ella Maisy Purvis), una persona neurodivergente que tiene una capacidad especial para la deducción utilizando su obsesión por el orden y la organización, lo que contrasta con la caótica vida privada y profesional de la inspectora. Ambas comienzan a colaborar en el primero de los casos que se presentan a lo largo de la temporada, que básicamente son los mismos que los de la primera temporada de la serie francesa, aunque en aquella versión estaba formada por ocho episodios. No hay por tanto, como en Profesor T (Cosmo, 2021-), la versión inglesa del procedimental belga Profesor T. (Eén, 2015-2018), la introducción de casos de otras temporadas, o un cambio en el desarrollo de la protagonista, sino que se mantiene bastante fiel a la versión francesa, lo cual le puede quitar cierto atractivo a la serie, teniendo en cuenta que el original también es conocido en España. Patience está coproducida con Alemania y Bélgica, y el rodaje se ha desarrollado tanto en York como en la ciudad de Amberes, lo que proporciona a esta versión una textura de ambientación clásica que resulta atractiva.

Hay dos elementos que sí se diferencian de la versión francesa: por un lado, el escenario de York, situado en el Noroeste de Gran Bretaña, una ciudad de raíces romanas y pasado vikingo, que se encuentra a medio camino entre Londres y Edimburgo, de manera que adopta una personalidad particular. Se trata de una ciudad amurallada, que mantiene en pie edificios históricos, y que el 1 y el 2 de febrero celebra el llamado York Ice Trail, un recorrido por sus calles históricas, en las que se exhiben esculturas de hielo que hacen referencia a su pasado. Este entorno de calles antiguas y estrechas, con la Catedral y The Clifford Tower, rodea a los personajes de una especie de ambientación laberíntica que se asemeja a un puzzle, como el que deben resolver en sus investigaciones. Por otro lado, en la versión inglesa, al contrario que en la francesa, todos los personajes neurodiversos están interpretados por actores neurodivergentes, como la protagonista, Ella Maisy Purvis, a quien le fue diagnosticado autismo al final de su adolescencia. Hay un elemento interesante en la relación que Patience mantiene con el hijo de Bea Metcalf, cuyo comportamiento comienza a ser atribuido por su madre a la posibilidad de una neurodivergencia, lo que ni siquiera se había planteado anteriormente. El problema es que, como ocurría en la original francesa, el tratamiento que se hace de las personas con autismo resulta demasiado superficial, atribuyéndose a Patience un carácter de "persona rara" más que tratando de ofrecer una visión más elaborada de su personalidad, e incluso pasando por alto algunas características propias, como evitar el contacto físico, cuando a la trama le interesa; como si una persona autista dejara de sentir aversión por los abrazos de la noche a la mañana. También son bastante arquetípicos los personajes que la rodean: el compañero de investigación de Bea Metcalf, el inspector Jake Hunter (Nathan Welsh), recibe con incredulidad las aportaciones que pueda hacer Patience a las investigaciones, pero poco a poco se convence de sus habilidades; mientras que el jefe de policía Calvin Baxter (Max Benton), apoya a su inspectora principal, solo hasta donde los límites burocráticos le permiten. Dirigida por el realizador belga Maarten Moerkerke, que también dirigió la tercera temporada de Profesor T (Cosmo, 2021-), Patience es un policíaco entretenido pero que aporta pocos elementos novedosos a la versión original, conformándose con ofrecer una mirada estereotipada y convencional al entorno y los comportamientos de las personas neurodivergentes (sí, Patience es capaz de resolver un cubo de Rubik en pocos segundos).  

Blossoms Shanghai
  
★★★☆
Filmin - 17 de junio-1 de julio
Hong-Kong-China, 2023 - 30x45'
Escrita por Wen Qin
Dirigida por Wong Kar Wei
Shanghai TV Festival '24: Mejor Serie, Actor principal (Ge Hu), Guión adaptado, Fotografía, Dirección artística
Golden Eagle Awards '24: Mejor Serie, Mejor Guión

