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14 junio, 2025

Annecy '25 - Parte 3: Premios (1)

El último día del Festival de Annecy se clausura con la ceremonia de premios que se entregan esta noche, pero previamente se ha celebrado otra ceremonia en la que se han entregado algunos de los premios especiales del Festival. En esta primera entrega en la que recogemos los numerosos galardones que otorga el Festival de Annecy y sus patrocinadores, nos acercamos a una selección de las mejores producciones que han sido destacadas por los diferentes jurados. 

La mort n'existe pas

Félix Dufour-Laperrière

Canadá, Francia 2025 | 72 minutos | Competición de Largometrajes | 

Técnica: 2D por ordenador

Cannes '25: Quincena de Realizadores

Annecy '25: Mención Especial SACEM Mejor Música (Jean L'Appeau)


Estrenada en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, la nueva producción del director Félix Dufour-Laperrière (1981, Canadá), que ganó el Premio del Jurado en la sección Contrechamps de Annecy con su película Archipel (2021), está dotada de una mirada abstracta como es habitual en el realizador canadiense. La historia comienza cuando un grupo de activistas está a punto de atacar la mansión de una familia adinerada que representa el poder económico, lo que supondrá, según ellos, un cambio radical en el equilibrio social que consiga evitar el colapso medioambiental. Pero durante un ataque que se manifiesta pronto como una auténtica masacre para ellos mismos, Hélène (Zeneb Blanchet) empieza a tener dudas y abandona a sus compañeros, contradiciendo incómodamente los sentimientos que tiene por Marc (Mattis Savard-Verhoeven) y su amistad con Manon (Karelle Tremblay), Martine (Marie B.) y Rémi (Félix Dufour-Laperrière). Perseguida en el bosque, Hélène experimenta una sensación onírica cuando es confrontada por Manon, quien le expresa la necesidad de que regrese y participe de nuevo en el ataque. La mort n'existe pas (Félix Dufour-Laperrière, 2025) está concebida a partir de los resortes de un relato trágico, mezclando elementos fantásticos para revelar los dilemas de las reflexiones interiores de la protagonista, dentro de un entorno boscoso en el que los animales se convierten en representaciones de las ideas principales: desde la aparición de un colibrí frágil y esquivo hasta la relación de depredador y presa que se establece entre un lobo y un cordero. Pero en este mundo mágico que se revela en la historia, las víctimas pueden regresar a la vida, como un impulso de su deseo de supervivencia. El director habla de su último trabajo como "una historia sobre la radicalidad, con todas sus contradicciones", representada en una película que tiene componentes políticos en cuanto a los desequilibrios de clases y la ruptura de la separación social a través de la violencia, que es tan imposible como la propia imposibilidad del status quo. Las propuestas ideológicas y filosóficas pueden llegar a ser algo simples, o al menos no terminan de parecer demasiado profundas ni muy diferentes a las de cualquier discurso progresista. 

De esta forma, La mort n'existe pas se presenta con una tonalidad visual impresionista que apuesta por los discursos reflexivos sobre la naturaleza violenta de los seres vivos. Pero la intención del director, como en Archipel, no es tanto la de construir una narrativa clara y convencional apoyándose en los diálogos, sino la de crear una atmósfera que se expresa mediante el contraste de las imágenes. En la mansión, están representadas figuras humanas y animales en tonos dorados, que representan la opulencia, y que contrastan con el tono tierra y verdoso del bosque cercano. Pero el mundo de los ricos es opaco e inmóvil, frente al dinamismo y la vitalidad del entorno exterior. La protagonista Hélène se introduce en una atmósfera onírica que la lleva a encontrarse con su versión más joven y a reencontrarse con sus padres en un ambiente familiar que se ve interrumpido por la intervención de Manon. Este relato metafórico habla sobre las decisiones personales y la naturaleza del compromiso, aunque éste acabe teniendo consecuencias indeseadas. Con una técnica de dibujo a mano sobre una tableta gráfica que posteriormente se ha animado por ordenador, se hace especial énfasis en el uso de los colores, dentro de unas ilustraciones que no pretenden ser realistas, sino que también tienen ese tono onírico que reproduce la historia. Los propios colores de los personajes cambian según el entorno en el que se sitúan, aportando un dinamismo a la parte visual que resulta especialmente cautivador. La violencia del ataque es notablemente explícita, lo que refleja la brutalidad de la respuesta de los atacados, pero la sangre se torna dorada, en consonancia con la representación de un mundo opuesto a la realidad. La mort n'existe pas resulta a veces un poco imprecisa en sus planteamientos y algo superficial en sus mensajes, pero es una propuesta visualmente atractiva que arriesga en la incorporación de temas políticos y sociales bajo un fondo etéreo de fatalismo. 

