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01 julio, 2024

Las series españolas de 2024: Parte 6

Oficialmente cerrada la temporada de televisión lineal, desde septiembre de 2023 a junio de 2024, algunos estudios de audiencia reflejan las producciones españolas que más espectadores han atraído. En general, Antena 3 cierra como la cadena de televisión más vista por tercer año consecutivo, alejándose algo más de su competidora Telecinco, y alcanzando un promedio del 12,9% de share, aunque es algo menor que el que logró la temporada pasada. Telecinco sin embargo sigue siendo la segunda más vista, con una media de 10,1%, aunque con La 1 como tercera opción con un 10,0%, según el Balance TV publicado por Barlovento Comunicación. Las televisiones autonómicas se encuentran en cuarta posición, con un 8,9% en el cómputo general, y con TV3 destacando como la más vista entre todas. En relación con las series estrenadas a lo largo de esta temporada, hay un predominio de producción española, aunque entre las diez más vistas se mantiene, pero con menos fuerza, el tirón de las series turcas, con Hermanos (Antena 3, 2021-) en cuarta posición y Secretos de familia (Antena 3, 2021-2024) en octava. Lidera el ránking de las series más vistas en la televisión lineal la última temporada de Cuéntame cómo pasó (TVE, 2001-2024), que se estrenó en noviembre del año pasado, con una media de 1.403.000 espectadores, seguida por la miniserie Entre tierras (Antena 3, 2023) y Sueños de libertad (Antena 3, 2024-), la serie diaria que Atresmedia estrenó en febrero.

En los puestos cinco y seis, la cadena de televisión líder vuelve a tener otras dos series, Cristo y Rey (Antena 3, 2023) y la última temporada de Amar es para siempre (Antena 3, 2013-2024), mientras que Telecinco consigue colocar la única producción propia que tiene en la lista, El marqués (Telecinco, 2024) en el puesto número siete, aunque la estadística solo recoge los datos de audiencia de sus cuatro primeros episodios, por lo que podría mejorar su posición una vez se incorporen los dos últimos capítulos que se mantuvieron por encima del millón de espectadores. Los episodios especiales de Los misterios de Laura (TVE, 2024) y el drama diario La promesa (TVE, 2022-) completan la presencia de tres series de la televisión pública entre las diez más vistas de la temporada. En el cómputo general, los deportes siguen siendo líderes, colocando a TVE como la televisión con las emisiones que han alcanzado mayores datos de audiencia, sobre todo debido a la retransmisión de los partidos de la Eurocopa, siendo el encuentro entre España e Italia el que ha conseguido el minuto de oro de la temporada 2023-2024, con 10,2 millones de espectadores y un 61,8% de share. En hábitos de consumo, el promedio que cada espectador ha pasado delante de la televisión lineal es de 179 minutos, unas 3 horas al día, mientras que la cifra de espectadores únicos de la televisión tradicional ha alcanzado su récord histórico, un dato sorprendente teniendo en cuenta que se suele hablar de un progresivo retroceso de la audiencia en las emisiones lineales. Durante la temporada 2023-2024, se han contabilizado 46,4 millones de espectadores únicos, es decir, el 99,5% de la población española ha visto la televisión tradicional en algún momento. 

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

El marqués

Miniserie | Ficción, 6x60' | Telecinco / Prime Video | ★★★ 

Creada por Ignacio del Moral, Begoña Álvarez Rojas

Dirigida por José Ramón Ayerra, Begoña Álvarez Rojas


Una de las últimas producciones españolas que ha conseguido situarse entre los programas más vistos del año es la única serie de Telecinco que ha logrado buenos datos de audiencia, con más de un millón de espectadores en casi todos sus episodios. La emisión del desenlace el pasado miércoles llegó a alcanzar uno de sus mejores datos, a pesar de competir con la Eurocopa y con una serie de similar perfil, el soso culebrón holandés Máxima (Antena 3, 2024-), que había comenzado con buenos datos, a pesar de una representación bastante chusca de la Feria de Abril de Sevilla con música latina, pero que ha perdido casi 150.000 espectadores en su segunda semana. El marqués (Telecinco, 2024), que se estrena el 5 de julio en Prime Video, es un true crime de señoritos andaluces basado en el denominado crimen de Los Galindos, el asesinato de cinco personas en una finca de la localidad sevillana de Paradas del que nunca se descubrió a los autores, aunque hay teorías que parecen definir con cierta claridad los acontecimientos. La historia fue trasladada a la literatura en varios libros como Los invitados (1986), en el que el escritor sevillano Alfonso Grosso elaboraba una teoría algo descabellada relacionada con el tráfico de drogas internacional, que a su vez se convirtió en la película Los invitados (Victor Barrera, 1987), una de las primeras muestras de una cierta producción cinematográfica andaluza, que estaba protagonizada por Lola Flores y Amparo Muñoz. La serie ha sido creada por Ignacio del Moral (1957, San Sebastián), nominado al Goya por Los lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002), Cenizas del cielo (José Antonio Quirós, 2008) y La voz dormida (Benito Zambrano, 2011) y ganador por el guión adaptado de Las aventuras de Tadeo Jones  (Enrique Gato, 2012). También es creadora la guionista y productora Begoña Álvarez Rojas, quien dirige desde 2021 los contenidos de ficción en Unicorn Content, la productora de Ana Rosa Quintana, y que ha trabajado durante muchos años con Daniel Écija en series como Los Serrano (Prime Video, 2003-2008) y Águila roja (RTVE Play, 2009-2016). 

