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31 octubre, 2025

Oslo World '25: Parte 1: Ganavya / Rita Payés

Nos acercamos en esta ocasión a uno de los festivales de música más destacados de Europa en cuanto a su amplia mirada a lo que tradicionalmente se ha denominado como "músicas del mundo", principalmente procedentes de Latinoamérica, África y Asia. Fundado en 1994 bajo el nombre de Verden i Norden (El mundo en el Norte), en sus primeros años fue un festival organizado por otros festivales de diferentes países nórdicos, pero éstos se fueron retirando y acabó siendo una Fundación independiente que cambió su nombre en 2017 a Oslo World. Cada mes de octubre, una veintena de escenarios a lo largo de la ciudad acogen más de sesenta conciertos durante una semana, y en esta edición algunos nombres destacados son el dúo de trap argentino Ca7riel & Paco Amoroso, el funk afro-cubano de Cimafunk, la banda de fusión metal Arka'n Asrafokor, procedente de Togo, o la violonchelista de jazz Leyla McCalla. El festival se inauguró con el artista Hakim, representante del sha'bi pop egipcio, y el compositor argentino Gustavo Santaolalla, ganador del Oscar por sus bandas sonoras para Brokeback mountain (Ang Lee, 2005) y Babel (Alejandro González Iñárritu, 2006) y creador de la música de la serie The last of us (HBO Max, 2023-), será el encargado de clausurarlo. Nuestro acercamiento a Oslo World comienza con dos artistas reconocidas internacionalmente que comparten la tradición musical que proviene de sus familias, y su capacidad para encontrar las sonoridades más bellas a través de la modulación de sus voces. 

© Sandra Macadam / Oslo World

El espacio en el que la cantante Ganavya convierte el escenario de sus conciertos conforma una atmósfera espiritual y evocadora que resulta fascinante. Aunque ella suele insistir en que no hay religión en su música, las raíces profundas en las tradiciones familiares de la India conectan con esa sensación de asistir a una oración en comunidad, todavía más si el concierto tiene lugar en un escenario tan particular como Jakob Kirke, una iglesia desacralizada, como muchas que existen en la ciudad de Oslo, que dejó de funcionar como parroquia en 1985 para convertirse en un espacio cultural desde el año 2000. Construida en 1880, cuando la población de los alrededores se redujo drásticamente debido a la proliferación de oficinas, y buena parte de los habitantes de la zona profesaban tradiciones religiosas distintas a la luterana, la iglesia dejó de funcionar como parroquia. Estuvo a punto de ser demolida por los daños que tenía su estructura, pero una iniciativa cultural consiguió que se reformara y se destinara a actividades laicas, aunque se siguen celebrando algunos oficios religiosos, como una misa nocturna todos los domingos. Entre el púlpito que permanece intacto y una representación de "La adoración de los pastores" que forma parte del retablo de la iglesia, las canciones de Ganavya que proceden de la tradición harikathā, una forma de relato tradicional hindú, tienen ese carácter de comunión que se subraya cuando ella misma invita al público a acompañarla con estribillos sencillos. De hecho, su música se define como jazz espiritual y suele hacer referencia a Alice Coltrane, una de las pocas cantantes de jazz que introdujeron el arpa como un instrumento de acompañamiento, y que después de la muerte de su marido John Coltrane, se entregó a la guía espiritual de dos gurús indios, adoptando el nombre sánscrito de Turiyasanginananda, y creando un ashram (monasterio), un lugar de encuentro de todas las religiones. Las canciones de Ganavya tienen su origen en la tradición de convertir poemas en música que proviene de su crecimiento dentro de la etnia Tamil en la India, aunque nació en Nueva York, pasando parte de su infancia en el estado de Tamil Nadu recibiendo una intensa formación artística, primero como bailarina y luego como cantante. La familia de su padre pertenece a un clan de compositores e intérpretes de música carnática, la música clásica del sur de la India. Su primer álbum, Daughter of a temple (2024, Leiter), que recupera las influencias indias presentes en la música de Alice Coltrane, fue publicado dentro de la discográfica del compositor Nils Frahm y fue considerado por periódicos como The guardian como uno de los mejores discos del año pasado. Hace unos meses, Ganavya publicó Nilam (2025, Leiter), una aproximación más intimista de solo 30 minutos de duración que conecta más con sus raíces tradicionales hindúes. El concierto que comentamos se enmarca dentro de la gira que está llevando a cabo estos meses, incluyendo dos actuaciones en Barcelona y Madrid que tuvieron lugar a mediados de octubre. Pero se aleja de la amplia representación musical de coros e instrumentos como el piano y el saxofón que ha celebrado en espacios como Barbican Centre en Londres, para crear una dinámica más intimista con solo dos instrumentos solistas: el arpa y el contrabajo. 