Les bottes de la nuit

Pierre-Luc Granjon

Francia 2024 | 12 minutos | Competición de Cortometrajes | 

Técnica: Pantalla de alfileres

Annecy '25: Cristal Mejor Cortometraje / Premio del Público / Mejor Cortometraje Francés


Hemos comentado otros años la técnica de pantalla de alfileres (conocida como pinscreen o pantalla de épingles), una técnica diseñada por Alexandre Alexeïeff, quien huyó de la revolución bolchevique para refugiarse en Francia en 1917. Junto a su esposa, la ingeniera estadounidense Claire Parker, creó en 1932 este dispositivo que no utiliza tinta ni pincel, sino la sombra que se produce al iluminar una pantalla llena de agujas (250.000 en la pantalla original), formando un relieve que se asemeja al carboncillo. El Centro Nacional de Cine de Francia (CNC) cuenta con una de las dos pantallas de agujas originales que se conservan diseñadas por Alexandre Alexeïeff y Claire Parker; la otra se encuentra en el National Film Board de Canadá (NFB), con la que se realizó el cortometraje Le tableau (Michéle Lemieux, 2024), que el año pasado compitió también en el Festival de Annecy. En este caso, para Les bottes de la nuit (Pierre-Luc Granjon, 2024) el director pudo contar durante un año con la pantalla del CNC que se conoce como Épinette, que ya había utilizado para su cortometraje Le chien (Pierre-Luc Granjon, 2018), lo que le ha permitido desarrollar una historia más amplia. La productora del corto ha publicado un video para escolares que describe el proceso que ha llevado el director para desarrollar la historia, titulado Une forêt d'aiguilles (Margot Grenier, 2024). Escrita por el propio Pierre-Luc Granjon (1973, Francia), Les bottes de la nuit es un relato protagonizado por el niño Eliot (Brieuc Laudet) que sale de la cabaña familiar en el bosque durante la noche, encontrándose con una pequeña criatura asustadiza (Bernard Bouillon) que le enseña algunos habitantes del bosque que solo se pueden encontrar durante las horas nocturnas, como el devorador de nubes que vive en el lago. La técnica de la pantalla de alfileres le da una textura poética a la historia, y transmite una sensación nostálgica que se refuerza con el formato 4:3 que se extrae de la grabación de la pantalla de alfileres cuadrada. Es un hermoso cuento sobre la fantasía y la infancia que habla sobre compartir y desarrollar la curiosidad, a pesar de que durante la cena con la que comienza el cortometraje, los adultos intentan asustar a Eliot mencionando las extrañas criaturas que habitan el bosque. 