El desenlace sigue, con algunas modificaciones, la teoría planteada por Juan Mateo Fernández de Córdova, hijo del Marqués de Grañina, en su libro El crimen de Los Galindos. Toda la verdad (2019, Ed. Almuzara), y que también recoge la miniserie documental Los Galindos. Toda la verdad (Prime Video, 2024), que se ha estrenado como complemento a la ficción. Y ciertamente desde la presentación de los personajes en el primer episodio se plantean los conflictos principales, sobre todo el que mantiene Rafael Pertierra (Víctor Clavijo) con su suegro Alejandro Perezagua (Juan Fernández). Pero la historia está contada en retrospectiva a partir de la investigación que se retoma en diciembre de 1977, dos años después de los crímenes, cuando regresa el joven periodista Onofre Romera (José Pastor), que pasó su infancia en Paradas alrededor del Cortijo Los Galindos y ahora trata de promocionarse en un periódico de Madrid. Es precisamente ese contexto histórico y social el que amplía el enfoque de la serie más allá del true crime. Porque el interés no es tanto revelar a los posibles asesinos de un día en el que los conflictos acabaron estallando de manera violenta, algo que el guión hace con suficiente claridad dentro de la ficción que plantea, sino en construir una atmósfera de tensión constante en un país que, muerto el dictador, se dividía entre quienes querían mantener el estatus de privilegio que les proporcionó la dictadura, y una mayor contestación de una sociedad en la que comenzaba a respirarse la libertad. La historia se desarrolla en dos años muy relevantes: 1975, cuando murió el dictador Franco, y 1977-78, cuando se habían celebrado las primeras elecciones generales libres. De manera que sitúa en el espacio del cortijo andaluz un microcosmos de representación de un país tensionado que todavía mantiene vivo el recuerdo de la confrontación civil: "En la guerra teníamos que matar para salvar España", dice Rafael en el Episodio 6. La fidelidad sumisa de Francisco Picazo (Paco Tous) y su esposa Rosita (Laura Baena) se contrapone a una actitud más contestataria de Chelo (Cinta Ramírez) frente a las relaciones de poder. Y la transformación que vive Onofre a su regreso al ambiente rural de Paradas desde la ciudad refleja dos mundos contrapuestos. 

Las averiguaciones del joven periodista dos años después evidencian una investigación poco rigurosa que impidió la resolución del caso, como también se apunta en la miniserie documental Los Galindos. Toda la verdad, producida por otro de los satélites de Mediaset, la productora de Christian Gálvez, Fénix Media. Un cierto clientelismo de la Guardia Civil con los terratenientes de la zona y un desastroso control de la escena del crimen contribuyeron a que no se estableciera claramente la autoría de los hechos. En la ficción, el Cabo Jiménez (Sebastián Haro) es el guardia civil que parece saber más de lo que le han permitido investigar sus superiores. Mientras que el destino de personajes como Alberto Carabias (Óscar de la Fuente) también es una representación de cierta atmósfera de apertura en grandes ciudades como Barcelona, frente al ambiente opresivo y cerrado del mundo rural, especialmente en el Sur de España. Si bien es cierto que a veces se apoya en recursos visuales algo convencionales, como la diferencia de tonos entre el pasado y el presente, a pesar de que en realidad solo han pasado dos años, lo cual impide sacar partido de los colores de la campiña sevillana, El marqués es una interesante aproximación a esa España rural en la que el tiempo y los cambios son mucho más lentos. Y propone algunos apuntes sobre aspectos como la represión de la homosexualidad o la futura burbuja inmobiliaria, a través de los negocios que tiene Rafael con la construcción de una torre de viviendas en la costa malagueña, en connivencia con Joaquín (Joaquín Núñez), el director de la Caja Rural. El buen resultado de este solvente thriller rural se apoya en estupendas interpretaciones, especialmente Víctor Clavijo, que es también el narrador de la miniserie documental y recientemente ganó el Premio Ondas al Mejor Actor por su participación en el pódcast Recursos humanos (2023), bien secundado por Juan Fernández, Paco Tous, Óscar de la Fuente y José Pastor. El marqués es una serie que consigue trascender más allá del simple true crime como reflejo de un país en transición política y social. Se trata de la primera ficción completamente producida por Unicorn Content, que ya desarrolló la tercera temporada de Desaparecidos (Tivify, 2020-2022), y Begoña Álvarez Rojas ha dejado caer en algunas entrevistas que no descartan retomar a los personajes principales en una nueva temporada. 

Megamix brutal

Miniserie | Documental, 3x50' | RTVE Play / 3Cat | ★★★★ 

Argumento de Enric Bach | Guión de Asier Ávila

Dirigida por Rafa de los Arcos | Realización de Ray Fransoni


Resulta muy adecuado estrenar una serie en torno a la cultura del Megamix, precisamente en la época veraniega, no solo porque se trata de un ejercicio de nostalgia de la música de los años ochenta y noventa sino porque el éxito de los DJ's, actualmente convertidos en gurús culturales, provienen de aquellas primeras incursiones en la utilización de éxitos fusionados con otros éxitos. En este sentido, Megamix brutal (RTVE Play/3Cat, 2024) es una docuserie que funciona bien como reflejo de una época pero al mismo tiempo introduce elementos de true crime que la hacen más adictiva, dejando siempre cebos en cada episodio para mantener la atención de los espectadores. Recuerda algo al documental Italo Disco: The sparkling sound of the 80s (Alessandro Melazzini, 2021), que precisamente abordaba la evolución de un estilo cuyo nombre surgió de un megamix publicado por el productor alemán Bernhard Mikulski, y que acabaría influyendo en el nacimiento de los primeros lanzamientos en este formato en España. Estrenada al mismo tiempo en la plataforma 3Cat en Cataluña y en RTVE Play a nivel nacional, la serie comienza con La fiesta eterna (T1E1) ofreciendo una panorámica de la España de los años ochenta, y el comienzo de un proyecto de discográfica pequeña en Barcelona, de la mano de dos amigos de la infancia, Ricardo Campoy y Miquel Degà, que acabarían enfrentados de una manera especialmente inquietante. Aunque al ofrecer solo la versión de Eduardo Campoy (por parte de Miquel Degà solo interviene el que fue su abogado), la historia siempre parece incompleta. La docuserie utiliza como narrador a Fernandisco como si se encontrara presentando uno de sus programas musicales, un recurso que a veces no funciona como debería, pero el principal narrador es Ricardo Campoy, un empresario con pocos escrúpulos que a veces hace comentarios despreocupados sobre auténticas actividades ilegales. De hecho, el proyecto de realizar un Megamix con canciones populares surge precisamente de una utilización fraudulenta de estos éxitos. Otro de los principales entrevistados, Félix Buget, fundador de la discográfica Blanco y Negro, que se convertiría en la principal competidora de Max Mix, comenta que "cuando escuché el megamix me quedé muy sorprendido porque era tan revolucionario y tan diferente. Pero dudaba de su legalidad así que se lo llevé al presidente de la SGAE y se quedó horrorizado: 'Si editas esto, te meto en la cárcel'". 

