A pesar de lo que pudiera parecer, las guionistas mujeres han estado generalmente apartadas del género de comedia en el mundo de la televisión. En un estudio realizado en 2018 por The DataFace entre las 100 series de comedia mejor puntuadas en IMDb, el 52% de todos los episodios analizados estaban escritos sin una sola guionista mujer, mientras que menos del 1% de los episodios se escribieron sin presencia masculina. En 2017, la tercera temporada de Rick y Morty (Max, 2013-) incorporó por primera vez a escritoras en su sala de guiones, estableciendo una paridad de cuatro mujeres y cuatro hombres. Fue una decisión sorprendente, quizás provocada por la polémica que surgió un año antes cuando el director de Adult Swim, Mike Lazzo, justificó la ausencia de creadoras en su productora diciendo que "a las mujeres no les gusta el conflicto, y la comedia surge del conflicto. Por eso probablemente tenemos tan pocos proyectos femeninos", unas declaraciones de las que se retractó después. Lo cierto es que Dan Harmon, co-creador de la serie junto a Justin Roiland, había tomado la misma decisión en su otra comedia, Community (NBC, 2009-2015) en 2011. Curiosamente, Justin Roiland fue apartado de la productora tras las acusaciones de violencia doméstica que recibió por parte de una ex-pareja, de las que fue absuelto en 2023, al mismo tiempo que surgieron nuevas denuncias de otras supuestas víctimas de abuso sexual y acoso. Una de las consecuencias que Dan Harmon atribuye a la incorporación de guionistas mujeres en Rick y Morty es que a partir de la tercera temporada algunos personajes secundarios femeninos como Beth y Summer adquirieron mayor dimensión e importancia. Por supuesto, surgieron los comentarios contrarios a que las guionistas femeninas se incorporaran a las series solo por cuestión de género, defendiendo una especie de meritocracia, a lo que Jessica Gao, una de las guionistas que comenzaron a trabajar en la serie animada, respondía en una entrevista: "La gente que dice eso no piensa en lo que significa realmente y de dónde viene esa meritocracia. En la gran mayoría de los casos, la persona que decide quién es el más gracioso es un hombre blanco, de entre 30 y 40 años, que seguramente creció en una clase media o media alta. Alguien así tendrá una experiencia de vida muy específica y un sentido del humor muy específico" (The Hollywood Reporter, 11/8/2017).
Sin embargo, la incorporación de una nueva oleada de mujeres a la comedia ya comenzó a mitad de los 2000, sobre todo con el éxito de creadoras como Amy Sherman-Palladino con Las chicas Gilmore (Netflix, 2000-2007) y La maravillosa Sra. Maissel (Prime Video, 2017-2023), Sharon Horgan con Catastrophe (Channel 4, 2015-2019) y Motherland (Max, 2016-2022), Phoebe Waller-Bridge con Crashing (Netflix, 2016) y Fleebag (Prime Video, 2016-2019), Issa Rae con Insecure (Max, 2016-2021) o Michaela Coel con Chewing Gum (Channel 4, 2015-2017) y Podría destruirte (Max, 2020). En el interesante libro de Shawn Levy In On the Joke: The Original Queens of Stand up comedy (2022), no publicado en España, el autor repasa varias décadas de mujeres sobresalientes en el género de comedia, pioneras desde los años cincuenta en una sociedad que consideraba que las mujeres no tenían sentido del humor: "Para que las mujeres fueran aceptadas como comediantes, había que restringirlas o distorsionarlas de tal manera que se les quitara la feminidad. Podían ser tontas, lindas pero tontas, como Gracie Allen, una comediante brillante que trabajó durante décadas junto a su marido, George Burns. O podían infantilizarse por completo, como hizo la gran actriz de vodevil Fanny Brice cuando adoptó su personaje de Baby Snooks. Irónicamente, fue el surgimiento de la comedia stand-up lo que hizo posible que las mujeres encontraran una amplia aceptación como estrellas de la comedia". Lo que refleja especialmente bien la serie Hacks (Max, 2021-), con su protagonista todavía enfrentada a ciertos lugares comunes como una excepción a la regla. En los últimos años, algunas de las comedias de más éxito están creadas por mujeres, que han encontrado una posición destacada dentro del género, desde Derry girls (Netflix, 218-2022) hasta Colegio Abbott (Disney+, 2021-), pasando por Such brave girls (Filmin, 2023-), Extraordinary (Disney+, 2023-) y Heartstopper (Netflix, 2022-). Aprovechamos esta reflexión para repasar algunas series internacionales recientes que subrayan la idea de que la comedia está resurgiendo de una manera brillante, especialmente gracias a creadoras femeninas.
Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.