La primera serie del director Wong Kar Wai (1958, Shanghái) se convirtió en su mayor éxito comercial en China, donde siempre ha sido un realizador respetado por su proyección internacional pero no especialmente popular. Ideada originalmente como un largometraje que cerraría una trilogía formada por Deseando amar (2000) y 2046 (2004), el largo desarrollo de la adaptación la derivó hacia una serie con el formato tradicional de los canales de televisión chinos, entre 30 y 40 episodios. La historia adapta la novela Blossoms (2013) del escritor Jin Yucheng (1952, Shanghái), no editada en España, en la que el director ya se interesó poco después de su publicación, aunque no comenzó a trabajar en la adaptación hasta 2017. Sin embargo Blossoms Shanghai (Filmin, 2023) no es una traslación exacta de un libro que no cuenta con una estructura narrativa tradicional ni se centra en ningún personaje concreto, y que transcurre a lo largo de diferentes décadas, desde los años 30 hasta la explosión económica de los 90, pasando por la Revolución Cultural de los 60. Por su parte, la serie se centra principalmente en el auge económico que vivió la ciudad de Shanghái en los años noventa y tiene un personaje principal, Ah Bao (Ge Hu), un atractivo hombre de negocios que triunfa después del establecimiento de la Bolsa de Shanghái el 19 de noviembre de 1990, la época en la que transcurre la historia, pero que se considera un hombre corriente: "Mi nombre es Ah Bao, y como la mayoría de los Ah Bao de Shanghái, salgo al mundo todos los días tratando de encontrar la manera de sobrevivir", se presenta al principio del Episodio 1 (T1E1). El relato se cuenta, sin embargo, en flashback a partir de la Nochevieja de 1992 y se traslada a diferentes momentos en la vida de Ah Bao, como cuando conoce al que será su socio en los negocios que ha creado, un misterioso anciano al que llaman Tío Ye (Benchang You), que en 1987 acababa de salir de la prisión de Tilanqiao: "Si los negocios son un arte, entonces este hombres es un maestro". Hay diferentes saltos en el tiempo a lo largo de la serie, lo que a veces puede hacerla algo confusa, y hasta el Episodio 14 (T1E14) no conocemos la vida anterior de Ah Bao, cuando en 1978 era un mecánico que se enamoró de Xue Zhi y se casó con ella, antes de convertirse en aprendiz del Tío Ye. Precisamente, entre quienes están alrededor de Mr. Bao, hay tres personajes femeninos destacados, y cada una de ellas es en cierta manera protagonista de los tres bloques principales de la estructura narrativa. 

Los primeros diez episodios están centrados en la rivalidad de los hoteles y restaurantes de Huanghe Road, una calle principal en la que el gobierno local impulsó a partir de 1992 el establecimiento de negocios de restauración, considerándose desde entonces como la "calle gastronómica" de Shanghái. Li Li (Xin Zhilei) es la dueña del restaurante Zhizhenyuan (Grand Lisbon) en esta zona, un lugar elegante al que suelen acudir hombres de negocios, pero tiene un pasado misterioso. Hay algunos personajes destacados en este primer bloque como Mr. Fan (Dong Yong), un empresario sonriente que dirige una fábrica textil y comienza a hacer negocios con Ah Bao. Pero uno de los problemas de Blossoms Shanghai es que precisamente los primeros episodios llegan a ser confusos y no atrapan realmente la atención del espectador. Hay muchas discusiones y conflictos entre los personajes que provocan una narración demasiado acelerada, pero también contiene algunas de las características del estilo de Wong Kar Wai: una puesta en escena deslumbrante, resaltando el colorido de las luces de neón de Huanghe Road, y mostrando la elegancia de Grand Lisbon a través de posiciones de cámara que siempre tienen objetos brillantes interpuestos entre el espectador y los personajes, creando una atmósfera de ensueño. Destaca la habitual planificación del director desde espacios que muestran a los personajes atrapados en su propio mundo, y generalmente reflejados en espejos y cristales que desdoblan su imagen, mostrando la complejidad de sus personalidades (esto destaca especialmente en Li Li, que es un personaje que oculta aspectos de su pasado). El segundo bloque es más tranquilo en su narrativa, asentando el estilo de Wong Kar Wai y estableciendo un mayor paralelismo con películas como Deseando amar (2000). Se centra en el personaje de Miss Wang (Tang Yan), representante de la Oficina de Comercio Exterior, que sufre la traición de su compañera Mei Ping (Naomi Wang) y es despedida de su trabajo. Y el bloque final, que acaba siendo el mejor de toda la serie, se enfoca en Ling Zi (Ma Yili), que había abierto un pequeño restaurante con Mr. Bao llamado Toky Nights, y que ahora pretende relanzarlo con un negocio propio. Al mismo tiempo, aparece Mr. Qiang (Huang Jue), un hombre de negocios que rivaliza con Mr. Bao y tiene una relación pasada con Li Li. Como ella, y como Mr. Bao en ocasiones, Mr. Qiang está generalmente representado a través de esa imagen desdoblada de los reflejos. 