A través de las intervenciones de algunos de los primeros DJ que colaboraron con el sello Max Mix, como Quique Tejada, Mike Platina, Toni Peret y Josep Maria Castells, la docuserie traza un recorrido por la música disco de los años ochenta y noventa y la publicación de vinilos con nombres tan pasmosos como Ibiza Mix, Bolero Mix, Caribe Mix o Rambo Mix, y algunos de sus competidores como Rumba Total. Desde el punto de vista estrictamente musical, el episodio más interesante es La fiesta eterna (T1E1), que narra los comienzos de la discográfica y el éxito instantáneo, y también describe la forma en que, en una época en la que principalmente existían los grandes magnetófonos, DJ como Quique Tejada conseguían resultados sorprendentes en la mezcla de canciones. Para los que vivimos esa época en toda su plenitud, es un ejercicio de nostalgia que recuerda un estilo de música con un origen más artesanal y un sonido característico. Pero también supone la introducción dentro de la industria discográfica de empresarios con pocos escrúpulos, aunque el tono generalmente humorístico de la serie hace que los continuos fraudes, las ilegalidades y los abusos laborales parezcan simplemente anécdotas, incluso contadas por quienes las sufrieron. "Yo creo que todo vale para conseguir el éxito", llega a decir Eduardo Campoy. También se mencionan algunos de los chantajes y regalos que se ofrecían a los responsables de cadenas de radio como Los 40 Principales para colocar los discos en los primeros puestos de las listas, pero solo de una forma anecdótica. La serie lanza algunos cebos en torno a acontecimientos posteriores, que acabarían con un secuestro equivocado, amenazas de muerte y penas de prisión, y en este sentido El último baile (T1E3) se adentra más en el terreno del true crime, lo cual no es necesariamente negativo, pero se introduce en una etapa mucho más oscura. 

Una vez que Eduardo Campoy y Miquel Degà se separaron, robando el primero todo el dinero de la caja fuerte y siendo amenazado de muerte por el segundo, es interesante la descripción en Danza macabra (T1E2) de la creación en 1997 de Vale Music, una de las discográficas más exitosas de las últimas décadas. Fundada por el propio Eduardo Campoy, se benefició de una época de esplendor en la televisión privada, con programas como Crónicas marcianas (Telecinco, 1997-2005), que le permitían una colaboración a través de la cual lanzaba ráfagas de sus temas en momentos importantes del espacio televisivo, y posteriormente acabaría repitiendo fórmula con la telerrealidad de Gran Hermano (Telecinco, 2000-2017). Pero su gran plataforma de lanzamiento acabó siendo el concurso musical Operación Triunfo (RTVE, 2001-), que lanzaron los ex-componentes de La Trinca Josep Maria Mainat y Toni Cruz a través de su productora Gestmusic. Eduardo Campoy cuenta que ellos decidieron hacerse con la producción musical de todo el programa, comprometiéndose a lanzar un disco cada semana, algo que muchas discográficas consideraban imposible: "Ofrecimos 65 millones de pesetas y nos eligieron", cuenta el empresario. Megamix brutal funciona especialmente bien en el retrato de una época que tenía la apariencia de despreocupación, aunque también se sostenía en negocios sucios, una mezcla que consigue equilibrar bien el creador de la serie Enric Bach, responsable de interesantes docuseries como Muerte en León (Justin Webster, 2016) y El pionero (Max, 2019). Es también uno de los colaboradores habituales de Jordi Évole, cuya productora Producciones del Barrio está detrás de esta documental y de otros estrenos recientes como Publio. El secuestro sin fin (Max, 2024) y Macarena (Movistar+, 2024).  RTVE Play también ha publicado un pódcast de seis episodios que tienen como protagonistas a los DJ que vivieron el momento de mayor esplendor de la música disco en España. 