Daddy issues (Problemas con papá)Reino Unido | Ficción, 6x30' | Movistar Plus+ | ★★★★☆Creada por Danielle Ward | Dirigida por Damon Beesley, Catherine Morshead |
La comediante y guionista Danielle Ward (1978, Reino Unido) ha conseguido levantar su primer proyecto de serie en menos de un año, estrenando a mediados de agosto Daddy issues (BBC Three, 2024), una comedia que escribió en tres meses, después de ser una de las elegidas para formar parte del programa Pilot 2023 (anteriormente conocido como Programa de Escritores de Dramas de Televisión), una iniciativa de BBC que ofrece la oportunidad a 10 guionistas de asociarse con una productora durante un año para escribir el guión de un episodio piloto, asistiendo a clases magistrales y talleres mientras desarrollan su proyecto. De este programa han surgido recientemente series como Lost boys & fairies (Filmin, 2024), del guionista Daf James, que se desarrolló como parte del programa de 2019. Danielle Ward lleva veinte años en el mundo de la comedia, no solo como monologuista, sino también como guionista en series como In the long run (Sky One, 2017-2020), creada por Idris Elba, y Brassic (Filmin, 2019-). En el caso de Daddy issues, la protagonista es Gemma (Aimee Lou Wood), una joven veinteañera que tiene un encuentro sexual con un desconocido en el baño de un avión, y descubre que está embarazada, algo que asume con la responsabilidad de ser madre sin plantearse otras alternativas. El problema es que los soportes femeninos en los que debería poder apoyarse para afrontar el periodo de embarazo no son precisamente unos referentes: su madre Davina (Susan Lynch) abandonó a su familia llevándose todos los ahorros para irse con otro hombre, tras sentirse identificada con la protagonista del libro Come, reza, ama (2010, Ed. Suma); su hermana Catherine (Sharon Rooney) está en prisión después de haber intentado matar a su novio para cobrar el seguro, aunque no entiende cómo puede ser un delito un plan que no ha salido bien; y su compañera de piso ha decidido marcharse sin decir adiós. De manera que decide reencontrarse con su padre Malcolm (David Morrissey), un hombre maduro que nunca ha tenido la necesidad de cuidar de sí mismo, y malvive ahora en una habitación alquilada compartiendo el baño con otros cinco vecinos, entre ellos Derek (David Fynn) un incel siempre impertinente que se considera su amigo.
Siguiendo la narrativa de las comedias clásicas, los personajes de Gemma y Malcolm se acaban convirtiendo en extraños compañeros de piso después de que los aspirantes que ella entrevista sean incluso peores que su padre: un conspiranoico que está investigando la red de pedofilia del Parlamento inglés o un ex-terrorista de la banda Baader-Meinhof que actuó en Alemania en los años sesenta, y de la que ya nadie se acuerda. La serie está estructurada a partir de seis momentos importantes en el desarrollo del embarazo, desde que se hace visible en el físico de Gemma hasta los cursos del National Childbirth Trust (NCT), una organización benéfica que ofrece ayuda durante el embarazo, el parto y la maternidad temprana. El personaje de Malcolm está creado con los trazos de la comedia absurda, exagerando su falta de contacto con la realidad: en la clase para embarazadas, la tutora comienza a describir la placenta, a lo que él responde: "Eso no existía antes. Tu madre no tenía eso cuando tú naciste". Danielle Ward se inspiró en su padre, cuando durante una visita después de haberse separado de su madre, se dio cuenta de que él era un desastre en las labores del hogar: "Solo funcionaba la tostadora. Era Navidad y me dijo: 'Voy a hacer tostadas para Navidad'" (Drama Quaterly, 13/8/2024). Pero aunque generalmente hay un retrato de los personajes masculinos como incompetentes, la guionista utiliza sus carencias como elementos de vulnerabilidad, lo que les hace más conmovedores. Derek es un pesado porque trata de hacer frente a su soledad, mientras que Malcolm es muy básico pero también enternecedor en algunos momentos, y tiene problemas de autoestima. Cuando Gemma le sugiere visitar a su hermana Jess (Claire Keelan) en el episodio Garden sliders (T1E4), él se resiste porque suele ser objeto de las burlas de su cuñado Tyrone (Perry Fitzpatrick). Incluso en Man mess (T1E5), Ben (Tom Stourton), el hombre con el que Gemma tuvo el encuentro sexual en el avión, aparece en su vida queriendo asumir su papel como padre, aunque él tiene familia, pero este ataque de responsabilidad no parece demasiado sincero.
Al margen de los resortes de comedia que surgen de las situaciones absurdas y los malentendidos, Daddy issues construye todo el entorno de Gemma como una influencia en su capacidad para asumir la necesidad de ser el motor principal de su vida. La protagonista se reencuentra con una antigua amiga del colegio, Cherry (Taj Atwal), que es madre soltera de dos niños, y comienza a relacionarse de manera más cercana con Xander (Arian Nik), un farmacéutico que en cierto modo cumple la función del hombre amable que se preocupa por ella, sin estar obsesionado con la idea de tener una relación sexual. La serie se apoya notablemente en el trabajo de sus intérpretes, llevando todo el peso de la historia Aimee Lou Wood, conocida sobre todo por Sex education (Netflix, 2019.2023), y a la que el año que viene veremos en la tercera temporada de The White Lotus (Max, 2021-2025). Mientras que David Morrisey se aparta de sus papeles dramáticos en series como The long shadow (SkyShowtime, 2023-) y Sherwood (Filmin, 2022-) de la que acaba de estrenarse su segunda temporada, para componer un divertido personaje de comedia, un género que solo ha tocado en apariciones especiales como el episodio El árbitro es un CAP**LLO (T5E1) de Inside No. 9 (Filmin, 2014-2024). Y respaldados por breves pero muy divertidas apariciones de Sharon Rooney, la protagonista de My mad fat diary (Movistar Plus+, 2012-2015), quien casualmente ya había interpretado a una hermana de Aimee Lou Wood en la película Mr. Wain (Will Sharpe, 2021). La serie se revela como una comedia que reflexiona sobre las relaciones personales a través de un sentido del humor que se apoya en el absurdo, pero sabiendo construir personajes sensibles y vulnerables. Se desprende un cierto poso tragicómico en las vidas de sus protagonistas, pero la cercanía emocional supera las dificultades.