El resultado de Blossoms Shanghai es irregular y puede llegar a parecer desordenado y farragoso en algunos momentos, pero está marcado absolutamente por la estética de Wong Kar Wai en la forma en que construye los planos y la puesta en escena. Contiene ese tipo de concepción visual representativa de su cine, como una hermosa secuencia en el Episodio 12 (T1E12) en la que Li Li y Mr. Bao se separan de noche en unas calles húmedas de Shanghái, mientras suena la versión de Xavier Cugat & His Orchestra de la canción "My shawl" (1947) que inevitablemente recuerda a Días salvajes (1990). O en el sentido más emocional, la despedida de Ling Zi de su mejor amiga Ling Hong (Papi Jiang) en el Episodio 22 (T1E22), rodada con una sensibilidad exquisita, que transmite precisamente ese tono de nostalgia de los tiempos pasados que sobrevuela toda la serie. Se cuenta que Wong Kar Wai tardó tres años en completar el rodaje porque cuando se encontraba en posproducción volvía a llamar a algunos actores para rodar escenas adicionales que pudieran encajar mejor dentro de su concepto visual de la historia. Blossoms Shanghai por tanto es más disfrutable en el contexto de la filmografía del director, que utiliza temas de Shigeru Umebayashi para su película 2046 (2004) como música recurrente, junto a otras bandas sonoras de sus directores de referencia a las que recurre habitualmente, como el tema de Peer Raben para la película Querelle (Rainer Werner Fassbinder, 1982) o la música de Ennio Morricone para Cómo aprendí a amar a las mujeres (Luciano Salce, 1966) y La Califa (Alberto Bevilacqua, 1970), que ya utilizó en The Grandmaster (2013). Sin ser su mejor obra, Blossoms Shanghai contiene todos los elementos que caracterizan al cine de Wong Kar Wai, en el que cada acción de los personajes refleja su personalidad: la forma elegante de caminar de Li Li, el porte orgulloso de Mr. Bao, la elocuencia de Miss Wang o la serenidad de Ling Zi crean un espléndido cuarteto.   

La serie ha supuesto un impacto cultural para Shanghái, provocando un aumento espectacular del turismo: el Peace Hotel donde Mr. Bao establece su tienda de ropa subió el precio de las habitaciones, la calle Huanghe Road, que perdió su esplendor tras la crisis económica en Asia a finales de los noventa, ha vuelto a convertirse en una ruta habitual de influencers y turistas, y el plato de chuletas con pastel de arroz que comparten Ah Bao y Miss Wang se ha convertido en un éxito gastronómico. A pesar de su estreno a finales de 2023 en China, la distribuidora fundada por Wong Kar Wai, Block 2 Distribution, no ha cerrado adquisiciones de Blossoms Shanghai para el mercado internacional hasta este año, con los derechos para Mubi en Latinoamérica y algunos países europeos, y The Criterion Channel en Estados Unidos. Filmin la estrena en España y Portugal, presentando los primeros 15 episodios este mes, cinco cada semana, los días 17 y 24 de junio y 1 de julio, para estrenar la segunda tanda a finales de año. 

Los sin nombre
  
★★☆☆
Movistar Plus+ - 26 de junio
España, 2025 - 6x55'
Creada por Pau Freixas, Pol Cortecans
Dirigida por Pau Freixas

Hace veintiséis años el director Jaume Balagueró (1968, Lleida) debutó en el largometraje con Los sin nombre (1999), una película que contribuyó a transformar la industria del cine en España, formando parte de una generación de directores jóvenes que apostaban por el género fantástico: surgieron títulos como El día de la bestia (Álex de la Iglesia, 1995), Tesis (Alejandro Amenábar, 1996) o la trilogía de cortometrajes de Nacho Cerdá (1969, Barcelona), y la productora Filmax acabó creando una división dedicada solo al cine fantástico, Fantastic Factory, invitando a rodar en España a directores internacionales como Stuart Gordon y Brian Yuzna, aunque no tuvo mucho recorrido. La película estaba muy inspirada en Seven (David Fincher, 1995) y pueden encontrarse elementos que recuerdan a La escalera de Jacob (Adrian Lyne, 1990) o La semilla del diablo (Roman Polanski 1968), y aunque el guión tiene ciertos problemas para ser creíble y la dirección es irregular, conseguía una atmósfera inquietante con sus referencias al nazismo y la iconografía católica, y con los insertos de imágenes impactantes que provocan desasosiego sin utilizar el recurso del susto fácil. Los sin nombre es la historia de una madre cuya hija ha aparecido muerta, pero que años después recibe la llamada de alguien que dice ser ella, lo que la lleva a una búsqueda que desemboca en una secta liderada por un superviviente de los campos de concentración. Y se recuerda especialmente un final que causó sorpresa en su momento, y que fue uno de los afortunados cambios introducidos respecto a la novela, que resultaba más convencional e inverosímil. La adaptación como serie, con guión de Pol Cortecans (1991, Barcelona), cambia muchos elementos de la historia original, y por tanto de la novela Los sin nombre (1981, Ed. La Factoría de Ideas) en la que estaba basada, y en cierto modo representa la transformación de la narrativa fantástica en los últimos años. En Los sin nombre (Movistar Plus+, 2025), los personajes son más oscuros y más intensos, como el inspector Salazar (Rodrigo de la Serna) que está deprimido desde que comienza su investigación de la desaparición de la hija de Claudia (Miren Ibarguren). E introduce más elementos sobrenaturales, como la capacidad que parece tener Ángela (Valentina Soleil Gaya) para devolver la vida: una de las aparentemente resucitadas es Laura (Milena Smit), que inicia una investigación paralela que la lleva a descubrir secretos peligrosos procedentes de una secta conocida como Los sin nombre, liderada por Santini (Francesc Garrido), un hombre misterioso con oscuras intenciones. 