Tierra de mujeres

Temporada 1 | Ficción, 6x45' | Apple tv+ | ★★☆☆ 

Creada por de Ramón Campos, Gema R. Neira, Teresa Fernández-Valdés, Paula Fernández

Dirigida por Carlos Sedes


Al comienzo de esta historia, la protagonista Gala (Eva Longoria) es traicionada por su marido Fred (James Purefoy), quien se revela como un estafador cuya vida está amenazada por unos prestamistas a los que debe dinero. Al huir, sin embargo, la exigencia del préstamo pasa a su esposa, que junto a su madre Julia (Carmen Maura) y su hija Kate (Victoria Bazúa) también deciden esconderse mientras averiguan cómo pueden devolver el dinero estafado, refugiándose en La Muga, un pequeño pueblo del Ampurdán del que se marchó Julia dejando atrás muchas enemistades y algunos pretendientes. Pero el comienzo ya indica cuál es el camino previsible y tópico por el que quiere caminar la historia, y de qué manera se distancia de la novela en la que está inspirada. La tierra de las mujeres (2016, Ed. Debolsillo) fue el segundo libro publicado por la periodista Sandra Barneda, en el que la protagonista viajaba a España junto a sus dos hijas para recibir la herencia de un familiar desconocido. Pero como en el audiovisual español comercial de los últimos años solo se hacen comedias y thrillers, la serie plantea desde el principio su empeño en querer ser ambas cosas. Aunque solo lo consigue en un tanto por ciento muy pequeño. Como thriller, introduce a dos sicarios, Kevin (Amaury Nolasco) y Hank (Jim Kitson), que por supuesto acabarán en el pueblo, protagonizando en los últimos episodios algunas de las escenas más ridículas de la serie. En el terreno de la comedia, Carmen Maura se encuentra cómoda en el papel de una abuela algo lasciva y traviesa, mientras que Eva Longoria incluso llega a tomarse a broma su imagen de pija, aunque se intenta justificar de forma bastante poco inspirada el hecho de que tenga acento mejicano cuando es hija de españoles, estableciendo una relación previsible pero algo forzada con el protagonista masculino Amat (Santiago Cabrera). En esta tierra de mujeres, la mayor parte de los hombres son algo idiotas menos él, porque el guión requiere que sea aceptado como objeto romántico por la protagonista. Pero la falta de desarrollo del personaje es notable, y la interpretación del actor chileno Santiago Cabrera a veces está demasiado encorsetada por la necesidad de utilizar un acento neutro. Que Amat sea interpretado por un actor latinoamericano puede ser una respuesta a las muchas veces que los personajes latinos han sido interpretados por actores españoles en Hollywood, o simplemente un intento de captar la atención de los espectadores de Latinoamérica, pero en ambos casos está justificado. 

Hay que decir que, aunque se encuentra en la provincia de Gerona, el pueblo donde se desarrolla la mayor parte de la historia es todo lo catalán que puede ser una localidad en una producción española con pretensiones internacionales, es decir, que todos sus habitantes se relacionan en castellano con algunas expresiones en catalán. Lo cual seguramente a un espectador norteamericano le dará igual, pero visto desde nuestra perspectiva no deja de ser significativo y un poco extraño. Los viñedos que están gestionados por una cooperativa de mujeres (aunque el principal encargado parece ser el hombre), ofrecen un trasfondo de paisajes coloridos que le dan a Tierra de mujeres (Apple tv+, 2024) cierta vistosidad, mientras que el pueblo está habitado por personajes bastante peculiares, como era de esperar. Y así encontramos en el reparto a algunos carismáticos actores y actrices españoles como Pep Antón Muñoz, Artur Busquets, Ariadna Gil, María de Nati o Gloria Muñoz, quien interpreta a la hermana de Julia, cuyas escenas junto a Carmen Maura son quizás lo mejor de la serie, sobre todo en el Episodio 5 (T1E5). También hay aspectos destacados, como la fotografía de Daniel Sosa Segura y Andreu Rebés o la divertida banda sonora de Federico Jusid, que este año también nos ha ofrecido un excelente trabajo musical en Un caballero en Moscú (SkyShowtime, 2024). Lo que provoca mayor decepción es la forma en que las guionistas, todas ellas mujeres con amplia experiencia profesional, junto a Ramón Campos, que no sabemos si ha escrito algo o se ha apuntado a la moda de la apropiación de créditos, acaban dejando a un lado el aspecto más interesante de la historia, la relación entre tres generaciones de mujeres. Porque al final terminan separándose para establecer diferentes subtramas de interés irregular, que en realidad funcionan peor que cuando están juntas. Aunque es interesante cómo la participación de la debutante Victoria Bazúa permite dar visibilidad a un personaje como Kate, una adolescente transexual que ya ha completado su transición, y que también se siente traicionada por su novia, a la que ha dejado en Nueva York. En general a la serie le falta una estructura narrativa sólida y está dirigida con una efectividad bastante plana por Carlos Sedes (1973, A Coruña), un habitual de Bambú Producciones que ha estado mucho más acertado en series como Fariña (atresplayer, 2018) y El caso Asunta (Netflix, 2024). Tierra de mujeres se conforma con ser una de esas comedias vistosas pero simplonas que a veces estrena la plataforma de Apple, al estilo de Acapulco (Apple tv+, 2021-), aunque al menos es mucho más soportable que aquella otra producción con ínfulas internacionales de Bambú Producciones que fue Now and then (Apple tv+, 2022). 

Desde el mañana

Temporada 1 | Ficción, 8x45' | Disney+ | ★☆☆☆ 

Guión de Daniel Écija, Andrés Martín Soto, Inés París, Alberto Úcar, Veronik Silva,