SpentReino Unido | Ficción, 6x30' | BBC Two | ★★★★☆Creada por Michelle de Swarte | Dirigida por Alex Winckler |
La ex-modelo reconvertida en actriz de comedia y monologuista Michelle de Swarte ha experimentado tantos altibajos a lo largo de su vida que solo era cuestión de tiempo que los reflejara en una serie. Tanto en su infancia como cuando era adulta vivió en residencias de Woman's Aid para mujeres víctimas de abusos domésticos, pero cuando trabajaba en una tienda de Trocadero Center a los 19 años, fue descubierta por un agente, y comenzó a posar como modelo, sin ganar demasiado dinero en Londres, hasta que aceptó una propuesta para ir a Nueva York. Allí su carrera despegó y se convirtió en una cara habitual de la Semana de la Moda de Nueva York y de firmas de diseño como Burberry, Tommy Hilfiger y Michael Kors. Pero a los treinta años, por circunstancias que nunca explica del todo en las entrevistas, se quedó en la ruina; jamás ahorró nada de lo que ganaba, y gastaba manteniendo un nivel de vida muy alto. Durante dos años vivió sin hogar, durmiendo en los sofás de casas de amigos, hasta que en 2019 decidió regresar a Londres, pero sin nada que mostrar y sin cuenta corriente, tratando de recuperar una carrera que tuvo que cambiar para sobrevivir. Después de reconvertirse en monologuista, la comediante Katherine Ryan le dio la oportunidad de trabajar en su serie La marquesa (Netflix, 2020), y posteriormente fue la protagonista de la insólita comedia negra El bebé (Max, 2022). Ahora, ha convertido su historia personal en la inspiración para la comedia Spent (BBC Two, 2024), en la que la protagonista Mia (Michelle de Swarte) recibe la noticia en Nueva York de que no le queda casi dinero en el banco y está envuelta en deudas cada vez más altas, porque gastar más de 36.000 dólares en el brunch de un restaurante se podría considerar exagerado. Así que decide regresar a Londres, pero intentando ocultar a su familia y sus amigos que no tiene trabajo ni perspectivas de conseguirlo a sus 38 años, porque su antiguo agente Mills (Matt King) apenas puede lograr una cita con una "lesbiana poderosa", Jemima (Eva Pope), pero no para trabajar como modelo, sino como cuidadora de sus perros.
A lo largo de la temporada, Mia malvive entre casas de amigos y lugares de acogida, siempre con una pequeña maleta a cuestas, pero tratando de mantener las apariencias frente a su madre Chrissy (Juliet Cowan), que ahora se ha hecho cargo de la adolescente Ella (Eleanor Nawal), abandonada por una vecina. Mia tampoco encuentra cobijo en casa de su antigua novia, Jo (Amanda Wilkin), porque ahora se ha comprometido con otra pareja con la que está a punto de casarse. Así que la primera noche en Londres la pasa en el coche de Claire (Victoria Alcock), en un descampado donde la mujer de mediana edad suele acudir todas las noches para practicar dogging con desconocidos. Este tipo de situaciones algo surrealistas proporcionan algunos de los momentos más extrañamente divertidos de la serie, mezclados con otros lugares comunes como una escena en la que Mia trata de inventar excusas para irse de un restaurante sin pagar. Lo más interesante de la propuesta es que Michelle de Swarte construye una protagonista que está constantemente cometiendo errores, que resulta a veces prepotente y todavía demasiado obsesionada con las apariencias y el lujo. Ella considera como un cumplido cuando, refiriéndose a su móvil, le dicen: "Tienes cara de iPhone, no tienes cara de Android". Incluso cuando trata de hacer las cosas bien, como cuando le prepara una fiesta de cumpleaños a Ella, que nunca ha tenido una de esas, todo acaba en un desastre cuando el trabajador social que se hace cargo de la adolescente, Mr. Lalwani (Nikhil Parmar) descubre su situación vital: "No tenemos pruebas de que esté empleada, hay una deuda gigantesca contra usted, no tiene una dirección establecida y se encuentra en un sistema de alerta internacional".
Spent es una comedia ácida en la que Michelle de Swarte también habla de su experiencia personal en el mundo de la moda, relacionada con el racismo, como cuando su agente le propone como modelo en una campaña en la que buscan una persona "étnicamente ambigua", es decir, ni demasiado blanca ni demasiado negra, para contentar a todos. O cuando acude con Jo a una fiesta en el Episodio 2, y ésta se muestra escandalizada porque hay chicas menores de edad alternando con hombres adultos, algo a lo que Mia no le da demasiada importancia porque es una situación habitual en el mundo de la moda. Pero Jo está decidida a rescatar a una adolescente que ha bebido demasiado o ha ingerido alguna sustancia extraña colocada en su bebida. Una de las experiencias reales que suele contar Michelle de Swarte en sus monólogos se refiere al momento en el que conoció en Nueva York al infame Jeffrey Epstein, el magnate financiero y depredador sexual pedófilo que falleció en la cárcel en 2019. Él se había ofrecido para llevar a un grupo de jóvenes modelos en su avión privado para que desfilaran en la pasarela de Milán, pero Michelle de Swarte rechazó la propuesta porque tuvo un mal presentimiento. También aborda temas como la salud mental a través de la figura de su padre en la ficción, Teddy (Karl Collins), un hombre que vive en su propio mundo, le gusta andar descalzo por las calles de Brixton y está a punto de ser desalojado de su casa por no pagar los impuestos. Los encuentros entre Mia y Teddy arrojan algunos de los diálogos más agridulces de la serie: "Que tú seas mi padre es un concepto abstracto. Implica tener que arrastrarme por un agujero de conejo a tu mundo del revés, ofreciéndome migajas de consejos paternales robados de letras de canciones". Con Spent, Michelle de Swarte consigue abordar en tono de comedia una experiencia personal que se reconstruye en una serie que encuentra su mejor apoyo en las situaciones más absurdas, con un equilibrio que aporta el experimentado director Alex Winckler (1980, Washington), responsable de series como Somewhere boy (Filmin, 2022) y Mary & George (SkyShowtime, 2023).