Pau Freixas (1973, Barcelona) no es un director muy habituado al thriller psicológico, del que lo más cerca que ha estado ha sido en la miniserie de suspense Sé quién eres (Prime Video, 2017), pero consigue crear una atmósfera inquietante, ayudado por la música de Arnau Bataller (1977, Alzira) que parece homenajear al tema principal de Carles Cases para la película, y por extensión a La profecía (Richard Donner, 1976) de Jerry Goldsmith, con la utilización de voces corales femeninas, que sin embargo tienen una presencia demasiado constante en la serie. A lo largo de los seis episodios, Miren Ibarguren lleva el peso de la historia componiendo un personaje dramático difícil que está siempre al borde de la locura, sin saber exactamente cuál es la diferencia entre la realidad y las consecuencias del trauma provocado por la pérdida de su hija, pero impulsada por la necesidad de agarrarse a cualquier resquicio de esperanza por encontrarla. Pero otros personajes importantes se sienten poco desarrollados, o al menos tenemos pocos antecedentes de ellos, especialmente en el caso del inspector Salazar, interpretado con convicción por Rodrigo de la Serna, y de Laura, en el que Milena Smit repite la pesadumbre de su personaje en La chica de nieve (Netflix, 2023-2025). En cierta manera, Laura funciona de una manera igual de instrumental que la función que tenía el periodista Quiroga (Tristán Ulloa) en la película. Pero hay un mayor interés en darle profundidad a Claudia como madre (está embarazada cuando recibe la llamada de la supuesta Ángela y quizás esa es la razón por la que se ha puesto en contacto con ella). Y logra también elaborar una mejor representación de Ángela (Alicia Bravo) como una personalidad ambigua en los dos últimos episodios de la serie, los que introduce elementos más diferenciadores respecto a la historia, que sin embargo no tiene el mismo impacto que el final propuesto por Jaume Balagueró. Ese es otro reflejo de la transformación del género fantástico en los últimos años, la necesidad de dejar finales semiabiertos que no concluyen del todo la historia. Más que sobre la naturaleza del mal y la forma de alcanzar a la representación más pura de éste, que era el tema principal de la película, Los sin nombre plantea otras cuestiones relacionadas con la percepción de lo sobrenatural como contraposición a las creencias de personajes que están movidos por la verdad científica (Claudia es ginecóloga), hasta que ese mundo de evidencias objetivas se desmorona envuelto en certezas inexplicables. La interpretación de Miren Ibarguren saliendo de su zona de confort hace que merezca la pena ver la serie, aunque argumenta y estéticamente utilice caminos algo convencionales para trasladar una historia que pierde consistencia en su desarrollo.  

Mr. Loverman
 ★★
AXN Now - 28 de junio
Reino Unido, 2024
Escrita por Nathaniel Price
Dirigida por Hong Khaou
BAFTA TV '25: Actor principal (Lennie James), Actor secundario (Ariyon Bakare)
Royal Television Society Awards '25: Actor Principal (Lennie James)

En 1948 la Ley de Nacionalidad Británica dio a las personas de las colonias caribeñas una residencia permanente para vivir y trabajar en Gran Bretaña, con el objetivo de que contribuyeran a la reconstrucción del país durante la posguerra. Estos ciudadanos, que formaron lo que se conoce como la generación Windrush, descubrieron décadas después, que el Ministerio del Interior no contaba con una lista de inmigrantes a los que se había concedido la residencia y que había destruido numerosas tarjetas de embarque de la generación Windrush, procediendo a deportaciones ilegales. La entonces primera ministra Theresa May se disculpó en 2018 por el trato recibido y se inició una investigación que acabó con un plan de compensación que Human Rights denunció en 2023 que el gobierno de Rishi Sunak no estaba cumpliendo. Mr. Loverman (AXN Now, 2024) no se centra en esta historia de traición, pero tiene relevancia que sus protagonistas formen parte de esa generación Windrush. Barry Walker (Lennie James) y su esposa Carmel (Sharon D. Clarke) se conocieron en la isla de Antigua y decidieron emigrar a Gran Bretaña para formar una familia. Él ha prosperado con un negocio de bienes raíces pero durante 50 años de matrimonio ha mantenido en secreto su relación con Morris De La Roux (Ariyon Bakare), su mejor amigo al que las hijas de Barry siempre han considerado como un tío. Cuando alcanza los 74 años y la tensión en el matrimonio es cada vez más insoportable, Barry le dice a Morris que ha tomado la decisión de salir del armario y confesar su relación secreta pero, como se verá a lo largo de la serie, es una promesa que Morris ha escuchado muchas veces sin que nunca se haya materializado. En Antigua y Barbuda, la homosexualidad ha estado prohibida con penas de hasta 15 años de cárcel, hasta que la Corte de Justicia la despenalizó en 2022, y aunque Barry ha vivido en Gran Bretaña buena parte de su vida, la mentalidad respecto a la homosexualidad como un pecado se mantiene dentro de la comunidad caribeña de Hackney, en Londres, como muestra una conversación que se desarrolla en el entorno familiar en el primer episodio. Aunque Carmel se sintió afortunada por haber conseguido casarse con el joven más popular de la isla, no ha sido un matrimonio feliz, se ha sentido cada vez más distanciada y siempre ha pensado que su marido le era infiel con otras mujeres. La muerte de su padre la obliga a regresar a la isla de Antigua, pero Barry en esta ocasión ha decidido no acompañarla. 