                Tomás J. Salmerón, Ignacio Campón

Realizada por David Molina Encinas, Antonio Hernández, Álvaro Vicario


Dos de los estrenos de estas semanas son muy representativos del estado actual del panorama audiovisual español que consiste, básicamente, en hacer el mismo tipo de serie que se ha venido produciendo en los últimos veinte años, pero aderezándolas con elementos de género, ya sea el thriller o la ciencia-ficción. Clanes (Netflix, 2024) es principalmente un drama romántico sobre una mujer supuestamente empoderada que sin embargo no puede evitar la tentación de caer en brazos de un hombre malote, es decir, la versión suavizada del machismo de toda la vida. Mientras que en Desde el mañana (Disney+, 2024), Daniel Écija tira de la escaleta de Estoy vivo (RTVE Play, 2017-2021) para ofrecer otra muestra de dramedia familiar con elementos de fantasía de parvulario. Los resultados son, por definición, decepcionantes, porque ambas intentan encontrar un equilibrio que no es posible teniendo los anclajes originales que tienen.  También es cierto que no es demasiado justo comparar a todas las series recientes que incluyen elementos fantásticos y cuevas, con una versión de Stranger things (Netflix, 2016-2025), porque ésta ya de por sí es una copia (llamémosle homenaje) del cine familiar de los años ochenta. Como suele ser habitual en las producciones encabezadas por Daniel Écija (1961, Australia), Desde el mañana se sostiene principalmente en la familia de la protagonista, Gabriela (Marta Hazas), quien descubre que, al tocar una extraña roca, tiene la capacidad de ver fragmentos del futuro tan importantes para la humanidad como si su marido David (Jaime Zatarain) se la pega con otra o si ella misma va a acabar follando con el policía buenorro Andrés (Álex González), algo para lo que tampoco hacía falta un poder especial. En el entorno familiar, hay subtramas para todas las edades, como era previsible: la franja adolescente está cubierta por Emma (Denisse Peña) y su relación con el activista Mikel (Gabriel Guevara), la tercera edad por el entrañable abuelo Aurelio (Ramón Barea), el sector queer por la pareja formada por Arantxa (Núria Herrero) y Esther (Valeria Alonso), las mejores amigas de Gabriela, y una pizca de misterio con su hermano Nacho (Pablo Derqui), director de la empresa familiar GeoCorp, quien parece guardar un secreto. 

La serie está llena de estereotipos bastante absurdos, como personajes que solo por el hecho de ser jóvenes son expertos informáticos, algo que viene bien para una determinada parte de la historia. Pero parece que no sabe qué hacer con la trama de género fantástico, y termina siguiendo el camino del antagonista malvado y algo esquizofrénico, aunque en realidad es la persona más cuerda de todas, teniendo en cuenta que el punto de partida de la serie es alguien que ve el futuro tocando una roca. Lo mejor que tiene Desde el mañana es que no se avergüenza de lo vergonzosa que es, lo cual le aporta un simpático toque kitsch. Y además proporciona la oportunidad de recrearse en los recursos más facilones, desde las relaciones amorosas convencionales (el marido es infiel, pero la protagonista no lo es) hasta los mensajes medioambientales simplistas que se abandonan conforme dejan de tener cabida en la historia. Pero lo sorprendente es encontrar una cierta dejadez en los aspectos técnicos, como un trabajo de edición bastante incoherente, sobre todo en el episodio Solsticio de verano (T1E8). Da la sensación de ser una producción realizada un poco a la ligera, a pesar de contar en la dirección con veteranos profesionales como Antonio Hernández, director de largometrajes como En la ciudad sin límites (2002). Y sobre todo nada inspirada aunque se acrediten seis creadores junto a Daniel Écija, que se apunta como creador igual que hizo con la serie 4 estrellas (RTVE Play, 2023-2024), lo que fue denunciado en las redes sociales por uno de sus guionistas. Los guiones cuentan con la coordinación de Andrés Martín Soto, que ya trabajó en otras producciones de Good Mood como Estoy vivo (RTVE Play, 2017-2021) y Cristo y Rey (atresplayer, 2023) y más recientemente en Eva & Nicole (atresplayer, 2024). Ambientada en el País Vasco, lo que hace bien la serie es vender los paisajes naturales, quizás demasiado soleados, pero nunca consigue que los personajes sean especialmente creíbles, porque se apoya en protagonistas como Marta Hazas, que tira de nuevo de esa naturalidad falsa que la caracteriza, o Álex García, un actor que no se adapta a los personajes, sino que los personajes se adaptan a él. Pero encontrar en el reparto a buenos intérpretes como Cristina Marcos, Pablo Derqui o Ramón Barea con personajes tan absolutamente planos es quizás el aspecto más penoso de la propuesta. Producida por Good Mood Producciones, se trata de un original de Disney+ que se rodó con el título de The other life (La otra vida), y que tiene un plan de distribución curioso, presentándose en la plataforma de Walt Disney como primera ventana, pero con un estreno en abierto previsto en un futuro en RTVE, aunque tratándose de televisión española, solo Gabriela y sus visiones de futuro pueden predecir cuándo terminará estrenándose.

Beguinas

Miniserie | Ficción, 10x50' | atresplayer | ★ 

Creada por Irene Rodríguez

Dirigida por Rómulo Aguillaume, Claudia Pinto

Los beguinatos eran comunidades semirreligiosas formadas únicamente por mujeres que surgieron en Flandes en el siglo XII, permitiendo un tipo de vida diferente para quienes estaban destinadas solo a ser monjas o esposas, y en el caso de aquellas que no llegaban a casarse o se quedaban viudas de sus maridos muertos en combate en Las Cruzadas, a vivir en una especie de ostracismo sin una verdadera representación social. Estas comunidades de mujeres, principalmente de buenos recursos económicos, que eran autosuficientes y se mantenían al margen de las imposiciones de las autoridades eclesiásticas, se extendieron posteriormente por Francia, Alemania y España, y llegaron a ser cuantificadas en unas 200.000 solo en Alemania en el 1321, calculándose que en su etapa de mayor esplendor podrían haber existido hasta un millón de beguinas en Europa. Es un interesante planteamiento para una serie que, al mismo tiempo que propone este acercamiento a comunidades de mujeres en una época religiosa y patriarcal, desde el mismo diseño de la promoción ya nos advertía que, en realidad, no nos iba a contar la historia de las beguinas, sino una trama romántico-histórica convencional, como si los espectadores no estuvieran preparados para ver una historia principalmente protagonizada por un reparto femenino. Aunque viendo el fervor que reciben series tan artificiales como Los Bridgerton (Netflix, 2020-) o Mi Lady Jane (Prime Video, 2024-) quizás tengan razón. Si bien es cierto que las beguinas practicaban la castidad solo por decisión personal, no estando sometidas a una imposición como en las comunidades religiosas, también es verdad que en el beguinato de esta serie la palabra castidad no es precisamente la más utilizada, porque casi todos los personajes tienen alguna relación amorosa, sea heterosexual o lésbica. De manera que, aunque adoptan una posición secundaria o antagonista, los personajes masculinos acaban siendo fundamentales en el desarrollo de la historia. 