La invitación de Ganavya a que los espectadores formen una especie de coro improvisado se produce casi desde el principio, creando un espacio de conexión con sus raíces musicales y espirituales. A lo largo de la actuación suenan canciones que surgen de antiguos poemas del siglo XV o canciones de cuna que le cantaba su madre. El hermoso "Pasayadan", el primer single de su último álbum, es un abhang, una forma de poesía devocional, que cantaba cuando era joven, y que cuenta cómo un santo ruega que el sol brille en los corazones, que recordemos que somos los verdaderos templos para los demás. La meditativa "Sees fire" habla del deseo de construir un palacio para que un niño no tenga que mirar el fuego de la tierra ardiendo y surgió como un clamor interno después de que Ganavya fuera vetada en una "popular red social" por pedir el alto el fuego en Gaza. Mientras que la rítmica "Land" está basada en un poema de un poeta palestino que habla de los agricultores, de la conexión con la tierra aunque ésta les sea arrebatada. Su música no pretende ser política, pero ella comparte con el público con ironía que se produce una curiosa circunstancia en sus conciertos: "Cada vez que canto esta canción, siempre hay alguien que se sale de la sala. No sé si es porque no les gusta o porque no quieren oír hablar de Palestina". Su interlocución con el público no es tan improvisada como pudiera parecer, se repite casi con las mismas palabras en sus conciertos, pero también crean una sensación de intimidad. Una de las canciones que incorpora a su actuación es "Oh Raaya", un tema escrito por el reconocido compositor de música de cine ganador del Oscar A.R. Rahman, que ella interpretó en la banda sonora de la película Raayan (Dasha, 2024). Ganavya c
anta en tamil, marathi antiguo e inglés con pasajes microtonales que evocan una meditación interna. Sus letras abarcan desde la práctica de la devoción hasta las relaciones familiares. La canción en tamil "Not A Burden" es una reflexión sobre la relación entre madres e hijas: "¿Es el árbol una carga para la tierra? ¿Es el fruto una carga para la rama?". Aunque en el álbum y en algunos conciertos la propia Ganavya interpreta el riff de cuatro acordes que marca el ritmo en un yahz, un pequeño arpa en forma de pájaro, en esta ocasión Charles Overton en el arpa y Max Ridley en el contrabajo envuelven la voz de la artista, como en todo el concierto. La sensación que deja este encuentro con el jazz espiritual de Ganavya es la de haber asistido a un momento de respiración, un paréntesis de tranquilidad en un mundo caótico, que nos recuerda la conexión con la naturaleza, con nuestras raíces y con nosotros mismos. 


La presencia de la artista española Rita Payés (1999, Vilassar de Mar) en Oslo World es una característica de la proyección internacional que ha cosechado la trombonista y cantautora catalana, tanto que hace un mes provocaba furor en el Festival de Jazz de París y los países nórdicos en los que estuvo a principios de este año se encuentran de nuevo en la agenda del tour europeo que continúa en este otoño-invierno. Repetirá en noviembre en Suecia y Dinamarca, y ha regresado a Noruega después de haber actuado en el mes de febrero en otro escenario diferente. En esta ocasión la cita era en la sala Parkteatret, que se ha convertido en una de las más populares de Oslo. Situado en el multicultural barrio de Grünerløkka, con su característica efervescencia cultural de arte callejero y bares y restaurantes, Parkteatret es el nombre que recibió en 1922 el antiguo cine de Grünerløkka, que originalmente se llamó Grünerløkkens Kinematograf cuando se fundó en 1907. Después de una reforma a principios de los años veinte del siglo pasado, se reconvirtió en sala de teatro en 1992 y desde 2002 en sala de conciertos gestionada por una empresa que también administra algunas de las salas más conocidas de la ciudad. Al haber sido un cine, mantiene el suelo inclinado, lo que facilita la visibilidad de los espectadores. La trayectoria de Rita Payés también está unida a la tradición musical de su familia, algunos de cuyos miembros la acompañan en sus conciertos, sobre todo su madre, la guitarrista Elisabeth Roma, con la que publicó su primer álbum, Imagina (2019, Rita Payés). Después llegó Como la piel (2021, Rita Payés), que incluía colaboraciones de diferentes músicos y su obra más ambiciosa en cuanto a géneros y desafíos musicales con De camino al camino (2024, Sony Music), de la que extrae casi todas las canciones en su última gira. Acompañada por Elisabeth Roma en la guitarra, Horacio Fumero al contrabajo, Juan Berbín en la batería y percusiones y su pareja Pol Batlle, en la guitarra española y eléctrica, Rita Payés se siente bien arropada y desgrana una selección de canciones que mantienen una estructura cuidada para alternar su voz con su faceta como intérprete de trombón, formada en la Sant Andreu Jazz Band de Barcelona, al mismo tiempo que deja espacio para dúos con instrumentos solistas como la guitarra y el contrabajo. En esta ocasión, el concierto que ofreció es la versión más reducida, sin el cuarteto de cuerdas que a veces la acompaña, solo con los cuatro instrumentistas y la cantante, que deja a un lado la "Intro" de trombón solista con la que comienza su último álbum y algunas de sus actuaciones, para pasar directamente a uno de sus mejores temas, "El cervatillo", con trazas de jazz, aire de bossa nova y esencias afro, de cuya letra se extrae el título del disco. 