La adaptación de la novela Mr. Loverman (2014), de Bernardine Evaristo (1959, Londres), de la que en España solo se ha publicado Niña, mujer, otras (2019, Ed. Alianza Editorial) ha sido escrita por Nathaniel Price, guionista de la película Scandinavian silence (Martti Helde, 2019) y dirigida por Hong Khaou, que también dirigió recientemente algunos episodios de Alice & Jack (Filmin, 2024). Pero no se trata de un drama convencional, empezando por unos episodios que solo duran 30 minutos y por una estructura que alterna el foco en Barry y en Carmel, lo que proporciona el contraste entre los dos puntos de vista. No es por tanto una historia que trate de redimir al protagonista masculino, sino que refleja de manera clara las consecuencias de su secreto, el desgarro emocional que ha provocado en su matrimonio y la infelicidad que ha transmitido su propia desventura, mostrada de manera espléndida en el Episodio 4 que está dedicado al regreso de Carmel a Antigua, especialmente cuando muestra los sacrificios que ha hecho ella, incluso en el terreno sentimental, para mantener viva su relación. Mr. Loverman es un retrato de personajes heridos pero que no se recrea en el drama, aunque es profundamente conmovedora en algunos episodios, y se expande para mostrar también el espejo de los dos protagonistas en las otras generaciones, con subtramas protagonizadas por sus hijas Maxine (Tamara Lawrence) y Donna (Sharlene Whyte), quien ha vivido también un matrimonio infeliz pero de una manera más violenta, lo que ha ocultado a su hijo adolescente Daniel (Tahj Miles), que está estudiando en una escuela privada gracias a su abuelo. No son historias que estorben, sino que son reflejos de las generaciones posteriores que profundizan en la trama principal. La serie introduce, sobre todo en los primeros episodios, un monólogo interior que refleja los verdaderos pensamientos de Barry, un hombre que mantiene un estilo de vestir muy cuidado, de caballero inglés, un espléndido trabajo de Jodie-Simone Howe, que también se encargó del vestuario de Soñando en negro (Filmin, 2023), en el que los colores, y sobre todo la ausencia de algunos colores, es muy importante. Una de las frases más famosas del libro se representa en el Episodio 3, cuando Morris le presiona para que tome la decisión final comparándose con George Michael, a lo que el protagonista responde: "Yo no soy homosexual, soy barrysexual". Definiendo claramente la manera en que no se siente parte de la comunidad gay (más tarde le veremos incómodo cuando acepta la invitación a cenar con el grupo de amigos de Morris). 