Totally completely fineAustralia | Ficción, 6x45' | Stan | ★★★☆☆Creada por Gretel Vella | Escrita por Gretel Vella, Keir Wilkins, Emme HoyDirigida por Lucy Gaffy, Adrian Chiarella |
Catalogar esta serie como una comedia es complicado, porque esconde numerosos reflejos de elementos dramáticos como los traumas personales y la depresión. De hecho, conforme se desarrolla, se revela más como una historia sobre enfrentarse a las heridas del pasado que estrictamente como un relato sobre rescatar a personas deprimidas de sus intentos de suicidio. Esto era lo que hacía el abuelo de Vivian Cunningham (Thomasin McKenzie), quien habitaba una casa cerca de un acantilado que se había convertido en lugar de peregrinaje para suicidas. Aunque no parece la más indicada para hacerse cargo de esa misión (el episodio Welcome to the Crevice (T1E1) comienza con Vivian en la bañera coqueteando con la idea de arrojar el secador de pelo eléctrico al agua), lo cierto es que en la herencia de su abuelo es ella la nueva dueña de la propiedad, mientras sus hermanos Hendrix (Brandon McLelland) y John (Rowan Witt) reciben objetos simbólicos. La intención es que Vivian sea la que tome el testigo de la vigilancia que ejercía su abuelo, quien llegó a ser calificado en la portada del periódico local como el ángel salvador de 200 suicidas. El mismo día que se instala en la casa, ayudada por el descuidado abogado Samuel J.A. Wilkinson (John Noble), escucha los sollozos de Amy (Contessa Treffone), una desconsolada novia que acaba de dejar a su futuro marido en el altar, y está a punto de saltar por el acantilado. Creada por Gretel Vella (1994, Australia), se trata de su primera serie después de haber trabajado en la mesa de guionistas de comedias como The Great (MGM+, 2020-2023), afrontando temas como la depresión y la ansiedad de las que ella misma había sido víctima durante su juventud. En la época del confinamiento por el Covid-19 en Sidney, Gretel Vella fue testigo de dos intentos de suicidio en un mismo lugar, lo que proporcionó la idea de este emplazamiento tan específicamente situado junto a un acantilado que ejerce una atracción para personas que han decidido acabar con su sufrimiento. Pero si bien hay un marcado tono de comedia en los primeros episodios, subrayado por algunos pasajes de humor exótico, como los constantes encuentros de Vivian con una grulla australiana, Totally completely fine (Stan, 2023) se va haciendo más dramática conforme amplía su mirada fuera del enfoque específico sobre el suicidio, apuntando temas como el maltrato psicológico. Hay algunos personajes que son principalmente cómicos, como la pareja que forman el joven psicólogo Dane (Devon Terrell) y su madre Anna (Brigid Zengeni), quien tiene en su casa un pequeño altar con una fotografía, no de un santo, sino de Hugh Jackman.
Pero la historia se va centrando cada vez más en el propio trauma de Vivian y su naturaleza autodestructiva, así como en la complicada relación con su hermano mayor John, quien está a punto de demandarla por ser la responsable del incendio de la food truck de la que era propietario. A pesar de que Vivian es un desastre, la actitud neurótica de John no la entiende ni siquiera su pareja, el enfermero Alejandro (Edgar Vittorino), a quien conoció en España durante una celebración LGTB, y que tiene una actitud hacia la vida mucho más positiva. Pero tampoco su hermano Hendrix, aunque tiene mayores preocupaciones tratando de salvar la ausencia de pasión en su matrimonio con Laura (Mia Morrissey). En realidad, Totally completely fine acaba siendo la historia sobre una familia en la que quedan asuntos por resolver, como la culpabilidad que siente Vivian por la muerte de sus padres en el accidente de un automóvil en el que también viajaba ella. Y el propio título hace mención a una actitud muy característica de la personalidad de los australianos, como afirma la directora de casi todos los episodios, Lucy Gaffy: "Creo que es particularmente cierto para los australianos. Enterramos, ocultamos, enmascaramos, negamos y, a pesar de todo, usamos mucho el humor para gestionar, sanar y compensarnos". El cambio de enfoque que experimenta la serie, el tema del suicidio queda relegado a partir del episodio Juan de vacaciones (T1E3), provoca que a veces se sienta algo descentrada, como si no tuviera claro qué camino seguir y finalmente eligiera el más convencional, especialmente en un final excesivamente blando.
De hecho, el episodio Not all heroes carry vape (T1E4), el único que dirige Adrian Chiarella, se siente como una especie de desenlace, cerrando algunas de las tramas abiertas, pero concluyendo con un giro de guión tan sorprendente como dramático. Lo que finalmente sirve como catalizador de los problemas personales de la protagonista, pero quizás siguiendo una trayectoria que resulta más tradicional de lo que estaba siendo hasta ese momento. Totally completely fine se beneficia no obstante de trabajos interpretativos notables, como el de Thomasin McKenzie, siempre acertada en largometrajes como Última noche en el Soho (Edgar Wright, 2021) y miniseries como la recomendable Una y otra vez (Filmin, 2022). También destacan en el reparto John Noble, el inolvidable protagonista de la serie Fringe (Max, 2008-2013), y la curiosa presencia del actor colombiano, afincado en España, Édgar Vittorino, al que hemos visto en series como Vivir sin permiso (Telecinco, 2018-2020), Desaparecidos (Telecinco, 2020-2022) y 4 Estrellas (TVE, 2023-2024). Si bien pierde algo del humor singular que tiene en los primeros episodios, desembocando en una recta final demasiado comercial, Totally completely fine es capaz de abordar temas complejos sin perder una mirada esperanzadora, lo que al final acaba convirtiéndola en una propuesta interesante sobre la necesidad de afrontar los traumas apoyándose en las personas cercanas en vez de tratar de huir de ellos.
