La ciudad de Tokio se convierte en protagonista de dos películas que se introducen en sus más recónditos rincones para darnos una visión alejada de la puramente turística y descubrirnos una ciudad repleta de oscuros secretos.
Ocurre a veces en el cine que un tema o un argumento se acaba convirtiendo, sin que exista en principio ninguna intención premeditada, en protagonista de distintos títulos procedentes de diferentes países. Es lo que ocurre este año con la ciudad de Tokio. Dos producciones inéditas, al margen de la incursión española de Isabel Coixet en Mapa de los sonidos de Tokyo, a las que no les une casi ninguna conexión centran sus argumentos en la capital japonesa, pero sobre todo acaban siendo un retrato actual de una ciudad sorprendente y misteriosa.


La película retrata con realismo las difíciles condiciones de vida de muchos grupos familiares que en Japón, el país aparentemente más tecnológico, deben enfrentarse al fantasma del paro, y la humillación que supone enfrentarse a un mercado laboral que sólo ofrece puestos de trabajo de bajo salario. Largo pero efectivo viaje emocional hacia las relaciones familiares, la pérdida de autoridad, la dependencia exterior de un país que pierde lentamente su idiosincrasia... No es nuevo el tema (ya es habitual encontrar en el cine referencias a la crisis mundial) pero está tratado con honestidad, aunque la catarsis final resulte algo artificial.

Michel Gondry en Interior design (Diseño de interiores) compone una historia sencilla sobre dos jóvenes que acaban de llegar a la ciudad y su alienación gradual.
Leos Carax consigue con Merde (Mierda) dar una vuelta de tuerca a los fantasmas de Tokio, ejemplificados en un monstruo que habita las alcantarillas pero

Y el coreano Bon Joon-ho nos ofrece en Shaking Tokyo (Temblor en Tokio) una historia de amor entre seres alienados que describe mejor que nadie lo ha hecho hasta el momento, la soledad que desprende una ciudad habitada por millones de personas. Tres retratos espléndidos, sin necesidad de efectos visuales despampanantes, que consiguen una visión inédita de una ciudad desonocida.
Mientras, Isabel Coixet nos presenta su particular Mapa de los sonidos de Tokyo, aunque dudamos de la eficacia de su propuesta.
Pues a ver qué tal la Isabel Coixet. tengo muchas ganas de verla, porque en general me gusta su cine. Gracias por los comentarios tan acertados, porque así podemos descubrir películas que no conocíamos. ¿Sabes para cuándo está previsto que se estrenen, o no tienen distribuidora?
ResponderEliminar