Desde que la pantalla de alfileres fue restaurada por el CNC, solo se han realizado dos cortometrajes con esta técnica en Francia: Étreintes (Justine Vuylsteker, 2018) y La saison pourpre (Clémence Bouchereau, 2023), que ganó también el premio André Martin al Mejor Cortometraje Francés en el Festival de Annecy, de los ocho cineastas que participaron en un taller de formación organizado por el CNC. Una de las características que más utiliza el director, que escribió el guión cuando estaba en medio de la producción del largometraje Leonardo, el maestro (Jim Capobianco, Pierre-Luc Granjon, 2023), es la posibilidad de efectuar transiciones rápidas que permiten hacer desaparecer un fondo para convertirlo inmediatamente en otro, de manera que introduce un ritmo más dinámico en la imagen, transformando la cabaña en la mesa de la cena o un paisaje por el que camina el joven Eliot en otro que representa su destino. Se evitan así animaciones intermedias del niño en el bosque. Les bottes de la nuit se proyectó recientemente en las salas de cine francesas a través de una iniciativa de la productora KMBO, que incluía una sesión de tres cortometrajes, junto a Los carpinchos (Alfredo Soderguit, 2025), ganador del Premio Quirino, y Une guitare a la mèr (Sophie Roze, 2024), que ganó el año pasado el premio Cristal a la Mejor Producción de Televisión y el Premio del Público. 

Le grand party annuel des créatures de la Lune

Francis Desharnais

Canadá 2024 | 3 minutos | Competición Juvenil | 

Técnica: Pantalla de alfileres

Clermont-Ferrand '25: Público Joven

Annecy '25: Premio Jurado Joven


Otra de las obras creadas con la pantalla de alfileres es este cortometraje que utiliza la llamada Alpine, una pantalla diseñada por Alexandre Noyer en 2021 que se basa en las originales de Alexandre Alexeïeff y Claire Parker, y que fue adquirida por el centro de creación y difusión de artes audiovisuales La Bande Vidéo, que se encuentra en la ciudad de Quebec. El artista y dibujante de cómics Francis Desharnais (1977, Canadá) ha conseguido popularidad gracias al éxito de su cómic Burquette (2008), en el que él mismo ha basado una veintena de piezas animadas producidas en 2011, y continuando con la publicación de otros tebeos reconocidos y premiados como La guerre des arts (2015) y La petite Russie (2019). Para su último trabajo de animación como director, Le grand party annuel des creátures de la Lune (Francis Desharnais, 2024) ha creado una pequeña pieza animada con pantalla de alfileres que no está específicamente destinada a un público juvenil, pero ha conseguido una mayor difusión a través de las secciones juveniles de festivales como Clermont-Ferrand y Annecy, consiguiendo en este último el premio del Jurado Joven. La historia imagina el momento en el que la nave espacial que llevó al hombre a la luna, regresa a la Tierra después de haber dado "un pequeño paso para el hombre y un gran paso para la Humanidad", y convencidos de que en el satélite no hay rastros de ningún ser vivo. Pero en realidad todas las criaturas extraterrestres que habitan la luna han estado escondidas y ahora celebran la partida del ser humano organizando una gran fiesta en la que bailan y festejan alegremente. Se trata de un ocurrente cortometraje de tres minutos que saca partido de las posibilidades que ofrece la pantalla de alfileres, pero dándole un tono diferente al del acabado de estilo carboncillo que tiene Les bottes de la nuit (Pierre-Luc Granjon, 2024) para ofrecer una textura mucho más contemporánea, y con un giro de guión al final de la historia que resulta especialmente divertido. 