DinosaurReino Unido | Ficción, 6x25' | Filmin | ★★★★☆Creada por Matilda Curtis, Ashley Storrie | Dirigida por Niamh McKeown |
Entre las comedias británicas que se han estrenado este año pocas como ésta han encontrado el equilibrio adecuado entre el sentido del humor y la relevancia de sus mensajes. La irregular Big mouth (Channel 4, 2024), de Camilla Whitehill, aborda la relación entre dos amigas, interpretadas por las conocidas Nicola Coughlan y Lydia West, pero carece del desarrollo adecuado de los mecanismos humorísticos, con secuencias alargadas y poco efectivas. También representa en el personaje principal un trastorno bipolar que, si bien consigue evitar los lugares comunes al principio, en los últimos episodios acaba cayendo en los tópicos (como es bipolar, Maggie tiene visiones de personas que no existen). La serie se estrenó en Estados Unidos a través de Tubi, canal FAST (Streaming gratuito con publicidad) de Fox Corporation. La más gamberra Things you should have done (BBC, 2024) intenta trasladar las payasadas de su creadora Lucia Keskin (más conocida como Chi) desde las redes sociales, principalmente YouTube y Tik Tok, hasta un formato de serie, pero ni encuentra el tono, ni resulta muy adecuada dentro de un desarrollo narrativo que necesita más consistencia. Por el contrario, Dinosaur (Filmin, 2024) es una producción de Two Brothers Pictures, que fundaron Harry y Jack Williams, los productores de Fleabag (Prime Video, 2016-2019) y creadores de series como El turista (HBO Max, 2022-2024) y Boat story (SkyShowtime, 2023). Basada en una idea de Matilda Curtis, que ha escrito los guiones, y creada junto a Ashley Storrie, una de las protagonistas, la serie se centra en dos hermanas que se enfrentan a un momento decisivo en su relación cuando Evie (Kat Rooney) le dice a Nina (Ashley Storrie) que va a casarse con un joven al que ha conocido por las redes sociales, lo que se convierte en un desafío para ésta última.
Nina trabaja como paleontóloga en el Museo Kelvingrove de Glasgow, y se muestra preocupada por el anuncio inesperado del compromiso de su hermana con Ranesh (Danny Ashok), al que ha conocido hace solo seis semanas: "Has tenido llagas en la boca que te han durado más de seis semanas", le dice. Así que cuando Evie le sugiere que ha invitado a Ranesh a su habitual cena de los martes de comida a domicilio, la expresión de asco de Nina es muy notable. De hecho, el espectro autista del personaje se muestra sobre todo a través de su dependencia de las rutinas, lo que la hace especialmente eficiente en el trabajo de catalogación de excrementos fosilizados de dinosaurios. La familia de ambas está formada por sus padres rebosantes de optimismo Diane y Ade MacArthur, interpretados por Greg Hemphill y Sally Howitt, una reconocida actriz escocesa que lleva veinte años interpretando un papel principal en la telenovela River City (BBC Scotland, 2002-). Y su hermano mayor Bob (David Carlyle) quien, frente a la alegría de Evie, siempre ha priorizado encajar en una cierta normalidad, aunque tiene una especial atracción por las mujeres inestables. Su actual relación le provoca incomodidad, pero tiene más miedo a estar solo, lo que le hace uno de los personajes más interesantes de la serie. Dinosaur habla precisamente sobre cómo encajar dentro de la sociedad, pero no solo por la neurodiversidad: cuando la familia MacArthur se prepara para conocer al padre de Ranesh en el Episodio 2, quieren impresionarle tanto que no se comportan de forma natural, lo que acabará en un desastre, aunque Sachin (Rajeev Kohli) tiene asimismo sus dosis de rarezas. Nina también conoce a Lee (Lorn MacDonald), un joven que trabaja en la cafetería ambulante The van around the corner, situada cerca del museo, pero su primera cita en el Episodio 3, agobiada por la presión de probarse un vestido como dama de honor de la boda, también será problemática. La serie utiliza resortes muy clásicos en la construcción de la comedia, pero funcionan bien porque los personajes están definidos con claridad.
Surgida como un piloto en 2021, que Matilda Curtis escribió, protagonizado por Ashley Storrie, quien después se incorporó como guionista, Dinosaur también tiene un tono especial que le proporciona el carácter escocés y el escenario de Glasgow, aunque en el Episodio 4 Evie se empeña en hacer su despedida de soltera pasando un fin de semana en la isla de Rothesay, que sigue siendo un pueblo pesquero aburrido como lo era en su infancia. Ashley Storrie es hija de una de las grandes actrices de comedia de Escocia, Janey Godley, quien acaba de estrenar el documental Janey (John Archer, 2024), en el que a través de su última gira como monologuista, hace un repaso a los altibajos de su carrera y habla con su hija sobre el diagnóstico de cáncer que recibió recientemente. Mientras que Kat Rooney también tiene padres conocidos: el productor Simon Curtis y la actriz Elizabeth McGovern. La relación entre ambas es el motor de una historia en la que el autismo está presente pero nunca como definición simplista del personaje principal, al mismo tiempo que consigue mostrar diferentes versiones de la neurodiversidad que cada vez está más presente en la televisión, con series como Atypical (Netflix, 2017-2021) o As we see it (Nuestra mirada) (Prime Video, 2022). Nina también se da cuenta a lo largo de su arco de personaje que los esfuerzos por intentar suavizar "su rareza", como lo llama ella, quizás no son necesarios, y la mirada hacia Ranesh cambia progresivamente: "Eres como eres y está bien. No pasa nada porque te guste comer kebabs. Quiero decir, es malo para tu tracto intestinal, pero está bien". Lo que hace a Dinosaur una propuesta que funciona en su mezcla de humor y sentimientos personales es la capacidad para construir unos personajes que están lo suficientemente bien definidos como para que la narración se desarrolle con facilidad.