Lennie James ha tenido la suerte o la desgracia de formar parte del universo de The walking dead (AMC+, 2010-2022), desde sus inicios, teniendo más presencia y protagonizando la segunda mitad de Fear the walking dead (Prime Video, 2015-2023), lo que le ha proporcionado popularidad pero también ha restado algo de atención a sus trabajos paralelos, como la interesante comedia Save me (Sky, 2018-2022), de la que él mismo fue creador y protagonista. Y consigue una composición excelente de este personaje que es orgulloso y contundente, pero que suaviza su carácter cuando está con Morris, al que mira todavía con ese enamoramiento que nunca ha podido demostrar a su esposa, y se envuelve en un sentimiento de culpa y vergüenza cuando tiene que definirse a sí mismo: "Yo he sido... soy...", sin ser capaz de completar la frase. A través de los flashbacks conocemos la relación también llena de altibajos entre los amante secretos, a veces suspendida por separaciones en las que las zonas de cruising eran el único recurso para satisfacer el deseo. A Barry le gusta citar a autores literarios, generalmente homosexuales, y cada episodio comienza con una cita de Oscar Wilde o de James Baldwin. Aunque las historias sobre homosexualidad reprimida se han contado en numerosas ocasiones, Mr. Loverman aborda la identidad sexual en la madurez, el deseo en la tercera edad, cuando las decisiones ya han provocado consecuencias inevitables: "¿Qué nos ha pasado, Barr?", pregunta Carmel. "La vida ha pasado", responde Barry. Pero también la recuperación de ese deseo, no solo para él sino también para ella, ofreciendo una oportunidad para que los personajes sean ellos mismos. A este carácter singular contribuye en buena parte la música de la banda Speakers Corner Quartet, una formación que comenzó siendo la banda local del club Brixton Jamm hasta que publicó su primer álbum, Further out than the edge (2023, OTIH Records), y que cuenta en la serie con colaboraciones de Leilah y Tirzah que le dan una textura poética. Los premios BAFTA TV reconocieron en su última edición la excelencia de los actores Lennie James y Ariyon Bakare, pero se quedó fuera la actriz Sharon D. Clarke, que este mes también estrena en España Inspectora Ellis (Filmin, 2024), que compone un personaje de esposa conmovedor y emocionante. A pesar de que la historia amenaza con seguir los caminos tradicionales del sufrimiento, siempre encuentra una forma de dibujar una sonrisa y aportar esperanza a sus personajes.

Reinonas (Smoggie Queens)
  
★★★☆
Pr1meran/Sundance TV - 28 de junio
Reino Unido, 2024 - 9x45'
Escrita por Phil Dunning
Dirigida por Andrew Chaplin, 
BAFTA TV '24: Nominada Guión de Comedia, Talento Emergente y Actor principal

Aunque no debería ser una excusa para estrenar historias LGTBIQ+, el Mes de la Diversidad que culmina con el Desfile del Orgullo en los países civilizados, se ha convertido en una cita habitual de los temas relacionados con esta comunidad, aunque generalmente centrados en personajes homosexuales, dejando poco espacio para otras identidades. Aprovechando esta celebración que cada vez parece más necesaria en este retroceso social que estamos viviendo, llega a España una de las comedias más locas y surrealistas que se estrenaron en Gran Bretaña el año pasado. Reinonas (Sundance TV, 2024-), que ya tiene confirmada una segunda temporada, es un divertimento extravagante que busca la complicidad del espectador a través de un grupo de drag queens que no tienen exactamente el mismo glamour que las concursantes de Drag Race España (atresplayer, 2021-). Y ese es verdaderamente su encanto. El creador y protagonista de la serie, Phil Dunning, que obtuvo tres nominaciones a los premios BAFTA TV, juega en el título original con el término despectivo "smoggie", que se refiere a los habitantes de la zona de Middlesbrough, al Este de Londres, pero que se suele utilizar como un insulto, haciendo referencia a la niebla tóxica de las industrias. Apropiándose de la palabra, la resignifica para referirse a este grupo de amigos que la adoptan con orgullo. Tratando de liderarlo de alguna forma, Dickie (Phil Dunning) es una drag queen que utiliza maquillaje de supermercado y pelucas imposibles para transformarse de una manera algo cutre. Más sofisticada es Mam (Mar Benton), que no es la madre de ninguna de ellas, pero es la más veterana, mientras que el novato Stewart (Elijah Young) acaba de incorporarse al grupo y trata de adaptarse a las tendencias locales. También forman parte de él dos chicas: Lucinda (Alexandra Mardell), que acaba de encontrar novio, aunque Neil (Neil Grainger) no coincide exactamente con la fotografía de Zac Efron que tenía en su perfil de Tinder, y Sal (Patsy Lowe), una joven lesbiana que trata de adaptarse a esta familia elegida, uno de los temas principales de la serie. Desde la primera escena entre Dickie y el ingenuo Stewart, el primero se muestra como prepotente y narcisista, y no puede evitar transmitir la envidia por el maquillaje del joven, pero es precisamente este personaje inseguro el que permite que la serie tenga un impulso diferente al de las habituales comedias LGTB que evitan los defectos y los conflictos dentro de la comunidad. Stewart no ha salido del armario en su trabajo, y ni siquiera ha entrado en ningún local de ambiente, así que la posibilidad de celebrar su cumpleaños en el club Beefcake en el episodio A Smoggie birthday (T1E5) supone toda una oportunidad, aunque tenga que sacrificar a Lucinda y Sal, que están vetadas en el club por ser mujeres. 