At night

Pooya Afzali

Irán 2025 | 4 minutos | Competición de Cortometrajes | 

Técnica: 2D por ordenador

Annecy '25: Premio France tv Mejor Cortometraje


En el comienzo de lo que podría ser una guerra entre Irán e Israel, el director Pooya Afzali se inspira en el poema breve de Jacques Prévert (1900-1977) titulado Paris at night para contrastar la crudeza de la guerra con la belleza de la paz. Se trata de una de las breves piezas poéticas que se incluyen en su libro Palabras (1946, Ed. Lumen) convertido rápidamente en uno de los poemarios que mayor audiencia han tenido en Francia. Parte de la popularidad de Jacques Prévert está también en sus guiones para películas y en la composición de canciones como Les feuilles mortes junto al músico Vladimir Kosma para la película Las puertas de la noche (Marcel Carné, 1946). Este tema se incluyó posteriormente en el álbum Chante Prévert (1980, Mercury Music), en el que Yves Montand interpretó como canciones algunos poemas de Jacques Prévert, entre ellos Paris at night. El texto habla de dos amantes que se reúnen en la oscuridad, encendiendo tres cerillas para iluminar la figura de la mujer: "La primera para ver tu rostro entero / la segunda para ver tus ojos / la última para ver tu boca". En el cortometraje At night (Pooya Afzali, 2025) esta situación se produce en medio de los bombardeos que sufre una ciudad y el apagón general que provoca. En mitad de esa intensa oscuridad, un hombre utiliza las tres últimas cerillas que le quedan para iluminar el rostro de su amante. Pero es esa oscuridad la que también les protege de la guerra y les envuelve en una fantasía que les traslada a la representación ilustrada de un bosque, que se revela como un escudo contra la destrucción que provocan las bombas. El cortometraje está realizado con animación 2D tradicional dibujada a mano, pero desarrollada con herramientas digitales para encontrar el equilibrio entre una representación realista pero al mismo tiempo onírica. El animador principal Hojjat Azampour, que se ha encargado del diseño de los personajes, comentaba que una primera idea fue utilizar la rotoscopia, rodando a actores reales para introducir después la animación, pero finalmente se decidió realizar un proceso más tradicional y orgánico. Inspirado por las películas de animación que pudo ver en la televisión pública iraní durante los primeros años de la Revolución Islámica, el director ha encontrado en la autofinanciación la libertad necesaria para hacer cine sin censura, en un país que ha prohibido series como Los Simpson (Disney+, 1989-) y decretó que los personajes femeninos de los dibujos animados producidos en Irán deben llevar hiyab.  

Les bêtes

Michael Granberry

Estados Unidos 2024 | 12 minutos | Competición de Cortometrajes | 

Técnica: Marionetas, Stop-motion

Fantasia '24: Mejor Cortometraje de animación

Annecy '25: Premio del Jurado / Premio Vimeo Staff Pick Mejor Cortometraje


El veterano animador Michael Granberry (1969, Oregón) es esa clase de artistas de los que el público generalista conoce su obra a pesar de no conocer su nombre. Pero, para los espectadores de la serie Separación (Apple tv+, 2022-) seguramente es difícil imaginarla sin la introducción en stop-motion de cada una de las dos temporadas, una interpretación de la historia que Michael Granberry realiza de forma independiente, sin que los responsables Dan Erickson y Ben Stiller le den indicaciones concretas. Su último trabajo es el cortometraje Les bêtes (Michael Granberry, 2024), un proyecto personal realizado en su tiempo libre que comenzó a rodar en 2020, durante la pandemia del coronavirus, y ha realizado con la colaboración de amigos como el actor y compositor Lito Velasco. El corto llega al Festival de Annecy después de una larga trayectoria en festivales norteamericanos, como el Festival Fantasia que se celebra en Canadá, donde obtuvo el premio al Mejor Cortometraje Animado, uno de los más de veinte que ha conseguido a lo largo de 2024. El origen de la idea es curioso: al parecer, fue acumulando durante veinte años numerosas marionetas creadas para proyectos que nunca se realizaron, y cuyo material de gomaespuma y látex estaba comenzando a deteriorarse. Así que decidió inventar una historia en la que pudiera dar vida a todos ellos antes de que terminaran siendo desechados. El director no tenía un guión, sino que improvisaba los acontecimientos que se desarrollan en la historia, estableciendo las interacciones entre los personajes. Pero hay una clara división entre aquellas marionetas que representan el mundo de los humanos, entre dinámicas de poder que les colocan en diferentes estructuras sociales, y las criaturas más deformes y extrañas que conforman ese mundo de bestias que son maltratadas por los humanos, hasta que se produce la venganza. 