BouchonFrancia | Ficción, 8x15' | Arte | ★★★★☆Creada por Éléonore Costes | Dirigida por Éléonore Costes, Amaury Dequé |
En una escena del episodio La boîte noire (La caja negra) (T1E1), la protagonista de esta serie, Éléonore 'Lolo' (Éléonore Costes) abre la ventana de la sala de estar, no solo porque sus padres fuman como carreteros, sino por el ambiente de opresión que se respira entre las discusiones familiares, los gritos y las confrontaciones permanentes. La característica tragicómica de esta producción francesa que se estrenó en la pasada edición de Séries Mania se refleja cuando ella está a punto de comunicar a su familia que ha conseguido un trabajo como actriz en una película que se rodará en Tokio, pero antes de que pueda hacerlo su padre Jean-Paul (Arno Chevrier) les transmite otra noticia: le han diagnosticado cáncer de colon y además no tiene la menor intención de someterse a quimioterapia. De manera que la alegría que quería transmitir la protagonista se da de bruces con la realidad de una familia que parece sentirse más cómoda en la desgracia. Su madre Isabelle (Muriel Combeau) está radicalmente en contra de la decisión de su marido, mientras que su hermana Raphaëlle (Raphaëlle Costes), intenta mantener la serenidad en medio de su embarazo. Jean-Paul también ha tomado la decisión de viajar a Suiza para que le practiquen la eutanasia antes de que la enfermedad afecte a sus órganos vitales, lo que acaba colocando a Lolo en un dilema moral sobre si debería perseguir en Japón el sueño que parece haber alcanzado o permanecer al lado de su padre. La ansiedad que caracteriza a la protagonista es una extensión de la que experimenta toda su familia, incluso Raphaëlle, quien a pesar de vivir con su marido Olivier (Nicolas Berno) está siempre pendiente de las necesidades de su hermana. Relativamente dentro del subgénero de la autoficción, la guionista y actriz Éléonore Costes (1986, Francia) ha introducido muchos elementos personales relacionados con su propia familia, además de incorporar a su hermana Raphaëlle Costes interpretando al personaje de su hermana en la ficción. De manera que la serie desprende una honestidad que la hacen mucho más singular, abordando relaciones que muchas veces no son fáciles. Muy popular en Francia como creadora de videos de humor para YouTube, Éléonore Costes no se considera a sí misma una youtuber, sino una creadora que utiliza esa herramienta como vehículo para su expresión artística. De hecho, ha protagonizado numerosas webseries como Genre Humaine (YouTube, 2020), que le proporcionó el Gran Premio en el Festival de Luchon.
A través de estos personajes disfuncionales, Bouchon (Arte, 2024), que participó en la competición de Formatos Cortos en el Festival Séries Mania '24, construye la comedia a partir de elementos que podrían ser dramáticos. Lolo no solo se enfrenta a un dilema respecto a trabajar en Japón debido a la enfermedad de su padre, sino porque le da miedo volar, algo que comparte la creadora de la serie en la vida real. Está obsesionada con el accidente aéreo de 2009 en un vuelo entre Río de Janeiro y París, hasta el punto de escuchar la caja negra del avión en sus auriculares para relajarse. Mientras que su hermana Raphaëlle está harta de que le den consejos por el hecho de estar embarazada, y decide desoírlos, fumando cigarrillos que son los únicos que consiguen calmar su permanente estado de nerviosismo. Si el tabaco parece un elemento fundamental en la familia (todos fuman y la única que ha conseguido dejarlo, Lolo, acaba cayendo de nuevo), también lo es la comida (siempre se reúnen alrededor de alimentos) y la ansiedad constante, como cuando en el episodio Le naufrage (El naufragio) (T1E2), una impresora atascada se convierte en una auténtica crisis familiar. Éléonore Costes ha afirmado en entrevistas que ella no cree que como escritora aporte una sensibilidad femenina a las historias, pero lo cierto es que la relación de su personaje con su hermana, en la que tienen conversaciones íntimas sobre sus vidas personales, es uno de los mayores aciertos de la serie. Y esta familia algo desquiciada consigue los mejores momentos de comedia, como la forma en que su padre se enfrenta a la muerte renunciando a los tratamientos y empeñándose en viajar a Suiza. Las relaciones que Lolo tiene con los hombres tampoco son fáciles: tiene un encuentro sexual con Romain (Sébastien Chassagne), un compañero de teatro, pero éste parece que se lo toma más en serio que ella, incluso decide acompañarla a una de esa reuniones familiares que siempre acaban en desastre. Co-dirigida por Éléonore Costes y Amaury Dequé, con el que también dirigió el cortometraje Hippocampe (2022), esta comedia tiene la capacidad de tomar elementos de la realidad personal de su creadora para reconvertirlos en una historia de ficción divertida y a veces algo histriónica, que aborda en episodios cortos (su duración total no supera las dos horas) cuestiones relevantes sobre las dinámicas familiares.