Dentro de su humor tonto y superficial, Reinonas aborda muchos temas y conflictos dentro de la comunidad LGTBIQ+, y consigue ser muy perversa en algunas de las situaciones que plantea. Uno de los mejores episodios de la temporada es A Smoggie feud (T1E3), que se desarrolla durante el tradicional Drag Brunch que en esta ocasión tiene como elemento temático el Titanic. Es uno de los más locos y divertidos, especialmente cuando Mam se enfrenta a una antigua drag queen que se ha convertido en su principal rival, después de acusarla de quitarle su mejor frase en el escenario que compartían. El reencuentro entre Mam y Nan (Michael Hodgson) se convertirá en una lucha encarnizada por atraer la atención de los ancianos que juegan al bingo. Es en estos episodios caóticos y alocados en los que Reinonas encuentra su espacio, siempre y cuando el humor surrealista sea del agrado del espectador. En otro episodio temático, A Smoggie murder (T1E4), Dickie ha organizado un juego de detectives en su casa, pero como buen narcisista que es, solo debe ejecutarse exactamente como él ha escrito en un guión. Previsiblemente nada sucederá como está previsto, y el final del episodio es uno de los más divertidos de la serie. Hay referencias continuas a la cultura popular británica, lo que puede perderse en muchos espectadores, desde la presentadora de televisión Lorraine Kelly hasta la popular banda británica femenina de principios de los 2000 Girls Aloud, cuyo grito de guerra adopta el grupo en el episodio A Smoggie Pride (T1E6). Dentro de la dinámica de estos amigos que han elegido estar juntos (y acuden como un equipo de superhéroes a la llamada de uno de ellos cuando les necesita), también transmite con acierto las brechas generacionales. Stewart tiene 23 años y es el más joven, mientras que Mam representa a la generación anterior que ha vivido años de represión, y Dickie afronta a sus 37 años el camino hacia los cuarenta, tratando de retener a su novio Harrison (Peter McPherson) por todos los medios. 

La serie utiliza la estructura de la sitcom pero aportando una mirada contemporánea, lo que resulta refrescante ahora que parece que producir una sitcom es inevitablemente hacer un refrito de un éxito del pasado. Como comedia, puede resultar irregular, entre muy divertida y algo sosa, pero consigue que sus personajes acaben siendo entrañables, por muy egocéntricos que sean. Quizás podría haber sido algo más oscura en algunas de sus tramas, porque a veces consigue ese tipo de humor incómodo a través de situaciones inquietantes, como la relación tóxica que mantiene Sal con su novia Danni (Charlotte Riley), pero no termina de elaborar esas líneas argumentales. Reinonas tiene un toque camp muy divertido y grandes posibilidades para desarrollarse como una comedia diferente. No puede evitar que recuerde a otras producciones de la productora Hat Trick como Derry girls (Netflix, 2018-2022), pero tiene un toque extravagante que le aporta su propia personalidad. Y finalmente es una celebración de la diversidad, una reivindicación de las familias elegidas y un reflejo de la amistad por encima de las diferencias generacionales. 

Boglands
 
★★★☆
Filmin - 1 de julio
Irlanda, 2024 - 3x90'
Creada por Doireann Ní Chorragáin, Richie Conroy
Dirigida por Philip Doherty
IFTA Awards '25: Nominada Mejor Drama

La incorporación de las lenguas tradicionales se está consolidando en las nuevas producciones que surgen desde sus propios lugares de origen, y posiblemente han conseguido más por la difusión del irlandés las irreverentes letras del grupo de hip-hop Kneecap y su incorporación a la industria cinematográfica en la película Kneecap (Rich Peppiatt, 2024) que muchas de las políticas de protección de la lengua que han realizado las administraciones públicas. Lo que es una buena lección para todos aquellos gobiernos regionales que no saben utilizar las herramientas adecuadas para que las lenguas originales no se pierdan: quizás no se trata tanto de imponerlas como de incorporarlas a la cultura popular. Es interesante que algunas series recientes como An t-Eilean (The island) (BBC Alba, 2025), que alcanza sin embargo resultados bastante mediocres en el desarrollo de su trama policíaca, o la más lograda Boglands (Filmin, 2024) estén abriendo un camino a la introducción del gaélico irlandés en la televisión pública británica. Nominada como Mejor Drama a los premios del Instituto de Cine y Televisión de Irlanda, también fue la primera serie programada en horario de prime time en la BBC a finales del año pasado, aunque se trata de una producción de TG4, un canal público irlandés que no solo transmite a nivel local, sino que está disponible a través de su plataforma de streaming para todo el mundo sin geobloqueo, algo que debería ser habitual en las plataformas dedicadas a lenguas minoritarias, para poder hacer frente a las multinacionales que suelen tener poco respeto por la diversidad lingüística. No deja de ser significativo que, frente a una cierta convencionalidad oscura de los dramas criminales que suele producir RTÉ, la televisión pública de la República de Irlanda, la mejor serie de género negro que se ha estrenado recientemente provenga de este otro canal más modesto. Cuentan sus guionistas Doireann Ní Chorragáin y Richie Conroy que, frente a la tradicional incursión en un subgénero que tiene puntos de conexión con la tradición irlandesa como es el nordic noir, ellos han querido crear una versión a la que denominan gaelic noir, que también se acerca a las historias personales que rodean a las tramas criminales, pero aportan un cierto sentido del humor negro muy característico de la zona. La historia se desarrolla en un pueblo ficticio situado en el condado de Donegal, formado por esos paisajes de acantilados rodeados de mar embravecido que parece responder a la amenaza de lluvia procedente de un cielo grisáceo y nublado, que podría ser la imagen característica que tenemos de Irlanda. Es un entorno que transmite de entrada esa melancolía que también tiene el protagonista Conall Ó Súilleabháin (Dónall Ó Héalai), un oficial de la Garda que es apartado de la investigación sobre un cadáver encontrado en medio de un pantano, porque podría ser su madre, desaparecida hace quince años. 