Pero en realidad a la creadora de Beguinas (atresplayer, 2024), Irene Rodríguez, que también ha estrenado este año La pasión turca (Atresmedia, 2024), y sus guionistas Esther Morales y Silvia Arribas, no parece importarles mucho ofrecer una descripción de la vida en un beguinato, sino que lo utiliza como un trasfondo peculiar para una historia que recurre a todos los medios previsibles de los argumentos románticos de amores improbables. En la Segovia de 1559, que no luce demasiado por la utilización principalmente de interiores, Lucía de Avellaneda (Amaia Aberasturi) está a punto de casarse con su prometido Rodrigo de Guzmán (Javier Beltrán), Marqués de Peñarrosa, especialmente elegido por su hermano Munio (Jaime Olías) para mantener el nivel social de su familia. Pero cuando recibe una carta de una mujer que dice ser su madre y que está gravemente enferma en un beguinato, ella acude para tratar de encontrar una explicación y descubre una forma de vida diferente, como la describe Marie Anne (Bea Segura) en Nosotras elegimos (T1E1): "Las mujeres acuden aquí para vivir una vida plena, dedicada a la oración, al estudio y al cuidado de los enfermos. Algunos dan lecciones, nosotras elegimos". De alguna manera, su mundo estructurado y marcado por las decisiones de los hombres se desmorona para encontrar otra manera de vivir, aunque también descubre a Telmo Medina (Yon González), un hombre que trabaja para las beguinas, que siempre es un aliciente. De manera que, al mismo tiempo que se adentra en un mundo nuevo, en realidad lo hace como anhelo de un destino convencional, unida a un hombre, lo que describe bien las flaquezas de una serie que adopta un mensaje más tradicional de lo que quiere parecer. Porque las beguinas muestra su libertad, pero también están impulsadas por sus propios deseos, especialmente Beatriz García (Lucía Caraballo), cuya liberación personal está controlada por su madre Sibilia (Melani Olivares), la joven beguina canaria de origen esclavo Guiomar Uy (Elia Kweku), por la que parece sentir una especial atracción el párroco Gonzalo Grijalvo (Ignacio Montes), y Marie Anne (Bea Segura), sucesora de la Gran Dama, que tiene una relación secreta con Gabriela Grijalvo (Cristina Plazas). 

Tratando de conseguir la misma repercusión que el drama histórico La cocinera de Castamar (Atresmedia, 2021), esta nueva incursión de Buendía Estudios en las series de época tiene poco del impulso romántico y de la ambiciosa puesta en escena que tenía aquella. Por el contrario, termina siendo muy previsible, aunque a partir del episodio Odio (T1E7) deje a un lado las sosas relaciones personales para adentrarse directamente en el terreno de la persecución religiosa por parte de la Inquisición: "Nos quieren condenadas, y en la hoguera", dice Sibilia, cuando comienzan a perder el favor del pueblo frente a las acusaciones de brujería. Pero aunque esta parte resulta más entretenida, hay demasiados lugares comunes y una decepcionante construcción de inquisidores malvados ansiosos de poder como el padre Lasarte (Antonio Durán 'Morris') o movidos por el rencor como Gonzalo Grijalvo, que sufre una de las transformaciones más ridículas que hemos visto en mucho tiempo. Beguinas se conforma con ser, no lo que se espera de ella, sino lo que se espera de un panorama audiovisual que prefiere mantenerse en una posición acomodaticia contando las mismas historias de siempre.  

Clanes

Temporada 1 | Ficción, 7x45' | Netflix | ★ 

Creada por Jorge Guerricaechevarría

Dirigida por Roger Gual, Javier Rodríguez


Hace unos días, la Audiencia de Pontevedra estimó parcialmente el recurso presentado por el narcotraficante condenado Laureano Oubiña contra la sentencia de un juzgado de Vilagarcía, que había concluido que la serie Fariña (atresplayer, 2018) no vulneró su derecho al honor. La nueva sentencia sin embargo estima que la serie "solo menoscaba su intimidad", pero solo en relación con una de las dos escenas de sexo que la demanda pretendía que se retiraran, reduciendo la petición de 1,5 millones de euros de indemnización a 15.000 euros, y obligando a la productora Bambú Producciones, Atresmedia y Netflix ha eliminar una de estas escenas sexuales. La serie se basaba en la denominada Operación Nécora que desmanteló parte del narcotráfico en Galicia en 1990, y en estos acontecimientos también se inspira en parte la serie Clanes (Netflix, 2024), una historia que sin embargo tiene más conexiones con la realidad a través de la curiosa trayectoria de Tania Varela, una prometedora abogada de Cambados que mantuvo una relación sentimental con un narcotraficante y fue condenada en 2021 por narcotráfico y blanqueo de dinero después de haber sobrevivido a un ajuste de cuentas. Dados los últimos resultados adversos que está teniendo Netflix con las demandas judiciales de personas que se están viendo reflejadas en series que adaptan hechos reales, Clanes marca una tendencia de futuro, que es inspirarse pero sin basarse demasiado en la realidad. De manera que Jorge Guerricaechevarría (1965, San Sebastián), habitual colaborador de Álex de la Iglesia, con ocho nominaciones al Goya de los que ha ganado dos por Celda 211 (Daniel Monzón, 2009) y Las leyes de la frontera (Daniel Monzón, 2021), mantiene el equilibrio entre el thriller de narcotráfico y la historia de amor arriesgada a través de un relato de ficción. La abogada Ana Silva (Clara Lago) descubre, tras la muerte de su padre José Silva (Monti Castiñeiras), que éste era un testigo protegido de la policía que fue durante muchos años mano derecha del principal narcotraficante gallego, José Padín (Miguel Lira), y que mantenía una relación sentimental paralela en Galicia. Dispuesta a averiguar la verdad, Ana se dirige a la localidad de Cambados y allí entabla una relación con Daniel (Tamar Novas), el hijo de Padín, quien lidera el grupo de narcotraficantes mientras su padre está en la cárcel. 