Para entender esta serie, hay que señalar que la prostitución es una actividad legal en Nueva Zelanda, después de que el Partido Laborista propusiera en 2003 la denominada Prostitution Reform Act (Ley de reforma de la prostitución), que fue aprobada en el parlamento por un solo voto de diferencia. La ley establece una clara distinción entre prostitución voluntaria e involuntaria, y prohíbe ejercer esta actividad a inmigrantes que tengan una residencia temporal. Pero se reconoce una relación contractual entre el cliente y la trabajadora o el trabajador sexual, como cualquier otra actividad empresarial, que puede ser sometida a una comisión de arbitraje en el Tribunal de Conflictos. Una de las principales polémicas ha ido surgiendo con la emancipación de mujeres que deciden establecer un negocio por su cuenta, que están clasificados como Small Owner Operated Brothels (SOOB), pequeños burdeles gestionados por sus propietarias, que en muchos casos se establecen en sus propios domicilios. El Ministerio de Justicia permite que se obtenga el Brothel Operator Certification, que puede solicitar "cualquier persona que, sola o con otras, posea, opere, controle o administre el negocio". Aunque un sector de la población neozelandesa rechaza que se permita ejercer la prostitución en zonas residenciales, la ley no ha sido modificada ni siquiera en la actualidad, que gobierna el Partido Nacional, una formación de centro-derecha. La comedia Madam (Three Now, 2024) está basada en la historia real de Antonia Murphy, una mujer que dirigió entre 2017 y 2019 una agencia de acompañantes, cuya experiencia ha descrito en el libro Madam. A memoir (2024), que se publicará en octubre, aunque las productoras XYZ Films y Tavake compraron los derechos en 2022, después de que ella firmara un artículo en The Huffington Post titulado Soy una proxeneta ética (2019). Procedente de San Francisco, Antonia Murphy residía en la ciudad de Whangārei, en el Norte de Nueva Zelanda, con una vida estable hasta que su marido la abandonó y tuvo que iniciar un negocio por sí misma.
En la serie, MacKenzie Leigh (Rachel Griffiths) descubre que su marido Rob (Martin Henderson) suele recurrir a los servicios de Tui (Ariāna Osborne), una joven prostituta que ejerce en un burdel de la ciudad. Pero la infidelidad de su pareja le provoca cierta curiosidad por conocer el funcionamiento de esta actividad laboral, pensando en ella como una posible forma de salir de las deudas que pesan sobre la familia: Rob está empeñado en escribir un best seller para salir de los problemas económicos, mientras que su hijo Toby (Quinn Ashton) necesita un cuidado permanente que requiere una inversión constante. Mack sin embargo se da cuenta de una realidad de la que no era consciente: "Pensé que al tratarse de una actividad legal, sería más amable, más respetuosa"; pero lo cierto es que las trabajadoras sexuales se enfrentan a los mismos abusos y tratos humillantes por parte de sus clientes. De manera que decide crear un negocio de prostitución, Sweethearts, alquilando dos habitaciones de un pequeño hotel que administra Jules Varma (Rima Te Wiata), al que describe como un burdel ético, en el que el respeto hacia las trabajadoras y los límites que ellas establezcan son las principales normas. Poco a poco consigue reunir a un grupo de mujeres que se sienten atraídas por esta manera de llevar el negocio, pensando que una mujer proxeneta será mucho más considerada con su trabajo. Tui se incorpora como una de las trabajadoras que atrae a otras compañeras, Goldie (Carmel McGlone) es una mujer madura que tiene en la prostitución su última fuente de ingresos, mientras que Deziyah (Danielle Cormack) no está demasiado convencida pero es la que más clientes atrae, porque se adapta a todas las necesidades. Y poco a poco se convertirá en una especie de rival para Mack.
Madam es una comedia generalmente divertida que puede levantar suspicacias por el tratamiento de la prostitución como una actividad legal. A veces utiliza subtramas de humor basadas en los comportamientos sexuales de los hombres y sus problemáticas: un objeto que se introduce demasiado profundamente en el ano, un pene tan grande que ha impedido que el joven que lo posee consiga tener relaciones sexuales... Pero funciona mejor cuando subraya el carácter de comunidad y de sororidad de estas mujeres que tienen vidas personales complicadas y también aspiraciones más allá del trabajo que ejercen. También se aborda el conflicto con los vecinos en el Episodio 5 (T1E5), cuando la publicación de un artículo en el Northland Times que aclama a Mack como una feminista, provoca la indignación de un grupo de mujeres activistas, que decide manifestarse delante del burdel en contra de su funcionamiento en un barrio residencial, tratando de avergonzar a los clientes que acuden. Mack también se enfrenta a la difícil situación en su propia familia, separada (pero no del todo) de su marido Rob, e iniciando una relación sentimental (pero no del todo) con su vecino Lima (Robbie Magasiva). La serie aborda el sexo sin prejuicios y ofrece una dosis muy entretenida de relaciones personales, beneficiándose de la participación como protagonista de la excelente actriz Rachel Griffiths, conocida por la serie A dos metros bajo tierra (Max, 2001-2005), y protagonista del popular drama político Total control (Filmin, 2019-), del que se ha estrenado recientemente en Nueva Zelanda la tercera temporada. Emitida en el canal Three y su plataforma Three Now, de las que es propietario Warner Bros. Discovery, la historia está co-creada por Shoshana McCallum quien ya abordó el tema de la prostitución en la serie Stand up girl (2017), que ella escribió e interpretó, como una joven que alterna sus actuaciones como comediante en locales de stand-up comedy, con su trabajo como prostituta. Antes de su estreno en agosto, Madam consiguió dos premios en destacados festivales dedicados a series de televisión, lo que indica que su historia tiene un alcance internacional.