Por supuesto, Conall no permanecerá esperando el resultado de la investigación oficial y comenzará a realizar averiguaciones por su cuenta, una tarea nada fácil puesto que uno de los primeros sospechosos de la muerte violenta de su madre es su propio padre, Art (Barry McGovern), que alguna vez fue una figura relevante en el ficticio pueblo de Carrickanaul. Aunque no puede trabajar oficialmente en el caso, comienza a colaborar con una entrometida periodista amateur que pretende grabar un pódcast con su propia investigación paralela, Ciara-Kate (Hannah Brady), uno de esos clichés que la serie no consigue evitar. Ella tiene acceso a información privilegiada gracias a su relación sentimental con Barry (Alex Murphy), el agente de policía que ha tomado el relevo de Conall como enlace con los investigadores del caso. Aunque para el mercado internacional ha adoptado el título de Boglands, que hace referencia a los pantanos que rodean la zona y la tierra de color pardo oscuro que se denomina "turba", y que da un aspecto peculiar al paisaje, el título original de la serie es Crá, que se puede traducir como "tormento" o "angustia", de manera que uno y otro establecen un cierto tono de oscuridad que está reforzado por los imponentes paisajes grisáceos de Donegal. Lo que presenta un trasfondo especialmente envolvente a una historia que tiene los giros de guión que toda trama policíaca actual debe tener, pero que no se sienten nunca demasiado forzados. Y consigue que incluso los falsos culpables tengan algún tipo de responsabilidad igualmente relevante, de forma que la línea divisoria entre víctimas y culpables está delimitada de una forma menos acentuada. La podcaster Ciara-Kate está descrita como una joven ambiciosa que utiliza algunas estrategias poco ortodoxas, lo que le permite conseguir información por delante de la que logra la policía. Incluso Conall, que atesora la carga del trauma por la desaparición de su madre y el descubrimiento quince años después de que fue asesinada, no es exactamente uno de esos personajes atormentados tan habituales últimamente, sino que utiliza un sentido del humor negro que alivia el peso dramático de la historia. El austero y accidentado paisaje de la Gaeltacht de Donegal tiene relevancia en la atmósfera de la serie, pero sobre todo juega un papel importante la música creada por el compositor bretón Christopher Le Menn, más conocido por su sobrenombre Krismenn. Utilizando instrumentaciones tradicionales como la gaita irlandesa de Xavier Boderiou o el violín de Thomas Felder, mezcladas con sonoridades electrónicas, crea una atmósfera etérea y al mismo tiempo misteriosa que se refuerza con la voz solista de Maela Le Badezet, consiguiendo una banda sonora que proporciona textura y a veces tiene resonancias de los thrillers de los años setenta ("Lazhet vi ganin"). Boglands consigue distinguirse de muchos dramas policiales irlandeses, no solo por el predominio del gaélico en sus diálogos, que de hecho ni siquiera es la primera lengua para muchos de los actores que participan, sino porque logra establecer una historia familiar interesante alrededor de una trama criminal solvente. 


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Películas mencionadas:

Buena Vista Social Club se puede ver en Acontra+, Movistar Plus+ y Prime Video.
El cuento de la doncella se puede ver en Filmin y MGM+.
Dogville, Manderlay, Cuidado con los niñosKneecap, Deseando amar, 2046, Días salvajes, The Grandmaster y La escalera de Jacob se pueden ver en Filmin. 
Rogue One: Una historia de Star Wars, Brooklyn y La profecía se pueden ver en Disney+.
El Conde de Montecristo y El día de la bestia se pueden ver en Movistar Plus+.
An education se puede ver en Filmin y Prime Video. 
Querelle se puede ver en Mubi.
Los sin nombre se puede ver en Prime Video. 
Tesis se puede ver en Disney+ y Movistar Plus+.
Seven se puede ver en Filmin y Movistar Plus+. 
La semilla del diablo se puede ver en SkyShowtime hasta el 30 de junio.


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