© Oslo World

Hablando en un inglés suficiente, encontrando a veces dificultades para elegir las palabras adecuadas, Rita Payés dio la bienvenida a un público en el que había una buena representación de la comunidad española que vive en Oslo, comentando el frío que hacía, aunque realmente todavía no han llegado las bajas temperaturas a esta parte de Noruega, aún por encima de cero grados, y estuvo más animada que en otras ocasiones a realizar pequeñas intervenciones para presentar los temas, dando paso a la balada romántica "Si entras tú", que compuso como una dedicatoria a su pareja Pol Batlle, padre de sus dos hijas. El repertorio de esta artista es tan amplio y sus influencias tan diversas que nunca hay tiempo para la repetición: el antiguo tango argentino "Niebla del riachuelo" le permite hacer un dueto íntimo con el contrabajo, y a Horacio Fumero demostrar su maestría en este instrumento, el sonido del contrabajo ahora con arco evoca tristeza en la introducción de "Tantas cosas", y el jazz irrumpe con fuerza en la larga pieza "Se transformará". También hay incursiones en la bossanova con "Nunca vas a comprender", que ha acumulado el mayor número de reproducciones de su canal de YouTube, y ha sido incluida en películas como El mapa que me lleva a ti (Lasse Hallström, 2025) y series como Chacal (SkyShowtime, 2025-). Rita Payés dedica con admiración la interpretación de "Alma en vilo" a su hermano, Eudald Payés, autor de la canción. Como no podía ser de otra manera, el dúo de guitarra con su madre Elisabeth Roma es con "Nana per les mamas", una canción de cuna que ella escribió para su hijas, explicando que trataba de describir la sensación que experimentaba cuando las amamantaba, y recordando a las madres que han perdido a sus hijos en el genocidio de Palestina. Rita Payés transmite esa exquisitez de una voz que suele utilizar glissandos, la transición continuada de notas altas y bajas, como cuando abre y cierra la vara del trombón, y la mezcla entre catalán y español aporta variedad de sonoridades, como en el jazz suave de "Benvingudes". Hay una elegancia en la forma en que camina por diversos estilos y a veces los mezcla, que a veces recuerda a la música de Jon Batiste, con el que cantó la canción "My heart" del álbum World Music Radio (2023, Verve). Rita Payés también protagonizó uno de los momentos más recordados de la gala de los Goya de 2022 con la interpretación de "Te venero" junto a C. Tangana. Pero queda claro en sus conciertos que los buenos músicos que la acompañan están interpretando canciones suyas, y ella demuestra la seguridad de una presencia destacada en el escenario, aunque a veces se eleve sobre los pies descalzos para acompañar a las notas altas. Por mucho frío que pudiera hacer, el ambiente del concierto acaba siendo cálido y Rita Payés invita en dos ocasiones al público a participar en sus canciones: haciendo el coro de "Quien lo diría", de su álbum Como la piel, con esa hermosa alternancia de voz y trombón, que sirve en la primera parte del concierto para conseguir complicidad. Y en su habitual bis final, "No digo que no (vaca y pollo)", para el que tampoco se hicieron de rogar, con su ritmo de jazz y bossanova y sus solos de guitarra eléctrica desenfrenada, que termina pidiendo al público que acompañe con los silbidos de la parte final que desembocan en una especie de selva de cantos, trinos, graznidos y silbidos dependiendo de la propensión al juego de los espectadores. Rita Payés sin duda es una de las artistas españolas más internacionales, como lo demuestra su larga gira europea y su participación en noviembre en el London Jazz Festival, actuando en un escenario como el Royal Albert Hall. 

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Películas mencionadas (disponibles en la fecha de publicación):

Brokeback mountain se puede ver en Filmin. 
Babel se puede ver en Netflix y Tivify.
Raayan se puede ver en Sun NEXT.
El mapa que me lleva a ti se puede ver en Prime Video. 

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