We might regret thisReino Unido | Ficción, 6x30' | BBC Two | ★★★★☆Creada por Lee Getty, Kyla Harris | Dirigida por Nick Collett |
Aunque la representación de diferentes tipos de discapacidad ha encontrado una mayor presencia en el formato de series, hay pocas que estén creadas y protagonizadas por artistas que experimentan estas disfunciones, y posiblemente muy pocas que la muestren de la forma en que lo hace We might regret this (BBC Two, 2024), la comedia más descarada de las que se han estrenado este verano en Gran Bretaña. La protagonista es una artista canadiense que ha terminado estableciéndose en Londres después de haber conocido a su actual pareja, un hombre mayor que ella, y que todavía sigue asistiendo a sesiones de terapia junto a su ex-esposa Jane (Sally Philips). Hace quince años perdieron a su hijo Sam, y su otro hijo, Levi (Edward Bluemel) siente que proyectaron sobre él el duelo por la muerte de Sam, así que es un poco indolente para todo excepto para irse de fiesta. Como si quisiera proponer sus planteamientos provocativos desde el principio, la serie comienza con una escena de sexo entre Freya (Kyla Harris) y Abe (Darren Boyd), que es interrumpida por la impertinente cuidadora Ty (Aasiya Shah). Al grupo de personajes principales se une Jo (Elena Saurel), la mejor amiga de Freya, que ha estado viviendo en Francia durante un tiempo sin hacer nada en especial con su vida. Pero por diferentes circunstancias, Jo acabará convirtiéndose en la nueva cuidadora de su amiga, sin tener realmente conciencia del compromiso que eso supone, con la obligación de estar pendiente de ella las veinticuatro horas del día. La paraplejia que padece el personaje y la actriz que lo interpreta requiere que necesite ayuda para realizar la mayor parte de las necesidades del día, porque solo puede mover en parte los brazos. Así que no es difícil encontrar a lo largo de la temporada escenas de estimulación anal contra el estreñimiento tratadas con sentido del humor, para las que quizás Jo no está demasiado preparada: "¿Estás teniendo arcadas?", le pregunta Freya. "Dios mío, esto es muy humillante". Lo que hace a esta serie algo diferente a otras es que no trata de mostrar solo los valores positivos de su protagonista, como si la discapacidad eliminara todas las contradicciones y ambigüedades de su personalidad. Ser parapléjico y depender de una persona todo el día es una putada, y eso se refleja muy bien en We might regret this, especialmente en la relación que tiene con Abe, interpretado por Darren Boyd, que últimamente se ha especializado en encarnar a hombres más aburridos y pedantes que sus parejas, como en Ciclos (Apple tv+, 2020-).
A pesar del esfuerzo que hace Abe por adaptarse a las necesidades de Freya, incluso invirtiendo en una reforma en su casa para que ella pueda desplazarse con mayor facilidad (lo que le enfrenta a su ex-mujer, que es partidaria de venderla), la relación tiene altibajos que no solo están provocados por la diferencia generacional. Cuando en el Episodio 5 (T1E5), la pareja va a pasar un fin de semana alejados de su hogar, y él expresa cierta preocupación por tener que enfrentarse solo al cuidado de ella, Freya no se lo toma muy bien: "¿Crees que a mi me gusta que me tengas que cuidar? Lidiar con esto es lo mínimo que debes hacer. Eres tan condescendiente". Comenzando una discusión que refleja los reproches que se han estado callando, como el hecho de que Abe se sienta incómodo cada vez que Freya se dedica a flirtear con otros hombres. Freya y Jo comparten una historia de amistad que establece una intimidad cercana, tanto como para compartir también algunas rayas de cocaína, y la necesidad de aprender a ser cuidadora la lleva a una clase de entrenamiento de asistentes personales en el Episodio 2 (T1E2), en el que tenemos el placer de encontrar un cameo de la siempre divertida Lolly Adefope, a la que recordamos de Fantasmas (Movistar Plus+, 2019-2023). Precisamente el director de toda la temporada es Nick Collett, que dirigió varios episodios de esa serie y también fue el responsable de la comedia evangelista Que ardan todos (Movistar Plus+, 2023-). A través de personajes con muchas vulnerabilidades, las creadoras Lee Getty y Kyla Harris han conseguido una serie divertida que ofrece una mirada muy honesta sobre las relaciones imperfectas, mostrando que a veces hay discapacidades emocionales que son más profundas que las físicas. Lee Getty es una artista canadiense que trabaja entre Berlín y Londres, creando el proyecto Ich bin Sophie Scholl (SWR, 2021-2022), una serie emitida en episodios breves a través de las Instagram Stories. También ha sido la fundadora del colectivo Women, Trans + Non-binary Film Network Berlin, creado para personas que se identifican como mujeres, queer, trans, no binarias, intersexuales, BIPOC y discapacitadas en todas las disciplinas del cine, la televisión y medios digitales. Por su parte, Kyla Harris se define como una mujer queer discapacitada que pretende reflejar en la serie los espectros del capacitismo que rodean al mundo de la discapacidad, un tipo de discriminación que surge incluso de personas bienintencionadas, que se muestra a través de la forma en que las personas son vistas solo desde su afección médica o discapacidad, y por tanto tratadas de manera diferente.
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Problemas con papá se estrena en Movistar Plus+ el 18 de septiembre.
Dinosaur se estrena en Filmin el 24 de septiembre.
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