Así, se establece una narración que por un lado desarrolla la trama de la recomposición de la banda tras la detención de muchos de sus miembros, quizás el aspecto más interesante de la serie, especialmente a través de la subtrama protagonizada por Samuel (Diego Anido), que tiene consecuencias impredecibles. Por otro lado, desarrolla una relación poco convincente entre Ana y Daniel, que parece demasiado confiado con una foránea teniendo en cuenta las sospechas confirmadas de que hay confidentes de la policía. Y que derivará hacia una relación sentimental algo sosa y poco apasionada, en parte por la frialdad que transmite habitualmente Clara Lago. Su personaje se acerca al narcotraficante con la intención de averiguar quién ha sido el responsable de la muerte de su padre (una explicación que acaba siendo muy enrevesada), pero el guión no consigue transmitir por qué termina tan enamorada que es capaz de arriesgarlo todo, por mucho que los guionistas se empeñen en mostrar a Daniel como un criminal de buen corazón. Especialmente a través de su relación con Berta (María Pujalte) y Laura (Melanie Cruz), dos personajes muy desaprovechados que sobre todo en el caso de la segunda, solo sirven como dispositivos de guión para el desarrollo de la historia. Pero tratándose de un guionista veterano como Jorge Guerricaechevarría, que ha escrito thrillers muy contundentes para el cine, resulta sorprendente que Clanes transmita tan poco tensión y resulte tan insulsa y convencional que, si se vieran solo 20 de los 40 minutos que dura cada episodio, no daría la sensación de haberse perdido gran cosa por el camino. 

Rebautizada por Netflix para el mercado internacional como Gangs of Galicia, que tiene referencia a Gangs of London (Sky, 2020-) y Gangs of Oslo (Netflix, 2023), la serie dirigida por Roger Gual (1972, Barcelona) en la mayor parte de los episodios y Javier Rodríguez en los dos episodios centrales, nunca consigue ser demasiado apasionante, quizás porque tampoco es demasiado clara con las motivaciones de los personajes, especialmente cuando se revelan informaciones importantes en los últimos episodios. Con una conclusión que tiene vocación de continuidad, acaba resultando un drama romántico frío con un trasfondo de narcotráfico menos desarrollado de lo que esperaríamos, una historia similar a alguna de esas que Netflix seguramente ha estrenado la semana pasada y probablemente estrenará la próxima semana. Clanes está producida por Vaca Films, fundada en 2003 por Borja Pena y Emma Lustres, con la que suele trabajar el actor Luis Tosar desde que protagonizara Celda 2011 (Daniel Monzón, 2009) hasta sus últimas películas Fatum (Juan Galiñanes, 2023) y El correo (Daniel Calparsoro, 2024). Emma Lustres cuenta en una entrevista en El Ideal Gallego que Telecinco quiso imponer otro actor para protagonizar Celda 211, pero ellos se mantuvieron firmes en Luis Tosar. Más experimentados en cine, en el formato de series han producido entre otras El desorden que dejas (Netflix,2020) y Hasta el cielo. La serie (Netflix, 2023). Vaca Films fue objeto de cierta polémica hace unos años cuando, tras producir la primera temporada de La Unidad (Movistar+, 2020-2023), la plataforma de Telefónica decidió prescindir de ellos a partir de la segunda temporada, encargándosela a Buendía Estudios. La explicación de Movistar+ dejaba entender que la decisión había sido del creador Dani de la Torre, más cómodo con las posibilidades que ofrecía un grupo audiovisual como Atresmedia frente a una productora de A Coruña. De hecho, Buendía Estudios también ha producido su siguiente serie, Marbella (Movistar+, 2024).  