El origen diverso de las marionetas establecía una diferencia de colores y de estilos que no ofrecía una coherencia en las texturas, de manera que el director decidió eliminar todo el color para homogeneizar la historia en un blanco y negro de tonalidades oscuras. Esto conduce a un estilo de animación stop-motion en el que Michael Granberry se inspira en las animaciones del clásico director de origen polaco Wladyslaw Starewicz (1882, Rusia-1965, Francia), que realizó más de un centenar de películas en stop-motion. Cuando era director del Museo de Historia Natural, Wladyslaw Starewicz quiso rodar un cortometraje sobre dos escarabajos voladores (lucanus cervus), pero al darse cuenta de que éstos morían bajo el calor de los focos, decidió utilizar sus cadáveres y animarlos con alambres colocados en sus patas, lo que dio lugar a la película La lucha de los ciervos volantes (Lucanus cervus) (Wladyslaw Starewicz, 1910), que está considerada como pionera en la técnica de stop-motion. Les bêtes funciona así como un homenaje de Michael Granberry al cineasta, incluso recuperando la forma de rodaje artesanal de los años 20 y 30, sin utilizar el software digital que es habitual en las producciones actuales. Otra de las inspiraciones del cortometraje es la obra del pintor clásico El Bosco (ca. 1450-1516, Países Bajos), sobre todo sus cuadros en los que se acumulan numerosos personajes, como el tríptico de El jardín de las delicias (1490-1500), que se conserva en el Museo del Prado. De la misma forma, en algunas de las escenas de Les bêtes se pueden ver hasta 75 personajes en movimiento. Esta representación comienza con un desfile de carnaval hasta que un bufón susurra al oído del monarca la posibilidad de que una de las bestias tenga planeado asesinarle, provocando el caos y la destrucción. Es un cortometraje repleto de una iconografía extensa que sabe convertir la diversa procedencia de las marionetas en una corte donde existen todo tipo de criaturas y seres humanos, desatando el infierno en un final en el que el escenario es devorado por un incendio, con un efecto de fuego particularmente original. Les bêtes es un cuento macabro que convierte el material reciclado en una fantasía de imaginación desbordante. 

Ibuka, Justice

Mahoro Justice Rutikara

Canadá 2024 | 23 minutos | Perspectives | 

Técnica: 2D por ordenador

DOK Leipzig '24: Mejor Competición Internacional

Annecy '25: Premio Ciudad de Annecy


A través de este documental de animación, el director Justice Rutikara (1993, Ruanda) cuenta la historia de su familia al comienzo del genocidio que se desarrolló en Ruanda entre el 7 y el 15 de abril de 1994, en el que se calcula que fueron asesinadas entre quinientas mil y un millón de personas, la mayor parte de origen tutsi. Cuenta el director que se ha criado en Quebec, que sus padres nunca habían mencionado el comienzo de la guerra civil que les obligó a exiliarse, siendo incluidos desde el principio en una lista de objetivos de los militares hutus. Pero conforme Justice Rutikara empezó a desarrollar su carrera como cineasta, siendo nominado al Prix Gémeaux por su película La cité des autres (2021), su padre también comenzó a contarle detalles sobre cómo fue su huida de Ruanda. Finalmente, son los padres del director, Valentine Mukasafari y Jean-Claude Rutikara, los que relatan en primera persona los acontecimientos que se produjeron desde que en 1994 el presidente Habyarimana fue asesinado al explotar el avión en el que viajaba, provocando el caos y la guerra civil en el país, que fue aprovechada por los hutus para llevar a cabo la masacre. Sus padres son un joven matrimonio que tienen a su primer hijo, al que ponen el nombre de Justice en referencia a la necesidad de justicia en un país en el que ya existían los discursos de odio, y también el de Mahoro, que significa paz. Pero ni la paz ni la justicia llegaron después del asesinato del presidente, y Valentine y Jean-Claude se vieron obligados a esconderse en casa de una familia vecina para evitar ser encontrados por los militares, que posiblemente los acabarían matando. 