Una perra andaluza

Temporada 1 | Ficción, 6x25' | Filmin | ★★★☆ 

Creada por Pablo Tocino, Melania Bobi

Dirigida por Pablo Tocino


Autodenominada como una dramarracha, esta serie creada por Pablo Tocino (1995, Huelva) y Melania Bobi tiene la valentía de reconocer su falta de pretensiones, aunque en la escritura del guión y el desarrollo de los personajes se van revelando algunas preocupaciones más profundas en torno al futuro incierto de un grupo de amigos que comparten estudios de Medicina. La serie nació con el título de No te fíes, soy médica (2020), ganando con su episodio piloto el Queer de Plata en el Festival LGTB+ Temporada Queer, en una edición en la que compitió con #Luimelia (atresplayer, 2020-2021). Pero la llegada de la pandemia del coronavirus y sus escasos recursos han ido retrasando la producción hasta que finalmente ha conseguido trascender las limitaciones de las webseries para llegar a una plataforma nacional. De hecho, en su primer episodio, Gasolina, sangre y fuego (T1E1) parece no estar definido completamente el camino que la historia va a seguir más adelante, mientras que el resto contiene una narración mucho más colectiva. Sin presupuesto y con un empeño que hay que elogiar y que finalmente ha dado los frutos de una difusión inesperada en toda España, Una perra andaluza (Filmin, 2024) está protagonizada por un grupo de jóvenes de la generación milenial que se enfrentan a sus incertidumbres: Marcos (Jota Palacios), representa sus inseguridades a través de la atracción que siente por un amigo heterosexual; Silvia (Esther de de los Reyes) es una joven transexual que se marchó a Madrid pero que ha tenido que renunciar a sus sueños para regresar a Sevilla y asumir de nuevo los problemas que la llevaron a marcharse; Sofía (Sara Perogil) tiene una relación estable, pero se siente frustrada porque no es capaz de dar rienda suelta a sus muy variadas fantasías sexuales. Esta representación de la generación milenial que componen los protagonistas, refleja muchas de las inquietudes de quienes se enfrentan a la edad adulta ya sin ningún tipo de salvavidas, especialmente cuando se dan cuenta de que quizás han comenzado a tomar decisiones equivocadas, como la carrera universitaria que están estudiando. 

La serie despliega un sentido del humor directo y a veces muy escatológico, que recuerda a las primeras películas de John Waters, pero en su aparente sencillez y despreocupación presenta un retrato muy inteligente y complejo sobre las inquietudes de una generación, incorporando en su entorno, de una manera muy divertida, el costumbrismo heredado del carácter específicamente andaluz, con acentos mucho más naturales y menos impostados que los que podemos ver en series producidas desde Madrid como El marqués (Telecinco, 2024), por mucho que estén protagonizadas por actores andaluces. Pero lo más interesante es cómo dedica tiempo a construir personajes que hacen de la imperfección su elemento de distinción, como se refleja en Kintsugi (T1E4), el más reflexivo de los seis episodios de la primera temporada: "Lo que está intacto no nos define, nos define lo que está roto, lo que hemos decidido reparar. El daño nos deja cicatrices, pero son nuestras cicatrices". Se trata por tanto de personajes que buscan desesperadamente encontrar su propio espacio, pero que tienen que asumir que el camino nunca será sencillo. Esta indecisión que también les define parece atraparles en sus propios deseos insatisfechos (el amor platónico inalcanzable, las fantasías incompletas, los sueños rotos...), a pesar de que teóricamente se trata de una generación que tiene a su alcance muchas más posibilidades. Y aborda otras problemáticas interesantes como la gordofobia dentro de la comunidad homosexual, sobre todo en esa representación superficial de las aplicaciones de citas, o la hipersexualización de la juventud, de una manera más honesta que otras aproximaciones recientes hipócritas como Ni una más (Netflix, 2024), que quiere denunciar esta sexualización, pero haciendo uso de ella. Solo hay que comparar el tratamiento de las escenas sexuales de esa serie (y muchas otras) con la mayor naturalidad que se muestra en Una perra andaluza, que en cierto modo reivindica el culo peludo frente al six-pack. 

El formato de esta serie es deudor de la explosión de webseries andaluzas surgidas a mediados de los años 2000, con una notable repercusión nacional, especialmente Malviviendo (2008-2014), un referente claro porque su propio creador David Sáinz es uno de los invitados especiales. Otros ejemplos como los cortometrajes de la productora Mundoficción que comenzaron con Esto ya no es lo que era (Alfonso Sánchez, 2008), las tres entregas de Mi señora (Juan Rivadeneyra, 2004) o la webserie de animación Niña repelente (José Antonio Pérez Escudero, 2009-2014) marcaron una producción exitosa que además supuso un reflejo de lo andaluz evitando los estereotipos, o utilizándolos para mostrar una realidad mucho más transparente pero también auto paródica, de manera que establecía un panorama audiovisual en el que "los andaluces empiezan a relatarse a sí mismos" como indicaba la profesora de Comunicación de la Universidad de Sevilla, Inmaculada Gordilloen La autorrepresentación del andaluz en web-series (2012, Universidad de La Sabana, Colombia). Se podría decir que está surgiendo un movimiento similar que muestra de nuevo este relato andaluz, pero ahora desde una perspectiva LGTB, sobre todo a través de la música pero también con éxitos recientes como el largometraje Te estoy amando locamente (Alejandro Marín, 2023). La inclusión de cameos de personajes conocidos, desde Falete hasta Maripaz Sayago, La Dani o Cristina Medina puede parecer anecdótica pero refleja la capacidad de atracción que tiene esta historia. Hay que destacar especialmente una banda sonora que compone una inspirada representación del panorama musical independiente, con el pop intimista del grupo sevillano Vera Fauna a través de la canción "Colorada", versión del éxito de 2001 de Papá Levante, como tema principal de la serie, y canciones de La Casa Azul, Putochinomaricón, MimiBarbz, Warmi o Delaporte. Con su segunda temporada en postproducción, no sabemos si las expectativas más ambiciosas pueden afectar a la naturalidad y el desparpajo de la serie, pero por el momento Una perra andaluza cumple bien esa autodefinición de dramarracha como una forma de mirar con sentido del humor las circunstancias más adversas que pueden surgir en la vida.


El marqués se estrena en Prime Video el 5 de julio.
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Películas mencionadas:

Los invitados 
se puede ver en FlixOlé.
Los lunes al sol se puede ver en Filmin, Movistar+ y Netflix. 
La voz dormida se puede ver en Prime Video y RTVE Play. 
Las aventuras de Tadeo Jones y Fatum se pueden ver en Prime Video. 
Celda 211 se puede ver en Movistar+, Netflix, Prime Video y SkyShowtime. 
El correo y Te estoy amando locamente se pueden ver en Movistar+.


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