Introduciendo algunas fotografías reales al comienzo de la historia, mezcladas con animación tradicional en dibujos, el conmovedor cortometraje Ibuka, Justice (Justice Rutikara, 2024) es un relato de resistencia a través de una huida peligrosa que enfrenta a la joven pareja incluso con la radicalización de uno de sus mejores amigos. Al utilizar las voces de de sus padres como narradores, el director propone una experiencia de intimidad, cercana a la descripción de un cuento, pero que al mismo tiempo plantea reflexiones sobre el pasado de Ruanda y el futuro de un país continuamente aplastado por las guerras y los enfrentamientos. A partir de sus recuerdos se han creado dibujos que ilustran sus palabras, a veces adoptando una textura poética y una mirada simbólica, como cuando los soldados irrumpen en la casa donde se encuentra la madre y sus sombras crecen para acabar convirtiéndose en monstruos que acechan a la protagonista. Se trata de una odisea familiar que gana emoción a través de los diseños de los personajes en una animación tradicional, pero muy colorista, que refleja la belleza del entorno de Kigali, donde nació el director, que forma parte de una nueva generación de cineastas afroquebequenses que están contando historias personales cargadas de humanidad. La descripción de esta experiencia personal también contextualiza la historia de una catástrofe que resalta los horrores de la colonización y la guerra. También ofrece una tonalidad íntima la música del compositor belga Aiko Devriendt, que utiliza instrumentaciones africanas para crear una atmósfera sonora de gran sensibilidad, que a veces recuerda a su excelente trabajo para el documental Dag Ma (Ellen Pollard, Marie de Hert, 2023).  

Psychonauts

Niko Radas

Croacia 2025 | 8 minutos | Perspectives | 

Técnica: Marionetas, stop-motion

Annecy '25: Mención Especial Ciudad de Annecy


El director Niko Radas (1980, Croacia) ha trabajado durante 15 años en psiquiatría y desarrolla en la actualidad un programa de arteterapia con pacientes del Hospital Psiquiátrico Universitario de Vrapče, en Zagreb, con más de 145 años de tradición. Este taller en el que participan algunos pacientes del centro se ha ido derivando hacia la realización de cortometrajes, un formato que aglutina muchas de las disciplinas artísticas, desde la música hasta el dibujo o la escultura. De este programa de arteterapia surgió el cortometraje The unusual bath of Mister Otmar (Niko Radas, 2019), que se desarrollaba en una sociedad distópica en la que el protagonista era juzgado en los tribunales por no lavarse el cuerpo con lejía, declarado culpable e internado en un hospital psiquiátrico. Asimismo, Psychonauts (Niki Radas, 2025) también es una producción realizada en el entorno del taller con pacientes que han participado en diferentes procesos, desde el concepto de la historia hasta la construcción de la escenografía y las marionetas. El cortometraje comienza planteando una pregunta: "¿Dónde se va mi enfermedad cuando ya estoy curado?", y se desarrolla en un entorno urbano que está construido con envases de medicamentos. Las enfermedades mentales adoptan aspectos antropomórficos para encontrar nuevos espacios en los que refugiarse, mientras en una especie de estructura musical, voces con autotune, interpretadas por algunos de los pacientes que han participado en el taller, describen los procesos del tratamiento de los desórdenes psiquiátricos y enumeran los nombres de soluciones utilizadas con fines medicinales como la hipromelosa o la metilcelulosa. En este recorrido por los habitantes de ese espacio urbano, el tercer acto se desarrolla entre descripciones musicales de los efectos secundarios que provocan los medicamentos que tratan las enfermedades psiquiátricas. Psychonauts nos involucra en el mundo de la dependencia de los tratamientos de trastornos mentales a través de una propuesta singular de stop-motion que se podría definir como un musical psiquiátrico, visualizando la experiencia de la enfermedad mental, a la que retrata como personajes que abandonan el cuerpo y la mente para construir su propio entorno.

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Películas mencionadas:

Leonardo, el maestro se puede ver en Movistar Plus+.

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